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Amor en el tiempo por Misaki Heartfilia

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Notas del capitulo:

Misa: dos semanas, esta vez tardé sólo dos semanas, todo un record para mí, y es que simplemente estaba muy inspirada con el fic, y es lo tengo que aprovechar ^^

La verdad, este capi cuando lo pensé, creí que saldría más corto y terminó teniendo más de 4000 palabras ºoº

Bueno, yo sólo espero que les guste, ya que como dije en mi página, este capi se centra en Karin así que, según yo, está muy interesante.

Nos leemos al final, ya que tengo algo importante que decirles ;)

PD: todos sus reviews contestados

¡Disfruten! ^^

Capítulo 11: Incomprensión.

 

 

— ¿Lo conocen? —preguntó Sasuke.

—Yo sí —dijo Suigetsu— ¿Es un rubio bien lindo de ojos azules? —Sasuke asintió— Entonces si es él. Trabaja conmigo en el diario ¿Y tú Karin? —le preguntó a la pelirroja quien parecía estar en otra.

—Él... es mi primo —respondió.

— ¿Qué? —dijo Sasuke sorprendido.

—Pero ustedes ni se apellidan igual —dijo Juugo.

—Mi padre doncel —empezó explicando—... es el hermano de la mamá de Naruto. Los dos tenemos como segundo apellido Uzumaki —mira a Sasuke— Sasuke dime, entonces ¿tu hijo se llama Hiroshi?

—Sí —respondió Sasuke.

— ¿Me disculpan un momento? Voy al baño —dijo Karin y partió directo hacia el baño. Allí, se encerró en un cubículo y comenzó a llorar. Es que no lo podía creer. Sasuke era el padre de Hiroshi. Todo tenía lógica ahora. Si juntaba a Sasuke y a Naruto, era lógico que tendrían un hijo como Hiroshi.

Karin ahogó un grito. Aún no creía que Sasuke, el hombre del cual se había enamorado a primera vista fuera el que le había desgraciado la vida a su primo y el responsable de que ella lo juzgara y que ahora se llevaran tan mal.

 

Desde que era pequeña, Karin, al ser un año menor que Naruto y no tener hermanos, siempre lo vio como a un hermano y como a un ejemplo a seguir.

Cuando eran pequeños a Karin le gustaba ir a la casa de sus tíos ya que así podría ver y jugar con Naruto. Por ese entonces, todo iba bien hasta que Naruto entró a la escuela y se hizo muy amigo de una chica pelirosa llamada Sakura Haruno. Los dos no vivían muy lejos el uno del otro, por lo tanto se juntaban siempre, cosa que a Karin no le agradaba mucho, ya que se sentía desplazada e inclusive se lo dijo a Naruto, pero él le había dicho:

 

—No tienes porqué sentirte así. Sakura es mi mejor amiga, pero tú eres mi prima, la persona a la que quiero como si fuera mi hermana. Ahora, sonríe para mí.

Y aquellas palabras, la habían hecho la persona más feliz el mundo, además, de que su primo le seguía prestando la debida atención y Sakura, bueno, a pesar de que Sakura quiso ser buena con ella, Karin no la dejó. Ya el hecho de que la pelirosa le quitara un poco de la atención de su adorado primo, era motivo suficiente para odiarla y querer desaparecerla de la faz de la Tierra.

 

Los años pasaron, y Naruto entró al instituto.

Ahí cambiaron muchas cosas. Naruto parecía más feliz de lo usual y salía con más frecuencia dejándola de lado a ella de nuevo. Eso no le gustaba, ya que al parecer, solía secretearse mucho con Sakura y le molestaba el hecho de que a Sakura le tuviera la confianza de contarle cosas que a ella, siendo su prima, no.

Eso le hizo recordar, la noche en la que irían al festival por un nuevo aniversario de la ciudad de Konoha. Ella con su padre, irían esa noche con sus tíos todos juntos y eso le había hecho mucha ilusión, ya que podría pasar tiempo con Naruto. O al menos, eso pensó.

 

—Hola Naruto —le saludó alegre cuando llegó.

—Hola Karin —le sonrió.

—Estoy segura de que esta noche nos la pasaremos muy bien —justo en ese momento, sonó el timbre y Naruto fue a abrir.

—Hola Sakura-chan.

— ¿Estás listo?

—Sí. Nos vemos Karin.

—Espera —Karin los detuvo antes de que se fueran— ¿no vas a ir con nosotros?

—No, quedé en ir con Sakura-chan —respondió Naruto.

—Pero...

—Ah, hola, Sakura —apareció Kushina con Minato y Nagato detrás de ella.

—Hola Kushina-san —saludó Sakura educadamente.

— ¿Ya se van? —preguntó Minato.

—Sí papá —respondió Naruto.

—Ok, pero recuerden, no se separen, no hablen con extraños y no se queden muy tarde —dijo Minato.

—Sí papá. Entonces nos vamos —dijo Naruto.

—Adiós señores —se despidió Sakura y salió junto con Naruto de la casa.

 

Aquel día, no pudo disfrutar del festival como había querido. Su primo nuevamente la dejaba por Sakura.

 

Estuvo enojada por bastante tiempo, es más, ni siquiera había querido volver a hablar con Naruto desde ese día a pesar de las insistencias de su padre.

 

Todo se vino abajo el día en que su papi le dijo algo desconcertante.

 

—Karin, ven, tengo algo que decirte —le llamó.

— ¿Qué ocurre? —la cara de su papi estaba seria.

—Verás, mmm... cómo te lo digo. Tú tío Minato me dijo que dentro de un tiempo, tendrás un sobrinito ¿o primito? Bueno, el punto es que viene un bebé en camino.

— ¿Los tíos tendrán otro bebé? —preguntó con entusiasmo.

—Eh, no.

— ¿Y entonces? —preguntó confundida.

—Será tu primo Naruto el que tendrá un bebé.

— ¿Qué? —Preguntó— Eso no puede ser. No es una buena broma papi. Si quieres que vuelva a hablar con Naruto, lo haré, pero no inventes este tipo de cosas —Karin se detuvo al ver que el semblante serio de su papi no había cambiado en lo absoluto—... Dime que es una broma —suplicó.

—No, no lo es Karin. Tu primo es joven y cometió un error a una edad muy temprana. Él te necesita en estos momentos. Lo está pasando mal y necesita de alguien como tú.

— ¿Y quién es el padre?

—No lo sé. Minato no me dio muchos detalles. Será mejor que tú se lo preguntes.

—Quiero verlo.

—Vamos ahora entonces.

 

Cuando llegaron, Nagato fue directamente a hablar con Kushina, mientras que Minato le indicó que Naruto estaba en su cuarto y que de seguro, le haría bien hablar con ella.

Karin subió las escaleras con muchas preguntas en su cabeza y con una decepción que aumentaba a cada segundo. Quería que, al llegar a donde Naruto, éste le desmintiera todo diciéndole que fue una broma de mal gusto.

Cuando estuvo frente a la puerta del cuarto de Naruto, titubeo mucho en tocar. Al final igual lo hizo.

 

— ¿Quién es? —preguntaron desde adentro.

—Soy Karin —esperó pacientemente por varios segundos que le parecieron eternos, hasta que por fin escuchó un: "adelante" por lo que entró. Allí vio a Naruto sentado en su cama abrazando un gran peluche de panda.

No sabía qué decirle. No encontraba las palabras adecuadas. Finalmente, fue Naruto el que habló.

 

—He de suponer, que ya lo sabes —esbozo una sonrisa triste.

—Dime que es mentira —rogó y sintió como se le aguaban los ojos por lo que parpadeó en varias ocasiones para reprimir las lágrimas.

—No, no lo es. Tengo 8 semanas de embarazo.

 

Karin sintió como su mundo se derrumbaba. Naruto, la persona que ella más admiraba había cometido un gran error. Pero si lo pensaba bien, era un error que se podía arreglar ¿verdad?

 

—Supongo... que no lo vas a tener. Digo, abortarás ¿cierto?

— ¿Qué?

—Todavía estás a tiempo. Nadie lo sabrá y...

— ¡¿Cómo puedes decir eso?! —Naruto alzó la voz— Yo jamás pensaría en hacer algo así.

—Pe-pero ¿Y el padre? —preguntó con timidez Karin.

—Él es un maldito al cual no le importó saber que sería padre y para colmo, me engañaba.

—Ya veo, pero con mayor razón deberías... eh...

—Te recuerdo, que por más que su padre sea un bastardo malnacido también es mi hijo.

—Pero...

— ¡Pero nada! —Naruto se levanta— ¿Cómo no puedes entender que lo tendré sea como sea?

—No, es que no lo entiendo. Tienes sólo 15 años y piensas cargar con una responsabilidad tan grande como lo es cuidar de un hijo tú solo cuando ni siquiera tienes la madurez necesaria ¡Ni siquiera la tuviste cuando te metiste con un tipo que no valía la pena! De seguro y ahora se está burlando de ti por ser tan ingenuo y haber caído en su juego ¿Y sabes qué?, ¡te lo tienes bien merecido por ser tan idiota! —gritó.

—Cállate, tú que vas a sabes.

—Sé lo suficiente como para saber que fuiste un idiota de primera. Ni siquiera tú amiguita Sakura te salva de...

— ¡A esa ni me la nombres! —gritó Naruto con tanto odio y rencor que a Karin le dio miedo.

—Va-vaya —dijo con miedo—... no me digas que ¿ella también está involucrada? —El silencio de Naruto sólo se lo confirmaba— Me lo imaginaba. Desde que la conocí que no me agradó. ¿Sabes qué? Eres pésimo para elegir novios y amigos.

— ¿Terminaste? —Preguntó Naruto molesto y Karin asintió— Pues entonces lárgate de mí vista. Creo que ya me has insultado lo suficiente ¿no te parece? —Dijo con sorna— Ahora largo —volvió a coger el peluche mientras se recostaba en su cama.

 

Karin salió de inmediato. La verdad sentía algo se remordimiento. Se había pasado. Lo sabía. Pero es que simplemente no había podido evitarlo. Estaba molesta y lo peor es que no se había parado a pensar en el cómo se sentía Naruto. Y era claro que mal ya que comenzó a escuchar sollozos de parte de Naruto a través de la puerta.

Bajó las escaleras y salió de la casa esquivando las miradas desconcertadas de los adultos quienes de seguro escucharon todo a la vez que decía un "lo siento".

 

El tiempo pasó y ella no hizo ningún esfuerzo en comunicarse con Naruto. Ya no le importaba su primo. Al menos, eso quería creer.

Un día, vio cómo su papi contestaba una llamada muy emocionado terminando por charlar un buen rato. Cuando acabó, se acercó a ella.

 

—Era tu tío Minato.

—Qué bien —siguió escribiendo en su cuaderno.

—El otro día me llamó diciéndome que el bebé de Naruto había nacido —Karin paró de escribir, sin embargo, seguía con la vista fija su cuaderno—, y hoy me llamó para decirme que Naruto y el bebé, fueron dados de alta y que ya están en la casa ¿te gustaría acompañarme a conocer al bebé?

—No, gracias.

—Bueno —suspiró—. Entonces iré yo solo.

 

Cuando Nagato estaba abriendo la puerta para irse, Karin grita:

— ¡Espera! —Nagato se detiene y la mira— Iré.

Nagato sonrió y la invitó con la mirada a que le siguiera y ambos partieron.

 

Cuando llegaron, Minato se veía muy feliz y emocionado mientras Kushina, quién en ese momento cargaba al bebé, parecía todo lo contrario.

 

— ¿Y Naruto? —preguntó Nagato.

—Está arriba descansando. Todavía no se recupera del todo de la cesárea —contestó Kushina.

—Ya veo, ¿puedo cargarlo? —preguntó Nagato mirando al bultito.

—Claro. La verdad, ya me está cansando los brazos —Kushina le pasa con cuidado al bebé.

—Pero qué cosa más linda ¿y cómo se llama?

—Hiroshi —dijo Minato.

—Vaya, tienes un nombre tan bonito como tú —le hizo cariño con un dedo—. Bueno Hiroshi, yo soy tú tío abuelo Nagato y ella es tú tía Karin —acercó el bebé a Karin para que ésta lo pudiera ver.

 

Karin se sorprendió. El niño no tenía ningún parecido con Naruto. Había salido más parecido a su padre varón. Se retractó un poco cuando vio al pequeño abrir los ojos, mostrando el color azul de éstos. Esos ojos eran iguales a los de Naruto. Al menos tenía algo de él.

 

—Hola Hiroshi —Karin le sonrió y el pequeño se puso feliz enterneciéndola.

— ¿Ya ves? Le agradas —le dijo su papi y ella asintió con la cabeza.

 

Rato después, Karin veía como su tío le daba el biberón al pequeño Hiroshi quien parecía muy feliz en su mundo de bebé.

 

— ¿Y qué tal le está yendo a Naruto con el bebé? —preguntó Nagato y tanto él como ella vieron como el semblante alegre de Minato cambió a uno triste.

—Más o menos. Supongo que es por el shock, pero le está costando aceptar a Hiroshi.

— ¿Por qué? Él se veía muy entusiasmado —dijo Nagato.

—Ya viste bien al bebé ¿verdad? —fue lo único que dijo Minato.

—Sí, y es una adoración. No entiendo el porqué del rechazo...

—Es porque se parece a su padre varón ¿verdad tío? —dijo Karin interrumpiendo a su papi.

—Así es Karin. Naruto lo rechaza porque le recuerda a él —le responde Minato para después dejar el biberón en la mesita de al lado y poner a Hiroshi en su hombro y darle de palmaditas en la espalda—. Y lo que es peor —suspiró arrullando de nuevo a Hiroshi—... Kushina también lo rechaza.

—Esto está mal. Yo hablaré con mi hermana —dijo Nagato levantándose del sillón para ir a la cocina que era en donde estaba Kushina.

—Sí, por favor. A lo mejor a ti te escucha —le pidió Minato y Nagato asintió.

— ¿Puedo ver a Naruto? —pidió Karin.

—Sí, bueno, ve a ver si acepta.

—Gracias.

 

Karin se dirigió al segundo piso y se puso de nuevo frente a la puerta del cuarto de Naruto, dudando si tocar o no. Tras su debate mental, tocó y oyó la voz de Naruto diciendo: pase.

Cuando entró, no le extraño en absoluto la cara de sorpresa de Naruto que después transformó a una de enfado.

— ¿Qué haces aquí? Pensé que ya no volverías.

—Vine a conocer al bebé y a verte a ti —respondió Karin.

—Ya.

—El bebé es muy lindo.

—Supongo.

—El tío dijo que… lo estas rechazando un poco.

—No es así.

—Se parece mucho a su padre varón, por eso lo rechazas ¿cierto?

— ¡No! Yo no lo rechazo, sólo es que… me cuesta adaptarme a él. Eso es todo —respondió Naruto mirando el cobertor de su cama.

—No soy tonta ¿sabes? La verdad, me impresiona que rechaces a tu propio hijo al cual me dijiste que tendrías a como dé lugar y ahora me sales con esto. No sé a dónde se fue tu gran determinación. Eres patético.

—Vaya, parece que ahora a la señorita le dio por venir a insultarme cada vez que viene —dijo Naruto con fastidio—. Escúchame bien —Naruto miró frente a frente a Karin—, metete en tus propios asuntos. Y no me vuelvas a venir a dar sermones porque no eres mi mamá. Y que quede claro, es la última vez que aguanto los insultos y regaños de una mocosa como tú.

Karin sintió unas enormes ganas de llorar. Esas palabras le habían dolido y mucho.

Aun así, sacó una gran fuerza y le enfrentó.

—Creí… que éramos como hermanos, pero ya veo que no es así.

—Nosotros no somos hermanos, somos primos, que es diferente.

—Pero tú siempre te comportaste como mi hermano mayor ¿no te acuerdas? Solíamos jugar siempre y…

—Eso era porque me obligaban —respondió Naruto de repente haciendo a Karin abrir los ojos sorprendida.

— ¿Qué? —logró apenas articular.

— ¿De verdad creías que a mí me encantaba pasar tiempo contigo? Siempre fuiste una niña molesta que solía pegarse mucho a mí y eso a nuestros padres les parecía bien, por eso te dejaban conmigo. ¿Nunca te paraste a pensar que quizá yo quisiera hacer otras cosas que cuidar de ti? Incluso cuando la maldita de Sakura apareció, tú querías seguir monopolizándome y eso no me gustaba, me hacía sentir incómodo. Dime ¿pensabas hacer eso siempre? Y no me mires así. Tarde o temprano te iba a decir esto. No sabes cuánta liberación siento ahora —Naruto se acomodó en su cama mientras Karin trataba de limpiar las lágrimas que habían empezado a caer de sus ojos y que no querían detenerse—. Si no tienes nada más que hacer aquí, puedes irte. Ah, y procura mantenerte lejos de mí. Con Hiroshi ya tengo suficiente como para aguantar a otro niño cerca.

Karin no esperó ni un segundo más y salió de aquel cuarto.

En el pasillo, trató de limpiarse bien las lágrimas con unos pañuelos que tenía en su bolsillo.

Jamás creyó que algún día Naruto le diría algo así. En pocas palabras, ella siempre había sido un estorbo para él.

Cuando ya se hubo calmado, miró hacia adelante viendo que la puerta del cuarto del frente estaba abierta. Se asomó y vio muchas decoraciones de bebé, por lo que supuso que era el cuarto de Hiroshi y lo comprobó cuando vio al pequeño en su cuna jugando con su sonaja muy feliz. Algo que le pareció curioso fue ver al peluche de panda que tenía Naruto al lado de la cuna del bebé. Decidió ignorar eso y regresar su vista hacia el infante, mirándolo con rabia.

—Todo esto es tú culpa. Si tú no existieras, nada de esto estaría pasando. Mi primo sería feliz y él no me habría dicho todas esas cosas. Nunca nos hubiéramos peleado. ¡Tú solo viniste a arruinarles la vida a todos! —le quitó la sonaja y la tiró al suelo saliendo rápidamente de ahí escuchando mientras bajaba las escaleras el llanto del pequeño.

Si tan sólo ella se hubiera alcanzado a dar cuenta que en cuanto Hiroshi comenzó a llorar, Naruto fue de inmediato a arrullarlo y quizá también se habría dado cuenta del semblante triste de éste por las palabras dichas a ella, ya que no habían sido ciertas.

************

Karin después de llorar por bastante tiempo se calmó y salió del cubículo. Se miró en el espejo viendo lo desastroso de su rostro. Se lavó la cara, se la secó y sacó maquillaje de su cartera arreglando un poco su aspecto. Ahora ya no estaba tan mal.

En esos momentos pensó en que no había hecho ningún esfuerzo en todos esos años por arreglar las cosas. Trataba mal y con indiferencia, tanto a Naruto como a Hiroshi. No había sido justa y lo sabía. Ni siquiera se había acercado a darles apoyo cuando falleció su tío Minato dado que aquella había sido una perdida muy fuerte para todos, para Naruto porque era su padre, para su tía porque era su marido, para Hiroshi porque era su figura paterna y la persona que más amor le daba y para ella porque a pesar de todo, siempre fue bueno con ella, sin importar las circunstancias.

Con decisión, salió del baño y se dirigió a la mesa en la que estaban sus amigos nuevamente.

En cuanto la vieron acercarse pudo ver cómo le miraban preocupados, sobre todo Sasuke, quien se levantó en cuanto vio como ella se quedaba parada a mitad de camino.

—Sasuke ¿puedes acercarte? —le pidió y Sasuke así lo hizo. En el momento que lo tuvo lo suficientemente cerca le miró con una sonrisa, levantó la mano y le dio una gran cachetada que resonó por todo el lugar—. Listo. Ahora me siento mejor.

Sasuke la miró aturdido y se llevó la mano a la zona afectada. Se notaba que Karin le había dado con toda con su fuerza, porque la mejilla le ardía a horrores. No quería preguntar el porqué de la cachetada, ya que se imaginaba la razón así que lo único que hizo fue seguir a Karin quien se había vuelto a sentar en su lugar.

 

— ¡Vaya, jamás creí que llegaría a ver eso! —Dijo Suigetsu cuando Sasuke se sentó en su lugar— Es más, ni siquiera pensé en que llegaría a pasar —ríe.

— ¿Quieres callarte? —le dijo Karin y Suigetsu lo hizo, a medias eso sí, ya que claramente se estaba aguantando la carcajada— Lo importante ahora es que, ya que tú y yo conocemos a Naruto, ayudemos a Sasuke ¿te parece Sasuke?

—Serían de gran ayuda —respondió éste.

—Perfecto. Lo bueno sería que cuadráramos un plan...

—Un momento —Suigetsu habla—. Me parece que nadie ha pedido mi opinión. ¿Quién dice que yo quiero ayudar a Sasuke?

—Suigetsu.

—Yo no sé sí deba ayudarle, además, Naruto me interesa y no voy a dejar de insistir con él, no al menos hasta que me lo folle, después sí quieres, será todo tuyo Sasuke —dijo Suigetsu, viendo la cara entre sorprendida y horrorizada de Sasuke.

—Agradecemos enormemente tu honestidad —dijo Karin con sarcasmo.

—De nada —Suigetsu también siguió el sarcasmo.

—Bueno, si no quieres ayudar, allá tú. En lo que a mí concierna, te ayudaré Sasuke —le dijo Karin.

—Yo también, si puedo —le dijo Juugo.

—Gracias —dijo Sasuke agradecido.

—Lamentablemente, debo decirte que yo no tengo una buena relación con mi primo. Nos peleamos hace mucho y ahora nos odiamos —Karin esbozó una sonrisa triste—. Así que, tampoco es que te pueda brindar la mayor de las ayudas. No sé mucho de lo que ha hecho en estos años. Lo siento.

—No te preocupes. Tu apoyo es más que suficiente.

Karin sonrió y miró a Suigetsu quien en ese momento le daba un sorbo a su cerveza.

 

—No me gusta decir esto, pero —Karin suspiró—... necesitamos tú ayuda Suigetsu. Tú trabajas con Naruto desde hace varios años ¿cierto? —Suigetsu asintió— Entonces has de saber muchas cosas de él. Tú ayuda será la más importante.

—Eso lo entiendo, pero ¿y qué gano yo a cambio? Porque como dije, yo puedo ayudar si me dejan follarme a Naruto primero...

— ¡Eso no! —Dijo Sasuke rotundo, dejando a los demás atónitos— No dejaré que hagas eso.

—Ay Sasuke, no sé por qué te enojas tanto o ¿acaso crees que Naruto no sé ha acostado con nadie en estos años? Sería iluso de tu parte creer eso... —se detuvo al ver que Sasuke se había levantado y que lo había agarrado de la camisa.

— ¡No vuelvas a hablar así de Naruto! No quiero que lo veas como si fuera...

— ¿Una puta? Porque claro que lo es... —sintió un puñetazo en el rostro que lo hizo callar.

—Aunque sea así, no te permitiré que lo denigres —dijo Sasuke con furia soltándolo.

—Suigetsu, esta vez te pasaste —le regañó Karin.

—Dime Sasuke ¿tanto lo quieres? —preguntó Suigetsu limpiándose el hilito de sangre que caía de su boca.

—Claro que sí —respondió Sasuke seguro.

— ¿Aunque yo te diga que Naruto se ha acostado con cuanto hombre se le ha cruzado?

—Aun así… lo amo. Siempre lo he amado y siempre lo amaré —contestó con una gran determinación y honestidad.

 

Suigetsu sonrió. Eso era todo lo que necesitaba saber.

 

—Ya entiendo. Yo sólo quería estar seguro de qué tan en serio querías ir con él. Porque si de algo estoy seguro, es de qué la tendrás muy difícil, ya que Naruto rechaza a todos.

—Pero tú dijiste... —articuló Sasuke.

— ¿Que Naruto era una puta? Eso es mentira. Sólo quería saber cómo reaccionarías. Tómalo como una prueba. Aunque, pensándolo bien, creo que Naruto rechaza a todos, porque tal vez no quiere sufrir de nuevo.

—Es lo más probable —le dio la razón Karin.

—Aun así, sí hubo una persona que al parecer tenía oportunidad con él.

— ¿Quién? —preguntó Sasuke.

—Un tipo llamado Neji Hyuga. Pero no te preocupes, él se fue hace tres años así que no te molestará.

—Ya veo —Sasuke suspiró aliviado.

—De todos modos, aún te la veo difícil. Será un gran reto que se junten. Y a mí me gustan los retos. Puedes contar con mi ayuda —le sonrió.

— ¿De verdad? —preguntó aun dudoso Sasuke.

—Claro, pero sólo si prometes que seré tu padrino de bodas cuando se casen —los demás dieron una carcajada ante lo dicho.

—Suigetsu, tú y tus cosas —dijo Juugo.

—Está bien. Lo prometo —dijo Sasuke y le extendió la mano a Suigetsu para que se la tomara y cerraran el trato.

—Así se habla —le toma la mano a Sasuke y ambos se la estrechan—. Por cierto, pegas fuerte amigo. Todavía me arde la mandíbula.

—Lo siento —se disculpó apenado Sasuke.

—Tú mismo te lo buscaste —le reprochó Karin.

—Será mejor que pidamos un poco de hielo para los dos —sugirió Juugo, ya que tanto Sasuke como Suigetsu tenían un golpe.

 

Aquella noche, hablaron acerca de muchas cosas así, como también, se celebró el regreso y de nueva cuenta, unión de Taka.

 

 

El domingo por la mañana amaneció lloviendo. Y en el aeropuerto de Konoha, cuatro personas, dos adultos y dos niños, se dirigían al área de los taxis con maletas en mano.

— ¿Estás segura de lo que quieres hacer? —preguntó el hombre cuando se subieron al auto.

—Lo estoy. Y necesito mucho de tu ayuda. Si quiero redimir mi pasado, tengo que enfrentarlo —contestó la mujer.

—Bien, sabes que siempre te apoyaré en todo —le sonrió.

—Gracias —la mujer miró por la ventana el paisaje de su ciudad natal, la cual, no había visitado hace muchos años y todo por miedo a enfrentar sus errores. Pero eso había quedado atrás y ahora estaba decidida a enfrentar las cosas y pedir perdón correctamente. Ya no tenía dudas ni miedo. Enfrentaría lo que sea con valentía.

Continuará…

Notas finales:

Misa: ya los dejé en suspenso ¿quién será la persona que llegó? estoy segura de que ya sospechan quién xD

La vez pasada no dejé pregunta, esta vez dejaré dos. Pero, a estas sólo contestan con un sí o con un no.

1)¿les gustaría que hiciera una lista con las curiosidades del fic? yo con gusto la hago, para que sepan cosas que no he mostrado pero que sería divertido saber ^^

2)¿les gustaría que hiciera un dibujo de Naruto cargando a un Hiroshi bebé? nah, igual lo haré y se los traeré en la próxima actu.

Les digo que, las dos cosas, estarán publicadas antes en mi página, por si quieren darle like y seguirla: https://www.facebook.com/misaki.heartfilia.ea

De antemano les sugiero, que en el próximo capi tengan pañuelos a mano, porque se vendrá muy emotivo n.n

si te gustó, recuerda dejar review *w*

matta ne


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