Faltaban 4 días para el gran día, todos estaban súper estresados, especialmente Benjamín, corriendo de un lado a otro revisando que todo fuera perfecto, la boda, se realizaría en la glorieta del jardín norte de su residencia y la recepción, seria en el salón de su casa, todo muy intimo y divino, hasta ahora no había problemas con nada, pero para Benjamín, cada grano de polvo equivalía al apocalipsis.
- Están seguros de que encargaron los arreglos que diseñé!? - preguntaba frenético Benjamín por su manos libre a sabe Dios quien, supondríamos que se trataba del florista, o del decorador, pero con Benjamín nunca se sabia, bien podría estar hablando con el planificador, o con algún jardinero en Bélgica.
- Benja mi vida, debes relajarte, no has dormido nada en dos días, y no has comido mas que lates y pie de limón! - Tristán se encontraba sentado junto a el, leyendo el diario y desayunando junto con el resto de la familia, que se estaban alojando en la mansión Fabritzzio hasta la boda.
- No trates de persuadirlo Tristán, recuerdas como se puso cuando organizo su primer desfile?, no había nada que lo parara - dijo Sarah la madre de Benjamín retomando su animada conversación con Olivia y Cristiana las únicas mujeres además de ella en esa mesa.
- Creo que se como hacer algo - dijo Tristán, sigilosamente le quito el manos libres a Benjamín y dijo - Confío en que se harán cargo de todo, necesito que la novia coma y descanse, cambio y fuera - cerro la llamada y dejo el aparato en la mesa, bajo la mirada de "que mierda te pico!" de Benjamín.
- Pero que!... - alcanzo a decir - Tristán! - estallo, el mayor lo tomo del rostro y le planto un beso agitado y muy movido debido a la reticencia de Benjamín.
- Mi amor, te están saliendo ojeras, y granos debido a los pies que comes, y a que no duermes, si quieres que todo sea perfecto deberías preocuparte un poco por lo mas importante, tu - dijo muy serio mirándolo, y señalando todas las imperfecciones que nombro, sabia que botones presionar para que Benjamín entrara en razón, y así fue, el chiquillo obedientemente alejo el plato de huevos y tocino y agarro un tazón con frutas y un jugo de naranja.
- Bien! - refunfuñó mientras comía un trozo de papaya, Tristán sonrió triunfante e hizo una graciosa reverencia hacia su publico.
Terminaron el desayuno en paz y Tristán casi que arrastro a Benjamín a la habitación para que durmiera.
- No puedo dormir Tris!, que pasa si alguien olvida algo, o si se dañan las esculturas de hielo!, o si pierden los trajes, o alguien derrama algo sobre ellos o si... - Tristán callo el agitado monologo con un ardiente beso, que los fue llevando hasta la cama, sabia lo que debía hacer, Benjamín estaba agotado mentalmente, pero su cuerpo aun tenia mucha energía, debía cansarlo, agotarlo, dejarlo exhausto y solo el sabia como hacerlo.
- shh... no digas nada pequeño, solo relájate - susurraba en el oído del menor mientras bajaba con una húmeda estela de besos por el cuello descubierto, levanto la amplia camiseta que usaba Benjamín y se la quito rápidamente.
- Tristán no... - gimoteaba Benjamín, mientras su atacante le quitaba el ajustado pantalón negro.
- Basta mi amor, yo me encargare de todo, tu solo descansa - Tristán tomo ambas manos de su pequeño y las subió sobre la cabeza de este, las apreso con una de sus manos mientras se sentaba a horcajadas sobre el, lo beso urgentemente en los labios, el cuello, bajando por el pecho y entreteniéndose en los duros pezones.
- Ahh! - gimió Benjamín - Tris... no... ahh! - jadeos y gemiditos salían tímidos por los labios rojos y entreabiertos del menor.
Tristán continuo con su tarea húmeda por el pecho y vientre de Benjamín, acaricio la blanca piel con su lengua haciendo que cada una de sus terminaciones nerviosas despertaran, regreso a sus labios acariciándole el rostro, soltó el moño que sostenía su cabello en una rosca alta y lo dejo caer como una cascada sedosa y oscura como la noche, la noche que debía recuperar Benjamín.
- Eres bello mi amor - dijo regresando por su camino de besos hasta el pálido vientre, enterró la lengua en el ombligo del menor lamiendo lascivamente haciendo que Benjamín enarcara la espalda y soltara un ardiente gemido de placer.
Continuo hasta llegar a la ropa interior y la quito lo mas rápido que pudo, el erecto pene de Benjamín salió ansioso y se coloco firme y duro coronando su pelvis, Tristán lo recostó sobre el abdomen de su dueño y empezó a proporcionarle deliciosas y ardientes caricias, que hicieron que Benjamín casi perdiera la conciencia.
- Ah!!! ... Tristán!!! ahhh!!! - gemía ahora descontrolado y movía sus caderas como poseso mientras Tristán empezaba a succionar su miembro con gula.
- mmhhh!! siiii!!! - gritaba con el placer desgarrándole la garganta.
Tristán soltó el pene y se coloco las piernas de Benja sobre los hombros, para levantar sus caderas y tener acceso a la entrada del menor.
- mmm pero que tenemos aquí? - dijo meloso acariciando con su dedo el hambriento agujerito.
- Ah!! mételo! yaa Tris!! - grito desesperado Benjamín, Tristán lo volteo y lo dejo boca abajo.
El chiquillo goloso levanto el trasero y lo movía provocativamente para tentar a Tristán, este abrió las nalgas y enterró la cara entre ellas para lubricar la entrada de su pequeño.
- Sabes algo mi amor? - dijo deteniendo su lengua para empezar con sus dedos un mete y saca lento y tortuoso.
- Queeehh! - grito Benjamín ante la intromisión.
- Tienes un sabor delicioso - dijo sacando su dedo y penetrándolo nuevamente con la lengua.
- AAhhhh!! - gimió corriéndose irremediablemente sobre la blanca sabana de seda que cubría su cama.
- así me gusta mi vida - dijo Tristán notando como poco a poco, la resistencia de Benjamín decaía, y se entregaba a la inconciencia de buena gana.
- pero... ahhh - bostezo - aun no... te has corrido tu - dijo muriendo de cansancio.
- Eso no importa pequeño - dijo Tristán acariciándole el cabello suavemente.
- Claro que importa - dijo volteándose para mirarle - quiero tocarte - dijo haciendo un puchero con mirada suplicante de cachorro.
- No Benja, estas muy cansado - dijo Tristán besándole la frente - dejémoslo por ahora, duerme mi amor - dijo intentando levantarse pero Benjamín lo detuvo.
El menor lo miro detenidamente, y luego vio los pantalones de su novio, su gran pene se dibujaba erecto y ansioso, con una mano empezó a acariciarlo.
- Benjamín... - dijo serio - duérmete! - ordeno, pero el menor no se detuvo, le aparto la mano y se acomodo el pene en la ropa.
- Me encanta cuando lo tocas - dijo juguetón acariciándolo de nuevo, y Tristán volviendo a apartarlo, el menor tomo la mano de su novio y la coloco sobre la erección del mismo - si te tocas para mi me duermo - dijo condicionándolo como un niño caprichoso.
- Bien - dijo rendido Tristán, cualquier cosa para que Benjamín descansara.
El menor se acomodo en la cama para mirar mejor el espectáculo.
Tristán, serio, sin decir una palabra, se quito la camisa, descubriendo su hermosamente esculpido cuerpo, luego el pantalón junto con la ropa interior dejando ver su glorioso y duro pene, igual de silencioso se sentó en el silloncito junto a la cama de Benjamín, este corrió y se sentó a los pies de Tristán para verle mejor, el mayor comenzó, envolvió su pene en su fuerte mano y lo presiono levemente desde la base, bajo un poco la piel para descubrir su rosado e hinchado glande y comenzó el vaivén con su mano, el miembro de Benjamin no tardo en reaccionar y competir con la dureza del de Tristán, este con su otra mano acaricio sus testículos, empezando a disfrutarlo de verdad, y dejar escapar roncos gruñidos de su boca, Benjamín no pudo mas y también comenzó a masturbarse, provocando a Tristán y a si mismo, aunque sentir a Tristán dentro de su cuerpo gozándolo era como estar en el paraíso y saborear la gloria, estas masturbaciones provocativas mirándose, tentándose, deseándose con el cuerpo y el corazón lo excitaban demasiado tanto a el como a su novio.
- Ahh! - dejo escapar roncamente Tristán mientras comenzaba a jugar con su liquido pre-seminal.
- Siii!! - gimió Benjamín aumentando el ritmo, pero eso no era suficiente para el, sin dejar de mirar al mayor y sin dejar de tocarse, metió dos de los dedos de su mano izquierda en la boca, los chupo y los ensalivo hasta que la saliva goteaba de ellos, se tendió en el suelo boca arriba, y subió las piernas a ambos brazos del sillón, quedando abierto y excitado para Tristán, llevo los dos dedos y sin mas los enterró en su cuerpo, el mayor aumento el ritmo mientras veía al pequeño tocándose con desesperación, Benjamín metió mas sus dedos dentro de el hasta que el mismo alcanzo ese delicioso punto y gimió corriéndose sobre el pene de Tristán, que al sentir los tibios chorros de Benjamín bañándolo lo siguió en un espectacular orgasmo que pinto de placer el blanco lienzo de la piel de Benjamín.
Ambos relajaron sus respiraciones, y cuando Tristán volvió a la realidad, se encontró con Benjamín dormido en el suelo a sus pies, lo levanto y lo miro, era una obra de arte, despeinado, sudoroso, mejillas rojas, labios hinchados, su pene flácido descansando lánguido en su vientre y los chorros de su corrida adornando su delicada piel, no lo limpio, porque simplemente le encantaba como se veía, así como estaba lo recostó en la cama suavemente, lo tapo con una cobija, y cerro las ventanas para que la luz no le molestara, se vistió e igual de silencioso salió de la habitación, satisfecho y orgulloso de haber cumplido con su misión.
Bajaba las escaleras cuando escucho chillidos y gritos desesperados, como si alguien estuviera muy molesto con otro alguien... pensó un poco antes de descartar la idea de que Benjamín hubiera fingido dormir y se hubiera escapado por la ventana, pero pronto descubrió quien era.
- Que pasa Cristiana porque le gritas a la puerta! - dijo sorprendido Tristán al ver el escandalo que su hermanita armaba.
- Mira Tris, Benja me encargo la boda a mi, y el idiota de las bolsas de regalos intercambio los femeninos, en lugar de poner un par de pendientes de zafiros, los puso de rubíes, Benjamín va a matar a alguien como no se arregle eso.
- Ok, con quien hay que hablar para arreglarlo - pregunto a su hermana que estaba casi tan alterada como Benjamín.
- Con la joyería francesa donde Benjamín mando a encargar los pendientes hace 1 mes! - grito desesperada la rubia muchacha zarandeando a su hermano mayor que temblaba un poco aterrado ante aquello.
- Porque tu sabes eso y yo no!!! - chillo desesperándose.
- Porque tu eres el inútil novio!, yo! soy una de las damas de honor!
- Ok, hay que hacer algo, conoces a alguien que este en Francia ahora? - pregunto a su hermana.
- Claro porque yo conozco a una persona en cada puto país!
- Esa boca! - dijo molesto, pero la niña no le hizo caso.
- Debemos hacer algo rápido - suspiro Cristiana tratando de calmarse.
- Y si encargamos otros a alguna tienda local? - pregunto Tristán.
- Tu boda es en 3 días estas loco!
- Ok ya, no me mates! espera... - dijo recordando algo... - Isaac! - grito sacando su teléfono, su hermana lo miraba confundida.
- Quien es Isaac? - pregunto, su hermano la ignoro.
- Isaac! hermano estas en Francia cierto!? - grito Tristán apenas su amigo contesto.
- Si, pero mi vuelo sale mañana por la noche y estaré 1 día antes de tu boda - respondió algo asustado por el griterío.
- Lo se pero necesito que hagas algo por mi!
- Claro que cosa?! - dijo Isaac casi gritando al igual que Tristán.
- Espera - Cristiana! como se llama la joyería, y en que parte de Francia esta!
- Esta en Paris, se llama "Le petit amour jewerly", el encargado se llama Antón Monier, dile que llama de parte de Benjamín y el sabrá que hacer.
- Ok Issy, escúchame.
- No me llames así!.
- shht! escucha... necesito que vayas a... anota - dijo haciendo una pausa.
- ok dime... - Isaac empezaba a preocuparse.
- Busca una joyería en Paris llamada "Le petit amour jewerly", y busca a Antón Monier, dile lo del encargo de la boda de Benjamín Fabritzzio y que te lo de a ti, que llame a confirmar si quiere, pero que me llame a mi no a Benja, a el le daría un infarto si se entera de que hay problemas.
- Claro porque tu estas tan calmado.
- Ya... por favor amigo ayúdame con esto.
- Esta bien, hermano no te preocupes, yo lo llevare, que es? - pregunto.
- Son 100 pares de pendientes de zafiros y oro blanco.
- Claro... yo los llevo no te preocupes - dijo a Tristán.
- Gracias hermano, eso es muy importante para Benjamín, no quiero imaginar como se pondría si se enterara - dijo sinceramente asustado, le preocupaba que su blanca nieves se convierta en la reina malvada de un segundo a otro por un desastre como aquel.
- No te preocupes, lo tengo bajo control, por cierto, mis muchachos llegaran mañana a partir de las 18h00 para las pruebas de sonido, pero Leo llegara conmigo.
- No me dijiste que Leo era el violinista principal?, porque el esta contigo en Paris cuando debería estar practicando para tocar en mi matrimonio! - dijo Tristán exasperado.
- Tranquilo, el es de mis mejores muchachos, pero lo necesitaba acá conmigo pero esta bien, el llegara conmigo y sabe exactamente lo que tiene que hacer, además el es parte de la boda también, el caminara con tu hermana al altar.
- Bien... se quedaran aquí hasta la boda?
- No lo se... llegaremos el viernes en la mañana, supongo que si, nos quedaremos ahí hasta la boda.
- Perfecto, bueno amigo, gracias y nos vemos el viernes cuídate.
- Ok hasta el viernes, saludos a Benja.
- Listo, problema resuelto, y decías que yo era el inútil novio - dijo orgulloso a su hermana que lo miraba asombrada.
- Listo manejaste el problema muy bien, supongo que estas listo para casarte con Benja - dijo Cristiana dándole un beso en la mejilla - pero... que pasa si Benjamín quiere ver los pendientes antes... - pensó en voz alta muy nerviosa.
- Le decimos que se retraso la entrega, pero que ya la confirmamos para el viernes temprano - dijo saliendo con una solución muy rápidamente.
- Bien pero... eso lo molestara de cualquier manera.
- Si pero el impacto será menor.
Ya eran las 16h00, Benjamín había dormido cerca de 8 horas.
Tristán subió para revisar como estaba Benjamín, con la seguridad de poder decirle que todo estaba bien: el pastelero había llegado y los esperaba, los trajes también, las damas de honor habían ido a recoger sus vestidos y ahora estaban bronceándose en la piscina y los caballeros habían ido con Michelle (el wedding planer) a la tienda de trajes que Benjamín ya había escogido, a recoger los previamente autorizados trajes, todo estaba, al menos hasta ahora, bajo control.
Entro a la habitación de su novio despacio y lo encontró acurrucado en la cama enredado en la sabana, sonrió al verlo y se sentó junto a el, le acaricio el largo cabello negro.
- Mi amor - dijo despacio besando el desnudo hombro de Benjamín - mi vida, el pastelero esta esperándonos para la prueba.
- mmmmhh... - ronroneo Benjamín abriendo los ojos, Tristán le sonrió y le dio un beso en los labios.
- Vamos pequeño a bañarte, el pastelero esta abajo - dijo Tristán descubriéndolo, tenia los pegotes de semen aun en su cuerpo, pero se veía precioso.
- Aun tengo sueno! - dijo berrinchudamente - es tu culpa por obligarme a dormir - Benjamín volvió a taparse.
- Benja es el pastel de la boda - al oír boda se despertó.
- Ok - salto como resorte de la cama hacia el baño y 5 minutos después salía del baño vestido con unos vaqueros ajustados y una camiseta suelta hasta medio muslo con el cabello recogido en una coleta alta, casi parecía una mujer.
- Listo! - exclamo el pequeño abriendo la puerta, Tristán salió detrás de su futuro marido y bajaron hasta encontrar al pastelero.