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"El diario de la Luna" (EXO) por Sai Choi

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Notas del capitulo:

Hola criaturitas.

Lamento la tardanza, como verán, estoy pensando donde poder actualizar mejor, y por ahora también tengo la opción de hacerlo en mi pagina de WattPad.

 

Trate de hacerlo lo más largo posible.

Si tienen dudas no olviden comentar, y lamento no responder sus coment como debería.

Seúl, Jueves 10:30 a.m

 

P.O.V –sorpresa-:

 

Me encontraba sumido en mis pensamientos, me pasaba mucho últimamente, me perdía en los miles de recuerdos que llegaban a mi mente entre divagaciones.

Como la brisa en un caluroso día de verano.

Las flores de cerezo floreciendo en un festival.

Sus ojos color miel siendo iluminados por los fuegos artificiales.

Y de repente, el fuego, la luz, los gritos. Entonces… Silencio, obscuridad, miedo, frío.

¿Me preguntó si será así como se siente el al irse de mis brazos en tantas vidas?

 

Suspiré y eche una ojeada a mi escritorio de mármol blanco, frente a mi estaba la computadora encendida, y junto a ella había muchos marcos con fotos, todo mi escritorio estaba ocupado por fotos de el. Tengo fotos de el desde que se inventó la primera cámara en 1826, pero esas han sido guardadas, aquí solo tengo mis favoritas (aún que todas lo sean). Tomé una de ellas y la examiné, sin poder evitarlo se me escapó una sonrisa, recordaba cuando fue tomada esa, ese es uno de mis grandes problemas, tengo muy buena memoria.

 

 

~ Estados Unidos, año 1867. Recuerdos de un joven arrepentido ~

 

Eran finales de año 1867 cuando mi familia decidió visitar ese país en desarrollo llamado Estados Unidos, a mi padre y madre les llamaba mucho la atención aquel lugar, ya que ellos ya había estado ahí 100 años, por lo que ahora querían saber que tanto había mejorado aquella sociedad.

 

Tuvimos que hacernos pasar por inmigrantes en busca de trabajo, la idea no me parecía para nada divertida, el tener que viajar en un barco pequeño con otros miles de sujetos sudorosos era horrible.

Aún que… Fue así que lo volví a ver.

Para este punto yo ya estaba cansado de mi maldición, ya no quería verle y volver a sufrir como siempre lo hacía. Sus constantes perdidas me hacían sentir el vacío absoluto.

 

El estaba sentado en una esquina, sobre un pequeño colchón sucio, su cabello era negro y sus miel, como siempre lo eran, nariz pequeña y desprendía inocencia, así siempre era el. Su ropa estaba sucia y rota, el viaje de china hasta “America” tardaba días, por lo que seguramente llevaba la misma ropa desde el día en que zarpamos.

Sobre su regazo, una niña exactamente igual a el notó que yo los estaba mirando, y con un risilla le habló en el oído a Yixing. Una de las ventajas de ser vampiro era tener el oído más agudo, por lo que escuché claramente como la pequeña le decía:”Hermano, ese chico lindo te esta mirando mucho, creo que le gustas”.

En ese momento Yixing giró hacía mi, y con una leve sonrisa de vergüenza me saludó.

En ese momento, me volví a enamorar, como siempre hacía.

 

El arribar a Estados Unidos parecía ser el sueño del pequeño Yixing de 17 años, yo le mentía, diciéndole que también había llegado al país con el propósito de darle una mejor vida a mi familia. Ambos trabajamos durante 6 meses en el mismo lugar, era una construcción complicada, yo no sabía hacer muchos trabajos manuales, pero Yixing me tenía la paciencia suficiente como para enseñarme y hacer su trabajo al mismo tiempo.

Llegué a conocerlo, y el siempre se sorprendía cuando yo “mágicamente” adivinaba sus gustos. No era difícil, Yixing no cambiaba, no importaba cuando siglos pasaran, el seguía amando las mismas cosas, y odiando las mismas cosas, su peculiar odio por las rosas rojas siempre me causó una curiosidad insana.

 

Llegamos a ser muy cercanos, tanto que hasta había confesado mis sentimientos por el, y como siempre el me los correspondió. El día de su cumpleaños robé una cámara, de esas que necesitaba que alguien la tomara metiendo la cabeza bajo una manta obscura, no dudé en pedirle a mi hermano que la tomara. JongDae no parecía feliz con la idea, pero aún así lo hizo, entendió que al menos merecía un recuerdo que durara un poco más que las tumbas.

 

Fue el día después de su cumpleaños número 18 que murió, el día después de por fin habernos dado nuestro primer beso… Bueno, el primero en esa vida.

Estábamos trabajando cuando de repente el edificio se prendió en llamas “como por arte de magia”, yo sabía bien que era todo obra de Krystal, por lo que alma que lleva el diablo corrí por Yixing… Tarde.

El estaba siendo aplastado por un viga, mejor dicho, estaba evitando con todas sus fuerzas que la viga cayera sobre la niña, la niña que había conocido en el barco hace 6 meses, aquella que jugaba a llamarle hermanito. Pude ver la sangre en el piso, y manchando parte del blanco vestido de la pequeña, quien gateando salía de debajo de Yixing para luego levantarse y correr a mis brazos.

Quise sacar a Yixing de ahí, pero el me lo impidió diciendo que la viga ya había perforado su vientre, que aún que lograra sacarlo el nunca sobreviviría. Me pidió que cuidara de la pequeña, que a pesar de no ser nada suyo era huérfana, me rogó que no la dejara en la calle.

Le dije que se la dejaría a su familia, pero el llorando me decía que toda su familia estaba dentro del edificio cuando este colapsó, y que el los había visto morir uno a uno.

Lloré en silencio mientras el fuego avanzaba más sobre nosotros, la pequeña lloraba y me decía que teníamos que irnos, entonces, por última vez en esa vida, besé los labios de Yixing y le dije:”Deja de luchar, no te preocupes, nos volveremos a ver”. El dejó de hacer fuerza, dejando así que la pesada viga terminara de caer sobre el, aplastando su estomago, arrancando la vida de su cuerpo.

Usé mi poder para atraer el agua del río que estaba cerca, fue difícil puesto que el aire se me estaba quedando sin oxigeno, pero pude, con mucho esfuerzo, apagar las llamas que amenazaban con acabar conmigo y la pequeña. Mire sobre mi hombro a esta, me miraba sorprendida, asustada, horrorizada, y lo único que sus labios llegaron a murmurar fue:”E-el agua s-s-se movió”.

 

Suspiré entonces, y aún que la niña había quedado traumada al ver como el agua se movía a mi voluntad, la llevé conmigo, le cumplí la promesa a mi Yixing.

La crié como a mi hija, llamándola como tantas veces había oído a Yixing decirle… Lu-----

 

~Espero puedas perdonarme~

 

 

 

P.O.V Suho:

 

Un fuerte golpe sobre mi escritorio me trajo de nuevo a la realidad, pestañeé varias veces, el sol ya estaba dando fijo a la ventana de mi oficina. Debían de ser como las 11 de la mañana.

Giré mi silla hacía el frente, allí estaba la persona que rompió mi concentración golpeando la mesa de mármol pulido.

 

-Luna, ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso de repente? –ella volteó sus ojos morado, un color peculiar para los humanos, ella siempre les decía que eran lentes de contacto. -¿Qué quieres?

 

-Bueno verás, quiero ir al baile en el jardín imperial. –dijo son una suave sonrisa, pero al ver como negaba la borró. -¡¿Por qué no puedo ir?!

 

-Te lo dije varias veces, no hay quien te lleve. –fruncí el ceño cuando ella le dio una patada al suelo, sabía que se venía una super rabieta. –Eres pequeña y no puedes cuidarte sola.

 

-¡¡TENGO 153 AÑOS, PUEDO CUIDARME SOLA!! –suspiré cansado, ella a pesar de tener esa edad se comportaba como una adolescente. Bueno, esta en edad, los vampiros puros normalmente detenían su crecimiento a los 23 años, y se quedaban con esa apariencia el resto de su “vida”, aún que la madures la alcanzaban años después, con los impuros como Luna era diferente. Su crecimiento se detenía cuando eran convertidos, y mantenían la apariencia, pero la madures era cualidad de cada uno. Eso era lo que le faltaba a Luna. -¡¡YO QUIERO IR!!

 

-Que me grites no me hará cambiar de opinión Luna, no irás y punto. –noté como sus ojos comenzaban a tornarse fuscia, y sin poder evitarlo hice que el agua que había en los floreros de la estancia se levantara, cayera al suelo y avanzara hasta los zapatos de Luna. –Obedece y estate tranquila.

 

-¡No es justo! –volvió a gritar cuando vio el agua bajo sus zapatos. -¡Son nuevos Suho!

 

-Tu culpa por empezar a gritarme. –dije levantándome y dejando la foto de Yixing sobre el escritorio, para luego tomar mi saco y mi portafolios. –Ahora vamos, ya me contaron que faltaste a la escuela.

 

-Tengo 153 años, no necesito ir a la escuela. –dijo molesta.

 

-Si lo necesitas, apenas si te sabes el coreano básico, sin contar que no sabes nada respecto a historia coreana. –dije al pasar por su lado, ella me fulminaba con la mirada.

 

-No es mi culpa que nunca me hayas traído a Corea, hemos estado 8 años y medio en cada país de Asia menos aquí. –era verdad, la última vida de Yixing en Corea había sido 20 años de encontrarnos con Luna en 1867. –Además, ¿No pudiste ponerme en una escuela más bonita? ¿O pagarme un tutor? Soy la más grande en todo el lugar, incluso más que algunos profesores.

 

-¿Tutor? La última vez que te traje un tutor me dijiste que era un pervertido y me obligaste a despedirlo. –murmuré, volví a girarme hacía ella, para decirle que se apurará así llevarla a clases, pero lo que vi al girar fue la foto de Yixing.

 

-El dice que me dejes ir al baile. –dijo con una sonrisa, yo fruncí el ceño aún más molesto, eso era manipulación a su propio padre. -¿No hermanito? “Si, Lunita puede ir a donde quiera Sushito~”.

 

-Basta, deja de imitar su voz. –me sentí aún molesto al notar que estaba cayendo en su juego, ¿Siendo chantajeado por una vampiresa de 153 años? Había caído muy bajo. –Deja la foto en su lugar.

 

-“¡Sushito! Lunita puede ir a donde quiera, es una orden”. –gruñí frustrado, para luego darme un manotazo en la frente. -¿Y bien?

 

-Vamos, te llevaré a la escuela, en la tarde te comprare un vestido. –ella soltó un grito de felicidad, y luego de besar la foto de Yixing para dejarla en su lugar salió dando saltos de la oficina.-Dios, dame más paciencia.

 

-No seas idiota, que Dios no existe. –la escuché gritar desde la puerta del ascensor.

 

Sin perder más tiempo me subí con ella, ella aún entusiasmada me contaba que sus amigas, también impuras como ellas, asistirían solas, pero yo (solo por seguridad) le advertí que estaría en la fiesta vigilándola. Ella sonriente afirmó y dijo:”Le diré al tío Chen que me de mis 400 dólares, apostamos que te haría ir y yo gané”.

Que bonito, mi hermano y mi hija apostando sobre mi… Ambos se merecen un gran castigo.

 

 

Seúl, Jueves 13:30 p.m

 

P.O.V Baekhyun:

 

Fue pasadas las 10 de la mañana que a Dona se le ocurrió decirme que también iría a ese dichoso baile, yo no quería que fuera, la quería y era mi amiga, pero no la quería con un vestido escotado cerca de mi Yeolli.

 

-¿Se puede saber de donde sacaste todo el dinero para venir aquí? –le pregunté a Chanyeol una vez que entramos en el centro comercial más caro de Gangnam. –Tu madre no te daría dinero ni aún que viera como te mueres de hambre.

 

-No lo se, le dije que iría a una fiesta elegante y me lanzó un fajo de billetes a la cara. –comentó distraído, hasta tuve que tomarle del brazo para que no se perdiera entre la gente. La última vez que pasó tuvimos que ir con Lay hasta la oficina de seguridad y preguntar por:”El chico con altura de edificio”. –Creo que todo el mundo anda demasiado nervioso por esta fiesta.

 

-No es exagerar Yeollo. –dije con aires de grandeza. –Es una fiesta super elegante, con gente importante y comida exótica.

 

-En realidad es así Baek, todo el mundo esta exagerando demasiado. –fruncí el ceño al escuchar a Dona, tal vez era idea mía, pero últimamente me sentía muy excluido. Tal vez estaban saliendo y aún no tenían las agallas para decirme. –Solo es un baile, una función con una orquesta, comida cara, muchos vestidos incómodos y luego el baile más estúpido del mundo.

 

-Claro, lo siento Dona, olvide que eres 0% femenina. –dije irónico, a lo que ella me miro algo sorprendida, tal vez estaba siendo muy directo, debería de disimular mis celos. –Por cierto, ¿Qué vestido escogerás?

 

-Eh… -me quedó mirando unos segundos, Chanyeol también lo hacía, tal vez les parecía muy rara mi manera de comportarme, siendo sincero, incluso a mi me preocupaba. –Algo simple, que no muestre mucho.

 

-Es verano Dona. –dijo Lay con una sonrisa, aparentemente acaba de aterrizar de su mundo, ya que se había pasado todo el viaje en autobús metido en sus propios pensamientos. –Deberías usar uno corto.

 

-Pero tengo piernas cortas… -dijo suspirando, inmediatamente mis ojos fueron a sus piernas, rechonchas y cortas.

 

-Necesitas tacones. –dije, y sus ojos se abrieron asustados. –Urgente, así lograrás que se vean algo más largas.

 

-Pero no son funcionales, ¿Y si debo correr? –esta vez todos la miramos raro. ¿Quién correría en una fiesta elegante?

 

-No importa, te buscare unos tacones altos y te callas. –dije con una sonrisa maliciosa. –Dime, ¿Sabes como ira tu pareja?

 

-¿Pareja? –asentí. –Yo no tengo pareja, solo voy por obligación.

 

-¿Qué obligación? –pregunté con rabia, yo tuve que amenazar a Chanyeol para que me llevara, y ella estaba “obligada” a asistir.

 

-Es la primera vez que dejaran a los alumnos de primer año asistir a el baile, por lo que me mandaron a mi y a otros 5 a hacernos cargo de que se comporten. –la vena de mi cuello saltó, pero respire y comencé a contar desde 1000 hacia atrás. Es algo que mi tía Gain suele hacer cuando se enoja. –Por lo que no tendré que preocuparme por ninguna pareja… ¿Tu con quien irás Lay?

 

-¿Eh? –Lay estaba muy distraído mirando hacía el horizonte como para mirarnos. –Con un amigo.

 

-¿Podemos saber con quien? –insistió Yeol.

 

-El me pidió que no le dijera a nadie. –explicó con una pequeña sonrisa, pero más que sacarnos las dudas lo que hizo fue sembrar más.

 

-Claro… -murmuré una vez que se perdió con Dona por una tienda. Giré a mirar a Chanyeol, el tenía la vista fija en unos chicos a unos metros de nosotros. -¿Pasa algo?

 

-Ese es un chico de mi clase… -murmuró, y disimuladamente trate de mirar. Era un chico alto, bastante, con pelo blanco, su rostro era casi inexpresivo. No había nada raro, solo que el chico inexpresivo estaba empujando a otro en una silla de ruedas. –Y el otro es un conocido de Dona…

 

-Tal vez estén comprando trajes para el baile. –era obvio en realidad, si es que ellos iban a asistir claro.

 

-No es eso… El chico en la silla de ruedas huele raro. –fruncí el ceño, y le mire con cara de:”¿A que mierda te refieres? Prometiste dejar las drogas?”. –Huele a muerto.

 

 

“¿Muerto?”

Notas finales:

BESOS GHEIS

SE QUE LES DEJE MUCHA DUDA :*


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