ª Determinaciones y Hallazgos ª
Llevaba una semana en aquella casa. Todo era tan diferente, ya no dormía en el suelo, sino en una cama de verdad y una bastante cómoda, aunque a veces optaba por acostarse en el suelo cuando le costaba dormir. Kakashi le había dicho que se calmará con el asunto de Kaguya, por ahora podría descansar de ella, pero eso no le servía de mucho, vivía con el temor de que cualquier día esa mujer entrara por la puerta, se lo llevará y su vida volviera a hacer como antes, una mísera.
Ahora usaba ropa todo el tiempo, era un poco extraño para él, pues lo habían acostumbrado a estar desnudo todo el tiempo, hasta que hubiera una pelea. Otro aspecto nuevo, era la comida, lo primero que había recibido en aquella casa era un emparedado, jamás había probado algo tan exquisito en toda su vida, cuando le dio el primer bocado, quiso devorárselo rápidamente, pero se controló, pues quería que le durará el mayor tiempo posible.
—Indra— una voz interrumpió al yokai que miraba a al ventaba observando a un par de aves revalorar cerca de esta.
El yokai volteó, se encontró con Kakashi que tenía una media sonrisa dibujada en su rostro. Siempre que Kakashi lo iba a buscar temía que le dijera que era hora de irse y volver a la realidad, donde la tranquilidad no existía.
—El señor Hagoromo te está buscando.
Sasuke intentó actuar como si aquella noticia no le causara un poco de miedo. Sólo había visto al señor Hagomoro una vez en toda la semana que llevaba y le había parecido alguien bastante estricto y frívolo, además parecía estar sólo interesado en si él era útil o no.
El señor Hagoromo, había exigido que a Sasuke se le realizaran toda clase de estudios clínicos, así como también un exhaustivo examen médico. Seguramente el que haya pedido que Kakashi fuera a buscarlo, era para decirle que comenzaría de nuevo a entrenar para continuar con las peleas de siempre.
Kakashi lo dejó en un cuarto con Hagoromo, quien a penas y levantó su vista para ver a Sasuke, de hecho estaba más enfocado en los papeles que había en su escritorio que en el yokai. Comenzó a observar los que estaban cerca de él y se desilusionó un poco al ver que se trataban de cosas aburridas. Hagomoro observó a Sasuke detenidamente sin que este se diera cuenta, viendo como movía los ojos para poder leer lo que decían los papeles.
—¿Sabes leer?
Sasuke se sobresaltó un poco, pero regresó a su estado normal en cuestión de segundos. Estaba por decirle que en efecto, sabía leer, pero lo pensó mejor y decidió negarlo.
—Ya veo—dijo Hagoromo un tanto desilusionado por la respuesta del yokai. Tomó una hoja en blanco y escribió unas cuantas líneas en esta, después las puso frente a Sasuke como si sólo se tratará de un papel más sin importancia y pretendía que seguía revisando cuentas.
Miró el mensaje, siempre había sido un poco curioso, además de que le ayudaba a distraerse y relajarse, estar ahí con el señor Hagoromo, lo ponía tenso, quería que le dijera de una buena vez para que lo había llamado, pero el hombre parecía que tenía asuntos más importantes que atender. Lamentablemente no podía quejarse, ese hombre le había dado el mejor trato del que tenía memoria, le estaba agradecido por ello. Leyó lo que decía en el papel y sé quedo helado, sintió una sensación de frío recorrerle el cuerpo, sus orejas se hicieron hacia atrás y tragó saliva para evitar que las lágrimas de los ojos salieran de sus ojos.
“Indra, será ejecutado mañana por la mañana”
Quiso ponerse de pie y huir. Lo iban a matar, por eso era que lo trataban tan bien, tal vez solo querían que al menos disfrutara de sus últimos días. Era cierto que había pedido muchas veces en sus pensamientos que acabaran con su vida, pero ahora que todo parecía ser tan seguro, tuvo miedo; miedo de no volver a ver a Kakashi, de no poder agradecerle lo que había hecho por él y sentía que había algo más por lo que aún no debía morir, pero no daba con qué.
—Indra—le habló con firmeza. Sasuke volteó a mirarlo con los ojos rojos y a punto de dejar escapar lágrimas— no me gusta que me mientan. Por lo que acabo de ver, sabes leer perfectamente, ¿Quién te enseñó?— porque de algo estaba seguro, no había podido tratarse de su hija, tal vez Kakashi, pero lo dudaba.
Sasuke miró a la nada, mordiendo su labio inferior— no lo sé—dijo con sinceridad.
Hagoromo, lo miró por unos momentos – no te preocupes Indra, lo de la nota no es cierto, sólo fue para probarte— notó como Sasuke se tranquilizó por un momento, pero obviamente seguía tenso — ¿Kakashi te enseñó?
—No, el sólo ha sido mi entrenador con la katana—dijo lo más calmado que pudo, era la verdad, pero temía que el señor Hagoromo no le creyera.
—Bueno si no fue Kakashi, alguien debió enseñarte, de verdad ¿no sabes?
—No. Se hacerlo, desde siempre, bueno desde que tengo memoria.
—¿Desde qué tienes memoria?
—Sí, yo sólo tengo recuerdos desde hace cinco años, antes de eso, he olvidado un todo.
Hagoromo hizo una mueca que no pudo descifrar, parecía ser entre fastidio y enojo. Tal vez era porque había descubierto un defecto en él y por lo que podría imaginarse eso no era bueno.
—Indra— su voz era más calmada— revisé los resultados de tus análisis y tu examen médico. Como lo esperaba presentaste varias deficiencias de nutrientes y anemia, pero bueno eso se puede mejorar con una buena alimentación. El verdadero problema está en tu ojo lastimado—dirigió su mirada aquella parte de Sasuke— te pediré que te tapes tu ojos sano.
Sasuke hizo lo que le pidieron y se asustó. No veía más que cosas amorfas y borrosas. Estaba perdido, se iban a deshacer de él.
—Tu retina sufrió un gran daño, no hay manera de salvarla, perderás por completo la vista de ese ojo.
Tragó saliva y se quitó la mano del ojo sano, para poder ver a Hagoromo. Parecía preocupado por él, pero no podía saberlo a ciencia cierta, nadie más que Kakashi le había mostrado aquel sentimiento.
—¿No sirvo para pelear, cierto?
—Continuarás tu entrenamiento, para ello te ayudara Kakashi y mi estudiante Anko. Además, todas las tardes a eso de las cinco, vendrás a este lugar, tengo que seguirte haciendo varias pruebas.
Sasuke asintió y miró al suelo, pensaba que por fin podría tener un momento de tranquilidad, pero la vida lo odiaba, las malas noticias no parecía que se acabarían, se preguntaba porque tenía tan mala suerte, ¿Por qué no había podido tener una familia o tener la suerte de ese yokai que había visto cuando peleaba? pues a pesar de que aparentaba ser humano, él se había dado cuenta de su verdadera naturaleza. Por eso se había distraído cuando peleaba, le había inquietado demasiado la presencia de aquel sujeto, jamás había creído posible que un yokai tuviera aquella suerte, una suerte que envidiaba con locura.
—¿Por qué fallaste en tu última pelea? Kakashi me dijo que eres bastante bueno—dijo Hagoromo, interrumpiendo sus pensamientos.
—Yo…me distraje con alguien del público.
Hagoromo se cruzó de brazos, la verdad era que Indra le inquietaba bastante. Obviamente sabía a la perfección quien había sido su madre, no había dudo, se trataba de Mikoto, la yokai que alguna vez fue de sus padre, ella e Indra eran como dos gotas de agua, de no ser por aquella cicatriz en el rostro del yokai.
Mikoto había sido muy buena en peleas, había hecho lo posible porque no fuera a parar al matadero, pero no pudo hacer mucho, las malditas reglas eran reglas y todos, sin excepción de nadie debía de cumplirlas.
—¿Qué fue exactamente lo que te distrajo?
—Un chico— dijo sin dudarlo, de todas maneras, no veía que hubiera algo malo en decir la verdad – me parecía sospechoso— ¿Por qué sentía algo en su interior cada vez que pensaba en ese yokai?, sentía envidia no lo dudaba, pero había algo más y muy fuerte, como una sensación que le decía que debía de haber prestado más atención a él – en esas peleas siempre va la misma gente, este chico era nuevo, eso me llamo la atención.
—De acuerdo, es todo por hoy. Ve por tu cena y luego a descansar, mañana comienza tu entrenamiento.
*~**~*
Hinata no había comentado nada con él sobre lo que el doctor les había dicho. Estaba totalmente sorprendido, no podía creer que Sasuke fuera tan poderoso, a pesar de que ya lo había visto en acción. Sintió un hueco en su estómago, cuando recordó la cicatriz de Sasuke, debía de haber sido muy dolorosa y aunque Hinata no lo hubiera dicho, sabía que la vida de Sasuke no debía de ser como la suya, sino todo lo contrario.
Hoy, estaba esperando la llegada del señor Hyuuga, había tomado una decisión y aunque no le gustara, le parecía que el más indicado para decirle si era lo correcto, era precisamente el padre de Hinata. Cuando vio que el carro de este, se estacionaba en la casa, fue al jardín y espero a que entrara.
El señor Hyuuga no le prestó atención a Naruto, siguió caminando como siempre, el yokai sólo era la mascota de su familia nada más, no tenía por qué interesarle lo que este hiciera.
—Amo—le habló Naruto, quien temió un poco de que algo malo pasara, jamás le había dirigido la palabra al padre de Hinata, en todo el tiempo que llevaba viviendo con ellos.
El padre de Hinata volteó a verlo completamente extrañado, pero luego tuvo una idea de lo que estaba sucediendo, seguramente Naruto había roto algo de la casa y su esposa lo había obligado a pedirle perdón.
—¿Qué quieres?
Lo miró, hizo lo posible porque su mirada fuera convincente y no demostrara su nerviosismo, a pesar de que ese hombre le ponía los pelos de punta – quiero pelear—dijo al fin, arrepintiéndose al poco tiempo de sus palabras.
—¿Qué dijiste?
—Quiero pelear— tomó aire – el amo Neji me ha dicho que moriré en unos cuantos años, al menos quiero hacer algo útil—mintió, la verdadera razón detrás de todo ello, era Sasuke.
Hiashi se rio y eso hizo que Naruto se sintiera como un estúpido por tal petición, de nada le había servido armarse de valor e intentar hablar lo más serio que pudiera con el padre de Hinata. Todo el mundo lo tomaba por un tonto.
—Tu linaje es muy malo, no eres negocio para mí.
Esas palabras lo hicieron enojar — ¡No es cierto!—se acercó a Hiashi y lo miró directamente a los ojos como si fuera su igual— Hinata pidió que me hicieran otra prueba y resultó que el doctor se había equivocado. Mi linaje es muy bueno, soy un hibrido, entre Namikaze y Uzumaki.
—Hablare con Hinata para que corrobore lo que me has dicho.
Hiashi entró a la casa, era obvio que pensaba que sus palabras eran puros disparates y además, ahora tenía otro problema, Hinata se iba a enterar de todo y con ello su plan se iría a la basura.
*~**~*
Justo a la hora de la comida fue cuando Hiashi mencionó lo que le había dicho.
—Hinata—llamó la atención de su hija, cuando esta lo miró prosiguió—¿Es cierto que el linaje de Naruto estaba equivocado?
Su ama como Neji lo voltearon a ver. Hinata estaba asustada, por lo visto, tenía la idea de que su padre se había enterado de ellos por otro medio, jamás pensaría que Naruto le hubiera dicho.
—No—le respondió Hinata a su padre, pero el nerviosismo en sus manos la delataba.
—¿Entonces, Naruto mintió?
Lo iban a matar, no hacía falta que su ama lo viera, lo iba odiar y regañar por lo que había hecho, al final tanto ella como el doctor Orochimaru habían hecho lo posible porque él nunca peleara y ahora es lo que más deseaba, eso lo hacía ver como un desagradecido.
Ella tragó saliva—Naruto estaba desanimado, decidí hacerle otro examen solo por curiosidad.
—Su linaje es otro, después de todo—los ojos de Hiashi brillaron, pareciera que había encontrado un tesoro.
—Nos dijeron que podía ser el que nos habían dicho o este, era difícil de determinar.
Hiashi volteó a verlo — ¿De verdad quieres pelear como dijiste?
No miró a Hinata, si lo hacía, no podría decirle a Hiashi que sí. Sentía la mirada de su ama sobre él, implorándole que por favor le dijera que no a su padre, pero no podía hacerlo, era su oportunidad. Además ¿qué gran cosas podía hacer como Yokai?, ¿ser una inútil y buena mascota hasta que un día llegaran y se lo llevaran para acabar con su vida? Por otra parte, tenía la tonta idea de que podría hablar con Sasuke y saber cómo era que había acabado de esa manera, pero algo le decía que no sería fácil de asimilar.
—Sí—dijo con decisión.
—¡Naruto!—gritó Hinata al escuchar las palabras de su yokai.
—Tu yokai ha hablado—dijo su padre a la chica – si es lo que desea, así será, al menos de esa manera será algo útil.
—¡No me importa lo que él haya dicho, no tiene idea de lo que son las cosas!, ¡él no va a pelear y punto!
—Yo compre esos yokai, así que el futuro de ellos recaí sobre mí. Después de todo soy quien paga su manutención tú sólo te dedicas a apapacharlo.
Hinata aventó los cubiertos a la mesa y se fue a encerrar en su cuarto. Naruto en cambio se sentía como si hubiera hecho algo tan malo, que no mereciera seguir viviendo en aquella casa. Así que se dio medio vuelta y caminó hacia la puerta que daba al patio. Sabía muy bien que su ama, hacía todo por protegerlo, pero la realidad es que no podría hacer mucho, más que darle de comer todo lo que quisiera y consentirlo, hasta que llegara el día de su muerte.
*~**~*
—¿Qué decidiste?—le preguntó Kakashi a Hagoromo, mientras ambos estaban en la oficina del segundo.
—Continuaras con su entrenamiento mañana, con ayuda de Anko.
—Seguirás los pasos de tu hija después de todo— no pudo ocultar el desprecio en sus palabas. Tenía la esperanza de que alguien además de él, se apiadara un poco de Indra, que no lo viera como un simple objeto para ganar más dinero o divertirse.
—Aún le haré unas pruebas más a Indra, hablaremos después de que estas hayan arrojado lo que espero, mientras tanto, sólo acata mis órdenes.
No quería usar, la debilidad de Indra, como su último recurso, pero debía de hacerlo, era la única manera de que algo cambiara, aunque también lo podía empeorar aún más – Indra ha perdido la visibilidad de un ojos, seguramente quedará ciego en poco tiempo.
Hagoromo se cruzó de brazos y miró directamente a los ojos de Kakashi – estoy al corriente de eso, los exámenes que le hice, fueron suficientes para poder determinarlo. ¿Creías que un simple hecho como ese, haría que decidiera tener a Indra, como una estúpida e inútil mascota, sólo porqué es lindo y va con la decoración de mi casa? No, Indra podrá tener esa debilidad, pero estoy seguro de que tiene un gran potencial como su madre y por ello mismo no quiero convertirlo en un montón de carne inútil.
—¿La madre de Sasuke, era el yokai de tu padre entonces?
—Así es. No tenemos nada más que hablar, nos vemos luego.
Como el padre de Kaguya lo había ordenado, Sasuke comenzó a entrenar al siguiente. Kakashi miraba con orgullo a Indra, de verdad que él siempre daba lo mejor de sí, definitivamente no merecía la vida que le había tocado y se sentía un bueno para nada, por no lograr cambiar algo de ello. Era cierto que fallaba un poco debido a su ojo dañado, pero aun así luchaba mejor que cualquier otro yokai.
—¿Es posible que un yokai viva como humano?—preguntó Sasuke a Kakashi mientras entrenaban.
—No. Imposible, el gobierno como las costumbres de los humanos no lo permiten.
—Si yo hubiera sido tuyo, ¿me habrías tratado de la misma manera— hizo una pausa— que ella?
Esa pregunta tomó a Kakashi por sorpresa, su respuesta sería un no por seguro, sin embargo de haber sido así, era probable que hubiera hecho que Indra peleara, después de todo él era un entrenador de yokai, tal vez, lo único que podía asegurar para Indra, de haber tenido otra suerte, era de no haber sufrido tantas torturas sin sentido.
—Te hubiera tratado mejor— dijo y enseguida vio la expresión de Indra, la cual delataba que esa no era la respuesta que esperaba.
—Vi un yokai, en una de mis peleas. El aparentaba ser humano como cualquier otro, por lo visto nadie ser percato de ello, excepto que su aroma lo delataba – detuvo uno de los ataques de Kakashi— Ojala hubiera tenido la suerte de ser adoptado por la familia de él.
No hubo ningún comentario por parte de Kakashi después de lo que había dicho. Siempre había visto en Kakashi a alguien que lo protegía, que incluso podría llegarlo a ver como un padre, pero al parecer estaba equivocado, lo único que sentía por él era lástima. Pesaba que Kakashi era diferente a los demás, pero se estaba engañando, él era su mentor y él no era su primer alumno. Tal vez, hasta en algún momento había sido igual de vil que Kaguya con otros yokai. Se preguntó, cuando sería el día en que podría confiar en alguien plenamente o que al menos no lo hiciera pensar que estaba ocultándole algo, porque era cierto, en esos momentos Kakashi era su soporte, pero temía que el día de mañana lo apuñalara por la espalda.
Estaba sólo y el único que podía preocuparse sinceramente por él, era él mismo.
*~**~*
¿Cómo va el entrenamiento de Indra?—preguntó Hagoromo a Kakashi mientras Indra entrenaba con Anko.
—Su rendimiento es bueno, si es lo que te preocupa.
—Debo hablar contigo. Sígueme.
Ambos entraron a la casa, cerrando la puerta que daba al jardín, donde Indra se encontraba entrenando en esos momentos. Por la actitud de Hagoromo, pudo percibir que no se trataba de nada bueno, incluso hasta había imaginado lo peor.
—¿Qué sucede?—preguntó cuándo hubieron llegado al despecho del padre de Kaguya.
— Hay algo que no te mencioné de los exámenes de Indra en su momento, debido a que estaba buscando una solución.
¿Solución?, se preguntó Kakashi en su mente, ¿acaso Hagoromo, se preocupaba un poco por Indra? Miró al hombre frente a él y realmente vio un poco de preocupación en su mirada. No, no debía de hacerse ilusiones, seguramente Indra había resultado ser deficiente en varios aspectos.
—¿Qué hay de malo con él?, además de lo que ya sabemos.
—Indra es híbrido.
Aquella combinación de palabras fue un poco extraña para Kakashi, más que nada porque la marca de Indra, denotaba que era descendiente directo de los Uchiha, más no descendiente de diferentes linajes de yokai.
—Indra no es híbrido, Kaguya como yo nos cercioramos de eso.
—No me refiero a que venga de dos linajes. La madre de Indra es Yokai, pero su padre es humano.
Se quedó absorto al escuchar lo que había dicho Hagoromo. Jamás había escuchado cosas como esa, los humanos tendían a despreciar demasiado a los yokai como para procrear con ellos, sin mencionar que debido a las leyes era difícil imaginar que algo como eso pudiera pasar.
—Eso es una locura, imposible.
—Así lo pensé yo, pero su cariotipo demostró que cuenta con un número de cromosomas impares, por lo que es estéril y resultado de la cruza entre dos especies diferentes. Eso no es del todo preocupante, es algo que afectara su desempeño físico, sin embargo, Indra es un buen espécimen si llega el caso en que el gane y quieran que se reproduzca, conocerán su estado, harán estudios con él y dudo que estos sean placenteros.
—¿Realmente te importa lo que pase con Indra?—preguntó incrédulo— ¿o temes que no te den el dinero cuando gane y descubran su estado?
—Puede ser cualquiera de las dos razones, no tengo porque darte explicaciones. Por ahora sólo te pido que no se lo menciones nunca Indra, no vale la pena que sepa esa verdad, además si su padre es humano e Indra acabo en una tienda de mascotas, algo me dice que lo aborrecía y no quería saber nada él.
—Entiendo.
*~**~*
—Doctor Hebi—saludó Hinata a Orochimaru, quien le había pedido que fuera a verlo inmediatamente al hospital.
—Hinata—dijo con una sonrisa que duró poco.
Orochimaru estaba al tanto de que Naruto entrenaba en las instalaciones Hyuuga. Hinata le había contado todo, incluso había hablado con el yokai para hacerlo cambiar de opinión, pero no lo logró, este había sido bastante terco y firme a sus decisiones. Además de que fue el único que obtuvo que Naruto le dijera la verdadera razón de aquella decisión tan precipitada, Sasuke.
—He encontrado el motivo suficiente para que Naruto abandone por completo la idea de pelar, después de todo aún está a tiempo.
—Por su expresión, puedo ver que algo conlleva esa motivo, ¿Qué fue lo que descubrió?
—Revisaba las lista de inscritos a la peleas que hay para calificar a esa maldita Gran Pelea— hizo una pausa y desvió su mirada de la de Hinata, para ver el papel que sostenía en sus manos – Sasuke o Indra, no figura en ella, de hecho no ha peleado desde hace un año.
—¿Significa que los que lo secuestraron pudieron arrepentirse de lo que le estaban haciendo?
—No—dijo sintiendo una pena inmensa — lo más probable es que el haya muerto.