No fue un buen día para Takahashi Misaki. Estaba completamente agotado. La razón... su hermano gemelo, Asaki. Todo comenzó a primera hora...
-Misaki, ¡déjame ir contigo a la Universidad! ¡Quiero ver dónde estudias!
Esa frase había dado comienzo a un gran problema. Akihiko los había llevado en coche y dejado en la puerta, como hacía siempre que insistía, y luego habían entrado los dos a la vez. La gente los miraba pensando que veía doble. Y la razón era que Asaki había conseguido ropa idéntica a la de Misaki, y pese a las insistencias del chico, no había querido cambiarse.
-Ahora tengo clase, vuelve más tarde Asaki. -se despide Misaki, algo brusco, mientras se mete en la Universidad.
-Qué frío... -susurra Asaki, colgándose de Misaki- Hermano, ¡no seas así...! Venga, ¡quiero un besito de despedida! -le pide, con mirada y sonrisa burlona.
Ante eso, todos a su alrededor se los quedaron mirando y luego iniciaron su retirada como si tuvieran la peste.
-¡Que no! ¡Vete ya, Asaki! -finalmente, Misaki pierde de vista a su hermano y va a clase... pero por alguna razón, cuando llega a la puerta, ve a alguien ya sentado en su sitio.
No podía creerlo. Asaki había tomado un atajo y estaba ocupando su lugar... y lo peor era que tocaba Literatura. Y que “El Demonio” Kamijou ya estaba dentro. Si entraba, se armaría una buena. Primero porque llegaba tarde, y segundo porque se suponía que Takahashi Misaki ya estaba en el aula. Por eso, Misaki no entró.
Unos minutos antes...
-Buenos días, Misaki. -lo saludó una voz. Asaki se giró y sonrió, gracias a haber escuchado algunas cosas que le decía Misaki, pudo adivinar quién era.
-Buenos días Sumi-senpai. -le devuelve el saludo, sonriéndole.
-Ahora tenemos clase de Literatura con “El Demonio” Kamijou, vamos algo justos... ¿tomamos un atajo? -le ofrece el Senpai, sin darse cuenta de que no es Misaki.
-Ah, claro. -acepta el falso Misaki, siguiendo al Senpai, temiéndo que el verdadero Misaki ya haya llegado al aula. Obviamente, cuando entra y se da cuenta de que no llegó, casi se pone a reír. Iba a pasar una hora entretenida...
-Takahashi Misaki, ¡Presta atención! -exclama Kamijou-sensei- ¡Dije “tomen apuntes” pero no estás apuntando nada!
-Sensei, esque dejé mis cosas en casa. -dice, con insolencia.
Eso no pareció agradarle al profesor pero parecía tener algo de paciencia ese día.
-¿Y si se lo pides a tu compañero?
-Esque realmente no tengo interés en tomar apuntes. Después de todo, esta clase no me sirve para nada. -se encoge de hombros de la forma más insolente posible mientras todos en el aula contienen la respiración.
Iba a estallar. El Demonio Kamijou iba a estallar.
-¡MALDITO MOCOSO! ¿¡PERO QUÉ TE HAS CREÍDO!? ¡SUBESTIMANDO LA LITERATURA DE ESTA MANERA! -Kamijou-sensei se pone a lanzarle todo lo que encuentra. Libros, tizas, borradores... Asaki se esconde bajo la mesa hasta que la lluvia de cosas termina y sale, sonriéndole, cosa que molesta aún más al profesor- ¡¡MI CLASE NO ES PARA ESTÚPIDOS COMO TÚ!! ¡FUERA DE MI CLASE!
-¡Por favor espere!
Todos callaron al ver la puerta abrirse. Misaki entró. Asaki sonrió de forma más insolente posible.
-Hola, hermanito. Me preguntaba cuándo ibas a entrar. -dice sencillamente el gemelo, mientras el otro lo mira con rabia.
-¿Qué está pasando aquí...? -murmuraban todos.
-¡Takahashi!
-¡K-K-Kamijou-sensei, lo siento mucho! Mi hermano-
-No te preocupes por el Uke, Misaki. -dice tranquilamente Asaki, sin siquiera mirarlos, no se había movido de su sitio- Se le pasará el enojo en un rato, seguro que cuando vea a su pareja.
-¡¡¡T-TÚ!!! -ruge Kamijou, realmente más enfadado que antes, ahora sí parecía un Demonio- ¿¡Cómo te atreves a llamarme Uke!?
Asaki se levanta y baja las escaleras del aula hasta quedar delante del profesor.
-Esque lo parece, Sensei. Es el “Uke Tsundere Violento”. Seguro que su pareja es muy paciente con usted e incluso a veces ríe un poco y hace lo contrario de lo que usted le dice.
Kamijou se queda congelado, mientras Misaki avanza hasta Asaki.
-¡Asaki, ya es suficiente! ¡Me estás dando problemas!
-¿Eso no sería más interesante? -dice otra vez con insolencia el hermano- Después de todo, como eres tan inútil, quería ayudarte a ser un poco más popular.
-¡Asaki...! ¡Eres un maldito idiota! -exclama Misaki.
-Oh, pero tú también. -ríe mirándolo, mientras anda tranquilamente hacia la puerta y finalmente sale.
Iba a ir tras él pero una mano fuerte lo agarró del brazo.
-Takahashi...
Misaki miró al hombre. Kamijou Hiroki estaba realmente muy molesto. Ahora mismo, Takahashi Misaki podía jurarlo. Era un Demonio.