Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Yokai por haruka13

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

LEER NOTAL FINALES AL TERMINAR!!!!

ª Oscuridad ª

Después de volver a casa, Naruto fue a su habitación. Hinata les había pedido a sus padres que le hicieran un pequeño cuarto a Naruto, ya que pronto comenzaría a crecer y una pequeña cama en el suelo no sería suficiente.

Era un cuarto pequeño, realmente sólo cabía su cama individual y un buró. Se dejó caer en la cama y volvió a mirar el panfleto que le había dado aquella mujer. Ese yokai, de verdad que le había recordado a Sasuke, lástima que hubiera tenido tan poco tiempo para verlo, de no ser por la cicatriz que tenía en el rostro, hubiera sido como ver a Sasuke de nuevo.

Fue a la habitación de Hinata, cuando entró, la encontró en la computadora haciendo lo que se suponía era tarea.

—Hinata— llamó Naruto a Hinata y esta supo enseguida que quería pedirle algo. Cuando estaba deprimido la llamaba “Ama”, cuando necesitaba o quería algo, sólo le decía por su nombre.

—¿Qué sucede Naruto?

El yokai se sentó en la cama de su ama y esperó hasta que esta dejara lo que estaba haciendo en la computadora y lo volteará a ver.

—Quiero ir a esto— le extendió el panfleto para que Hinata lo viera.

Hinata tomó el panfleto y se horrorizó al leerlo. No entendía porque Naruto quería ir a ese asqueroso espectáculo, donde su especie era usada como mero entretenimiento.

—Naruto— miró directamente a los ojos a su yokai y supo que este estaba escondiendo algo cuando él desvió la mirada — ¿Por qué quieres ir a ese lugar?

—Sólo tengo curiosidad, eso es todo— sabía que decirle que era porque juraba que había visto un yokai parecido a Sasuke era peligroso, seguramente lo tomaría como una locura de él y nunca lo llevaría.

—Naruto, sé que mientes. Dime la verdadera razón— el exigió Hinata.

—Por favor, sólo llévame, cuando estemos ahí podré decirte el porqué.

—Naruto— el tono de Hinata se tornó serio – sabes que es peligroso que te lleve a un lugar como ese, si descubren que hay un yokai de aficionado, seguramente te llevaran de mi lado, pensando que te estoy criando mal.

—Pero no creo que se den cuenta, has hecho un muy bien trabajo conmigo, parezco un humano. Incluso los humanos me tratan como tal. Por favor, llévame, necesito ver algo— le rogó de nuevo a su ama y la miró con los ojos vidriosos, sabía que esa era una manera en que podría lograr que accediera, verlo llorar era la debilidad de Hinata.

—Naruto, no quiero llevarte, sí vas, verás cómo usan a los de tu especie para esas asquerosas peleas. Estas no son tan violentas como las del torneo, pero aun así no quiero que lo veas— Hinata le dio la espalda a Naruto y volvió a su computadora, no quería seguir hablando del asunto y si Naruto la seguía mirando de esa manera, sabía que cedería.

Naruto se puso de pie, no se daría por vencido – Ama Hinata, si usted no me lleva, iré yo solo—la amenazó. Hinata nunca le había pegado, pero pareciera que en esta ocasión estaba a punto de hacerlo.

—¡Naruto!

—Por favor, de verdad, una vez que me lleves lo entenderás todo. Por favor.

*~**~*

Recargó su espalda contra la pared, su pelea empezaba en cinco minutos. Cualquiera que lo viera, pensaría que se estaba tratando de concentrar, pero la realidad era otra, esos minutos de paz que tenía para él solo, los usaba para despejar su mente e imaginarse en algún otro lugar, imaginaba que tenía una familia, alguien que se preocupará por él, alguien que lo tratará bien.

Respiró profundamente, la puerta que estaba frente a él comenzó a subir lentamente. Los reflectores hicieron que entrecerrara los ojos, cuando por fin su vista se recuperó, salió y subió al escenario, sus cinco minutos de felicidad irreal habían terminado.

El yokai que estaba frente a él era pelirrojo, por su mirada sabía que tampoco quería estar ahí, ninguno de los dos estaba emocionado por ello. Su traje le cubría desde el cuello hasta arriba de los tobillos, era negro con líneas rojas a los costados y completamente pegado,  lo hacía sentir como si realmente no trajera ropa, aunque ya estaba acostumbrado a eso. El de su contrincante era parecido, salvo que era verde y llegaba hasta arriba de su rodilla.

El primero en atacar fue el pelirrojo, intento darle un golpe en el estómago, pero él lo esquivó con facilidad. De nuevo se lanzó contra él, pero lo tomó del cuello, alzándolo unos centímetros del suelo y luego aventó como si fuera un muñeco.

No recordaba mucho de su vida, su primer recuerdo era de hace cuatro años, cuando tenía siete. Había despertado sobre una mesa de metal, su cabeza estaba vendada, pero lo peor, es que no recordaba nada. Todo lo que había sucedido antes de ese día, se había borrado de su mente. Nunca le dijeron que le sucedió, su ama, solamente lo dejo descansar unas horas y después lo mandaron a entrenar.

A los pocos días, averiguó o al menos tuvo la idea de cómo era que había olvidado todo. Sus entrenadores, o más bien sus torturadores lo golpeaban y lastimaban a cualquier oportunidad. Seguramente le dieron un fuerte golpe que acabo dañando su cerebro de alguna manera.

Gingaku y Kinkaku eran sus nombres, el los aborrecía, sabía que él tenía más fuerza que ellos, pero los malditos, desde que descubrieron esto, le inyectaban algo antes de que lo entrenaran, algo que lo volvía más débil, afectando sus sentidos.

Ambos tenían un fetiche con él, o al menos eso pensaba, siempre que podían lo colgaban de su cola, pero eso no era todo, se encargaban de amarrar un peso a su cintura o brazos, para que  esta experiencia fuera más devastadora para él. Recordaba maullar con todas sus fuerzas, porque además lo jalaban. A veces pensaba que un día su cola se despegaría de su cuerpo.

También, lo obligaban a cargar cosas durante horas, lo mantenían con los brazos extendidos, cargando lo más pesado que encontraran. Esperan hasta que sus brazos y piernas flaquearan, cuando comenzaba a ser notorio ese temblor que demostraba su debilidad, venían los latigazos, tanto por enfrente como por atrás. El objeto se acaba de caer de sus manos, pero eso no marcaba el final, al contrario, los latigazos continuaban, hasta que sus ojos se cerraban y él se quedaba afónico de tanto maullar.

El traje que llevaba no era tanto por presentación, sino para ocultar las múltiples heridas de su cuerpo, los yokai poseen un buen sistema de regeneración, pero si la herida se hacía una y otra vez en el mismo punto, la regeneración se volvía defectuosa y dejaba una cicatriz, igual que en los humanos.

Ganó la pelea, lo sentía por el otro yokai, seguramente sería castigado por su mal desempeño, pero él no podía darse el lujo de sentir lástima por otros, al final sí su desempeño no era el esperado, el castigado sería él.

—Espero que para la siguiente lo hagas mejor—le dijo su ama, cuando subieron al auto.

Eso era las únicas palabras que le decía si su desempeño había sido bueno. Para ella, él nunca haría algo excelente, siempre podría superarse.

Necesitaba agua, pero no podía pedirla, si lo hacía se ganaría que el agua que estuviera destinada para hidratarlo fuera tirada al suelo y no bebiera en dos días siguientes.

Kaguya, ese era el nombre de la despreciable mujer que era su ama y responsable de que su vida fuera un infierno. Kikaku y Gingaku podían ser crueles y viles, pero Kaguya, era peor, la cicatriz en su ojo, había sido cortesía de ella y a diferencia de sus otras cicatrices esta era la más marcada, la cual era un tomo mucho más oscuro que el de su piel.

*~**~*

Su premio por haber ganado, había sido dos litros de agua y las sobras de la cena de Gingaku y Kinkaku, para él, eran deliciosas. La comida que le daba generalmente estaba podrida, habían descubierto que él podía sobrevivir con ese tipo de alimentos, así que desde entonces nunca se molestaban por prepararle algo en buen estado.

Se recostó en el suelo de su celda, como siempre estaba desnudo, la ropa solo la usaba cuando eran las peleas, para lo demás, no tenía derecho a cubrirse, ni para protegerse del frío.

Los miércoles eran sus días de descanso, ese día sólo Kakashi lo entrenaba, era el encargado de enseñarle a usar la katana. ¿Qué hacía a Kakashi diferente a los demás?, no lo maltrataba y lo trataba como un igual, aunque el fuera humano.

—Indra, no te distraigas— le decía durante el entrenamiento.

Kaguya, Gingaku y Kinkaku, se iban los miércoles a cualquier lugar y dejaban a Kakashi a cargo de él, lo que resultaba un pequeño respiro en su vida.

*~**~*

La katana se había resbalado de su mano, un escalofrió recorrió su cuerpo, un miedo lo invadió y cayó al suelo. Sentía como él entrenador se acercaba a él, parecía que el entrenador le decía algo, pero no podía entenderlo, estaba completamente asustado. Usó sus manos para arrastrarse y alejarse lo más que pudiera de ese hombre.

Las lágrimas de sus ojos le nublaban la vista y no le permitían ver la expresión de su entrador, sólo sabía que lo golpearía y pronto. Su mano resbaló con una piedra y ya no pudo sostenerse, su cabeza acabó golpeando el suelo.

Su entrenador, lo tenía a su merced, sintió cuando lo tomó de las muñecas, estaba aterrado, maullaba con fuerza aunque sabía que esto no lo ayudaría.

—Indra, indra—decía Kakashi con desesperación, pero el yokai movía las manos completamente desesperado, sabía que intentaba rasguñarlo y eso sólo complicaba todo.

—Indra.

El yokai no se calmaba así que lo rodeó con sus brazos y lo abrazó. Sasuke se sorprendió por esto, al inicio pensó que Kakashi trataba de hacerlo soportar todo su peso, pero entonces sintió como este se levantaba y no lo soltaba, sus brazos aún lo rodeaban pero no ejercían fuerza sobre el para lastimarlo.

—Indra, yo no soy como ellos. No te haré daño, pero debes de calmarte— comenzó a acariciarle la cabeza, esperaba que con esto se calmará y al parecer funcionó,  Indra dejó de llorar sus manos dejaron de intentar rasguñarlo.

Sentó a Indra y le dirigió una cálida sonrisa, quien lo miraba sorprendido no entendía lo que estaba sucediendo.

—Yo no te haré daño—le dijo limpiándole una de las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

—¿Por qué?—preguntó con cierto temor el yokai.

—Porque eres adorable y eres alguien inocente, no mereces que te hagan daño.

Había pensado que Kakashi sería su salvador, pero tiempo después comprendió que su entrenador no tenía el suficiente poder como para enfrentarse a sus torturadores, pero al menos siempre buscaba a manera de que él sintiera que había una persona en el mundo que se preocupaba por él.

—Lo hiciste muy bien, has mejorado—le dijo Kakashi cuando acabo su entrenamiento – pronto me superaras y harás que deje de ser tu maestro—le dijo bromeando, pero supo que Indra no lo entendió como tal, sus ojos miraron el suelo y le dio la espalda— Indra, no lo decía en serio.

—¿No dejarás de ser mi entrenador verdad?—le preguntó el yokai, quien a pesar de mostrar un semblante frívolo e indiferente en sus peleas en esos momentos parecía que estaba al borde de la locura, con su orejas dando hacia atrás y sus ojos anegados de lágrimas.

—Sabes que no— lo tomó de las manos y sintió cuando la mirada de Indra se encontró con la suya – siento que no te pueda sacar de este lugar, lo he intentado pero no he encontrado a alguien dispuesto para ayudarme— acarició el rostro de Indra, recorriendo la cicatriz de su ojo, sintió un dolor en sus pecho, él vivía en una de las habitaciones de los pisos de arriba y aun escuchaba en su cabeza los gritos de Indra cuando Kaguya se había asegurado de que el yokai tuviera un recuerdo por ese pequeño error que había cometido.

El ojo de Indra había perdido la visión después de eso, incluso se había tornado blanquizco, pero por suerte la regeneración había ayudado un poco y el color del iris había vuelto a hacer oscuro como siempre, aunque Kakashi sabía a la perfección, que la visión de ese ojo, no era la misma, incluso tenía la idea de que Indra la perdería por completo en ese ojo. Pero no podía decir nada, si lo hacía, Kaguya se encargaría de deshacerse de Indra, y eso no sería solamente dejándolo en la calle, no, se encargaría de torturarlo hasta que muriera.

Besó el parpado del ojo lastimado y después besó los labios yokai, no porque tuviera sentimientos amorosos hacía Indra,  lo veía como a un hijo o un hermano,  pero sabía que el yokai estaba demasiado dañado y que esas pequeñas muestras de afecto ayudaban a que no se volviera loco en ese mundo.

Abrazó a Indra y sacó un cuchillo, esos eran los momentos que más odiaban ambos, Indra se alejó un poco y estiró su brazo, Kakashi lo sujetó con una mano y con el cuchillo cortó la blanquecina piel de Indra. Tenía que hacerlo, Kaguya no lo dejaría seguir viendo al yokai, si no veía que le infligía daño durante los entrenamientos. Manchó la mejilla y pecho de Indra con su propia sangre, después de eso, se despidió.

*~**~*

Logró que Hinata lo llevará a la pelea, pero no conforme con eso, le pidió que estuvieran en los lugares más cercanos al escenario.

Hinata estaba completamente nerviosa, no le gustaba aquel lugar, tenía miedo que se dieran cuenta de la verdadera naturaleza de Naruto y lo alejaran de su lado. Aún no había logrado averiguar porque Naruto deseaba tanto ver esa pelea, pero al final había logrado convencerla, o más bien manipularla.

La primera pelea comenzó, Naruto estaba completamente sorprendido y asustado por como peleaban entre ellos los de sus especie. Hinata lo tomó con fuerza de la mano para calmarlo, pero aun así sentía como Naruto temblaba ocasionalmente.

Cuando ya iban por la tercera pelea, Hinata decidió que era momento de que se fueran, ya habían visto demasiado, incluso Naruto sudaba y estaba por causarle gangrena por la fuerza con que la agarraba.

—Nos vamos—dijo Hinata poniéndose de pie.

—¡No!, su pelea es la siguiente.

—¿De qué hablas?—preguntó Hinata, volviendo a tomar su asiento.

—Vine a ver un yokai—dijo Naruto apenado – su pelea es la siguiente, por favor, sólo quedémonos hasta la siguiente.

Sintió la necesidad de abrazar a Naruto, ¿sería que su yokai se había enamorado y  venía a ver a esa persona ahora?, eso debía de haberla puesto contenta, Naruto era como su hijo, pero un hijo que en unos años dejaría de estar con ella, por culpa de una estúpida ley.

—Naruto…

Anunciaron la cuarta pelea, Hinata no dejaba de ver con lástima a su yokai, quien estaba atento al escenario, a pesar de las impactantes escenas que estaba presenciando.

—¡Mirá Hinata, es Sasuke!—dijo Naruto con una sonrisa en su rostro.

Hinata miró al escenario, al principio pensó que su yokai había alucinado, pero cuando vio al yokai del que hablaba Naruto, sintió algo en su interior.

—¿Naruto, de qué hablas?—le preguntó mientras miraba al escenario.

—El otro día lo vi en la calle, pensé que era Sasuke, pero no pude estar seguro, sólo lo vi por unos minutos, pero miraba, es él. Salvo por esa cicatriz—lo último lo dijo con un poco de tristeza.

Hinata miró hacia donde estaban los yokai peleándose, miró con detenimiento al yokai de cabellos negros, Naruto tenía razón era muy parecido a Sasuke, salvo que su cabello tenía destellos azules. Sí Neji estuviera ahí, estaba segura de que hubiera ido al escenario y sacado de ahí al yokai.

*~**~*

No podía dejar de verlo, ese yokai, llamado Indra, era la viva imagen de Sasuke. Lo tenía impresionado, no sólo por el parecido, sino por como peleaba. Indra esquivaba los golpes con pericia, y los golpes que les daba a otros yokai, parecía que le era muy fácil ejecutarlos, como si cualquiera pudiera hacerlo.

El contrincante de Indra, había atrapado su muñeca izquierda, Naruto pensó que todo estaría perdido cuando Indra intentaba propinarle otro golpe a su contrincante, pero este estaba listo para atrapar la mano del yokai, pero sucedió algo que sorprendió a Naruto, Indra atrapó antes la mano del contrincante con su cola, que hasta ese momento, Naruto no había notado que era un poco más larga que la de cualquier yokai, y por lo visto no solo era larga, también fuerte, pues logró despegar unos centímetros del suelo al otro yokai, con sólo sostenerlo de la muñeca con su cola y luego de eso le propinó varios golpes en la cara. Naruto estaba seguro de que Indra ganaría, pero todo cambió cuando su mirada se encontró con la este, lo que pareció ser un distractor para él.

Al final ganó el contrincante de Indra, Naruto se sentía culpable, sabía que después de que sus ojos se hubieran encontrado con los de Indra, este se había distraído y recibido un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó en el suelo, dándole la oportunidad a su contrincante de golpearlo varias veces en el estómago, hasta que se declarará su victoria.

La pelea finalizó,  pero apenas volteó a ver a Hinata, esta lo tomó de la mano y lo obligó a que la siguiera. Naruto no sabía  adonde era que lo estaba llevando, pero lo comprendió cuando llegaron a un pasillo donde había varias puertas, algunas de estas estaban abiertas y Naruto pudo ver como golpeaban a yokais, Naruto estaba seguro que se trataba de los que habían perdido su encuentro.

Su corazón casi se detuvo cuando vio que era lo que pretendía Hinata. Indra estaba frente a ellos, sentado al lado de su ama y mirando el suelo, como si hubiera algo interesante en este. Naruto hubiera creído que Indra correría la misma suerte que los demás yokai perdedores, tal vez su ama no eran tan exigente, pensó.

—Disculpa—le habló Hinata a Kaguya.

—Sí— dijo con cierto despreció la mujer, al ver que una jovencita le estaba hablando y miraba con detenimiento a Indra – ¿se te ofrece algo?

—Mi hermano— dijo Hinata refiriéndose a Naruto— es un gran admirador de Indra, le encantaría que le dejará tomarle una foto.

— Las fotos tiene precio—dijo Kaguya inmediatamente.

—Descuide, tengo lo necesario para pagarlo, ¿cuánto cuesta?

—Cien dólares.

Hinata supo que se quedaría sin su mesada, pero sacó el dinero y se lo dio a esa despreciable mujer.

Kaguya, le dio un golpe en la cabeza a Indra y le ordenó que se levantará y posará hacia el celular de Hinata.

Naruto miraba al yokai, se veía tan devastado y sintió un vacío en su interior cuando de nuevo su mirada se topó con la de él, sentía que le estaba pidiendo ayuda, su mirada transmitía soledad y tristeza, pero eso sólo duro unos pocos segundos, hasta que Indra bajó la mirada y se sentó de nuevo junto a su ama.

—Muchas gracias—dijo Hinata con un nudo en la garganta y tomó la mano de Naruto para sacarlo de allí.

*~**~*

Subieron al auto, Naruto se puso un poco tensó al no escuchar palabra alguna de su ama, no sabía si estaba molesta, pero parecía un poco alterada. No preguntó nada, hasta que se dio cuenta de que Hinata no manejaba en dirección a la casa.

—¿A dónde vamos?— le preguntó Naruto un poco asustado al ver como Hinata aumentaba la velocidad.

—A la veterinaria.

Quiso preguntarle a Hinata la razón, pero temía que le respondiera que era para ponerle una inyección, le temía tanto a esas cosas.

Llegaron a la clínica. Naruto siguió a su ama, a pesar de lo rápido que esta caminaba, pareciera que Naruto necesitará un tratamiento de emergencia, pero el yokai sabía que él estaba bien de salud, sin embargo no podía imaginar porque razón Hinata lo estaba llevando a ese lugar.

—¿El doctor Orochimaru Hebi?—preguntó sin poder esconder su ansiedad a la recepcionista.

—Está en su consultorio, ¿cuál es el nombre de su yokai para avisarle de su llegada?

—Descuide no es necesario.

Naruto estaba sorprendido de su ama, había dejado con la palabra en la boca a la recepcionista que trataba de detenerla, pero aun así ella siguió y Naruto la tomó de la mano. Cuando estuvieron frente al consultorio del doctor, Hinata ni siquiera tocó sólo abrió la puerta.

—Lo siento doctor, pero esta mujer…— trató de excusarse la recepcionista.

—Descuida, yo me hago cargo—dijo Orochimaru con calma y espero a que la recepcionista se fuera.

La puerta se cerró tras ellos. Naruto tragó saliva cuando sintió el silencio que invadía el consultorio.

—Señorita Hyuuga, ¿a qué debo su visita?—preguntó con amabilidad.

—Doctor, quiero saber que tan confiables eran los resultados del examen de linaje de Sasuke y Naruto.

—¿A qué quiere llegar con eso?, yo mismo me encargué de hacer ese estudio— dijo un poco indignado.

—De acuerdo. Usted es un experto en yokai, ¿cierto?— Hinata sacó su celular y buscó la foto de Indra – puede decirme si este yokai, es el mismo que le fue robado a mi primo, ¿es posible que sea Sasuke?

Orochimaru tomó el celular de Hinata y miró la foto con detenimiento, mientras Naruto veía completamente sorprendido a su ama. Al parecer no estaba loco, realmente Indra se parecía Sasuke e incluso Hinata pensaba que se tratará de él.

 

 

 

Notas finales:

AVISO IMPORTANTE!!!!

No, no habrá Kakasasu en este fic, como dije Kakashi sólo ve a Sasuke como un hijo. 

Necesitaba poner alguien que diera esperanza a Sasuke y se me ocurrió que Kakashi era buena opción para ello. 

 

Espero sus comentarios y gracias por dejarlos :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).