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NO PUEDO Y NO QUIERO OLVIDARTE... por karimYS

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CAPITULO XII

Hace 6 años… 2011

Seúl, enero 2011

-  Buenos días Sra. Heo, es un placer verla. Si notara que el día de hoy se encuentra mucho más hermosa que de costumbre. Ahora sé de donde Hyung Jun heredo toda su belleza. – sonreía ampliamente mientras que las pequeñas arruguitas se hacían presente a los costados de tan bellos y grandes fanales. – Y sin más dudarlo apuesto a que “todos” sus hijos lo heredaron.

 

Hyun Joong. Joven tímidamente prodigio.

 

A la corta de edad 16 años Había logrado lo que muy pocos lo hacían. Y es que al ser dueño de tan increíble talento lo habían catalogado como el próximo Jheronimus Bosch más reconocido como ‘El Bosco’, siendo aún más reconocido por la procedencia de tan nato artista, el ser coreano le dificultaba poder lograr el éxito profesional soñado.

El tan parecido que habían presentado algunos de los trabajos hechos por el joven adolescente.

Escenas crudas.

Realidad inminente.

Infierno degradante.

La excitación del ser humano por lo prohibido, lo sucio, lo inmoral.

Todo ello comprendía un largo y extenso parecido a las obras hechas por él. Algunos de sus trabajos habían llamado la atención de potente profesores de artes en el extranjero. Teniendo a un profesor francés como el más interesado por explotar tan prodigioso talento.

Había sido invitado para culminar su último año de grado secundario en la Escuela Nacional de Artes en Paris, obteniendo así una beca completa. Todos los gastos ya se encontraban cubiertos y ni qué decir del futuro prominente que le esperaba. Era sólo que había un pequeño inconveniente para todo ello. Y es que Hyun Joong no estaba interesado en todo ello.

Si bien es cierto, Hyun Joong anhelaba convertirse en artista profesional, destacado en la cumbre de la historia del Arte. Pero aquello no sucedería. Al menos de ello estaba seguro.

Aún no sucedería.

Y es que Hyun Joong, se había enamorado.

Por lo que dejar su casa en aquel momento era impensable.

-  El joven y tan atento Hyun Joong. Dígame jovencito. ¿Qué lo hizo despertarse tan temprano de su tibia camita para venir a visitarnos? – Preguntaba la joven mujer – ¿Acaso tuviste una pesadilla con Winnie The Pooh? O ¿Quizás el profesor Crocker al fin logró capturar a los padrinos de Timmy Turner? – fingia una dulce exaclamacion con su mano izquierda sobre su pecho. -  ¡Eso hubiera sido terrible! – comentaba con toque de sarcasmo. Sarcasmo que fue captado por el joven visitante.

-  Yo creo que algún día lo logrará. – respondía de muy buena gana. Aunándose a tan simpática tertulia.

-  Junnie está en el segundo piso, cariño. Ten cuidado. Hay algunos botes de pintura por las gradas. – dejaba pasar al dueño de cautivante sonrisa.

-  Muchas gracias Sra. Heo. – subía gradas arriba mientras esquivaba mencionados botes.

-  ¡¿Junnie?! – preguntaba elevando la voz. - ¿En dónde estás? – no recibía respuesta.

-  ¡Schtt! – siseaba el menor de los Heo. - ¡Agáchate! – empujaba levemente sus hombros para obtener la posición gacha perfecta. – Es Young Saeng. – murmuraba con voz baja. – Ayer vino con un muchacho que no es su novio. Ya quiero ver la cara de mamá cuando descubra a quién metió  esta vez. – comentaba el menor sin dejar de sonreír. Obviamente manteniendo la voz muy baja.

-  ¿Estás seguro que no es su novio? – Hyun Joong preguntaba con la misma voz. – No puedes calumniar de esa manera a tu hermano. Ya te lo había dicho Junnie.

-  Por supuesto que estoy seguro. No es él. – Hyung Jun jalaba del brazo de Hyun para poder alcanzar la ventana que daba directo a la habitación de su hermano.

Heo Young Saeng era el mayor de los hijos de Yu Hui. Y es que Young Saeng era dueño de un físico envidiable, facciones andróginas prominentes, que fácilmente era confundido con los de una mujer. Tan bello era Young Saeng que había logrado ser la figura reconocida en la preparatoria y ahora en la universidad. Algo como una típica película de adolescentes, todo ello que involucraba ser el chico más popular de la escuela.

Había sido partícipe de varios concursos de belleza, en los que obviamente había sido el ganador absoluto. Todo ello conllevaba que recibía propuestas de parte de jóvenes adinerados y de los que no lo eran, pero poseían un físico de nada envidiable con otros.

Young Saeng vivía todo ello con suma arrogancia, ser el más deseado por todos lo hacía ver como algo inalcanzable. Prodigiosamente inalcanzable.

Sin embargo lo que muchos desconocían era la capacidad descollante que poseía Young Saeng, muchas veces desapercibida por sus casuales acompañantes, los cuales solo veían en él, un cuerpo en el cual desfogar sus más soñados actos impetuosos.

Solo lograba acallar tan esplendidos puntos de razón que tenía.

Era impensable el ser catalogado como un  agitador y desbordante joven sobresaliente.

Y a pesar de ello lograba un sincero equilibrio.

Hyun Joong, gracias al menor de los hermanos Heo, conocía las fugaces relaciones que mantenía el joven de andrógina apariencia.

Hubo una vez en que al ser día de iglesia, domingo en la mañana. La tan adorable mujer hubo encontrándose con un joven de altura prominente, musculatura esculpida muy bien trabajada, y dotes “masculinos” magnánimos parado frente a la puerta de la habitación que pertenecía al mayor de sus hijos. Desnudo, suplicando el desear entrar nuevamente a ella, debido a que el joven no había soportado la idea de que mencionado joven no haya halagado el peinado que llevaba aquella mañana.

Arrogante.

Caprichoso.

Vanidoso.

Presuntuoso.

Todo ello era Young Saeng.

Sólo se pudo esperar a que Young Saeng lanzara las indumentarias de su anterior acompañante nocturno por la ventana principal. Aquella que daba hacia la calle. Por supuesto que no quedaba otra opción que debía salir desnudo a ella para recoger sus prendas y vestirlas nuevamente.

Todo ello era causa de gracia de su menor hermano que sólo observaba la escena en su habitación, con gracia y simpatía. Adoraba a su hermano, era su guía. Pero cuando se trataba de Jung Min, cambiaba la situación. El menor conocía la atracción que sentía Jung Min por su hermano, y como es que Young Saeng lo había rechazado.

Pero vera aquellas escenas con esporádicos acompañantes, le causaba una gracia totalmente hilarante.

Ni que mencionar el sermón que hubiera recibido de parte de su madre, que reprochaba tan inverosímil comportamiento. Aquel día el sermón de la misa estaba dedicado exclusivamente hacia él y la prevención de tener relaciones carnales antes de contraer matrimonio.

Ilógico. Todos lo hacían. No conocía joven que fuera virgen.

Todos al menos una vez lo habían hecho.

- Te digo que no. Hyun. – replicaba Jun. – No es él. No sé de donde lo saco. Pero está buenísimo. – sonreía con tan bella picardía.

-  ¿Qué demonios hacen fuera de mi puerta, mocosos inútiles? – escuchaban la voz de tan bello joven.

Hyun Joong estaba enamorado de Young Saeng.

Young Saeng odiaba a Hyun Joong. La razón.

Ser el amigo de su hermano menor.

Inmaduro y comediante fracasado. Características propias de los adolescentes, etapa que Young Saeng aseguraba haber pasado.

Notas finales:

ESTE CAPITULO ESTA EDITADO Y BUENO ES LA CONTINUACION

 LES PIDO MIL DISCULPAS POR DEJAR PASAR TANTO TIEMPO

 

SI AUN ESTAN AHI ESPERO DISFRUTEN LA HISTORIA.

 

14-11-2017


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