Con esa simple frase lo comprendió, si llegara a utilizar más de la cuenta eso lo… lo mataría… Negó con la cabeza repetidas veces sin querer creer en esa posibilidad, simplemente eso no podría pasar, jamás lo permitiría, no otra vez, su padre lo miró comprendiendo inmediatamente lo que pasaba por su cabeza, aunque sabía perfectamente que había algo más allá de un simple cariño fraternal, no era tonto y también había sido joven, pero era algo que aún no digería del todo, pero tenía que entenderlo.
Dio un suspiro y lo vio caminar hacia la puerta demostrando en su rostro lo afligido que estaba por ese tema, no quiso detenerlo puesto que sabía tenía que pensar muchas cosas, además solo tenían una oportunidad, y por sobre todas las cosas que no la desaprovecharía.
Los guardias lo miraban intrigados pero lo ocultaban, ni siquiera con lo de Jane, la mortal que había traído aquí, se había puesto de esa forma, pero por más curiosidad que tuviesen no podían preguntar nada por respeto y más que nada miedo para con el rey, lo siguieron con la mirada hasta que desapareció dando vuelta al final del pasillo.
Debía descansar, solo tenía una oportunidad, ya habían pasado un par de meses desde su supuesta muerte, ya no podía seguir postergándolo, sí tan solo hubiera mencionado sobre sus sueños antes de que se presentara de esa forma, seguramente podría haberlo rescatado desde antes.
Se maldijo internamente pero no era momento de regañarse ahora, debía descansar, antes que todo pasó con Eir para pedirle de favor entregarle o hacerle algún tipo de poción o hechizo para su tarea, bien sabía que era amiga de su difunta madre así como de su pequeño hermano, así que podía confiar en ella.
En primera estancia le dio una bebida especial con la cual podría recuperar fuerzas para su largo viaje, tenía dos días para descansar si es que Loki volvía a aparecer en sus sueños, esta vez lo seguiría, ya hablaría con Odín sobre eso.
El problema sería el hechizo, no tanto por quien lo recitaría, Eir era capaz de hacerlo pero necesitaba ciertas piezas mágicas para poder usarlo eficientemente que solo poseía su padre, así que mañana por la mañana, durante el desayuno mientras devoraba todo a su paso, le diría.
Esa noche pudo dormir perfectamente hasta casi pasar de medio día, se levantó con fuerzas renovadas, con un firme propósito en su mente, apenas llegó al comedor real pidió a las sirvientas que le trajeran toda la comida posible.
La bebida ingerida por la noche le haría abrir el apetito de tal forma que podría ingerir todos los alimentos de los que se negó en los últimos meses sin sufrir daño alguno y además absorbería todos los nutrientes necesarios y que le hacían falta; Odín ya no se encontraba ahí, el desayuno se servía siempre a las ocho de la mañana.
Debía entrenar por igual, incluso de forma astral sí era necesario le tocaría pelear contra las criaturas que tenía preso a su amado, debía estar fuerte para poder rescatarlo, la sorpresa de los guerreros fue tal que apenas pudieron celebrar con una tipo justa, donde todos los guerreros incluida Lady Sif se unieron.
No podía ser mejor para él, aunque tampoco podía sobre exigirse o no funcionaría, así que pasó las siguientes cuatro horas enfrentándose a todos y cada uno de sus compañeros de pelea que no podían estar más felices por tenerlo de vuelto, como en los viejos tiempos.
En la hora de la comida encontró a su padre comiendo en el comedor una vez se dio una ducha para comer con él, parecía tener una nueva razón de vivir pues su ojo bueno lucía diferente, parecía más vivo, había algo distinto en él, trajeron su comida y empezó una vez más a devorarla, sin causar sorpresa en el hombre mayor, seguramente algo intuía, lo cual le hizo saber una vez terminaron sus alimentos.
- ¿Cuál es el plan? -;inquirió una vez las sirvientas se llevaron los platos, dejándolos solos
-Eir me ayudará… pero necesito algo importante… las runas-dijo con seriedad después de beber todo vaso completo de agua que albergaba más de un litro
-Usarás “ese” hechizo, al parecer-acarició su barba y por unos segundos no dijo nada hasta terminar por asentir-tengo que advertirte… con ese hechizo y de esa forma, solo podrás traer su cuerpo astral, su alma-
- ¿Qué pasará con su cuerpo? -frunció el ceño extrañado
-Se quedará, sea donde sea que se encuentre, por eso hijo mío, no debes olvidar esto-su voz se volvió más seria si era posible-una vez que traigas su alma, Eir y yo estaremos esperando, la guardaremos en un contenedor especial que estará sellado con las runas en un hechizo mucho más complejo que entre ambos realizaremos… pero solo tendrás un día después de eso para encontrar su cuerpo o sí no, tanto su alma como su cuerpo desaparecerán… deberás memorizar todo el pasaje que recorras en ese mundo para poder volver ahí cuando estés despierto… solo un día Thor, no lo olvides...-
- ¿Cómo traeré su alma de regreso?-
-Esta gema lo contendrá por un pequeño lapso de tiempo, debes volver rápido para cuando esta se rompa, si llegase a romperse antes de que ambos volvieran su alma vagaría por los mundos como alma en pena sin siquiera poder entrar en el Helhaim-sacó de su traje en un bolsillo secreto una gema blanca de forma de un romboide unida a un colgante-toca su mano para atraparlo, no lo sueltes por nada del mundo, sino también se perderá… y jamás volveremos a verlo...-