— ¡Xiumin, a levantarse! ¡Chen te está esperando para ir a la casa de Luhan! — Escuché la voz de mi papá gritándome desde el primer piso. Me quejé y me di vuelta en la cama, tapando mi cabeza con las frazadas, volviendo a dormirme. — ¡Minseok! ¡Chen, ve buscar a tu hermano!
— ¡Ah, que se levante solo! — Se quejó a gritos, seguramente para que yo lo escuchara.
— Tonto... — Murmuré entre sueños.
— ¡Ve ahora, Jongdae! — Sonreí.
— Odia que lo llamen así… — Volví a murmurar. Luego de un rato escuché la puerta abrirse lentamente, seguido de unas suaves pisadas hasta la cama, y como el colchón a un lado de mí se hundía.
— Oye, bollo, levántate. Papá me está obligando a llevarte a la casa del ciervo, y sabes que odio esperar, y más a ti. — Me di vuelta en la cama, para el lado donde estaba sentado Chen.
— ¿Otra vez estamos en las mismas? Debo estar teniendo una pesadilla. — Sólo escuché silencio por un momento, para luego sentir como la frazada era apartada de mi rostro con lentitud.
— ¿No vas a levantarte? — Escuché su voz pícara. — Mira que mamá está subiendo. — Lo oía muy cerca de mi rostro, sin embargo no abrí los ojos, aún estaba demasiado dormido como para reaccionar. — De acuerdo, si eso quieres. — Sentí su respiración chocar con mi mejilla, y luego unos tibios labios contra los míos. Abrí los ojos con lentitud. Se separó sonriéndome, lo tenía demasiado cerca. — Ella piensa que te sientes mal. — Abrí los ojos por completo, sentándome en la cama, mientras Chen se paraba, y al mismo tiempo nuestra madre entraba en la habitación. El corazón me latía con fuerza, y mi rostro y espalda quemaban. Chen sólo sonreía divertido a espaldas de nuestra madre, que ahora se sentaba en el mismo lugar que él había abandonado.
— ¿Te sientes bien, cariño? — Posó su mano en mi frente. — Parece que tienes fiebre. — A Chen se le escapó el sonido que haces al contener la risa. Mi madre lo miró confundida, y yo regañándolo.
— Lo siento, creo que me estoy resfriando. — Estornudó conteniendo el sonido. Realmente parecía que antes también había estornudado.
— ¿Es una epidemia? Seguramente es porque anoche no se acostaron hasta tarde. — Me miró con preocupación. — Min, cada vez estás más rojo. ¿Estás sudando?
— No, mamá, en serio estoy bien. No te preocupes. — Le sonreí para tranquilizarla. — Ahora me doy una ducha y bajo a desayunar.
— De acuerdo. — Sonrió. — Chen, vamos, también prepararé algo caliente para ti.
— Sí, enseguida bajo, voy detrás de ti. Las damas primero.
— De acuerdo. — Sonrió divertida, saliendo de mi habitación. Sabiendo sus intenciones salí corriendo al baño, pero él me atrapó justo en la puerta, acorralándome contra la pared junto a esta.
— ¿A dónde crees que vas? — Sonrió posando sus manos en mis caderas, para luego besarme. Lo aparté con mis manos en su pecho.
— No, la puerta está abierta... — Miré en esa dirección, nervioso.
— Sólo un poco más. — Se acercó, pero yo tapé mi boca con una mano, avergonzado. — No te preocupes ahora por tu aliento, me gusta. — Apartó mi mano, para susurrar sobre mi boca. — Me gusta todo de ti. — Sonrió, comenzando a besarme, y esta vez correspondí con más confianza.
Ya me comenzaba a incomodar. No estaba acostumbrado a recibir tanta atención. Mi pierna bajo la mesa se movía por los nervios, sudaba, mi ritmo cardíaco aumentaba cada vez que notaba sus ojos sobre mí haciendo que cada vez me encogiera en mi lugar un poco más. Cerré los ojos con fuerza por un momento, respiré profundo, y decidí hablar.
— Ya basta, ya no me miren así, me ponen incómodo.
— Entonces habla, ¿qué pasó entre ustedes? — Baekhyun cambió de lugar para sentarse al frente de mí, junto a Chanyeol y Luhan. Lay lentamente lo imitó. — El sábado te llevó a casa de Luhan hyung y ni siquiera te dijo algo.
— Ni a nosotros. — Agregó Lay.
— Ya les dije que nuestro padre lo obligó.
— ¿Desde cuándo cumple a raja tabla lo que sus padres le dicen?
— Desde siempre, Channie.
— Déjame reformular la pregunta. ¿Desde cuándo hace lo que sus padres le dicen cuando la orden te incluye? — Chanyeol chocó las manos con Lay, como si el primero hubiese hecho una buena pregunta.
— Hay algo que no nos estás contando, y estás en todo tu derecho de no hacerlo, es sólo...que creímos que confiabas en nosotros como tus amigos. Lo siento. — Luhan se veía deprimido, y a pesar de saber que sólo estaba fingiendo para que largara todo, me hizo sentir culpable.
— Mira lo que hiciste, Luhan hyung llorará por tu culpa. — Baek se sumó a la escena. Miré hacia la mesa de Chen y ahí estaba, mirándome otra vez. Lo vi guiñarme cuando los demás estaban distraídos quitándose la comida entre sí. Me sonrojé y bajé la mirada. «Perdóname Chen por lo que voy a hacer». Suspiré.
— ¡Minseok! — Me regañaron al unísono, ya se estaban impacientando.
— Bien, se los diré, pero no vayan a matarme. Sobre todo porque no lo haré ahora, sino a la salida. — Iban a reclamar, pero justo la hora del almuerzo acabó y debíamos volver a clase. Los cinco suspiramos, yo de alivio, y los demás decepcionados.
En realidad, sí quería contarles, ya no aguantaba más no decirles algo tan... No sé cómo calificarlo, pero lo que importa es que realmente quería decírselos, porque ellos son mis mejores amigos, las personas en las que más confío y no podía no contarles, quería escuchar lo que pensaban, sus opiniones, no sé, sólo necesitaba decírselos.
Miré con detenimiento las expresiones expectantes de mis amigos. Inhalé aire profundamente por mi nariz, y lo exhalé por la boca.
— ¡Nos besamos! — Exclamé, cerrando los ojos con fuerza.
— ¡¿Qué?! — Gritaron al unísono. Luego de eso le siguió todo un drama. Luhan cayó en los brazos de Lay, casi inconsciente, mientras Chanyeol agitaba de los hombros a Baekhyun gritando que "lo sabía", y el sacudido gritaba que cómo pude haber entregado mi primer beso a "ese pervertido", en cuanto a Lay, el chino murmuraba en su idioma natal vaya a saber qué.
— ¡Ya paren! — Todos me miraron congelados en sus lugares. Luhan abriendo un solo ojo. — ¿Por qué siempre...tienen que hacer...estas cosas...? — Bajé el tono de mi voz, ya casi murmurando al notar la forma en que me miraban y comenzaban a acercarse. Retrocedí unos pasos, y cuando me disponía a salir corriendo, me abrazaron entre los cuatro, para palmear con fuerza mi espalda, frotar sus puños contra mi cabeza, hacerme cosquillas y besarme el rostro. Todo lo que odiaba, y ellos lo sabían muy bien. Sólo podía pedir por favor,entre risas y quejidos, que me dejaran en paz. — Ah,no…jajaja...¡Ah! Jajajaja Por favor... — Mi voz sonaba extraña y aguda, porque Lay me hacía cosquillas en el cuello. Las lágrimas comenzaron a caer, producto de la risa.
— ¿Qué creen que hacen? — Todos los movimientos cesaron, y yo suspiré aliviado al ser salvado de mi tortura por el hermano mayor de mi amigo. Los cuatro hicimos una reverencia, y él nos imitó. — Chanyeol, ¿qué haces aún en la puerta de la escuela? Papá debe estar esperándote.
— Sí, lo siento hyung, ahora mismo estaba por ir a casa. Tú...
— Aún tengo cosas que hacer, pero ya que están aquí, ¿han visto a Joonmyeon?
— ¿Mh? ¿Suho hyung? — Todos miramos a Lay. — ¿Por qué lo buscas, hyung?
— Es mi asistente en las tareas del consejo. Tengo mis ojos puestos en él para relevarme el próximo año. No dejaré que ésta escuela sea un desastre cuando me vaya. Entonces, ¿no lo vieron? — Negamos los cuatro con la cabeza. — Si no lo encuentro dentro de la escuela, definitivamente le bajaré puntos. — Suspiró. — Bueno, gracias de todos modos. Vayan con cuidado a sus casas. En cuanto terminen las épocas de exámenes, visiten nuestra casa, me aseguraré de cocinarles algo delicioso. — Nos dedicó una de sus sonrisas, que muy pocas veces mostraba, (la mayoría con nosotros). Todos sonreímos, aplaudimos un poco y agradecimos su amabilidad, para luego despedirlo con una reverencia. No sé por qué Chen y los demás se llevan tan mal con Kyungsoo hyung, si él es tan genial.
— Wah, tu hermano es el mejor. — Baek alzó ambos pulgares.
— Totalmente el mejor. — Luhan y yo imitamos su acción. Chanyeol sonrió en respuesta. Luego, miramos al único que no había dicho una palabra.
— Oh, pero si Lay está celoso.
— No lo molestes, Baek. — Rió Chanyeol, abrazando por los hombros al silencioso chico. — ¿Qué sucede? Oh, vamos Lay, no tienes por qué preocuparte. Es sólo que mi hermano se toma muy en serio su puesto de presidente. Si dice que busca a Suho hyung por un tema del consejo, entonces es así. Además, hyung no está interesado en nada que no sean sus responsabilidades. — Sacudió sus cabellos.
— Realmente espero eso, porque si tuviera que competir con Kyungsoo hyung, no sería justo.
— ¿Competir? ¿De qué hablas, Lay? Tú ni siquiera hablas con Suho hyung.
— Baekhyun, tú nunca ayudas. — Lo miré de soslayo. — Además, Lay, no debes subestimarte. Tú eres realmente apuesto, y tu personalidad es muy agradable. Yo creo que Suho hyung y tú harían una gran pareja.
— ¿En serio lo crees? — Asentí con una gran sonrisa.
— También eres un gran chico con un enorme corazón, cualquiera se enamoraría de ti.
— Gracias Luhan hyung, significa mucho para mí que tú lo digas. — Lay amplió una gran sonrisa en su rostro, y nuestro mayor la correspondió.
— Y tú, no creas que te escapaste. — Baek me señaló con el dedo.
— Tienes que contarnos todo. — Agregó Yeol.
— Disculpen, ¿chicos? — Nos dimos vuelta viendo a Suho, que nos miraba con una gran sonrisa plasmada en el rostro, totalmente normal en él. Ya imaginábamos a quien buscaba. — Disculpen la interrupción, pero, ¿han visto a Kyungsoo sunbae? Lo he estado esperando en la dirección hace un buen tiempo, y no apareció. — Esperó nuestra respuesta, pero sólo lo mirábamos con una sonrisa divertida, a excepción de Lay. Chanyeol lo empujó un poco con el brazo, haciendo que caminara unos pasos hacia él. Suho le sonrió.
— Ah...bueno...esto...Kyungsoo sunbae...él...bueno...es que...él...
— ¡Dios! — Se quejó Baekhyun. — Sólo guíalo a donde Kyungsoo sunbae se fue hace un momento.
— No es mala idea. — Apoyó Luhan.
— Pero no es como si él no conociera...
— No tengo muy buena orientación, la escuela es inmensa, me ayudarías mucho en verdad. — Suho interrumpió a Lay.
— Bien, de acuerdo, decidido. Acompáñalo. — Prácticamente ordenó Chanyeol.
— Bi-bien...
— Te lo agradezco mucho, Yixing. — Sonrió amable, y Lay enrojeció.
— Sabes mi nombre...
— ¿Mh? Sí, como presidente de la clase tengo que saber todos los nombres de mis compañeros. — La ilusión de Lay se fue por la borda. Vimos a Suho contener una sonrisa. Acaso, ¿lo había dicho a propósito? — ¿Vamos? — Lay asintió, se despidió de nosotros y se fue con él, caminando con la cabeza gacha.
— No sabía que Suho hyung fuese así de bromista.
— Tienes razón, Yeollie. Yo tampoco lo sabía.
— Lay es un tontito, no se dio cuenta. — Comenté.
— Después se lo decimos. — Sonrió Luhan, y todos estuvimos de acuerdo con él. — Y después le decimos lo que nos dirás tú ahora. — Asentimos nuevamente, pero yo era el único que seguía viendo por donde Lay y el presidente se habían marchado. Luego noté las miradas sobre mí.
— ¿Eh? — Los miré, y ellos me sonrieron de lado. Suspiré.
Les conté todo, absolutamente todo, incluso nos quedamos hablando en un pequeño parque cerca de mi casa. Hice todo lo posible por decirles los que yo sentía cuando estaba con Chen, algo que realmente no entendía pero que me agradaba y al mismo tiempo me asustaba, porque realmente no sabía lo que pasaba por la mente de Chen. Hablé sobre mis propias inseguridades, de que la idea de que él, tal vez, esté jugando conmigo y me esté haciendo caer en la broma más grande, pesada y cruel de mi vida. Porque la verdad es que desconfiaba de Chen. ¿Y cómo no hacerlo después de todo lo que me hizo desde que nos conocimos? Gran parte de mis inseguridades que hoy en día me acompañan fueron producto de sus burlas en nuestra infancia. Pero, sin embargo, cuando Chen me besó, lo correspondí, y ahora nos besamos cada dos por tres. Pasamos tanto tiempo juntos, (yo en su habitación o él en la mía), y conversamos de cualquier cosa hasta que nos entra el sueño, como si nos hubiésemos llevado así desde siempre. Realmente nunca creí poder sentirme tan cómodo con alguien así nada más, y menos con Chen.
— Entonces, están saliendo. — Afirmó Chanyeol, con un claro tono de duda en su voz, esperando a que yo lo confirmara.
— ¿Eh? ¿Salir? — Lo miré con los ojos grandes, sintiendo que mi rostro comenzaba a calentarse.
— Mh. Son novios, ¿no? — Asintió, como si lo que estaba diciendo fuera lo más común del mundo. Suspiré, mirando mis dedos con los que empecé a jugar.
— No lo sé... — No pude evitar hacer notar mi agobio en mi voz y en mis expresiones, y eso pareció sorprenderlos, porque se miraban unos a otros sin saber qué decir. — Nunca hablamos de eso.
— Vaya, Min. — Baek acarició mi nuca. — Se ve que te gusta en serio. — Me mordí el labio inferior. No iba a negarlo, puesto que jamás había sentido mi corazón latir tan fuerte como cuando estaba con Chen, y ni hablar de que me reía de cada cosa que él decía como si fuera el mejor chiste en la historia. Chen era muy gracioso y divertido, sí, pero yo no podía no reírme de hasta las cosas más absurdas que decía, causando su risa también, (si pasabas por nuestras habitaciones, seguramente escucharías mi risa escandalosa). Lo que más me gustaba era escuchar como nuestras risas sonaban juntas. « ¡Dios, me estoy volviendo todo un cursi! ¡Parezco una colegiala enamora… »
—... — Tan oportuna, la imagen de Chen riendo a carcajadas, y luego sonriendo divertido mientras bromea conmigo y yo no soy consciente de que me está tomando el pelo, se coló en mis pensamientos haciendo que la temperatura de mi rostro incrementara drásticamente a la vez que mi corazón aumentaba su ritmo. — ¡No, imposible! — Me tapé la cara con las manos.
— Seok, ¿qué te pasa?
— ¿Ah? — Miré a mis amigos que me miraban extrañados, y con expresiones divertidas en sus rostros. — Ah... No, nada. — Reí nervioso, rascándome la nuca, para luego volver a ponerme serio. «No es posible, ¿cierto? Que yo...esté enamorado...de Chen? ». Nuevamente, su rostro invadió mis pensamientos, sus ojos, sus largas pestañas, su perfectamente delineada mandíbula, su sonrisa, sus labios... Mordí mi labio inferior, y me agarré la cabeza con ambas manos en signo de desesperación. « ¡¿Cómo puede ser posible?! »
— Ok, no. — Baekhyun apartó mis manos de mi cabeza. — Estás entrando en crisis. No tengo idea de lo que estás pensando pero, por ahora, déjalo o te volverás loco.
— Creo que ya lo está. — Chanyeol negaba con la cabeza. — Mira que fijarte en Chen después de todo lo que te hizo.
— ¡Lo sé! — Lloriqueé. Estaba comenzando a entrar en pánico.
— Yo no lo creo tan así. — Dijo Luhan, que estaba parado junto a Chanyeol, mientras que Baek y yo nos encontrábamos sentados en una banca en el parque, él aún sosteniendo mis manos. — …l dijo que te quiere, ¿no? — Algo dentro de mí se movió haciendo que me tensara. Baek lo notó seguramente, porque me miró sin soltarme aún. — Se nota que se viene aguantando desde hace tiempo, sino no te lo diría al mismo tiempo que se te confesó. Es muy apresurado. — Aclaró. El aire comenzó a hacérseme pesado, provocando que respirara más profundo de lo normal. — Pienso que quizá, no sé, tal vez quiso decirte algo más pero se contuvo. No conozco mucho a Chen, pero de lo poco que he aprendido de su personalidad en estos tres años y lo que Sehunnie me dijo, es que es un chico impulsivo, y si se contiene no lo hace del todo, más bien a medias. — Baekhyun soltó mis manos con suavidad, susurrando pensativo para sí un "es verdad". Realmente sonaba a como era Chen. No pude contener una sonrisa, de repente me sentía más seguro y...feliz, ¿para qué negarlo? — No sé ustedes, pero yo le creo. — Concluyó.
— Es verdad que Chen es un idiota compulsivo, y también que no es bueno para hablar. Siempre lo escucho decir estupideces, cosas sin importancia que sólo hacen reír a sus amigos, pero...también pienso lo mismo que Luhan hyung. — A Chanyeol parecía costarle decir eso, siendo él tan celoso y posesivo de sus seres queridos. Se aclaró la garganta. — Aún sigue sin caerme bien. — Sonreímos y Baekhyun rió.
— No tiene que caerte bien a ti, Channie, ni a ninguno de nosotros. Yo sigo estando en desacuerdo, pero eso no importa. Minseokkie es el que debe sentirse cómodo con esto. — Baek me dedicó una brillante sonrisa y yo le respondí con una igual. — Sabes que lo único que deseamos para ti es que seas feliz, aunque a la felicidad la encuentres junto a ese marsupial, (por eso la sobreprotección). En cuanto haga algo que no nos gusta, mandaré a Chanyeollie para que le rompa su... — Luhan tapó su boca con las manos.
— Definitivamente lo haré. — Afirmó con los brazos cruzados Chanyeol. — Tú avísame.
— Chicos, no exageren. — Sonrió Luhan. — Con unos buenos pelotazos accidentales en sus partes nobles será más que suficiente. Deseará no haber nacido nunca. — Nos quedamos en silencio por la repentina muestra de pensamientos violentos de quien era la persona más adorable del mundo, al menos para nosotros. Definitivamente su aspecto lindo y delicado no encajaba nada con aquéllas palabras. — No se juzga un libro por su portada. — Y enseguida todos comenzamos a reír a carcajadas.
— Son los mejores chicos. — Dije cuando conseguí calmarme un poco. — En verdad me ayudaron mucho. Gracias. — Sonreí sinceramente, y ellos me correspondieron de la misma manera.
— Bueno, ya, no se pongan cursis ahora. — Bromeó Chanyeol. — Chicos, me tengo que ir. Si no llego antes que mi madre, y mi papá le dice a hyung que llegué tarde, mi hermano no me alimentará como se debe, y estoy en pleno crecimiento.
— ¡¿Quieres crecer más?! — Bromeó Baekhyun, haciéndose el alarmado exageradamente. Enseguida Yeol lo tomó del brazo, levantándolo de la banca y estrechándolo fuertemente entre sus brazos contra su pecho.
— ¡Ayyy, pero que gracioso Bacon! — Dijo irónico, mientras reía.
— Yeollie, no buedo despidad. — Lo soltó. — Y no me digas Bacon, es Baekhyun. — Se acomodó el cabello. Chanyeol rió y luego le mordió la cabeza. — ¡Chanyeol! — Regañó. — ¿Por qué siempre haces lo mismo? — Se sobó la cabeza frunciendo el ceño.
— Es que eres muy lindo, y me dan ganas de morderte. — Baekhyun se sorprendió y sus mejillas se tornaron rosáceas. — Me haces acordar a mi hurón. — Baek torció sus labios en una linda expresión de molestia. — No te enojes, sabes que me gustas más. — Revolvió sus cabellos, lo miró con una sonrisa, como pensando si hacer o no algo, y al final se decidió a besar su mejilla. — Nos vemos, chicos. — Nos saludó con la mano y se marchó. Luhan y yo nos miramos cómplices, a la vez que tratábamos de contener nuestras risas y saludábamos a Chanyeol. Cuando éste desapareció de nuestra vista, nos largamos a reír a carcajadas, lo que despertó a Baekhyun del trance en el que el beso de Chanyeol lo había dejado. Si antes estaba sonrojado, ahora estaba más rojo que un tomate. Luhan y yo reímos más escandalosamente.
— ¡Ya cállense! — Tratamos de contenernos, pero nos fue imposible. Yo ya me agarraba el estómago con ambas manos por el dolor a causa de la risa, y Luhan se apoyaba en mí como si fuera a perder el equilibrio por las semejantes carcajadas que soltábamos. Baekhyun bufó molesto, pero luego sonrió.
Si bien, yo reía porque los comportamientos de mis amigos me divertían, también reía porque ahora me sentía más relajado, incluso más convencido de los sentimientos de Chen y los míos propios. Porque sí, estaba enamorado de Chen, desde la primera vez que lo ví, aunque suene masoquista, y no estaba consciente de ello. Por eso me afectaba tanto lo que él me decía, por eso nunca reaccionaba ante sus burlas, por eso no me gustaban sus juegos del "buen hermano mayor" en frente de nuestros padres, porque tenerlo así de cerca me ponía nervioso y muy inquieto,(prefería que no me tratara tan bien, a descubrir que esa inquietud era causada por algo más),y por eso, últimamente me había estado esforzando tanto por estar cerca de él, aunque fuera como un hermano, sobre todo porque Chen me había mostrado otro lado de él, un lado en el que se preocupaba por mí, en el que pensaba en mí, en el que quería protegerme. Eso me hizo feliz y me ilusionó sin darme cuenta de ello. Y es que Chen tenía una debilidad, y esa debilidad era yo.
Amor Yaoi
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