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Isla del amor por Hola soy yo

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Notas del capitulo:

¡Hola soy yo!

Aquí les traigo el segundo capítulo de esta historia, iba a terminarlo ayer pero se fue la luz y como no tenía luz y todo estaba muy oscurito me dormí “toa” la noche (eso que la noche comienza a las ocho :v )

En fin, sin más tonterías que decir os dejo con el capitulo :3

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Los personajes no me pertenecen.

Blanco…lo único que veía era blanco, sentía que flotaba en la nada, o más bien, no sentía nada.

-Sinbad- una voz lo llamaba, una voz cálida, alegre y acogedora.

-¡Sinbad!- una nueva voz, está quebrada, insegura, triste.

-¿Dónde estoy?- frente suyo, dos caminos, uno se dirigía a la izquierda y el otro al lado opuesto.

 -Sinbad- otra vez la voz acogedora, giro su vista hacia la derecha, hacia donde provenía el llamado.

Una persona, alguien envuelto en una capucha le extendía la mano incitando a que la tomara, y a pesar de no poder verle el rostro, sabía que le sonreía con afecto.

Inconscientemente sus pies comenzaron a caminar por el camino de la derecha, se sentía seguro, querido, protegido…

-¡Sinbad!- sus pensamientos se despejaron gracias a la llorosa voz que lanzo un grito, pero a pesar de ello seguía caminando sin detenerse.

-Este sueño…-se sentíatan real, como si ya hubiera pasado por ello, parecía que de un vago recuerdo se tratase.

¿Era su impresión o el sendero por el que iba era cada vez más oscuro?

Una luz cegó sus ojos por unos momentos, y de un momento a otro, se encontró en un lugar completamente distinto.

-¿Sindra?- las risas de los aldeanos, los juegos de los niños, el olor a deliciosa comida, definitivamente era su imperio pero, ¿Qué hacia ahí?

La senda por la que llego apareció de nuevo, ¿debía avanzar por ella?, ¿tal vez tendría que quedarse donde estaba? .Prefirió seguir recorriendo, después de todo, por allí había llegado.

Llego a un sitio bastante conocido, el castillo de Sindra, y desde el balcón más amplio le saludaba la persona encapuchada con su invisible sonrisa.

Un grito logro ponerlo en guardia. Giro la cabeza y lo que vio simplemente le aterro.

Sindra… total y completamente destruida, los edificios se transformaron en escombros, las risas en llanto, la seguridad en vacilación y la calidez se volvió fría.

No pudo contener su grito. Todo su imperio, sus amigos, sus aliados, la gente que confiaba en el estaban…

-Sinbad- una mano enguantada se poso sobre su hombro llamando su atención.

-¿Tu er…?- empezó mas no termino al escuchar una leve risa de parte del misterioso individuo.

-Dime, ¿te sientes solo?- su sonrisa seguía ahí, lo sabía.

-¿Solo?- realmente nunca lo había estado, siempre tenía a alguien a su lado apoyándolo, su madre, su padre, sus aliados e incluso algunas veces los que se hacían llamar enemigos.

-Es normal- se sentó en el suelo con la tranquilidad del mundo, ¿es que no veía el caos a su alrededor?- Mira, una persona- señalo una lejana figura que parecía que se desvanecería en cualquier momento.

-¿Esa persona es…?-

-Sinbad- ¡Claro, era la persona de la voz llorosa!

Corrió hasta ella al tiempo justo, pues cuando llego cerca la persona se desmayo cayendo en sus brazos, la sentía fría, además de que la capucha que llevaba estaba algo destrozada.

-¡Oye, ¿te encuentras bien?!- le zarandeo tratando de que despertase o que diera algún signo vital.

-Oh, pobrecito- sintió el tinte de burla en la voz, la cual, extrañamente, conservaba su calidez.

-Tu- la rabia invadió su mente, ¿era él el responsable de todo ese desastre?- ¿¡Qué demonios hiciste?-

 -¿Yo?- hablo con falsa ofensa- Pero si tú fuiste el que causo todo-

-Mentira- sin darse cuenta se aferro más al ser que, ahora, abrazaba.

-Es la verdad- ladeo la cabeza con fingida inocencia- Es problema tuyo si me crees o no- se levanto, y por supuesto, nunca quito su gesto de felicidad- Pero estas perdiendo algo ahora, ¿no?-

-¿Algo?-

-Aja, algo importante-

-Algo importante- susurro, la persona en sus brazos se removió para levantar su rostro cubierto.

-Sinbad- el pequeño tono de felicidad en el siempre doloroso llamado le saco una pequeña sonrisa- Sinbad- y entonces… le dejo caer.

Por alguna razón, la última vez que pronuncio su nombre, sintió un vacio, se sintió perdido en la soledad, se sintió rechazado.

-¿Te sientes solo?- pregunto de nuevo.

-…-

-¡No te preocupes!- tomo la mano del Rey entre las suyas- Nunca estarás solo, ¡yo siempre estaré a tu lado, Sinbad!-

Y Sinbad, simplemente se sintió completo.

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Abrió sus ojos lentamente mirando a su alrededor, ¿dónde estaba ahora?, ah claro, era un refugio de grandes rocas creado por Masrur y Morgiana para protegerse de la gran lluvia que caía afuera.

Su sueño le vino a la mente y su mirada recorrió a cada uno de las personas que dormían allí.

Sharrkan y Yamuraiha durmiendo uno cerca del otro pegándose pequeñas pataditas de forma inconsciente, Masrur acostado cerca de ellos dos, Morgiana y Alibaba durmiendo espalda con espalda mientras el rubio utilizaba como oso de peluche a Aladdin al cual parecía faltarle el aire por culpa del fuerte abrazo que mantenía su compañero sobre él.

Sonrió ante esa escena, le resultaba gracioso ver al pequeño magi sufriendo por culpa del “cariño” que le tenía su amigo.

-¿Sin?- giro la vista para ver a Jafar quien lo miraba extrañado por estar despierto- ¿No puedes dormir?-

-No- dio una respuesta algo seca debido a una punzada que sintió en el pecho- ¿Y tú?-

-Duermo poco- respondió con simpleza, ahora que recordaba,  el ex asesino apenas dormía un par de horas por día y siempre tenía energía suficiente para regañarle por todas sus estupideces.

-Claro, olvidaba que eres un tipo de murciélago- sonrió levemente, él también quedaba despierto hasta tarde porque siempre andaba persiguiendo jovencitas o bebiendo con Sharrkan.

-¿Me estás diciendo paracito chupasangre?- levanto una ceja mas no había expresión de ira en su rostro.

-¿Q-que?- razono rápido-¡No, no claro que no!- puso sus manos frente suyo en modo de defensa, después de todo, alguien especializado en técnicas de asesinato era peligroso, uno nunca sabia cuando puede poner una trampa en medio de tu camino- Por cierto…- se había percatado de algo- ¿Por qué estas tan mojado?, se supone que la fogata que prendimos hace un rato fue suficiente para secarnos-

-¿Ah?- miro confundido sus ropas y aparto la mirada, reacción rara en él- Salí un momento, quería comprobar algo- ¿era mentira o era verdad?, difícil saberlo con esa cara tan sería.

-¿Comprobar algo?-

-Sí, pero no le des importancia, era cosa mía-

-¿Qué cosa?- la curiosidad le ganaba, era un instinto humano después de todo.

-Te eh dicho que no le des mucho importancia- ladeo la cabeza y sonrió un poco, un gesto inocente.

Más aquello logro que Sinbad se congelara y que un recuerdo asaltara su mente:

“-Es la verdad- ladeo la cabeza con fingida inocencia- Es problema tuyo si me crees o no-“

Sintió escalofríos, será que…, bah, bobadas, estaba demasiado estresado lo mejor era dormir un poco.

-Voy a continuar durmiendo- aviso para acostarse y darle la espalda al peliblanco.

-Bien- perdió su vista en cada pequeña gota de agua que caía del cielo mientras divagaba en sus pensamientos- Esta lejos, pero…-

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-¡¡Ya me canse de esto!!- un chibi Kouha corría con lagrimones saliendo de sus ojos.

-¡No eres el único cansado!- Judal corría detrás de él, se veía bastante cansado. Detrás del magi venía Kouen quien a pesar de tener esa expresión de tranquilidad en el rostro andaba bastante rápido.

-Y para empeorar perdí mi gorro- era algo triste porque sentía la cabeza fría y la lluvia no ayudaba mucho.

-¿Quién es el que se está quejando ahora?- pregunto divertido el magi oscuro.

-¿Dime que se sentiría si perdieras esas joyas que siempre llevas?- respondió con otra pregunta.

-No lo sé, pero no sufriría por ello-

-Sí, seguro- hablo sarcástico y agrego- Exhibicionista-

-Hablo en serio- al parecer no había escuchado lo último.

-Me pregunto si no tendrá frío con esas ropas- pensó Kouen, porque si él sentía frío no quería imaginar lo que sentiría el magi con semejantes ropas- Exhibicionista – no pudo evitar pensar igual que su hermano.

-¡Suficiente, ya me harte!- y hablando de su hermano, este se detuvo en el camino y se giro dándole frente a la gran bestia- ¡Si vas a comerme hazlo de un vez, ¿es que acaso no conoces la frase de no juegues con tu comida?!-

-…-

-…-

- Se volvió loco- razono el mayor.

-Genial- se emociono Judal.

-¿Pero qué rayos estoy haciendo?- un signo de interrogación brillaba sobre su cabeza mientras seguía sin moverse del lugar.

La criatura en cambio dio un gruñido al tiempo que olfateaba el ambiente y luego de ello fijo sus ojos en los otros dos que permanecían inmóviles, tanto, que ni parpadeaban.

-Oh, rayos- maldijo Judal antes de retomar su rápida corrida seguido de Kouen.

-¿Eh?- y Kouha se vio a sí mismo, solo e ignorado- ¿Esa cosa se atrevió a pasar de mi como si nada?- un tic palpitante apareció- Voy a matarla- si tan solo tuviera su espada consigo la hubiera perseguido y cortado en pedacitos para la cena.

-Muuu- se puso en alerta, ¿una vaca?, ¿qué podría hacer una vaca en esa isla?- muuu- el ruido era cada vez más cercano- muuu- y lo escucho detrás suyo.

-¿Una vaca?- no, no era una vaca, era…- ¿Un panda?-

-Muuu-

-¿Un pandita que dice muuu?- cada cosa rara que encontraba uno en esa isla- Esto es tan irreal, se parece a ese cuanto de Alicia en el País de Las Maravillas que leí el otro día-

-Muuu-

-Y tú te pareces a Judal con esas sombras sobre los ojos-

-Muuu-

-Si tienes razón, compararte con él debe ser una ofensa para ti- lo tomo en brazos y lo puso sobre su cabeza- Te llevare conmigo, ah dejado de llover así que estará bien en mi cabeza, además de que necesito un gorro porque se me congela el cerebro-

-Muuu- el animal parecía estar de acuerdo.

-Vamos, a ver si alcanzamos a esos dos-

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-Te dije que era mala idea- murmuro Kouen arriba de un árbol, sentado en una rama, y con los brazos cruzados.

-Tal vez fue mala idea, pero al menos no puede alcanzarnos- con sus ojos carmesí pudo ver a la criatura que rodeaba el árbol, esperando ansiosa a que bajaran para así poder devorarlos.

-Pero sigue ahí-

-Pero no puede subir-

-…-

-…-

-¿Vamos a empezar una discusión por esta estupidez?- interrogo Kouen.

-¿Le estás diciendo estupidez a mi idea de subir aquí?- al parecer sí.

-Yo no dije eso, yo dije que…-se cortó, ¿por qué iban a empezar a discutir?- Lo eh olvidado…- se respondió a sí mismo.

-Lo olvidaste porque ibas a mentir-

-¿Me estas llamando mentiroso?-

-No, yo no te dije eso, yo dije que ibas a mentir, que tu ye consideres un mentiroso no significa…-

-Solo cállate-

-Vez como no se puede hablar contigo, eres muy delicado-

-Me lo dice el que tiene cuerpo de mujer- sonrió de medio lado, sabía que eso lo provocaría.

3...2…1…

-¡¡NO ME FASTIDIES MALDITO HIJO DE…!!

Se tapo los oídos para no escuchar el “delicado” vocabulario de su acompañante, si bien era divertido provocarlo, lo difícil era callarlo.

-Quizás deba dormir mientras…-

-¡¡Y TE JURO QUE…!!-

-Mientras espero a que se calle, tarde o temprano debe cansarse de gritar- cerro los ojos dejándose ganar por el cansancio y dejando de fondo los fuertes gritos del otro.

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 Amanecía otro hermoso y brillante día en aquella isl…

 -¡Quítenmelo!- gritaba Alibaba corriendo de un lado para otro.

 -Si no te quedas en un lugar no puedo sacártelo- le dijo su maestro con toda la tranquilidad del mundo.

-¡P-pero es un pulpo!- levanto su brazo para mostrar a la criatura que se aferraba a él como si su vida dependiera de ello.

 -¿Y yo qué culpa tengo de que un pulpo se haya pegado a tu brazo mientras dormías?-

-Para empezar- se acerco Jafar- ¿Qué hace un pulpo en tierra?-

-Cierto- se unió a la conversación Yamuraiha- No veo el mar cerca ni tampoco un rio o algo-

-¿Un pulpo de tierra?- curioseo Sinbad.

-Mm, no lo creo- negó Morgiana.

-Miau- dijo el pulpo apegándose más al rubio.

Luego de eso todos quedaron con cara de “¿WTF?” incluyendo a Masrur.

-Ya enserio, quítenme esta cosa- sentía que lo mordía, era aterrador.

-Bien, al menos podremos comernos a esa cosa, sea lo que sea- el espadachín saco su espada dispuesto a rebanar a esa criatura.

-¡No, no, no!- se interpuso Sinbad en su camino- No sabemos que es esa cosa, por lo cual, pienso que estaría mal comérnosla, además, ¿qué mal nos ah hecho?-

-Se está comiendo a mi alumno- señalo.

-¿Y qué?-

-¡Oiga!- se ofendió “la víctima”

-No te preocupes Alibaba-san- se acerco Morgiana e inesperadamente preparo su puño- Acabare con ella-

-¡Espera Morgian…!- no pudo continuar debido al fuerte puñetazo que lo mando lejos entre unos arbustos.

Lo siguiente que se escucho fue como algo caía seguido de un “crash”

-Creo que cayó sobre un par de ramas- hablo Masrur con su típica inexpresividad.

-Era su brazo- dijo Jafar.

-¿Cómo estás tan seguro?- se intereso Aladdin.

-Una fanalis golpeo su brazo con el objetivo de matar lo que creo era un pulpo- resumió.

-¡Mi brazo!- se escucho un lloriqueo entre los arbustos.

-¿Alibaba-san te encuentras bien?- se preocupo la muchacha.

-Si no te preocupes- se levanto de los arbustos con una gran sonrisa- Me dolió pero al menos te deshiciste de esa cosa- mostro su brazo derecho libre de toda criatura, aunque podía apreciarse una que otra mordida.

-Miau-

Oh no, no será que…

Lentamente subió su otro brazo solo para ver a la criatura quien parecía sonreírle.

-Miau-

-¡¡AAAAAHHH!!- el miedo logro hacerlo caer de nuevo entre los arbustos.

-Genial, podría escribir un libro de terror con eso- murmuro Sharrkan- Se llamaría: “El pulpo gato que se comió a mi alumno”-

-¿Qué es eso de que se lo comió?- levanto una ceja la maga del grupo.

-Todos sabemos que no sobrevivirá a eso-

-¡Le eh escuchado!- se ofendió, otra vez.

-Que alegría porque no quería volver a repetirlo- sonrió de felicidad.

-Bueno que importa Alibaba ahora- le quito interés Sinbad- Lo importante ahora es…- ¿por qué de repente sentía que caminaba sobre nada?

-Otro idiota- dijo Yamuraiha.

-¿Eh?- lo siguiente que sintió fue que caía y que todo era cada vez más oscuro.

-Eso le pasa por no ver dónde camina-

-¿Crees que este bien?- se intranquilizo Jafar.

-¡¡¿Quién fue el &(%(/%$ al que se le ocurrió poner un pozo en medio del camino?!!-

-Ahora sabes que continúa vivo-

-Conociéndolo no tardara en salir de ahí-

-Sí, pero mientras tanto  la vida sigue- sonrió Alibaba con las ansias de venganza reflejadas en la mirada- ¿Por qué mejor no vamos a explorar?-

-Alibaba-kun, tu brazo está sangrando-

 -¡Me está comiendo!- las cascaditas descendían de sus ojos sin parar.

-Esa cosa tiene hambre, vive con ello- hablo Sharrkan mientras se rascaba un ojo.

-No me estás ayudando mucho-

-Miau-

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-Esa cosa ya debería irse- miro debajo del árbol como la criatura los miraba y se relamía.

-Te lo dije antes y te lo repito, esto fue una mala idea-

-Sí pero yo si tuve una idea y no me quede en blanco como otro-

-Tuviste una idea, muy mala por cierto-

-…-

-…-

-…-

-…-

-¡Grrrrr!- la criatura estaba hambrienta.

-¿Y ahora qué?-

 -No lo sé, tú eres el de las ideas-

-Vez que sensible eres, no aguantas nada-

-Estoy pensando seriamente en ignorarte durante las siguientes seis horas-

-No podrás sobrevivir si mi- bromeo.

-Empezare desde ahora-

Luego de ese pensamiento todo quedo en un silencio que solo era roto por los gruñidos de le criatura.

-¿Iba enserio lo de ignorarme?-

-…-

-Tomare eso como un sí-

-Muuu- se escucho a lo lejos llamando la atención de ambos.

-¡Chicos!- saludaba un sonriente Kouha con un pequeño panda sobre su cabeza.

-Genial, nuestro salvador- ironizo Judal.

-¿Qué haces con ese panda?- pregunto su hermano viéndole.

-Bueno, pues yo lo encontré a él, él me encontró a mí, y como  ambos estábamos solos- subió como si nada sobre la espalda de la criatura que rodaba el árbol- Oye tú, ¿vas a seguir ignorándome?- interrogo una vez llego a la cabeza y descendió hasta la nariz para mirar a los ojos a la bestia.

El ser resoplo y siguió girando alrededor del árbol.

-Te odio-

-Muuu-

-¡Haz algo para que se vaya!- le grito el magi.

-¿Quién te crees que eres para darme órdenes?- se cruzo de brazos en signo de que no haría nada hasta que el otro le contestara.

-Soy el que te ha dado el puesto de candidato a rey-

-Mentira, mi madre, quien en paz descanse, era una reina por lo que es normal que sea candidato a rey-

-…-

-...-

-Excusas-

-Sea como sea, esta cosa ya se iba, ¿verdad?- una mirada asesina fue suficiente para que se retirara no sin antes lanzar una mirada de odio a los otros dos.

Una vez que la criatura se alejo, los otros dos bajaron.

-Sus sombras se parecen a las de Judal-  comparo Kouen al panda con el magi.

-No existía la necesidad de ofenderlo de esa manera- el pelirrosa abrazo de manera sobre protectora al animal quien lanzo un pequeño “muuu”

-¿Qué estas queriendo decir?- frunció el ceño y entrecerró la mirada.

-Sera que tu cerebro no es lo suficiente listo como para comprender algo tan simple- se burlo.

-Sabes Kouha- en vez de enojarse decidió avanzar hasta él y pararse a su lado, como para recalcar su altura- Si crees que poniendo ese panda en tu cabeza será más alto te estás equivocando, sigues igual de pequeño- se lanzo a reír a carcajadas como si nada, pero había olvidado algo, algo que recordó al sentir un dolor en el estomago-¿¡Ahora cuál es tu problema!?-

-No pongas tu estomago en el camino de mi codo y estarás bien-

-Eres despreciable- insulto.

-Igual- devolvió.

-Mejor busquemos el desayuno, vamos Kouha- le llamo su hermano.

-Ya deja de ignorarme, maldito-

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-A…al fin- Sinbad, con mucho esfuerzo, salía del pozo en el que había caído.

-Así que…- una sombra tapo la luz del sol, alguien se había parado frente suyo- le daba igual que un pulpo me comiera-

-Ah, Alibaba- sonrío nervioso, ¿por qué de todas las personas tenía que ser Alibaba?, en ese momento hubiera preferido encontrarse con algún desquiciado del Imperio Kou, y con los mucho que había en ese imperio, antes que con el rubio- Un hermoso día allí fuera, ¿no?-

-Sí, pero el clima de allí abajo era más cálido, ¿qué le parece si regresa?-

-Miau- apoyo el pulpo apegado al brazo de Alibaba.

-Diablos, formaron una alianza- ¿cómo sucedió?, algún día lo sabría- No gracias, no quiero regresar-

-Qué pena- piso fuertemente las manos de Sinbad haciendo que se soltara de donde estaba agarrado- UPS- la venganza era un plato dulce que se servía frío, la venganza era… helado.

Bueno, quizás lo ultimo no.

-¿Puedes ver el tío Sinbad, Alibaba-kun?- se acerco el pequeño magi.

-No, ningún rastro de él-

-¿Seguro?-

-Oye Aladdin, que tal si te cuento una historia- necesita distraerlo.

-Claro-

-Había una vez un cuervo… al cual le tiraron una piedra y se murió, fin-

-Miau-

-Iré a ver que hacen los demás- y Aladdin se quedo en su lugar, como reflexionando.

Hora y media después:

-A…al fin- salió nuevamente el Rey de Sindra de aquel pozo- Pude subir- se alejo del pozo los mas rápido antes de que regresara Saluja y lo empujara de nuevo- Aunque esta vez me lastime escalando-

-Oh pobrecito- dijo Aladdin a su lado.

-Gracias, por fin alguien comprende mi dolor.

-No, es que aun estoy pensando en el cuervo-

-…-

-…-

-Mejor vamos donde los otros-

-Aja-

-Por cierto, ¿cómo fue que Alibaba y ese pulpo se volvieron aliados?-

-Larga historia, algún día te la contare-

-Bien-

.

.

.

Continuara…

Notas finales:

Hola otra vez :v

Si, ya sé que la trama no avanzan rápido, pero no me gusta apresurar las cosas, prefiero divertirme escribiendo, así me da tiempo para planear que hare en el futuro.

Como sea e_e

Dejen reviews :DD  


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