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Azufre y Miel por Caperusita Kiryuu

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Notas del capitulo:

Holaaa!!! aqui Caperusita...

Hay una razon por la que no actualize ayer, resulta que la pagina no se cargaba y fue esa la razon por la que no subi el capi. Soprendentemente el capi estaba listo para ser ubido ayer, lamento las demoras...

Este va a ser un capi un poco corto pero tendra muchos secretos revelados...

Capitulo 10: armas peligrosas…

 

Estaba en una de las mejores cafeterías de Manhattan. Se había sentado en una de las últimas mesas junto a sus dos acompañantes. Estaba allí golpeteando la mesa con sus dedos esperando que llegara con aquella persona que con tantas ansias anhelaba ver.

-Perdón por llegar tarde- dijo el susodicho apareciendo todo agitado.

-Descuida Ritsu tu eres mi única razón de que este aquí, si hubiera sido necesario hubiera esperado horas- dijo Sabrina regalándole una sonrisa.

-Si dices eso harás que me arrepienta de haber venido- dijo Ritsu sentándose junto a uno de los acompañantes de la joven.

-No digas eso, además ¿Qué razón podría darte yo para que no quisieras venir?- dijo Sabrina poniendo su mejor cara de inocente.

-No hare hincapié en ese tema,  mejor pasemos a lo que has venido a hacer aquí pues no creo que esto sea una visita amistosa- dijo Ritsu mientras le hacia una seña a la camarera.

-Lamente no haber venido en otro momento a verte y perdóname que solo me presente ahora para pedirte favores- dijo Sabrina seria.

La camarera se acerco y tomo las ordenes. Cuando la mujer se fue retomaron la conversación.

-¿Qué ha surgido ahora?- pregunto Ritsu serio.

-Takano está metido en serios problemas y el tonto de Akihiko se ha involucrado- dijo Sabrina.

-¿Es por Misaki?- pregunto Ritsu.

-Digamos que Akihiko se ha involucrado por Misaki pero no es el exactamente el del problema, parece que Takano tiene unas cuentas pendientes con Yuki Eiri ¿Te suena ese nombre?

-Así que Eiri, ¿Qué está tramando?- pregunto Ritsu serio.

-Una venganza contra Takano. Tal parece tiene una deuda pendiente, aunque para mí es como un cuento chino que tiene a otro villano por protagonista- dijo Sabrina muy seria, más de lo habitual.

-¿Para qué me quieres a mi?- pregunto Ritsu sospechando de las extrañas artimañas de la joven.

-Oh! tu si me conoces muy bien, necesito a un peón que nadie conozca. Tú eres la única persona que conoce las debilidades de todo pero que para la mayoría es alguien que no está registrado en su pequeño mundo- dijo Sabrina.

-Espera ¿Quién de ese retorcido circulo me conoce?- pregunto Ritsu algo alterado.

-Takahiro- dijo Sabrina casi en un susurro.

-Ese maldito infeliz, otra vez está metiendo sus sucias garras en la vida de otros para su propio beneficio- bramo Ritsu molesto.

-Cálmate, entiendo la rabia que te produce aquel sujeto yo también siento un profundo odio hacia el pero estar de malas no nos ayudara… yo por mi cuenta me he inmiscuido en varios asunto internos de Takano, Akihiko y Takahiro para descubrir cosas muy interesantes. Y creo que después de tanto tiempo tengo la verdad en mis manos pero sola yo no podre, necesito una mano derecha que me sostenga con su fortaleza y sabiduría- dijo Sabrina seria.

-Te debo uno, eres mi única amiga, así que no puedo negarme… Pero conmigo soltaras toda la verdad, lo que sabes y lo que te intriga conocer- dijo Ritsu serio.

-Me alivia oír eso- dijo Sabrina regalándole una cálida sonrisa.

-Empieza por explicarme que te ha hecho tomar la medida de venir acompañada- dijo Ritsu que daba una rápida inspección a los dos hombres alvinos que acompañaban a la joven.

-Me has pillado… Lo que tramo es muy grande y para eso no solo necesito tu cabeza  sino también tu cuerpo- dijo Sabrina.

-No, no y no. Ni loco dejare solo a mi madre y mi hijo, son lo único que tengo y lo más preciado para mí- dijo Ritsu molesto.

-Lo sé mejor que nadie, se todo lo que has sufrido por recuperar lo último que te queda y lo que más ama… por eso he traído a personas de mi entera confianza, para que cuiden a tu familia- dijo Sabrina seria.

-Me niego, no cuentes con mi ayuda- dijo Ritsu con claras intenciones de levantarse e irse.

-Ya es hora de soltar la verdad, no puedes seguir escapando de ese pasado que tanto te agobia… Tu y yo sabemos que no fuiste capas de ocultarle la verdad a tu hijo, el todavía espera que su padre regrese de esa expedición arqueológica en Egipto. Yo ya no quiero ser parte de mentiras y sentimientos disfrazados, quiero que las cosas sean como debieron ser en aquel momento. Por favor quédate conmigo- pidió Sabrina con la mirada entristecida pues cada palabra dicha había brotado desde su corazón.

-Hice mal en decirle a mi hijo que su padre es arqueólogo, me equivoque al enviarle cada carta falsa que el tan ansiado esperaba una vez al mes y le he fallado haciéndole creer que allí afuera hay alguien más que lo ama. Ya no puedo seguir cometiendo errores, lo siento esto es demasiado para mí- dijo Ritsu agachando la mirada sintiendo las lagrimas rodarle por la piel.

-Yo falle cuando no le hice frente a Takahiro, yo permití que las cosas llegaran a este punto crítico- dijo Sabrina entre dientes, con la mirada llena de rabia y lagrimas brotando de sus ojos.

-¿Qué?- pregunto Ritsu mientras en vano intentaba retener sus lágrimas.

-Fue hace mucho, una de esas situaciones de la vida que en un principio fueron casualidades pero luego cobran sentido y las entiendes como algo que era inevitable que ocurriera… ¿Estás listo para oír mi versión de los hechos?- pregunto Sabrina con tristeza.

-Por Dios, ¿es que acaso tu…?... ¿Cómo pudiste permitir que llegáramos a este punto? ¿Por qué no lo detuviste cuando aun tenías tiempo?- pregunto Ritsu colérico cuando comprendió aquel mensaje oculto en aquellas palabras.

-No sé porque fui tan idiota en ese momento, quizás fui muy arrogante y me creí muy superior como para ser vencida por ese cuatro ojos… Jamás hubiera imaginado la clase de persona que se ocultaba tras ese rostro tan pasible- dijo Sabrina molesta consigo misma.

-Me tienes adentro, pero creo que llego el momento de dar un viaje a tu pasado- dijo Ritsu serio.

-Fue aquella noche lluviosa de abril, yo había salido a patearle el trasero a unos idiotas de un instituto vecino. Iba tranquila por las calles después de haber realizado mi cometido tan eficientemente…- Sabrina suspiro hondo, dejando salir de sus labios una larga bocanada de aire que parecía haber estado conteniendo desde hace un buen rato- … Yo iba de paso por el centro cuando me tope con una escena inusual. No pude entender nada, solo quedaba grabado el sonido de gritos y de los golpes que con fuerza herían la carne humana. Mis ojos aun tienen grabado el rojo de la sangre que se escurría por la clara tez de la víctima, que manchaba el oscuro pavimento… Fue como en las películas, pero esta era la vida real. Unos autos negros se detuvieron frente a los agresores y se metieron en los vehículos para huir de la escena. No es como si yo no hubiese hecho cosas como esas, pero la persona que estaba allí tirada medio moribunda jamás la hubiera imaginado como un blanco de tales agresiones. Si. Era Takahiro quien estaba allí agonizando de dolor.

-Fuiste tú- dijo Ritsu concentrando su mirada en la figura de la joven- tú fuiste el anónimo que advirtió del incidente de Takahiro.

-Estaba tan confundida que no pude dar la cara, también hubiera estado en problemas si se enteraran que no hice nada por intervenir… Pero hubo una razón para esconderme- dijo Sabrina.

-¿Cuál?- pregunto Ritsu ansioso.

-Necesitaba buscar, encontrar y conocer la verdad. Estaba deseosa de conocer la razón por la cual habían golpeado a Takahiro, pero no era porque me preocupara por el sino que mi intuición me pedía que siguiera adelante- dijo Sabrina.

-¿Pero como podrías hacerte de pistas si en el lugar del incidente no había indicio alguno del culpable?- pregunto Ritsu.

-Te equivocas de una manera muy tonta, tu mejor que yo sabes que no hay crimen perfecto. Siempre está a la vista una pista, algo que te indica un posible camino de los hechos- dijo Sabrina con una sonrisa marcada por la tristeza.

-Explícate.

-Los hermanos Usami y yo tuvimos que quedarnos durante las tardes a hacer guardia en el hospital hasta que Takahiro se recuperara, nos turnábamos los días. A mí para mi mala suerte, y con eso me refiero al haber perdido en piedra papel o tijera, me había tocado lunes y miércoles… Durante los lunes solo se pasaban los familiares más cercanos y obviamente la familia Usami, que intentaba seguirle la pista al maldito que había lastimado a Takahiro. Pero el no daba ninguna prueba contundente y las pericias no presentaban nada alentador… los días pasaban y todo seguía igual, excepto por un detalle. Cada miércoles sin falta, cuando las agujas marcaban las cuatro en punto, el llegaba- conto Sabrina con la mirada perdida, navegando en los recuerdos del pasado.

-¿Quién llegaba?- pregunto Ritsu.

Sabrina agacho la mirada y observo como su mano revolvía con la pequeña cuchara de metal el café que había pedido.

-Era un joven de cabello rosa y mirada alegre, rebosante de una brillante luz. Su nombre era Shuichi, un alumno de nuestro instituto más específicamente compañero de Misaki- conto Sabrina con voz suave.

-¿Shindou Shuichi?- pregunto Ritsu muy asombrado.

Sabrina solo asintió con la cabeza.

-Ahora lo comprendo, Fue Eiri quien lastimo en aquella ocasión a Takahiro pero lo más importante es conocer las razones- dijo Ritsu pensativo.

-No hay mucho en que pensar, cuando le vi venir con tanta frecuencia con la cabeza gacha y la mirada llena de culpa fue un chiste hilar la verdad…  Shuichi estaba enamorado de Takano pero lamentablemente su vida había sido amarrada por la fuerza a la de Yuki, quien le amaba con locura. Takahiro quien se negaba a aceptar un matrimonio que no fuera con Ijuuin ya venía maquinando su plan cuando supo de los sentimientos de Shindou por Takano, tuvo que cortarle todas las esperanzas  para que no se convirtiera en una amenaza. Pero no conto con que ese chico iría llorando a los brazos de su prometido y este mismo en persona le daría una paliza… Por mi parte quise comprender porque nunca quiso hablar de lo ocurrido, me tomo mucho tiempo armar en mi cabeza lo que él pretendía hacer. Fue entonces que hace unas noches atrás un recuerdo llego a mi mente, el recuerdo sobre la muerte de Shuichi y el rumor de que se había suicidado por un amor que no le correspondía- dijo Sabrina.

-Esto no me gusta como pinta, por favor habla- pidió Ritsu exacerbado.

-¿Qué pasaría si Takano muere?- pregunto Sabrina mirando con dureza a los ojos de Ritsu.

-¿Qué clase de pregunta es esa?- pregunto Ritsu exaltado.

-Esa es la respuesta a todo. Si Takano muere toda la empresa y sus ganancias quedan en manos de su socio, en otras palabras todo el dinero cae en manos de Takahiro- dijo Sabrina.

-¿Y Misaki? A él le corresponde la herencia- dijo Ritsu confundido.

-Misaki es solo el objeto que valida todo trato entre ambas empresas. Como es parte también de la familia socia quedaría todo lo suyo bajo la potestad de Takahiro- dijo Sabrina.

Ritsu golpe la mesa encolerizado, haciendo rechinar sus dientes.

-El no quiso hablar sobre el incidente porque quería difamar el nombre de Takano y conseguir que Yuki le asesinara como pago de una deuda, todo esto al mismo precio y sin mancharse las manos. Ese maldito infeliz siempre supo que llegaría.

-Créeme que la que peor lo está pasando soy yo, porque siempre supe la verdad y con ingenuidad creí que Takahiro no había hablado por miedo. Creí que ese cuatro ojos a pesar de la escoria que era podía temerle a alguien tan imponente como el cabeza de un clan de la mafia china… pero cuan errada estaba, y mírame ahora- dijo Sabrina con su mirada llena de tristeza y culpa clavada en el rostro del castaño.

-Te tomo tiempo saber la verdad, no es como si desde un principio hubieras comprendido las cosas- dijo Ritsu con un tono de voz calmado.

-Pero he permitido que algo tan pequeño se volviera muy problemático- dijo Sabrina molesta.

-De cualquier manera tu estas un paso delante de él- dijo Ritsu.

-No es tan así, tengo a los perros de Yuki pisándome los talones. No tengo mucha movilidad para realizar mis planes por eso he venido a buscarte, porque eres la única persona que puede voltear el tablero… Takahiro puede controlarnos todo lo que quiera pero a ti no tiene como detenerte. El pensó que ya te elimino del camino, que eras demasiado débil para oponerte por eso nunca te busco. Yo te necesito, Akihiko y muchas personas más que pagaran por la miseria de uno- dijo Sabrina seria, con las pupilas ardiéndole al contener las lagrimas.

-¿Y esperase tanto tiempo para venir por mi?- pregunto Ritsu molesto.

-No, vine a buscarte en el momento justo. Todo está por llegar a su fin y tu aparición debe ser tan rápida y repentina que Takahiro no podrá crear alguna alternativa para huir. Tenemos que tomar por sorpresas con un elemento desconocido que bloque todas las salidas… y al final tu deberás acabar con la discordia atravesando el corazón de Yuki con la bala de tu pistola- dio Sabrina seria aun con la mirada pintada con el barniz lúgubre de las lagrimas.

-¡¿Qué?!- pregunto Ritsu exaltado.

-Yuki debe morir, si él vive nada acabara solo hará crecer el odio. Takahiro está manipulando el corazón de ese yakuza, un corazón que ya no tiene salvación. El está muerto, para Yuki nada tiene valor desde que Shuichi murió sin darle una respuesta… Debemos acabar con aquel hombre que se convirtió en el autómata del ser más vil y traicionero- Susurro Sabrina entre dientes.

-Ahora lo entiendo, quieres que yo le asesine para que nadie levante armas contra el otro bando. Al ser policía de otro país nadie podrá tocarme y nadie tendrá razón alguna para tocar a tu familia… ¿Es solo un deseo egoísta o de verdad busca salvarnos? ¿Por qué no mejor matar a Takahiro si él es la cabeza de todo?- Ritsu la enfrento con malicia y algo de molestia.

-ES un poco de todo… Es cierto que si tú lo matas mi familia no será herida, pero también mantendrás a salvo a todos los policías de Japón que se han aliado con nosotros. Pero sobre todo me parece algo ingenuo que me preguntes porque no mato a Takahiro en vez de a Yuki, todos sabemos que ese yakuza ya no tiene salvación y sin o con Takahiro seguirá haciendo daño- dijo Sabrina seria, con la misma seriedad que un yakuza.

-Tienes lo que se necesita para llevar las armas de los yakuza, pero sobre todo mantienes la cabeza fría para mantener en resguardo a los inocentes. Me enorgullece de tenerte como amiga- dijo Ritsu con una suave sonrisa pintada en sus labios.

-Ya lo sabes todo, no tengo nada que ocultarte. Pero quiero saber si estás listo para apuntarle con tu arma a alguien más, digo después de todo todavía tienes problemas para matar a los criminales- dijo Sabrina quien había fijado su mirada en el hombro de Ritsu.

-¿Lo dices por lo de aquella vez?, no te preocupes que desde aquel día tengo clara las cosas. Es matar o morir, después de todo ellos no tienen nada que perder- dijo Ritsu quien inconscientemente ante el efímero recuerdo de una de sus primeras veces en la calle, durante una persecución en la que había vacilado al dispararle al enemigo había recibido un disparo en el hombro, una cicatriz que parecía no querer desaparecer.

-Entonces no hay más que decir, por ahora solo disfrutemos de estos últimos días antes de partir- dijo Sabrina sonriendo con alegría.

-¿Disfrutar?, pensé que partiríamos con urgencia hacia Japón- dijo Ritsu totalmente desorientado.

-Si hago eso sería como llevar en la frente tatuada que traigo un arma mortal, además se está por venir lo mejor y eso definitivamente debe fluir sin contratiempos- dijo Sabrina orgullosa.

-¿Qué esta por ocurrir?- pregunto Ritsu confundido y lleno de curiosidad.

-Va a salir a la luz el triangulo amoroso protagonista de este lio de telenovela- dijo Sabrina.

-¿Y cómo sabes eso?

-No hay que ser muy listo para entender que Takahiro se va a dar cuenta de lo que está pasando y pronto meterá sus manos para cambiar el destino de las cosas- dijo Sabrina.

-¿Y?, todavía no me queda claro que estas queriendo decirme con todo eso- dijo Ritsu aun confundido.

-Por Dios Ritsu no puedes seguir siendo tan ingenuo. Es simple si Misaki se divorcia y corre a los brazos de Akihiko el pacto entre ambas empresas se rompe y la venganza quedara fuera del alcanza de Yuki. En otras palabras el plan de Takahiro queda estropeado- dijo Sabrina.

-¿Pero no es acaso eso lo que quieres?- pregunto Ritsu.

-Sí pero no de esa manera, necesito que Takahiro meta mas carroña antes de poder intervenir. La situación debe llegar a su límite para poder deshacernos de ellos dos, Yuki y Takahiro- dijo Sabrina seria.

 

 

 

Había despertado temprano en la mañana sintiendo un amargo sabor en la boca, era raro que a estas alturas tuviera un mal presentimiento mañanero después de todo ya había limpiado su camino de toda la escoria que se interpusiera en sus planes.

Pero ese gran problema había regresado, aunque conociéndolo bien no iba a intervenir o eso creía con una seguridad casi ciega. Después también estaba esa mujercita latosa que siempre le llevaba la contraria, pero posiblemente era demasiado estúpida como para detenerlo después de todo sus habilidades eran físicas y no estratégicas. Y por último el clan Usami pero ellos no harían nada, no hasta después de la muerte de la estúpida parejita… entonces si todo parecía en regla ¿Qué era lo que tanto le perturbaba?, claro era aquella variable de que Akihiko aun conociendo los riesgos igual terminara enredándose con su hermano pero aunque se supiera todo contaba con que Takano perdonaría a Misaki y este tan dócil sedería con tal de no hacerlo sufrir.

-No hay que tener dudas, todo ya está dicho y nadie podrá detenerme- sonrió con alegría, se sentía todo un ganador.

 

 

 

Sentado en la cama observa como su amado se arreglaba frente al espejo, siempre tan atento a cada aspecto de su imagen. Por su parte el había elegido ser practico después de todo estaban en una cabaña en medio del bosque.

-Yukina hoy tenemos que estar muy alertas, tendremos un invitado no deseado- dijo Kisa mientras terminaba de cepillar su cabello.

-¿Hoy viene Takahiro?

-Sí, y lo más probable es que rápidamente se dé cuenta de lo que pasa entre Misaki y Akihiko- dijo serio Kisa, con un tanto de preocupación.

-Pero eso no es lo que te preocupa, ¿A que ha venido tu comentario?- dijo Yukina tan perspicaz con su amado, siempre le comprendía a la perfección.

-Escúchame bien, ya estamos en la recta final y lo único que nos queda es confiar en Sabrina- dijo Kisa.

-¿Por qué en ella?

-Créeme que es muy lista, parece que cada minuto que pasa sus instintos se agudizan más y su mente maquina más rápido que la de Takahiro. Para cuando todo termine espero que sea ella la que ría al final- dijo Kisa serio.

-Le tienes mucha confianza- dijo Yukina sorprendido.

-La vida me enseño que ella de una u otra manera siempre tiene la razón- dijo Kisa con una sonrisa tímida.

 

 

 

Llego a aquel pacifico lugar en un auto negro enviado por la familia Usami. El era un lobo solitario pero debes en cuando debía fingir amar a la familia para poder vigilar de cerca a su pequeño y tonto hermano.

-Bueno días señor Takahiro, lo estábamos esperando- dijo Tanaka quien en la puerta lo había recibido.

-Me alegra por fin poder ver a mi hermanito y a la familia Usami- dijo Takahiro con una fingida sonrisa.

Sin más que decir se adentraron en la gran mansión. Caminaba tranquilamente con su mirada agudizada que analizaba el lugar. Le parecía tan romántico, tan aburrido. Le había parecido un buena idea pasarse por aquel lugar después de aquel mal despertar, tenía un mal presentimiento y quería asegurarse de eliminar cualquier contratiempo antes de que sea tarde.

Ingreso a la sala donde fue recibido por el cabeza del clan y sus dos hijos mayores, el esposo y el hijo del mayor de los hermanos, Yukina y Misaki, su lindo hermano. Todos tomando un café mientras charlaban amenamente.

-Que alegría verlos a todo- dijo Takahiro con una fingida sonrisa.

-Lo mismo digo, nunca te pasas para saludar- dijo Fuyujiko con la misma hipocresía que su invitado.

-He estado muy ocupado, pero he tenido que tomarme un tiempo para venir a ver a mi hermanito que estos días no ha podido pasarse por mi casa- dijo Takahiro.

-Hermano te he extrañado, me hubiera gustado haber ido a verte pero no puedo irme de aquí- dijo Misaki con dulzura, apenado por dejar olvidado a Takahiro.

-No te preocupes, conozco bien lo estricto que se pone Takano durante esta época del año. Después de todo debe cuidarte de que nadie más te ponga las manos encima- dijo Takahiro en tono bromista, con una obvia indirecta para su enemigo.

-Takahiro desconocía ese lado bromista tuyo, siempre fuiste alguien tan serio y tímido- por fin había roto el silencio Akihiko con esa arrogancia tan típica en el.

-Bueno todos cambiamos- dijo Takahiro.

-Que coincidencia tan graciosa, yo también estaba pensando en lo mismo. Todos cambiamos, y a veces esos cambios no complacen a todos pero es algo que no se puede evitar- dijo Akihiko con un tono burlón.

Ambas miraras se cruzaron con una fingida alegría, miradas de dos enemigos que marcaban su territorio.

-Qué tal si continuamos la charla en la mesa, la comida ya esta lista- dijo Misaki cuando vio aparecer a una de las sirvientas haciendo señas desde el marco de la puerta

Todos de acuerdo con la propuesta se levantaron y se encaminaron hacia el comedor donde podía verse todo perfectamente acomodado, preparado para la llegada de una visita importante. Se había preparado un almuerzo abundante hecho con los productos que se podían adquirir a los alrededores, y obviamente se acompaño aquella comida de reyes con una charla de negocios. Para la hora del postre Isaka propuso comerlo en el patio trasero así podría disfrutarse de una hermosa vista acompañada de un lima espectacular. Misaki y Takahiro se orecieron a ayudar a traer el postre, y la sirvienta para no causar muchas molestias a los invitados se adelanto corriendo a la cocina para tener todo listo así los hermanos solo deberían  cargar las bandejas.

La cocina y el patio se conectaban a través de un largo pasillo. Misaki caminaba a un ritmo tranquilo mientras tarareaba una canción que no podía quitarse de la cabeza… un intenso dolor te atravesó el cuerpo cuando sintió unos largos de dos que se enterraban con fuerza en su hombro. Takahiro arrastrado por una furia incontrolable había tomado de manera violenta el hombro de su hermano y con una fuerza descomunal lo estampo contra la pared del pasillo. Misaki dejo escapar un quejido de dolor mientras un fuerte escalofrió le recorría el cuerpo entero.

-¿A qué crees que estás jugando?- pregunto Takahiro furioso.

-Me lastimas- dijo Misaki con la voz agitada, sintiendo como su cuerpo temblaba con mucha fuerza y el corazón se le aceleraba a mil por horas.

-Te callas y me escuchas bien lo que te voy a decir, después de todo si estamos en esta situación es por tu comportamiento de maldita zorra- dijo Takahiro molesto.

Misaki abrió los ojos grandes inundado por el pánico, sintiendo como las piernas le querían flaquear por la tensión del momento.

-No pongas esa cara de asombro que todos aquí se han dado cuenta de cómo descaradamente exhibes las marcas que te dejo tu amante, ¿desde cuándo andas haciéndole de puta?- dijo Takahiro rechinando sus dientes con fuerza por todo el odio que se acumulaba en su cuerpo.

-No entiendo de que me estás hablando- dijo Misaki con su voz temblorosa, sintiendo que la lengua se le trababa.

-¡Basta!- dijo Takahiro golpeando con violencia la pared justo del lado derecho de la cabeza de Misaki, respiro hondo y clavo su frívola mirada en aquellas pupilas verdes que se hallaban inundadas de pánico -Hasta aquí llego el juego, quiero que te alejes de él para siempre. Te está haciendo mucho daño y terminara por destruir aquello tan hermoso que has creado con tu marido… tu marido Takano que te ama con locura, es a él a quien estas traicionando descaradamente con su amigo. Misaki pon los pies en la tierra y recapacita, yo no voy a darte dos veces la misma advertencia. Terminaras quedándote solo dejando herido el corazón de la única persona que te ama.

Takahiro soltó a su hermano, el cual estaba tan aterrado con todo lo que había pasado se deslizo por la pared hasta tocar el suelo cuando las piernas le flaquearon. El castaño se quedo mirando desde el suelo como su hermano se alejaba en dirección a la cocina como si nada hubiera ocurrido. Allí desde el suelo Misaki dejo salir sus lágrimas acompañadas de un suave sollozo.

-Lo siento hermano pero yo ya decidí romper el corazón de Takano- se dijo a sí mismo, el ya tenía decidido divorciarse.

 

 

Notas finales:

Les ha gustado???

Ya se sabe todo, por fin se revelo el pasado de Takahiro y Sabrina parece que despues de tantos contratiempo esta retomando el control del juego...

Takahiro esta sintiendo como pierde fuerzas y Misaki parece que por fin se revelara...

¿Que pasara con Ritsu y Takano?

¿Como tomara Takano el tema del divorcio?

¿Takahiro hara una ultima jugada para inpedir una posible separacion?

¿Que es realmente lo que planea Sabrina?

 

Espero que este capi haya estado a la altura de sus espectativas, espero que lo hayan disfrutado un monton...

Quizas actualice el viernes que viene, ya se acerce el inicio de un nuevo sementre en la universidad seran muy irregulares las actualizaciones de este fic y otros...

Algo que quiero comentar es que planeo subir un nuevo fic, si es posible el viernes que viene, ya que "Azufre y Miel" esta llegando a su fin. si les gusta la pareja romantica, terrorista, erotica y domestica no se pueden perder esta nueva historia, cualquier duda que quieran saber sobre esta nueva historia lo pueden hacer saber en algun comnetario...

Gracias por haber leido esta capi...

Besosssssssssss


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