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Azufre y Miel por Caperusita Kiryuu

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Notas del capitulo:

Holaaaa aqui Caperusita actualizando...

Waaaaaaa traigo un capi que los va a dejar con la boca abierta...

Aparecer un personaje nuevo que es malo maloso XD y obvio que les he dejado un maravilloso regalo para que tengan un hemorragia nazal...

Se revela otro secreto que nadie se esperaba...

No quiero impacientarlos mas asi que los dejo leyendo...

Capitulo 7: caminando sobre fuego

 

El manto oscuro del cielo nocturno ya cubría la ciudad.

 

Entro a la habitación acompañado de su mano derecha y un pequeño intruso que al parecer no estaba dispuesto a darle tregua.

-Por hoy tuve suficiente- dijo Misaki arrojándose sobre la cama de la habitación que la familia Usami le había prestado.

-Tu noche no puede terminar así- dijo Kisa quien estaba sentado a su lado.

-No hables como si solos nos hubiéramos dado un susto, esos tipos estaban armados- dijo Misaki exaltado.

-Akihiko se encargara de eso, se supone que esos del clan del Dragón estaban invadiendo nuestro territorio- dijo Kisa pensativo.

-¿Clan?- pregunto Misaki confundido.

Yukina patio disimuladamente a Kisa por lo bajo.

-Ya sabes esas bandas callejeras que arman líos, Akihiko hablara con la policía para mantenerlos al tanto y que solucionen el problema- dijo Kisa.

Misaki rio divertido y miro a ambos.

-Se que Akihiko es un mafioso, pero sé también que él y toda su familia son buenos… También se de un Clan del Dragón en china, ¿Por eso hablaste de que invadieron el territorio?

-Nuestro clan es el más poderoso y el que representa a Japón, lo mismo pasa con el Clan del Dragón en China. Tenemos una alianza para no intervenir en territorio ajeno y en caso de que estemos buscando a alguien debe llegarnos el pedido de captura- explico Kisa.

-¿Crees que buscaban a alguien?- pregunto Misaki.

-No estoy enterado de nada, pero seguramente pronto obtendremos información- dijo Kisa.

-Espero que solo haya sido un susto- dijo Misaki soltando un suspiro cansado.

Kisa y Yukina cruzaron miradas.

-Pero eso no importa, que tal si vas y tomas un baño para relajarte- sugirió Yukina.

-Pervertido- dijo Kisa enojado.

-¿Qué?- dijeron Misaki y Yukina confundidos mirando al más pequeño.

-Misaki es doncel, si tu lo dices suena pervertido- le reprocho Kisa.

-Entiendo- dijo Yukina con una amplia sonrisa- entonces podría dejar a Misaki en tus manos.

-Claro, yo me encargare de el- dijo Kisa con una sonrisa, que al parecer del castañito era un tanto siniestra.

-Entonces me retiro, que descanses Misaki- dijo Yukina a modo de despedida retirándose de la habitación.

-¿Okey entonces que te pondrás?- pregunto Kisa emocionada.

-Un pijama- dijo Misaki como si nada.

En ese mismo instante Kisa tenía ganas de tirarse por el noveno piso del edificio más cercano o ahogar con la almohada al castaño, ¿Cómo podía ser tan ingenuo y lento?

-¿Pasa algo malo?- pregunto Misaki al ver que el menor lo miraba con un tic en el ojo.

-Enserio, ¿un pijama?... pensé que me pedirías algo especial para sorprenderlo esta noche- dijo Kisa como loco.

-¿Para sorprender a quien?- pregunto Misaki ya sospechando hacia donde iba la conversación.

-Obvio que a mi tío, es su oportunidad- dijo Kisa emocionado.

El color carmín tiño las blancas mejillas del castaño.

-No pienses cosas raras de Usami y yo- dijo Misaki avergonzado.

-No te comportes como una virgen- dijo Kisa.

-Pues no digas cosas vergonzosas- dijo Misaki tapándose la cara con la almohada.

Kisa soltó un suspiro divertido y le entrego al castaño una bolsa.

-¿Y eso?- pregunto Misaki mientras espiaba el contenido de la misma.

-Alístate y después piénsalo- dijo Kisa guiñándole un ojo, se paró de la cama y salió de la habitación.

Estaba solo, sin nadie alrededor. Curioso volcó lo que había en la bolsa sobre la cama.

-Este no es mi estilo pero podría intentarlo- pensó Misaki mientras miraba lo que tenía en sus manos.

Unas largas medias negras muy provocativas. De pronto las arrojo al suelo todo abochornado.

-¿Pero que estoy diciendo? Soy un doncel casado- dijo Misaki mirando con algo de tristeza la sortija que llevaba puesta en el dedo anular- se supone que yo no debería ni dudar frente a otro hombre por más atractivo que sea.

Se tiro hacia atrás sobre la cama soltando un largo suspiro.

-Me siento tan confundido. Ósea yo hice lo que no debía la otra vez y lo disfrute, pero ahora tengo miedo de que alguien me descubra haciendo lo que no debo- se dijo a si mismo Misaki- me estoy metiendo en algo peligroso.

Un gran dilema y una gran oportunidad.

 

 

 

-¿Crees que hacemos bien al emparejarlos?- pregunto Yukina mientras le daba una mordida al sándwich que le había preparado el más pequeño.

-Está destinado que así sea, además es obvio que Misaki por más vueltas que le de al tema siempre terminara cayendo en el amor que siente por mi tío- dijo Kisa seguro.

-Espero estés acertado porque nos estamos metiendo en algo muy pesado- dijo Yukina.

-Sé lo que hago y estoy seguro de que Misaki se decidirá por mi tío- dijo Kisa inflando los cachetes.

-Se avecinan tiempos difíciles, Misaki deberá pasar por muchas cosas que jamás se hubiera imaginado- dijo Yukina dándole otra mordida a su sándwich.

 

 

 

Había sido un día muy difícil, agotador. Un largo entrenamiento que finalizo en un inesperado atentado. Posiblemente mañana o pasado mañana tendría que arreglar una cuantas cuentas con un viejo “amigo” por aquel incidente o quizás su “amigo” venga a él después de lo que le hizo a sus hombres. De cualquier modo el solo quería relajarse y refrescar la mente.

Se metió bajo la ducha y dejo que el agua fría calmara el calor de su cuerpo, después de todo pensar que dormiría esa noche en la misma casa que su amado le ponía las cosas difíciles (más de lo que ya estaban). Cerro el grifo de la ducha y tomo la toalla que se ato a la cintura para cubrir solo lo más importante. Tomo otra toalla y seco su cabello mientras salía del baño.

Abrió los ojos sorprendidos cuando se topo con aquella deliciosa figura sobre su cama. Misaki esta recostados sobre las rojas sabanas vistiendo un erótico conjunto de la mejor lencería (llevaba puesta unas medias de liga negra que se ajustaban a medio muslo, unas bragas de encaje negro y una blusa de una tela negra traslucida que tenia breteles finitos que se unía únicamente a la altura del pecho con un moño rojo).

Misaki con timidez se paró de la cama y camino en dirección a Akihiko.

-Ven- susurro con delicadeza tomándolo de una mano.

El escritor se dejo guiar hasta la cama donde se sentó. Misaki le quito de las manos la toalla con la que se estaba secando el cabello, se sentó sobre su regazo y fue él quien comenzó a secárselo.

-¿Misaki que es todo esto?- pregunto Usami con su varonil voz.

Toda su piel se le erizo cuando el aliento del escritor roso sus labios, el cuerpo entero sintió un brote de deseo que exploto desde su corazón.

-Cuando me salvaste en aquel pasillo me quede prendido de tu imagen, tú te fuiste después de eso y aunque sabía que buscándote en el equipo de kendo podía encontrarte nunca lo hice pero te deje cartas en el mismo lugar donde te conocí. Fui cobarde e inmaduro… pero ahora me has vuelto a salvar y yo no quiero quedarme callado. Akihiko estoy enamorado de ti- confeso Misaki mientras secaba el cabello del escritor.

El escritor elevo sus brazos y entre sus manos tomo las de Misaki dejando que la toalla callera al suelo.

-¿Cuál es tu manera de agradecerme?- pregunto Akihiko con voz ronca.

-Quiero que me tomes- susurro Misaki, suplico con las mejillas sonrojadas y los ojos cristalinos.

-¿Misaki todavía recuerdas que eres casado?- pregunto Akihiko.

-Akihiko estoy dispuesto a todo por ti- dijo Misaki mientras rodeaba con sus brazos el cuello del escritor.

-Prepárate, porque esta noche no te daré descanso- susurro Akihiko con su varonil vos, mordiéndole el lóbulo de la oreja.

-Mmmm…- un suspiro acompañado de una exaltación que hizo a Misaki dar un pequeño salto sobre el miembro del escritor.

Akihiko tomo con fuerza las caderas del pequeño y se paró de la cama, Misaki al sentir que era levantado enredo sus piernas en cintura del escritor.

-Te voy a enseñar a jugar- susurro Akihiko cerca de la oreja del castaño sabiendo que esto solo lo excitaba aun más.

Misaki se acerco peligrosamente a la boca del escritor jugando a rozar los labios, con su lengua delineo el labio inferior y luego lo mordió.

-Me encanta que me provoques- dijo Akihiko haciendo un movimiento que permitió a Misaki poder sentir la creciente erección del escritor contra su trasero.

-Ahhh…- un suave gemido escapo de sus labios.

-Estas deseoso.

-No sabes cuánto quiero llegar al final y sentir como acabas dentro de mí- susurro Misaki con vos erótica y una lasciva sonrisa.

Akihiko no pudo resistir aquellas insinuantes palabras. Arrojo el cuerpo del castaño a la cama y él se posiciono sobre este. Las respiraciones eran agitadas. Eran como dos animales asechándose, hambrientos. La hembra ponía a prueba a su macho para ver si era capaz de todo lo que prometía y más. El aroma salvaje ya podía percibirse en el aire.

-Eres muy agresivo- gruño Akihiko mientras con el movimiento de su pelvis frotaba su miembro contra el del castaño.

-tú eres muy ansioso- dijo Misaki abrazado del cuello del escritor mientras disfrutaba del rose.

-¿Y qué esperabas? Eres tan lindo y sensual, provocándome con esas ropas. No podía contenme tengo que devorarte entero- dijo Akihiko haciendo más profundo el rose.

Misaki se separo de Akihiko y lo tiro a su costado. Se paro en la cama y piso el abdomen del escritor.

-No te apures, vayamos despacio para disfrutar mejor- dijo Misaki con una sonrisa traviesa.

El pie de Misaki trazo una línea desde la garganta hasta la orilla de la toalla, sus brillantes ojos esmeraldas siguieron aquel recorrido con ansia deteniéndose en aquel gran bulto que se ocultaba bajo la blanca y húmeda tela. Su pie lentamente se coló por debajo de la tolla y de un tirón la saco.

-Que seductor- dijo Usami con picardía.

-Tengo mucho más para darte- dijo Misaki mientras se sentaba sobre el abdomen del escritor.

-Muéstrame más, estoy ansioso de ver- dijo Usami con una seductora sonrisa.

Las manos del castaño con delicadeza comenzaron a delinear los pectorales y abdominales del escritor. Sonrió satisfecho. Se inclino hacia adelante y acerco su boca a la del escritor.

-¿Puedo besarte?- pregunto el escritor ansioso.

-Si- susurro Misaki sobre sus labios.

Akihiko tomo entre sus manos las caderas de Misaki, acorto la distancia entre sus labios con ansias y devoro la boca del castaño. Introdujo su lengua que deseosa busco la del castaño para comenzar el erótico juego. Sus bocas se buscaban deseosas, degustando un sabor tan único. La lengua del uno con el otro tocándose, caricias sublimes. Misaki jugaba con el cuello del escritor, sus dedos marcaban líneas hasta las clavículas.

El calor comenzaba a subir, sus cuerpos se estaban sofocando en el deseo. La piel estaba caliente, levemente perlada por una fina capa de sudor y agua. El cuerpo de Misaki se movía eróticamente haciendo notar su erección. Akihiko disfrutaba de su travieso juego, con sus manos posadas sobre las caderas del más pequeño lo deslizo hasta que sintió como el trasero del joven rozaba contra su erección.

El beso se vio cortado por un suspiro de placer que Misaki no pudo contener con aquel sensual roce. Se mordió el labio inferior de manera provocativa mientras lentamente desataba el moño, dejo caer la prenda superior permitiendo al escritor contemplar su cuerpo desnudo.

-Eres hermoso, un ángel- dijo Akihiko mientras con sus manos recorría el torso desnudo de su amado.

-Me da pena- dijo Misaki con las mejillas sonrojadas.

El escritor le hizo una seña con la mano para que el castaño se acercara a él. Cuando sus rostros estuvieron suficientemente cerca Akihiko delineo con su pulgar los rosados labios de su pequeño.

-Te amo- susurro con su profunda voz.

Misaki sintió una corriente eléctrica en todo su cuerpo y un cosquilleo en el estomago.

Las grandes manos de Akihiko acariciaron con parsimonia cada centímetro de aquella tersa piel con aroma a vainilla que lo enloquecía. Comenzó delineando el fino rostro hasta caer en las preciosas caderas aun cubiertas por la fina tela de encaje de la ropa interior. Sus largos dedos se deslizaron hasta tocar aquel bulto que se ocultaba bajo esa exquisita prenda.

-Me gusta que estés así por mí- dijo Akihiko de manera lasciva.

Su pulgar recorrió toda la extensión de aquel miembro haciendo una suave presión que le robo más de un suspiro al castaño.

-Mmmmmm…- Misaki sentía como sus caderas reaccionaban con un suave movimiento.

Akihiko estaba complacido, ese bello castaño era tan angelical y erótico a la vez hasta el punto de crear la imagen más maravillosa.

Misaki sentía aquella mescla de adrenalina y calidez en su cuerpo, se sentía en una eterna carrera que le exigía mas y mas para culminar. Su interior se estremecía con cada rose y su cuerpo buscaba aquella deliciosa intromisión que le hiciera desgarrarse las cuerdas vocales. Se sentía como una leona en celo, tan agresiva y sumisa. Quería jugar y complacer mientras se acercaban más y más a la cúspide del placer.

-No me hagas acabar antes de la mejor parte- susurro Misaki al oído del escritor.

Akihiko sonrió con picardía ante aquel mensaje que solo presagiaba las cosas más lascivas. Quito su mano de la necesitada anatomía del castaño y le dio una palmadita en el trasero como clara señal de que continuara. Misaki sonrió complacido y posicionado en cuatro comenzó a retroceder hasta que su rostro quedo a la altura del miembro del escritor.

Miradas que decían mucho más que las palabras, un claro mensaje de un sexual deseo contenido. Había deseo de sobra acompañado de una cálida adrenalina que encendía el cuerpo entero y aceleraba al corazón en una carrera de giros inesperados.

Misaki se acerco al erecto y enorme miembro del escritor, sus labios rozaron toda su extensión. Sus miradas se cruzaron. Desde la base comenzó a subir delineando con la lengua, se sentía tan obsceno y eso le encantaba. Llego a la punta del pene y con su lengua comenzó a dibujar círculos.

-No te creía capaz de algo así- dijo Akihiko con voz gruesa, como un gruñido placentero.

Misaki sonrió con sensualidad provocando un gemido en el escritor. Su pequeña y delicada boca no pudo resistir aquella libidinosa tentación, engullo con gula el miembro entero del  escritor. Era tan grande que podía sentir como la punta del pene acariciaba su garganta, era tan delicioso y sucio a la vez que lo hacía gemir por dentro. Un sabor tan extraño que hacía que su parte baja tuviera le necesidad de frotarse con el calor de aquel cuerpo escultural, de arañar aquella piel y dejarse llenar por completo.

Akihiko no podía resistirse, era tan frágil y delicioso aquel cuerpo que deseaba desgarrarlo. Se sentía como un león que quería aparearse a un gatito travieso. Se sentía agresivo y sabia que ese juego le gustaba a Misaki, estaba ansioso de mostrar quien dominaba en la cama.

Su lengua era cálida y húmeda, muy traviesa. Hacia una suave presión en aquel pene mientras succionaba su sabor. Le encantaba que aquel lado suyo le perteneciera al único hombre dueño de su cuerpo y su amor. Lo metía y lo saca completamente de su boca, de una manera lenta y tortuosa. Su cuerpo entero hervía, estaba excitado. El lívido en su cuerpo le exigía que fuera más sucio y travieso, que hiciera todo aquello que tanto lo apenaba.

-Se siente deliciosos- dijo Akihiko con voz ronca.

Le encantaba, Misaki se retorcía del placer cuando escuchaba su voz. Un afrodisiaco que solo el poseía para un ángel de cuerpo tan lascivo e inocente en todas su formas.

-¿Quieres que acabe en tu boca?- pregunto Akihiko con picardía.

Misaki separo su boca se su deliciosa labor…

-Ahhh…- un suave gemido escapo de sus labios.

Sus mejillas sonrojadas y su mirada cristalina del deseo. Saboreaba sus labios mientras su mano continuaba masturbando el miembro del escritor.

-Akihiko lléneme de su semen- suplico Misaki.

Usami se sentó mientras sonreía. Acaricio el rostro de su amado mientras se dejaba masturbar. Detuvo la mano de Misaki mientras se salía de la cama y se paraba a los pies de esta. Misaki lo seguía con la mira.

-Continua- dijo Akihiko.

Misaki volvió a acercar su boca y engullo hambriento ese enorme miembro que tanto deseaba sentir con su lengua. Akihiko acaricio los castaños cabellos de Misaki, dejo que este siguiera el ritmo que le apetecía porque verdaderamente lo estaba haciendo delicioso.

Su boca comenzó a succionar con más necesidad, lo deseaba…

-Ahhh…- un gruñido por parte del escritor.

Misaki sintió como su boca se llenaba de semen. Separo sus labios de aquel miembro y dejo que parte del semen cayera en su rostro y su cuello, que se deslizara por toda su piel. Akihiko se sentía asombrado y excitado, le fascinaba ver a este Misaki tan travieso y apasionado.

Misaki trago el semen y abrió los ojos para ver al escritor. Usami se agacho y esparció el semen por todo el cuerpo de Misaki.

-Eres mío- susurro Akihiko mientras mordía el lóbulo de la oreja del castaño.

-Te amo- susurro Misaki mientras rodeaba el cuello del escritor con sus brazos.

-Yo te amo mucho mas- dijo Akihiko mientras recostaba el cuerpo de Misaki en la cama, posicionándose el sobre el castaño.

-Hazme el amor- pidió Misaki mientras con sus manos delineaba el varonil rostro de aquel hombre.

-No solo quiero acariciar tu cuerpo  con amor, quiero darte ese hijo que tanto deseas.

Misaki abrió sus piernas y rodeo las caderas del escritor. Echo su cabeza atrás dejando expuesto su cuello.

-Márcame y dame todo tu amor- pidió Misaki.

Con pasión se acerco al cuello, jugó un poco con su lengua haciendo dibujo sobre aquella cálida piel robando suaves suspiros de su amado y luego permitió  que sus dientes marcaran aquella deliciosa piel. Su miembro aun erecto estaba esperando culminar en esa cálida penetración que siempre había deseado. Levanto un poco las piernas del castaño y comenzó a embestirlo sobre la tela.

-Ahhh… deliciosos… mmm… ahhh- sus gemidos eran los de un ángel siendo corrompidos por un demonio de la lujuria.

Sentía como lo estaba disfrutando, como se dejaba entregar con inocencia.

-Quiero hacerlo dentro de ti, quiero sentirme atrapado dentro de tu calidez- dijo Akihiko aumentado un poco las fuerzas de las embestidas.

-Sí, sí, si…- decía Misaki casi gritando, se sentía delicioso aquello.

Akihiko se sentía incentivado con su adoración gimiendo para él. Detuvo aquellas embestidas y comenzó a frotar ambos miembros. Misaki se sentía como en el cielo, era una sensación tan placentera y cálida. Deseaba gritar el nombre de aquel hombre, susurrarle cuanto lo amaba.

-Ahhhhh….- un fuerte y dulce gemido escapo de sus labios.

Se vino manchando la única prenda que vestía.

-Eso fue rápido.

Misaki se sintió completamente avergonzado.

-Pero parece que aun tienes ganas- dijo Akihiko notando aun la erección  bajo la tela.

Sus ojos verdes lo miraron con tortura mientras los labios rosados e hinchados lo incitaban. Llevo sus grandes y frías manos a las caderas del castaño y retiro la prenda.

-Ya no necesitaras esto- dijo Akihiko arrojando la prenda al suelo.

Nuevamente el escritor ataco aquellos apetecibles labios con deseo, devoro con salvajismo la boca del castaño que seguía su ritmo desenfrenado. Se acariciaban sin vergüenza la piel y movían sus caderas frotándose ambos miembros. Ahora podía asegurar que existía el cielo, pues se sentía en el.

-Espera- lo detuvo Misaki antes de que intentara penetrarlo.

-¿Debo prepararte?- pregunto Akihiko divertido.

-¿Tú crees que es demasiado para mí?- pregunto Misaki mientras acariciaba el erecto miembro del escritor.

-Si de algo puedo presumir es de lo bien dotado que estoy- dijo Akihiko con picardía.

Misaki rodo los ojos y se alejo de Akihiko. Se arrodillo en la cama dejando a la vista del escritor su lindo trasero mientras posaba una de sus manos en la cabecera de la cama.

-Disfruta- dijo Misaki con malicia.

Acerco un dedo a su entrada y comenzó a auto-penetrarse. Lo metía y lo sacaba rápidamente de su interior mientras su espalda se arqueaba.

-Ahhh… ahhhh, ahhhh… ahhh…- gemía Misaki totalmente excitado.

-¿Estas intentando torturarme?- pregunto Usami quien miraba con recelo a aquel dedo que podía estar dentro del castaño.

-Ahhhh, mmmm…- Misaki gemía sin poder formular palabra alguna.

-Si me dejaras estar dentro tuyo te podría complacer mejo que tus dedos- dijo Akihiko con picardía- imagínate de bien que se sentirá cuando mi pene se introduzca por completo en ti.

-Ahhhh…- Misaki soltó un fuerte gemido y detuvo lo que hacía, lo excita demasiado aquella idea.

Akihiko aprovecho para acercarse por atrás, poso sus manos sobre las del castaño que reposaban en la cabecera de la cama. La punta de su miembro comenzó a rosar la entrada de Misaki. Su boca se dedico a recorrer el cuello y los hombros de su amado haciéndolo impacientarse por no entrar en su cuerpo.

-¿Podrás resistirlo?- pregunto Akihiko mientras hacia una suave presión en la entrada de su amado.

-Hazlo, destrózame y márcame- suplico Misaki.

… De una sola embestida se introdujo el cálido y apretado interior de Misaki.

-Ahhhhhhhhh…- Misaki grito de placer cuando sintió aquel enorme pene desgarrarles su interior.

-Se siente muy bien- gruño Akihiko complacido al poderse sentir dentro del castaño.

Lentamente comenzó a mover la pelvis, metiendo y sacando por completo su pene del interior de Misaki. Un vaivén delicioso pero tortuoso.

-Ahhhh… ¿Por qué no mas fuerte?... ahhh, ahhh…- pregunto Misaki entre gemidos.

Los fuertes brazos del escritor envolvieron la estrecha cintura del castaño para profundizar aun más la penetración. Era duro y preciso, a Misaki le encantaba que no se contuviera.

-Mmmmm asi, asi… mas… mas… ahhhhhh, ahh…-  gimió Misaki con locura.

-Tu voz suena sensacional- dijo Akihiko mientras se adentraba más fuerte en la calidez del castaño.

-Ahhhhhhh… ahhhhhh, ahh… Akihiko se siente delicioso- gimió sin pudor Misaki moviendo al mismo ritmo sus caderas para que el placer fuera mayor.

-Misaki eres maravilloso- susurro Akihiko introduciéndose con fuerza.

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…- un fuerte gemido anuncio que aquella intromisión había alcanzado la puertas al cielo.

En un ágil movimiento salió del interior de su amado recibiendo un gemido seguido de un bufido de desaprobación. Se recostó en la cama y sobre el puso a Misaki, quien sin darse cuenta nuevamente fue penetrado por el escritor.

-Ahhhhhhhh…- grito de placer, aquella posición había permitido una penetración más profunda y precisa que las anteriores.

Su interior se sintió desarmarse ante la dureza y calidez de aquel pene, ese era su paraíso personal.

-Misaki eres tan estrecho como si fuera virgen- gruño Akihiko cuando al penetrarlo fue recibido por las paredes de su amado que se habían contraído con fuerza.

-Es que nunca me habían hecho el amor como tu- susurro Misaki con sensualidad.

Akihiko no tuvo tiempo de pronunciar palabra alguna, el aliento le había sido arrebatado cuando Misaki había comenzado con gran maestría a auto-penetrarse.

Conocía su cuerpo de memoria y aquel hombre era todo lo que había soñado. Sentir que su cuerpo era todo por esa persona le hacía sacar su lado salvaje, hacia arder su cuerpo  en sensualidad. La intromisión de aquel miembro no resultaba dolorosa, nunca había sentido tanto placer desde la primera penetración. Su cuerpo entero sucumbía ante los maravillosos encantos del escritor.

Subía, bajaba, subía, bajaba, subía, bajaba… su cadera se movía de manera erótica y aquel cálido interior lo recibía en un lascivo abrazo. Tener aquel maravilloso cuerpo moviéndose sobre su hombría le resultaba majestuoso.

Misaki lo devoraba con la mirada mientras sus labios semi-abiertos dejaban el claro mensaje de que quería ser dominado por su pareja.

-Akihiko, mmmmm… es tan grande… tan delicioso, ahhhhhh… se siente muy, muy bien… Ahhhhhhhhh…- gimió Misaki mientras un hilo de saliva se escapaba por la comisura de su labio.

No podía resistirlo, debía someterlo a su imponente maestría en la cama. Debía dominarlo. En un movimiento preciso y sin quitar su hombría de aquel cálido interior invirtió las posiciones. Misaki ahora estaba recostado mientras veía con anhelo al hombre posicionado obre el.

-Destrózame- suplico Misaki deseoso.

No necesitaba más palabras… sus brutales envestidas hacían rechinar la cama, la caereca de la misma se movía al mismo ritmo de aquellas penetración provocando un escandaloso sonido al cocar contra la pared.

-Akihiko, ahhhhhhh… Akihiko, Akihiko… mas, masssss…- gritaba Misaki delirando en el placer aferrándose con fuerza a los hombros del escritor.

-Delicioso.

-Ohhhhh, siii… Akihiko… sigue, Akihiko…- suplicaba Misaki, desvariaba en tanta lujuria.

Akihiko enloquecía con los arañazos, su piel era desgarrada por el brutal deseo del castaño. Se sentía maravilloso, basto solo una vez para conocer de maravilla el cuerpo de su amado… especialmente saber donde estaba aquel punto que lo hacía enloquecer.

-Akihiko, Akihiko… Akihiko… ahhhhh, Akihiko… Akihiko…- Misaki había llegado a un punto de éxtasis donde solo sus labios sabían pronunciar aquel nombre.

Conocía aquel momento, sentía lo que venía. Habían alcanzado un punto de placer que solo podía ser comparado con el paraíso.

-¡¡¡Akihiko!!!- sus cuerdas vocales fueron desgarradas cuando alcanzo el orgasmo, su semen fue esparcido entre ambos cuerpos.

Una cálida y obscena presión lo llevo a su límite.

-Misaki- gruño con fuerza con su varonil voz llenando todo el interior de su amado de su semen.

Calleron sobre el lecho agotados. Una montaña rusa de emociones que deseaban repetir una y otra vez.

Akihiko tomo entre sus brazos el cuerpo de su amado y este se acurruco en su pecho.

-Te amo- susurro Akihiko.

-Eso me hace feliz porque yo también te amo- dijo Misaki depositando un casto beso en los labios del escritor.

 

 

 

Ya era muy entrada la noche pero el aun se mantenía despierto, estaba en su oficina frente a su laptop preparando algunos informe.

-¿Qué tanto confías en Akihiko?

-¿A qué viene esa pregunta Yokozawa?- pregunto Takano sin despegar sus ojos de la computadora.

-No ha respondido mi pregunta- dijo Yokozawa mientras se sentaba sobre el escritorio.

-Conoces mi respuesta, saltémonos este rollo y vayamos a lo que te interesa- dijo Takano molesto.

-También es de tu interés aunque no lo quieras ver- dijo Yokozawa.

-No me interesa volver a discutir tu paranoia sobre Misaki- dijo Takano desviando la mirada solo para observar con severidad a su mano derecha.

-Misaki no es el ángel que tú crees y sé que el tiempo me dará la razón- dijo Yokozawa.

-Llevas mucho tiempo repitiendo el mismo verso, ya date por vencido- dijo Takano cerrando su laptop, sintiéndose frustrado por la actitud necia de su acompañante.

-Tú eres el que no quiere ver lo que pasa… ¿Nunca te pareció extraño que en tanto tiempo tu esposo no ha quedado en cinta?- desafío Yokozawa.

-Eso es irrelevante- dijo Takano molesto.

-Según el doctor él es muy fértil- dijo Yokozawa con una sonrisa burlona que rápidamente borro para poner una mueca de dolor mientras posaba sus manos sobre su vientre- y también se que tú no eres impotente.

Takano furioso se puso de pie y golpeo con violencia el escritorio.

-¡Olvídate de eso!

-¿Tanto te preocupa que tu esposo se entere que en el secundario me embarazaste?- pregunto Yokozawa con rabia.

-Ese embarazo lo buscaste tu solito, yo era un maldito estudiante que le gustaba emborracharse con sus amigos. Tú creíste que jugarías con fuego y podrias controlarlo pero el tiro te salió por la culata- dijo Takano furioso.

-Te recuerdo que el esperma era tuyo- dijo Yokozawa.

-Entonces déjame recordarte que el que me ato a la cama y fingió ser Misaki para tener sexo conmigo fuiste tú- dijo Takano.

-Si tanto te molesta lo que paso ¿por qué aun confías en mi?- pregunto Yokozawa dolido.

-Porque a fin de cuentas eres tú la persona más honesta conmigo- dijo Takano.

-Eso es porque te amo- dijo Yokozawa agachando la mirada.

-Que me ames no te da derecho a insultar a mi esposo- dijo Takano serio.

-Misaki no te ama como tú a él, o como yo a ti. De que te quiere seguro, pero eso es porque crecieron juntos y lo más probables es que sea como su hermano o algo así… si de verdad te amaría no consumiría esto- dijo Yokozawa arrojando sobre el escritorio unas pastillas.

-Sé lo que son y también se que las toma debes en cuando- dijo Takano con calma.

-¿Entonces porque no le has reclamado?- pregunto Yokozawa exaltado.

-Él me dijo que solo las consume durante fechas importantes para la revista o cuando debe hacer pasarela- aseguro Takano.

-Y tu tan ingenuo se lo creíste- dijo Yokozawa con burla.

-Vamos, dime lo que tenga ganas y vete porque ya no te soporte- dijo Takano serio.

-Me juego la mano derecha a que durante este periodo en que Misaki estará en contacto con Usami quedara embarazado, y tendrá mucha suerte si el bebe se parece a él- dijo Yokozawa con burla.

-¡¡Vete de aquí!!- ordeno con ira Takano.

En silencio Yokozawa se fue dejando a un perturbado Takano.

 

 

 

El cantillo dulce de los pájaros se colaba por la ventana. Se removió entre las sabanas sintiendo aquel varonil aroma que le resultaba muy placentero. Estaba apresado entre aquellos fuertes brazos, sentía como subía y bajaba aquel pecho desnudo sobre el cual había posado su cabeza.

-¿Cuánto tiempo más vas a fingir que sigues dormido?- pregunto Akihiko divertido mientras acariciaba el cabello de su amado.

-Un ratito más, me encanta sentir tu cuerpo junto al mío- dijo Misaki.

-Harás que me caliente de nuevo- dijo Usami con voz gruesa.

-Eres un pervertido a tiempo completo- dijo Misaki divertido.

 

 

 

La casa entera se hallaba sumergida en un tranquilo silencio. Solo algunos hombres se mantenían despiertos velando por el bienestar de la familia.

Un lujoso auto azul rey se estaciono frente a la entrada principal, uno de los guardias se acerco al vehículo.

-¿Qué se le ofrece?

La ventanilla del conductor bajo.

-Soy Takano Masamune y viene a ver a mi esposo que paso la noche acá.

-Señor Takano no lo esperábamos tan temprano, todos todavía duermen pero si me da un momento llamare al cabeza de familia para que lo atienda- dijo el guardia.

-Me gustaría esperar adentro- dijo Takano.

-Como guste- dijo el guardia para luego hacer una seña que permitiera que las puertas de la casa se abrieran.

El auto ingreso hasta la entrada principal de la enorme casa donde los esperaba Tanaka.

-Bienvenido señor- saludo Tanaka.

-Quiero ver a mi esposo- ordeno Takano.

-¿Cuál es la prisa?- pregunto Fuyujiko quien salía de la casa en pijama.

-La verdad que con todo lo ocurrido no he tenido paz y solo deseo ver a mi esposo- dijo Takano.

No mentía con respecto a la inquietud que sentía en su cuerpo después de todo lo ocurrido con aquellos tipos del clan del dragón pero la verdad era que las palabras de Yokozawa lo habían pegado fuerte. Quería tomar por sorpresa a su amado y descubrir que el dormía en una habitación lejana a la de su amigo, quería creer que su Misaki era tan perfecto como lo había idealizado por tantos años. Es cierto hasta ese momento no habían logrado agrandar la familia pero eso no quería decir que Misaki no lo quería, Yokozawa había tapado cada agujero para que su inquietud no pudiera refugiarse en ninguna absurda escusa. Se sentía desesperado… Lo más gracioso es que Yokozawa estaba más cerca de la verdad de lo que pudiera imaginarse, pero había un par de ojos vigiándolos que no permitiría que por ahora se supiera la verdad.

 

 

Dormía desparramada por toda la cama con medio cuerpo fuera y babeándose, nadie en esa familia tenía el sueño tan pesado como ella. El tema “I wanna go” de Britney Spears comenzó a sonar a todo lo que daba rompiendo su maravillosa atmosfera de dulces sueños.

-Puta madre ¿Qué quieres a estas horas de la madrugada?- Sabrina contesto con la peor de las voluntades pues había sido despertada.

-Misaki está en el cuarto de Akihiko- dijo Dante.

-¿Y? si quieren coger como conejo lo que queda del día por mi bien, no sabía que te gustaba el chismerío- dijo Sabrina con burla y con algo de enojo.

-Takano está en casa y vino a buscarlo- advirtió Dante.

-Mierda- dijo Sabrina espantada despertándose del todo con semejante noticia.

-¿Que hacemos?- pregunto Dante.

-No seas idiota comunícate ahora mismo con Akihiko y yo veré que hago- dijo Sabrina cortando la llamada.

 

 

 

Jugaban sobre la cama robándose besos y acariciándose. Se sentía muy bien la compañía del otro en aquel mágico momento. Repentinamente el teléfono personal de Akihiko comenzó a sonar, tomo el móvil y miro el nombre del contacto en la pantalla.

-¿Qué ocurre?- pregunto Akihiko con voz autoritaria.

Corto la llamada con un gesto muy duro en su rostro tras haber oído las malas noticias matutinas.

-¿Ocurre algo?- pregunto Misaki preocupado.

-Debes irte a tu cuarto, Takano está aquí y te está buscando- dijo Usami.

Misaki exaltado salió de la cama y se coloco la bata negra de seda que había traído puesta cuando se paso a la habitación de su amado, con torpeza recogió la lencería que estaba esparcida por el piso.

-¿Por dónde?- pregunto Misaki.

-Sal por la ventana y corre hacia la derecha hasta que encuentres una puerta, pasaras por la sala de entrenamiento y más adelante encontraras un pasillo por el que doblaras a la derecha de nuevo y llegaras hasta los dormitorios para invitados especiales- le indico Akihiko.

Misaki abrió la ventana y salto al patio, corrió con dificultad pues las pantuflas no eran el mejor calzado en aquella situación.

 

 

 

-Me alegra saber que usted es un hombre tan preocupado por la familia- alabo Fuyujiko.

-Misaki es mi todo- dijo Takano con una boba sonrisa.

-El es un joven maravilloso, felicidades- dejo Fuyujiko.

Se encaminaron por los pasillos compartiendo una amena charla. Yokozawa venia por detrás con su típico porte serio, la verdad que estaban dando muchas vueltas para ser que solo iban a buscar al castaño.

 

 

 

Misaki corría todo lo que le daba el cuerpo, de verdad que se sentía como un idiota corriendo apenas  cubierto por la pequeña bata de seda con el temor de cruzarse a alguien indeseado.

Ya le faltaba poco para llegar, el corazón le latía a mil por hora. Miraba con mucha atención el camino sin deseos de perderse. Llego al cuarto de entrenamiento, ya faltaba poco o por lo menos eso quería crees pues con lo grande que era la casa no podía calcular las verdaderas distancias. Doblo por el pasillo que le había indicado Usami.

-Lo voy a lograr- pensó Misaki animado.

Pero… se freno del golpe cuando el pasillo le presento tres caminos diferentes. Entro en pánico y la mente quedo en blanco. Se había olvidado la última parte de las indicaciones.

-¿Y ahora?

La cosa se podía poner peor… a su derecha comenzó a oír voces. Dudoso se asomo un poco solo para ver quiénes eran.

 

 

 

-Cuando diseñamos la casa pensamos que era necesario tener un área especial para los invitados de clase, el crédito por esta idea se lo lleva Haruhiko porque él fue quien puso las mejores innovaciones para nuestro hogar- comento Fuyujiko.

-Me alegra saber que Misaki está en buenas manos- dijo Takano.

-Sabrina es la encargada de atenderlo- dijo Fuyujiko.

-Esa chica no es de fiarse- dijo Yokozawa serio.

-Al contrario, es un fiel perro de la casa. Ella todo lo controla, bajo esa apariencia que muestra se esconde una peligrosa bestia- comento Fuyujiko, lanzándole una indirecta a aquel impertinente.

Siguieron caminando unos pasos más hablando de temas vánales.

-Aquí es- índico Fuyujiko deteniéndose frente a la puerta de la habitación.

Takano agarro el picaporte y abrió la puerta. Grande fue la sorpresa al abrir la puerta y no encontrar a su amado esposo, pero más llamaba su atención que todo en la habitación estuviera intacto. La ira lo consumió por completo, cegado por aquellas emociones cerró la puerta con violencia y tomo un camino en sentido contrario a donde se encontraban.

-Iré a buscar a mi esposo.

-¿Pero a donde?- pregunto Fuyuhiko confundido.

-Al cuarto de su hijo- escupió con rabia Takano.

-Akihiko que has hecho- pensaba Fuyuhiko mientras perseguía a Takano intentado detenerlo.

 

 

 

Misaki estaba pálido del miedo. Había alcanzado  escuchar todo, ahora de nada servía regresar a su cuarto, tenía que conseguir una coartada. Sin saber a dónde iba o que encontraría regreso al pasillo por el que había entrado y se decidió por tomar el camino de la derecha, y le rezaba a todos los dioses que pudiera salvar su pellejo y el de Akihiko.

 

 

 

Estaba descansando plácidamente sobre su cama aun saboreando en su memoria la maravillosa noche que había pasado... Brutalmente su puerta fue abierta si previo aviso rompiendo su atmosfera de ensueño.

-Infeliz- grito Takano arrojándose sobre Akihiko con claras intenciones de golpearlo.

-¿Pero qué demonios?- cuestiono Akihiko quien rápidamente había reaccionado protegiéndose con sus brazos.

-¿Dónde está mi esposo?- pregunto Takano furioso.

Akihiko miro con incredulidad a su amigo.

-Dime donde se esconde Misaki- ordeno Takano.

De un solo movimiento con el antebrazo se quito a su atacante de encima y lo inmovilizo con una llave.

-Cálmate y dime qué te pasa- dijo Akihiko.

-Se que Misaki paso la noche contigo- dijo Takano furioso.

Una sonora carcajada escapo de los labios de Akihiko.

-¿Qué es lo chistoso?- pregunto Takano con rabia.

-¿De dónde sacaste una idea tan ridícula?- pregunto Akihiko sonriente.

-Misaki no está en su cuarto- dijo Takano desafiante.

-Quizás se quedo en el cuarto de Sabrina, después de todo ellos son muy unidos y con lo que paso ayer seguramente le asusto la idea de estar solo- contesto Akihiko relajado.

Rápidamente la tención de los músculos de Takano disminuyo y toda esa furia que sentía desapareció. Akihiko había realizado una jugada maestra.

 

 

Al principio se había sentido desorientado, perdido en la inmensidad de aquella casa pero sintió un gran alivio cuando vio el cartel de colores con el nombre de Kisa pegado en una puerta. Estaba tan desesperado que ni se acordó de tocar la puerta y simplemente se adentro a la habitación.

-¡Ah!- un pequeño grito de exaltación escapo de su boca cuando encontró sobre la cama los cuerpos desnudos de Kisa y Yukina.

La voz de Misaki despertó de golpe a la pareja.

-¿Qué haces aquí?- pregunto Kisa despreocupadamente sin pena al mostrar su desnudez.

Por otro lado Yukina cubría su cuerpo desnudo con las sabanas. Misaki se sentía tan avergonzado que había dejado caer toda la lencería al suelo y con sus manos había cubierto sus ojos.

-Necesito tu ayuda- susurro Misaki muy incomodo con la situación.

-Pues habla rápido- dijo Kisa.

-Takano está en casa y descubrió que no pase la noche en mi cuarto- comento Misaki aterrado.

Kisa y Yukina abrieron grandes los ojos pues la noticia había caído como balde de agua fría. En un rápido movimiento Kisa se paró de la cama recogió la ropa de su acompañante, se la coloco en las manos y a empujones lo hecho de la pieza cerrándole la puerta en la cara.

-Kisa no puedes dejarme desnudo en el pasillo- dijo Yukina quien estaba desesperado pues temía de que alguien lo viera o peor aun que los padres del niño se enterara de lo que habían estado haciendo.

-No te quedes ahí escabúllete hacia otro lado mientras yo cubro a Misaki- dijo Kisa.

Busco una bata como la que vestía Misaki y se la coloco para cubrir su desnudez.

-Ya puedes abrir los ojos- dijo Kisa mientras recogía la ropa que se le había caído de las manos al castaño.

Misaki descubrió sus ojos y todavía ruborizado por lo que había presenciado miro al más joven.

-¿Qué haremos?- pregunto Misaki preocupado.

-Dirás que pasaste la noche aquí y ocultaremos esto- dijo Kisa serio.

 

 

 

Sonrió complacida con el mensaje que le había enviado su subordinado. Todo parecía marchar a su favor… aunque había gato encerrado todavía, ¿Qué había impulsado a Takano a creer que Misaki podía haberse acostado con Akihiko? Era bien sabido por toda la familia lo que ocurría entre ellos dos pero sabía que nadie los mandaría al frente y Takano era demasiado bobo para ver la realidad, solo quedaba que alguien cercano a Takano le hubiera llenado la cabeza de ideas raras.

Volvió a recostarse en la cama toda desparramada y fingió estar dormida. La puerta se abrió de golpe, ella con pereza abrió los ojos por el molesto sonido.

-Acá no está Misaki- dijo Takano molesto.

Fuyujiko se acerco a la joven y con unas fuertes zamarreadas la despertó.

-¿Qué quieres viejo?- pregunto Sabrina de mala gana.

-¿Y Misaki?- pregunto Fuyuhiko ya desesperado de que el muchachito no apareciera.

-Obvio que con Kisa, ahora váyanse para que pueda dormir- dijo Sabrina fingiendo estar aun adormilada.

Cuando todos abandonaron su habitación ella sonrió complacida, parecía que había ganado otra vez.

 

 

Ya muy cansado y estresado llegaron hasta el cuarto del más joven de la familia. Comenzaba a sentirse fastidiado porque hasta ahora solo habían dado vueltas sin hallar ni un rastro de su esposo.

Tocaron la puerta antes de entrar, nadie les respondió desde el interior de la habitación así que decidieron entrar por la fuerza.

… Un suspiro de alivio escapo de sus labios cuando contemplo el cuerpo de su esposo recostado sobre la cama de aquel joven.

-Gracias al cielo que está bien- dijo Takano aliviado.

-Con nosotros cuidándolo no habrá de que preocuparse- le dijo Akihiko de manera comprensiva.

Habían ganado, habían logrado burlar la verdad.

 

 

 

Todo se había convertido ahora en una cómica historia de celos que habían compartido con la familia. Misaki estaba junto a su marido mimándolo después de todo el ajetreo por el que había tenido que pasar… mientras todo disfrutaban del almuerzo tan ameno de despedida para Takano, Sabrina mantuvo su mirada fija en alguien y en cuanto lo vio salir con las intenciones de fumar ella aprovecho para seguirlo.

-Ya decía yo que a Takano no se le podía ocurrir semejante estupidez de que Misaki se revolcaba con Akihiko- comento Sabrina en voz alta mientras veía como aquel individuo dejaba salir el humo del cigarrillo.

-Supongo que tú eres la que les ha salvado el pellejo.

-No sé de que hablas Yokozawa- dijo Sabrina haciéndose la desentendida.

-El papel de tarada va bien con tu imagen de ramera pero a mí no me engañas- dijo Yokozawa volteando mirarla de manera desafiante.

-Parece que en este tiempo solo te has amargado aun más la vida- dijo Sabrina con burla.

-Déjate de juegos, yo se que Misaki no es el esposo ideal que siempre ha fingido ser ante Takano- dijo Yokozawa molesto.

-Todavía sigues con esa paranoia, ¿Acaso lo que te hizo Takahiro no fue suficiente?- cuestiono Sabrina con crueldad.

-Te gusta jugar sucio- dijo Yokozawa entre dientes.

-Contigo solo hay una forma de tratar, te advierto que conmigo no vas a poder usar tus artimañas- dijo Sabrina molesta.

-¿Y cuál es el problema si yo fui el que le lleno la cabeza a Takano?- pregunto Yokozawa con burla.

-Hay algo que no estás comprendiendo, y es que sin importar lo que pase Takano hará oído sordo a los errores de Misaki- dijo Sabrina seria.

-Cuando el vea lo que es Misaki lo abandonara- dijo Yokozawa con burla.

-Aun si Misaki tuviera un hijo de Akihiko y confesara que lo hizo porque quería, aun así Takano lo elegiría porque está ciego de amor o mejor dicho está obsesionado- dijo Sabrina.

-¿Entonces estas dejando en claro que Misaki tiene un amorío con Akihiko?- pregunto Yokozawa divertido.

-Estoy afirmando que incluso la mierda tiene más oportunidades con Takano antes que tú- dijo Sabrina divertida.

Encolerizado totalmente tomo el cuello a la joven, pero ella no era cualquier mujer y en un movimiento habilidoso se libero y puso contra la pared a Yokozawa.

-Recuerda el día en que ese imbécil te empujo por las escaleras, recuerda aquel chico al que hizo desaparecer y no te olvides que yo no soy tu enemigo- dijo Sabrina.

-¿Qué tiene que ver el en todo esto?- dijo Yokozawa con dificultad sintiendo como la mejillas se raspaba contra la áspera pared.

-Esa persona te hizo abortar y por culpa de él ahora ya no puedes tener hijos, también esa misma persona hizo desaparecer al otro chico que había quedado embarazado de Takano porque a diferencia de ti se que Masamune se hubiera apiadado de él y seguramente de no ser por aquella persona que intervino ahora otro seria su esposo. Cuando esa persona se siente amenazado ataca y tú para el solo eres un obstáculo que fácilmente puede quitar- dijo abrina seria.

-Yo no permitiré que él me ponga un dedo encima de nuevo- dijo Yokozawa con rabia.

-Tú también sabes mucho sobre el pasado, eres peligroso de la lengua para afuera pero no eres rival para el- confeso Sabrina.

-Cada quien a su jugada- dijo Yokozawa liberándose del agarre de la joven.

-Yo te advertí, pero haz lo que quiera. Después de todo si él se desase de ti me habrá quitado un problema- dijo Sabrina con una sonrisa torcida.

 

Notas finales:

Que les ha parecido??

Un lemon super hard (o a mi me parecio que me quedo super de pelicula porno jajajajaja)...

Ese takano deja hijo en todos lados, ecepto misaki a el todavia no lo embarazo...

Yokozawa es muy venenoso pero me da penita a perdido un bebe, lo peor es que se sigue amargando y obsecionando con alguien que no pudo ser...

 

Preguntas

  1. ¿Quien sera ese misterioso chico que quedo embarazado de Takano y lo hicieron desaparecer?
  2. ¿De donde se conocen Yokozawa y Sabrina? ¿Que secretos tienen en comun?
  3. ¿Como decribirian este lemon? (me gustaria conocer su opinion porque me tomo mucho tiempo elavorarlo)
  4. ¿Cuantos secretos mas tendra Takano?

 

Me ha encantado poder actualizar y sobre todo un capi como este que me resulto de lo mas hard y a la vez misterioso...

FEliz y con sueño me despido de mis maravillosos lectores...

Besosssssssss

P/D.: les invito a que paser a leer mi fic "El paraiso en el pecado" es una historia que espero pueda llegar lejos...

 


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