Te sentía tan cerca mío que casi podía sentir lo que pensabas, tus besos en mi boca me hacían estremecerme y cada vez que pasabas por mi cuello sentía que iba a desfallecer.
- no pares… - susurraba entre gemidos la peli rosa quien entrelazaba sus brazos en el cuello de la pelinegra, quien se estaba devorando su cuello.
- esto… - entre besos Marceline intentaba no perder el poco control que le quedaba - esto no está bien Bonnie….
- acaso no te gusto? - preguntó la peli rosa cambiando de posición y poniéndose encima de la peli negra
- si me gusta...gustas… - intentando dejar de tratarla de "usted" - es que… - paró en seco - estamos ebrias, estamos haciendo algo forzado que realmente tú no quieres hacer y esto se salió de nuestras manos
- tú me gustas Marceline… - susurró la peli rosa mirando hacia otro lado - me gustas mucho… - se levantó y tomó su cartera
- a ver...momento - se levantó también y fue hacia ella, intentando tomarle la cartera - suelte la cartera, no es necesario que nos vayamos
- no quiero seguir sintiendo esto - dijo desviando el rostro - me pasé de la raya. tú tienes razón...sólo estoy haciendo estupideces… - le pidió la cartera - es mejor que nos vayamos...te iré a dejar a tu casa, no te preocupes
- si me preocupo - dijo la pelinegra - mmm...por qué dijiste eso?
- qué cosa? - preguntó la peli rosa
- dijiste que yo...que yo te gusto - tomó su rostro - siento un instante que me estás pagando para ser tu dama de compañía y al instante siguiente que realmente te gusto...no te entiendo
- sé que tenemos una diferencia de edad algo considerada...de hecho - suspiró - odié ver a tu ex novia..siento que realmente estoy mayor para ti
- la edad es un detalle… - sonrió algo triste - somos distintas. Tú eres madre de una niña que cuido, vives con lujos por ser doctora...yo no puedo darte nada de eso
- me das mucha alegría y seguridad desde que apareciste en mi vida…además siento que contigo no hay complejos por ser lesbiana
- somos de otra generación… - le sonrió - y con eso de verdad no quiero llamarte vieja
- yo realmente te gusto? - preguntó Bonnibel
- sí...realmente me gustas - le sonrió y tomó su rostro - me gustas mucho… - se acercó a besarla, dejándola con mucho cuidado en la cama - pero no quiero que pienses en que pasará mañana...no quiero que nos prometamos nada - comenzó a besar su cuello - no tenemos nada que perder cuando el sol vuelva a salir…
- tócame… - susurró la peli rosa abriendo sus piernas, mientras las cruzaba a la cadera de su amante - tócame hasta que te aburras - diciendo esto al mismo tiempo que mordía el lóbulo de su oreja
- no me voy a aburrir de esto Bonnibel - comenzó a besarla, a apoderarse de sus labios, la noche recién comenzaba.
Sentía la lengua de Marceline dentro de mi, lo que me producía mucho calor, hace mucho tiempo que no me sentía así, que no sentía ese calor recorrer todo mi cuerpo. Sentía cómo me envolvía entre tus brazos, me sentía por alguna extraña razón algo inexperta. Comenzábamos a desnudarnos, ella era muy delicada conmigo, me tenía paciencia pues me sentía algo incomoda, ya no tenía el cuerpo de una mujer de 20 años, lo cual me ponía algo nerviosa, algo insegura. La veía mirarme excitada, eso me gustaba, me gustaba sentirla mía.
- no quiero que te sientas incómoda - dijo la pelinegra entre suspiros
- te gusta lo que ves? - preguntó Bonnibel algo avergonzada
- me encanta lo que veo - terminó de desnudar a la peli rosa - quiero hacerte completamente mía Bonnibel
- hazlo… - dijo la peli rosa mordiendo sus labios mientras se terminaba de desnudar e iba al cuello de su amante - hazme tuya - se acercó a morder el cuello de Marceline cuando de pronto sonó su celular, estaba en la mesita de noche, notó que era Grumosa, así que no pudo ignorarlo, podía tratarse de Morita.
- Aló…? - preguntó con la respiración algo agitada - Lumpy?
- dónde mierda estás Bonnibel? - preguntó Fionna indignada
- le pasó algo a Morita? - preguntó rápidamente
- ella está durmiendo como un angel en su habitación...lo mismo que deberías estar haciendo tú .. - y tras decir esto Bonnibel cortó la llamada, apagó el teléfono y lo tiró lejos
- Morita está bien - sonrió más tranquila y besó la frente de Marceline
- Era Fionna ? - preguntó algo incómoda la peli negra
- sí...pero ya no nos molestará más - miró fijamente a su presa - ahora nada impedirá que sea tuya…