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Painted with black por spookytaco98

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Notas del capitulo:

Después de todo ese tiempo de silencio, John escucha la verdadera historia de su amo después de haber conocido lo que es o fue la Orden de los Inmortales, de los cuales quedan muy poco vivos y otros se ocultan en diferentes partes del mundo.

Nadie dijo algo, nadie se movió, lo único que hacían era mirar al mortal que había caído herido frente a ellos.

 

-Lo ven? -dijo Jane. -Mi instinto no falló, había un mortal espiandonos.

 

-John, te encuentras bien? -preguntó Sherlock poniéndolo se pie, pero este no respondió pues estaba muy asustado mirando a todos esos seres pálidos y hambrientos.

 

-Que lindo mortal tenemos aquí...-dijo Irene mientras se abanicaba y caminaba hacia John.

 

-Su sangre huele tan bien.... apuesto que ha de tener un sabor mucho mas delicioso...-dijo Jane acercándose como un gato.

 

-"Tengo hambre..."-pensó Lestrade apretando los dientes y conteniendo la respiración para no sentir mas apetito al oler a John.

 

-Ven mortal, no las escuches y ven conmigo.... tal vez te guste. -dijo Tom lamiendo sus labios.

 

Los ojos de Irene, Jane y Tom se volvieron de un color verde amarillento mientras sus pupilas se contraían y sonreían malévolamente mientras se acercaban a John.

 

-BASTA! -gritó Sherlock y los cristales de las ventas temblaron y la taza de Lestrade se rompió. Sus ojos se volvieron del mismo color verde amarillento mientras sus pupilas se contraían y dos largos colmillos se vieron descender de sus caninos. -NO SE ATREVAN A TOCARLO! -y rápidamente, casi imposible de ver por los ojos humanos, apareció detrás de John y lo abrazó fuerte. -EL ES MIO!

 

Jane y Tom bajaron la mirada apenados y ruborizados. Mientras sus rostros volvían a la normalidad.

 

-Lo siento, Sherlock...-dijo Tom arrepentido. -Es solo que la sangre humana ajena despierta mi apetito.

 

-Lo siento, maestro.- dijo Jane agachando la cabeza. -Es solo que.... no volverá a suceder.

 

De pronto los ojos de Sherlock volvieron a ser de color verde azulado, sus pupilas se dilataron nuevamente y sus colmillos se volvieron a la normalidad pero resaltaron un poco.

 

-Calla, Bruja, no soy tu maestro.- se dirigió a Jane. -Podrás entrar en la orden cuando yo lo decida, entiendes?

 

-Si, señor. -no se atrevió a mirarlo.

 

Irene solo desvió la mirada pues no se atrevía a disculparse con nadie por su naturaleza y su instinto de atraer a sus presas. Sherlock la miró mal mientras acariciaba a John y cuando estuvo a punto de soltarlo este resbaló y casi cae débil.

 

-John! -dijo el castaño agitando sus hombros. John estaba muy débil, parecía que estaba a punto de desmayarse y su color de piel era mas pálido. -John, despierta.

 

John abrió un poco los ojos y abrazó a su amo. -Haz que paren... -susurró. -Haz que callen.

 

-Que? A que te refieres? -preguntó Holmes sorprendido.

 

-Las voces.... esas malditas voces que me susurran cosas sin parar. -se pegó al pecho de su amo y apretó su abrigo.

 

Sherlock cargó a John como una princesa y lo depositó en un largo sofá junto a la chimenea. Todos los seres pálidos se acercaron a ver que le sucedía al débil mortal.

 

-Déjame ver...-se acercó Mycroft, el era el inmortal mas sabio de ellos. Tomó la mano de John para revisar su pulso que estaba mas lento de lo común y su temperatura era mas caliente. Iba a revisar el cuello para sentir mejor su presión y en cuanto desabotonó el camisón hasta el pecho pudo ver la gran cantidad de marcas de los colmillos de su hermano. -Que le haz hecho?! Acaso no sabes que si te alimentas a diario de el sin siquiera darle el don puede morir?!

 

-Es mentira.... Tom tiene un mortal y le hace lo mismo.- dijo Sherlock nervioso señalando a Tom.

 

-Es diferente; Tom no bebe de el, lo muerde y da sorbos pequeños. Tu bebes de el como si quisieras matarlo.

 

-No es verdad! Yo jamas he querido hacerle daño.

 

-Sherlock, si quieres que John viva tendrás que darle el don! Si no lo haces morirá antes de que nos demos cuenta.

 

-Pe... pero yo nunca le he dado el don a ser vivo!

 

-Pero sabes como hacerlo, lo sabes! Haz leído muchos libros acerca de esto! Debes saber como se hace. -lo regañó su hermano.

 

Sherlock estaba muy nervioso, de hecho, jamas se sintió tan nervioso como en aquel momento. Sin embargo, su miedo se vio controlado cuando John acarició su mejilla.

 

-Sherlock.... -gimió sonriendo sin dejar de acariciar su mejilla. El castaño no pudo sonreír, en ese momento sus ojos se llenaron en lágrimas sanguinolentas que escurrieron por sus pálidas mejillas pintándolas de rojo carmesí.

 

-Que tengo que hacer? -dijo el amo al fin dirigiéndose a Mycroft.

 

-Tienes que cuidar de el muy bien, hacer que coma bastante carne, no lo muerdas, no dejes que se pare de cama y espera a la luna llena. Durante esta.... ya sabes que tienes que hacer.

 

Sherlock se ruborizó y tragó saliva mientras acariciaba la mano de John.

 

-Jane, cuando es luna llena? -preguntó Sherlock.

 

-Pasado mañana. -dijo la joven dando un paso adelante.

 

-Sherlock, debes preguntarle si quiere convertirse en un inmortal. -susurró Mycroft en su oído.

 

-Lo haré cuando sea el momento, no lo haré frente a ustedes.

 

-Sher.... lock....-dijo John acercándose un poco a su amante. -Afuera hay un lobo....

 

-Que?- dijo Mycroft. Ambos Holmes lo miraron sorprendidos y acercándose al mortal.

 

-Un lobo de ojos marrones que estaba mirándome desde afuera, tal vez era un perro. -habló John.

 

-Sherlock, no hay lobos en la playa. -dijo Mycroft.

 

-Exactamente....- Sherlock se puso de pie y caminó por la habitación con ira y nerviosismo.

 

Los demás inmortales lo miraron extraño y un poco nerviosos. Sherlock seguía caminando con las manos juntas bajo su labio inferior. Se acercó a John rápido y habló de forma nerviosa y rápida.

 

-El lobo era negro?

 

-Si....-dijo John con dificultad. -También tenía ojos marrones, brillaban de alguna manera.

 

-De que esta hablando?! De que esta hablando?! -Jane le dijo nerviosa a Irene mientras sostenía su brazo.

 

De pronto un fuerte y claro aullido pudo escucharse a lo lejos de la casa. Tom, Jane, Lestrade e Irene sintieron escalofríos.

 

-Ha vuelto....-dijo Mycroft con los ojos bien abiertos. -El ha vuelto.

 

-No, no, no, no! -dijo Jane muy asustada. -Pesadilla no, el no, no! -tomó el brazo de su hermana y esta la abrazó poniéndola contra su pecho.

 

-Pesadilla? -preguntó John sintiéndose un poco mas fuerte para sentarse. -Quien o que es Pesadilla?

 

-MALDITA SEA! -gritó Sherlock golpeando un jarrón de porcelana que cayó al piso. -Si ese maldito se atreve a acercarse, juro que lo mataré!

 

Lestrade estaba sudando frío y pegado a la pared se tapó el rostro como si estuviese a punto de llorar. Tom dio varios pasos hacia atrás y cayó al piso de sentón y rompió a llorar de miedo. Irene respiraba con fuerza y sudando sin soltar a su hermana. Mycroft estaba pegado a la pared, muy cerca de Lestrade, con los ojos muy abiertos y temblando.

 

-Sherlock... quien o que es pesadilla? -dijo John seriamente.

 

-Es un cazador, un licantropo de mas de dos metros de color negro y ojos marrones. Ha asesinado tantos de nuestra especie que hemos desarrollado un pavor hacia el. -habló Mycroft mientras abrazaba a Lestrade. 

 

-Se ve como un hombre muy tranquilo pero en realidad es un psicópata, mata a sangre fría por diversión. Ama matar a los de nuestra especie y humanos en proceso de transformación. -dijo Irene sin soltar a Jane.

 

-Como se llama? -preguntó John.

 

-No le digas! -gritó la mas joven asustada.

 

-No te atrevas a pronunciar su nombre en esta casa. -dijo Sherlock.

 

-Deja que lo haga, necesita saberlo. -dijo Mycroft.

 

-James Moriarty...-dijo Lestrade y Jane gritó muerta de miedo y poniéndose de rodillas, desapareciendo de poco a poco hasta que solo quedó su vestido y bajo este había un bulto pequeño que temblaba.

 

-Por que le llaman pesadilla? -preguntó John.

 

-Jane le puso ese apodo cuando era una niña, fue cuando nuestros padres murieron en la época de las cruzadas; el los mató frente a Jane y casi la mata. Desde ese momento comenzó a llamarle Pesadilla. -dijo Irene.

 

-Nadie se irá de aquí! -gritó Sherlock. -Ese bastardo nos quiere muertos a todos, debemos quedarnos aquí toda la noche. Rápido, vayan a las catacumbas, ahí hay ataudes! 

 

Lestrade, Mycroft y Tom bajaron corriendo hacia las catacumbas donde había una enorme habitación con candelabros dorados y velas encendidas y mas de diez ataudes bien decoradas.

 

Irene caminó hacia el vestido de su hermana y acarició el bulto que temblaba.

 

-Jane, sal de ahí, ya va amanecer. No querrás quedarte ahí cuando el sol comience a salir.- dijo cariñosamente.

 

El bulto bajo el vestido se movió hasta salir, Jane se había transformado en un pequeño gato negro por el miedo. Cuando la mas joven tenía miedo se transformaba en un animal pequeño.

 

Irene cargó el vestido y Jane subió en su forma felina a sus brazos. Ambas bajaron a las catacumbas, la mas joven fue depositada en una ataúd junto con su vestido.

 

Sherlock veía como John lo miraba muy molesto.

 

-Explicame que esta sucediendo. -dijo John sentándose en el sofá. -Por que nos están acechando? Por que duermen en ataudes en las catacumbas?! Por que escucho esas voces?! Por que me estoy sintiendo así?! Que eres?!

 

-John, hay una explicación para todo eso, pero esta noche no puedo....

 

-NO! Dimelo ahora o me iré.

 

Sherlock bajó la mirada con un aire triste. -Esta bien, pero prometeme que si te digo la verdad no te iras.

 

-Lo prometo....- lo miró a los ojos.

 

Sherlock caminó hacia el y se sentó en el sofá que había frente a John. Suspiró mirando el fuego de la chimenea y se dispuso a hablar.

 

-Nací y crecí aquí en Inglaterra con mi hermano. Mis padres murieron cuando eramos muy pequeños por lo que Mycroft se tuvo que encargar de mi. 

 

-Cuando fue eso?

 

-En 1093 después de Cristo.- John se impresionó por la fecha, realmente viejo. -Mi hermano desde muy joven fue muy fiel a la política y comenzó a trabajar con políticos ya que decían que tenía una inteligencia sagaz. 

 

»Después de una de esas reuniones que tuvo con un político, salió muy tarde. En la calle, un hombre se acercó a el y sin razón alguna lo acorraló contra la pared y bebió de su sangre hasta casi matarlo.

 

» Durante días, Mycroft estuvo muy enfermo y yo tuve que cuidar de el. Para ese tiempo yo era un adulto joven y para mi no era fácil cuidar de el.

 

»Salí a hablar con un medico para pedir su ayuda y que salvara a mi hermano de la enfermedad desconocida que lo estaba matando, pero en cuanto llegamos sentimos un terror inexplicable cuando vimos a un hombre dándole de su sangre a mi hermano.

 

»El hombre no nos dejó ir y me obligó a mirar como mi hermano sufría dolor dentro de su cuerpo. Pero cuando el dolor paró su piel se hizo pálida como mármol, su cabello se rizó mas, sus ojos brillaron y sus caninos crecieron.

 

»Creí que me mataría pero en realidad asesinó al medico bebiendo su sangre. Huí en cuanto pude, no me atreví a volver por el miedo que sentí al ver como mi hermano se transformaba en un monstruo.

 

»Pasé años viviendo en Francia, muchas personas me discriminaban por ser Ingles, pero era mejor que estar expuesto a la muerte.

 

»Cuando cumplí los 35 años hubo una enfermedad que estuvo rondando por toda Francia y por desgracia me contagie. Era tuberculosis, hacía que me sintiera débil, con deseos de morir. 

 

»Pero mi hermano volvió, yo no quise su ayuda por miedo pero en cuanto mencionó que podíamos viajar por todo el mundo y vivir por siempre, me sentí excitado y acepté. Me transformó en lo que ahora soy y en lo que siempre he sido.

 

-Y que eres? -preguntó John acercándose.

 

-Un vampiro. -susurró.

 

»Desde mi transformación sentí pasión por deducir quienes eran de mi especie. Encontré varios los cuales fueron juzgados como brujos o por el delito de cometer magia negra. Cuando estuvimos todos juntos, fundamos la Orden de los inmortales, era constituida por vampiros que jamas hacían daño con sus dotes a los de su especie. No teníamos religión u objetivo mas allá de cumplir las pocas leyes.

 

»Durante esos siglos conocí a Tom, que fue transformado por un vampiro que lo amó pero fue quemado en la hoguera por "brujo". Luego conocí a Lestrade, trabajaba para los señores feudales; el fue transformado por un inmortal que se creía brujo. 

 

»Finalmente conocí a Irene que la transformó uno de sus amantes. Su historia era muy parecida a la de mi hermano y la mía solo que Pesadilla había matado a sus padres. Ella trataba de seducirme pero jamas caí en sus encantos. Jane no podía ser transformada pues era muy joven, decidimos esperar hasta los 16 años pero escapó con los gitanos y aprendió magia negra con brujas en Alemania. Cuando volvió a la edad de 25 años, estaba completamente loca e infectada de peste negra. Irene le dio el don pero por poco muere debido a que su sangre era venenosa. Jane puede hacer varios hechizos, puede percibir fragmentos del futuro y de vez en cuando equivocarse.

 

»Pero la Orden se vio derrumbada cuando Pesadilla volvió, el es un licantropo tan poderoso que puede transformarse solamente en las noches, sin importar que no halla luna llena. Odia a los de nuestra especie, los devora y los asesina por placer. Varios murieron bajo sus garras. Y no solo eso, solo el sacarle el corazón puede terminar con el pero es muy difícil de atrapar y nadie se atreve a enfrentarlo.

 

-Y las voces que escucho? -preguntó John.

 

-Forman parte de Pesadilla, ellas representan la desesperación, sobre todo cuando te mira o te acecha.

 

John bajó la mirada con el ceño fruncido, estaba molesto y con los ojos húmedos.

 

-Por que me mentiste? -dijo el rubio.

 

-No te he mentido.

 

-El silencio forma parte de la mentira y tu jamas me dijiste lo que eras. Por que?

 

-John, yo solo....

 

-Por que?! -interrumpió.

 

-Porque no quería que temieras de mi, que me odiaras, que pensaras que yo era un ser demoniaco. -bajó la mirada, esos ojos verdes azulados brillaron por las ligeras lágrimas sanguinolentas que escurrieron por sus mejillas. -Quería tenerte conmigo sin me temieras.

 

-Me haz mentido. Algo que no tolero de la gente es que me mienta! Estoy harto de la gente que me miente. -se puso de pie y se dirigió a las escaleras.

 

-John.... -Sherlock fue detrás de el. -Yo....

 

-Cállate! No quiero escucharte mentir de nuevo! -corrió hacia la habitación y se encerró ahí. Sherlock subió y llamó a la puerta.

 

-John, abre la puerta. No es seguro que te quedes ahí. Hay un licantropo acechando la casa, tengo que protegerte! 

 

-Vete! -gritó. 

 

Sherlock se sentó pegando su espalda a la puerta de caoba, puso las manos juntas bajo su labio inferior y pensó. 

 

John se metió a la cama y se cubrió con las sabanas completamente y comenzó a llorar de coraje hasta que se quedó dormido sin darse cuenta de que durmió abrazado a la almohada de su amo.

 

Sherlock tuvo que irse, antes de que el sol saliera. Fue a las catacumbas en donde se metió a su ataúd y pero no durmió nada bien.

 

Continuara...

 

Notas finales:

Gracias por leer mi fic. Nos vemos en el próximo capitulo. 


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