Seúl, Martes 07:02 a.m
P.O.V Dona:
Había llegado corriendo a la cascada cuando me dieron la noticia, tenía una reunión importante con el consejo de los pura sangre, una demanda de Jinki porque en la escuela discriminaban a su hijo por ser mitad humano, pero no llegué a pasar la puerta cuando NamJoon me gritó:”¡Luhan esta peleando con un demonio de zorro nivel 6 en los terrenos cercanos al jardín de niños!”.
Dejé mis cosas de la escuela abandonadas en el suelo y sin pensarlo mucho corrí hacía el lugar con mi equipamiento necesario, aún no todo los equipos de cazador eran los mismos.
Al estar corriendo por el bosque llegué a ver a lo lejos humo color naranja, clara señal de quemaduras de demonio, y solo tienen ese color cuando queman humanos. Cuando alcance el lugar mis ojos grandes y redondos se abrieron más de lo normal, lo primero que vi fue a Luhan salir volando y chocar contra un roble, para segundos después levantarse y correr, en el momento justo en que la bestia embestía el árbol.
Luhan se encontraba con una barra metálica extensible en sus manos, esta no era normal, ya que desprendía una tenue luz azul, que no era nada más que electricidad mezclada con magia nivel 5. Un solo toque de ella es mortal para cualquier ser, claro, cualquiera menos un demonio. Y aún que Luhan fuera uno de los rangos más altos, y se lo haya ganado con meritos, necesitaba mi ayuda.
-¡Ni se te ocurra Dona! –me gritó justo en el momento en que le asestó un golpe en la cabeza al monstruo, que dejó escapar un fuerte alarido.
-¡Pero estas mordido imbécil! –le grite, y era cierto, en su antebrazo derecho ponía ver una quemadura de color morada que desprendía un suave humo naranja.
-¡No pedí… -la bestia se lanzó otra vez hacía el, pero Luhan hizo uso de su extraña velocidad y de un segundo a otro estaba a mí lado. –No pedí tu estúpido diagnostico, ahora hazme el favor y… -señalo hacía arriba y seguí el punto, sobre nosotros arriba de las ramas de un pino habían 6 niños. –Llévatelos de aquí.
-Luhan. –le llamé tirando de su brazo, el sano. –Si no te tratas eso terminaras sin brazo… En el mejor de los casos.
-No es mi culpa ser el cazador de más rango mientras Minho no este. –dijo quitándome mi mochila de un tirón, al parecer la bestia estaba confundida, nos estaba dando la espalda y parecía creer que ya no estábamos, el último golpe la había dejado fuera de lugar. -¿Solo traes esto?
-¿A que te refieres con “solo esto”? –me ofendí, era el mejor material que encontrarías en este lado de Seúl.
-Mierda… Bueno, peor es nada. –dijo sacando un pequeño ovillo de lana azul, el cual lanzó al monstruo, la lana (que en realidad se trataba de pedazos de cielo tejidos, apresaron al demonios dejándole inmóvil. –Ok… -luego tomó del interior de mi mochila lo que parecía una simple pluma de ave, pero que cuando decías las palabras correctas se convertía en una katana. –“Ego Ero Fidens” (Seré fiel).
Como sabía, la pluma azul (anteriormente negra, porque dependiendo del anillo que porte el cazador cambia su color) se transformo en un katana de hoja resplandeciente.
-¿No deberías evitar que los niños vean esto? –preguntó, y mire a los niños haciendo señas de que se taparan los ojos, luego me acerqué junto a la bestia que luchaba por soltarse, y de reojo note que la cuerda de cielo no duraría mucho tiempo. –Ya sabes, tu lo sostienes, yo lo abro.
-Esta bien… -murmure tomando la pata del animal y así hacerlo girar sobre si mismo, mi fuerza no era chiste. Dejé al animal “panza arriba” y Luhan no se hizo esperar y clavó la espada en el vientre del demonio. –Joder…
Apenas hacer la herida, de esta comenzó a brotar sangre morada, humo naranja (ya que Luhan se estaba quemando las manos al sostener la espada sin protección) y pequeñas piedras rojas resaltaban en el liquido que de a poco se volvía color verde brillante. El monstruo aún estaba vivo, por lo que no tenía que soltarlo, cosa que se me hacía difícil gracias al fuerte olor a putrefacción que emanaba de el.
Luhan sacó la espada, para luego volver a clavarla, repitió la acción 5 veces más hasta que sentí al demonio aflojar el agarre.
-L-lo encontré… -le ví soltar la espada, la cual se convirtió otra vez en una pluma al tocar el suelo, y luego meter las manos en la abertura que había quedado en el vientre del demonio. –Llevaba así tal vez… 2 semanas… No era tan fuerte. –decía revolviendo el interior de aquella cosa, luego de unos segundos tiró y sacó algo que parecía una masa roja, como si se tratara de un bebé aún en su placenta.
-¿Son garnets? –pregunte en referencia a las piedras rojas en la sangre, pequeñas piedras preciosas color rojo, que representan pecados, en caso del color rojo, es la lujuria.
-Tal parece… -murmuro abriendo la masa, y de ella saco a un pequeño zorro muerto. –Como supuse… Era un zorro con pecado hacía la lujuria.
-¿De donde se le habrá pegado? –solté al cuerpo sin vida del demonio, limpiando mis manos en mi falda.
-Tal vez viendo a los adolescentes que aún vienen a follar a este bosque, es imposible deshacerse de ellos. –dijo dejando el cadáver de zorrito en el césped.
-¿Qué es follar? –la voz de los niños sobre el árbol me trajo a la realidad.
-Nada niños, y jamás digan esa palabra, es cosa de gente mal educada. –dije ayudándolos a bajar del árbol, y cuando apenas estuvieron en el suelo salieron huyendo. -¿Pero que….?
-Les dije que les daría su prime… Primera quemadura de cazador cuando acabara con el demonio… -explicó manteniéndose de pie con ayuda de su barra de metal extencible, la cual suele llamarse:”Drack”.
-Eres cruel con los niños. –dije acercándome, para luego pasar mi brazo por su cadera, así el pasar su brazo por mis hombros, ayudándolo a caminar.
-Crece cerca de Sehun y luego dime si quieres a los niños. –murmuro, su voz de a poco se volvía más baja. Se le notaba que intentaba no perder el conocimiento. –Ah… Por cierto, Sehun quiere ir al baile de mascaras contigo D.O.
-No me llames así… -dije con una sonrisa. –Solo me llamas así cuando estas molesto.
-Estoy molesto contigo KyungSoo. –dijo con mirada severa, pero esta se encontraba muy adormilada.
-¿Te molesta que Sehun quiera ir al baile conmigo? –dije con una sonrisa en forma de disculpa. –De todas maneras no iba a ir.
-Lo mismo le dije, pero el necio insistió. –lo escuché gruñir cuando estábamos llegando a la cascada. Lo mire y su rostro se veía pálido. –Ah joder duele…
-Lo se hyung, te dejaré aquí he iré a decirle a Sehun que no iré al baile.
-Gracias Kyung…
Seúl, Martes 19:20 p.m
P.O.V Lay:
-¡¿Qué iras donde?! –los pulmones de Baekhyun tienen algo especial, además de tener la voz irritante estos eran poderosos.
-Ese chico Tao me invitó, dijo que como no conoce a nadie quería ir al menos con un amigo. –expliqué con una sonrisa, la noche en que Tao fue a mi café nos quedamos hablando por horas, y aún que gracias a eso había faltado a clases no me molestaba, Tao era un chico increíblemente agradable.
-No es justo. –bufó. –Chanyeol esta en el edificio E, tu ahora tienes una cita para un baile de mascaras super Fancy y yo… Mierda, estoy solo.
-Chanyeol también asistirá según dijo Tao, puedes pedirle que te llevé. –dije sin pensar en mis palabras, mala idea, puesto que en segundos Baekhyun ya no estaba, me había dejado completamente solo en nuestro árbol de siempre.
**¿Hice bien en decirle esto?**
…
“Probablemente no, pero no lo has hecho con mala intención Lay”
…
**Disculpa, pero quiero hablar con el otro Yixing**
…
“¿No te caigo bien Lay?”
…
**No es eso… El Yixing del laberinto se había sacrificado por mi, querría saber si esta bien**
…
“El esta muerto, al igual que yo, simplemente podemos hablar contigo porque… ¿Sabes algo? Ni yo lo se”
…
**¿No debería de pasar?**
…
“No, o por lo menos, cuando yo estaba en tu lugar no había pasado”
-Hey, pequeño unicornio. –abrí mis ojos, los cuales había cerrado para concentrarme en mi voz interior. Frente a mis ojos estaba Krystal con gesto de enojo. –Tenemos asuntos pendientes.
-Disculpa, no tengo nada que hablar contigo… -dije mirando a nuestro alrededor, había unas cuantas personas por el campus, no me sentía tan indefenso ante ella.
-Claro que tenemos que hablar Yixing. –chasqueó los dedos y de un momento a otro el escenario había cambiado, el césped verde y edificios escolares habían sido remplazados por los grises muros del laberinto. -¿Este lugar es más tranquilo para hablar o es idea mía?
“No es real”
-N-no es real. –dije a duras penas, el frío del muro atravesaba mi ropa llegando a mi cuerpo, mandándome constantes escalofríos. –No lo es.
-¿Quién ha estado enseñándote mis trucos, pequeño unicornio? –volvió a chasquear los dedos y el laberinto desapareció, volviendo a ser el soleado campus de la escuela. –No me gusta que sepas tanto, no se supone que deba ser así.
-¿Y tu como puedes decir eso? –pregunté levantándome del suelo, sacudí mi ropa y tome mis cosas, estuve a punto de irme cuando escuché su voz.
-Por que no es tu destino sobrevivir.