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Enamórame por Fullbuster

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Gray Fullbuster POV


 


Natsu me estaba besando y aunque mi cerebro se negaba a aceptarlo, mi cuerpo iba completamente por libre, mi cuerpo había decidido desearle sin preguntar, mi lengua le seguía, le dejé invadir mi boca y ambos lo disfrutamos. Estaba enfado con él por lo de ayer pero sus palabras me estaban ablandando, sus labios me estaban seduciendo, mi cuerpo parecía desearle y quise hablar… quería decirle demasiadas cosas, pero no podía, mi mente ahora había decidido recordar fragmentos, no podía hilar los sucesos, pero recordé nuestro primer beso, en su casa, en su sofá, justo cuando descubrió que era adoptado ¡porque ahora recordaba, que yo era adoptado! Natsu empezó a separarse de mí con calma, con mucha calma y no pude evitar lanzarme sobre él para continuar ¡no quería que se alejase! No quería que dejara de besarme y creo que él mismo se sorprendió cuando fui yo esta vez quien le buscó volviendo a unirlos.


Su beso ya no fue tierno, estaba lleno de pasión, era salvaje, como si quisiera devorar toda mi boca antes de que se la pudieran quitar. Su lengua paseó por donde quiso, entrando y saliendo de mi boca una y otra vez, sus labios apresaban los míos y de vez en cuando, me daba algún leve mordisquillo en el labio inferior que me volvía loco. Gemí levemente aunque se ahogó el sonido dentro de su boca, dentro de la fiereza de su beso y cuando empezó a separarse… aún tenía los ojos cerrados como si esperase que volviera y me sorprendí yo mismo al escuchar mi voz.


~ Nat… Natsu – le dije con un tono de voz ronco y casi afónico


Natsu me miró sorprendido, no se creía que había podido hablar, que había dicho su nombre como la primera palabra después de semanas sin haber dicho ni un mísero sonido. Aún no podía hablar del todo, notaba mi voz dura y áspera, como si aún tuviera que encontrar el sonido real de mi voz, estaba medio afónico, pero esperaba que se fuera pasando.


~ ¿Gray? – me preguntó Natsu dudando aún de que hubiera hablado e intenté repetirlo.


La primera vez que lo intenté no salió ningún sonido de mi garganta, pero a la segunda vez, conseguí que saliera.


~ Natsu – le dije esta vez del tirón, sin tener que parar para intentar decirlo entero.


~ Estás hablando – me dijo emocionado – estás diciendo mi nombre.


~ No te recuerdo bien – le dije aún con la voz medio afónica aunque se iba pasando poco a poco a medida que hablaba y cogía soltura – pero recuerdo… recuerdo el primer beso – le dije – fue tierno y dulce… yo estaba llorando porque descubriste que era adoptado.


~ Sí – me dijo – sí… fue así.


~ Tengo dudas – le dije - ¿Yo… te quería? – le pregunté - ¿Qué había entre nosotros? ¿Por qué tenías cosas mías?


~ Yo no sé si me querías, pero quiero pensar que sí – me respondió – y no, no había nada serio entre nosotros porque tu hermano siempre se interponía, pero sigo queriéndote, no he dejado de hacerlo ni un segundo Gray. Cuando llegaste aquí a Japón, viniste con apenas dos camisetas y dos pantalones, así que te dejé mi ropa antes de ir a comprarte algo nuevo, por eso tenía yo tu ropa – me dijo.


~ ¿Por eso huele a ti toda mi ropa? – le pregunté


~ Puede ser, sí, la mayoría era mía – me comentó.


~ ¿Era verdad lo que dijo mi hermano? ¿Es verdad que no confías en mí? – le pregunté ahora de golpe aunque algo me decía, que eso era verdad.


~ Es cierto – me dijo – me dejé engañar por los trucos de Lyon, no creí que fuera capaz de llegar tan lejos, creí que no podía ser tan cabrón y me equivoqué, confié en él en vez de en ti y lo siento, lo siento mucho porque debí creerte a ti, era a ti a quien amaba, no sé por qué no pude hacerlo. – se le notaba dolido, pero yo necesitaba pensar en todo esto.


~ Natsu… yo necesito tiempo – le comenté – ni siquiera sé quien soy ahora mismo ¿Cómo voy a saber mis sentimientos? No puedo ver nada ahora, no sé en quien creer, en quien confiar, no sé quien dice la verdad y quien la mentira, necesito tiempo para centrarme en lo que sentía.


~ Lo tendrás – me dijo – Duda de lo que quieras…pero jamás dudes de que te quiero.


~ Vale – le dije.


El móvil de Natsu sonó y pude leer el nombre de mi hermano en él. Lo cogió enseguida y se apartó un poco de mí, lo único que conseguí escuchar, es que iba para allí, así que se marchaba. Se despidió de mí, le di las gracias por el chocolate y se marchó llamando a Sting con la mano para que viniera conmigo.


Sting se sorprendió al escucharme hablar y yo estaba emocionado por haber conseguido recuperar mi voz, por lo menos eso cambiaría las cosas, podía comunicarme ¡Aunque seguía sin poder ordenar mis sentimientos!


Es cierto que cuando veía a Natsu… mi corazón se desbocaba, quería estar con él, quería verle, Natsu me atraía mucho, pero en parte… no podía saber si realmente era amor lo que sentía por él o cariño ¡no estaba seguro de nada!


Sting me dejó en casa después del paseo, algo que agradecí, porque además de despejarme, había visto a Natsu y recuperado mi voz. Ahora estaba emocionado, quería ver la cara que pondría Loke cuando me escuchase hablar. Le esperé en el salón y luego pensé que sería bueno si le preparaba la comida ¡Él ya había hecho mucho por mí!


Cogí de una estantería un libro de recetas ¡porque de cocinar… me acordaba más bien poco! Miré el reloj… Loke tendría que venir ya en nada, tenía que estar al caer. Aún así miré las recetas y cuando encontré una que me llamó la atención, saqué los ingredientes y me dispuse a hacerlo.


Iba muy bien, ¡hasta había batido ya los huevos en un cuenco! Pero no sé qué pasó al encender el fuego, porque cuando encendí el fogón y vi la llama salir, me paralicé unos segundos y justo después… recordaba gritos, recordaba llamas por todo el lugar, recordaba hasta el calor que hacía y el humo que salía. Me alejé de la llama y me acurruqué en el suelo apoyando la espalda contra el mueble de la cocina más alejado mientras lloraba.


En aquel momento entraba por la puerta Loke y al ver la llama ¡que era pequeña! Y escucharme llorar, vino corriendo hacia la cocina cortando el gas para apagar el fogón y acercarse hacia mí abrazándome.


~ Ya está – me dijo acariciándome el pelo – ya ha pasado ¿El fuego, verdad? Sí Natsu me dijo que tenías miedo al fuego.


~ Me estaba quemando – le dije aún llorando y él se sorprendió al escuchar mi voz.


~ ¿Estás hablando? – me dijo cortando el abrazo y sonriendo


~ Sí – le dije intentando sonreír.


~ Ven aquí, yo no voy a dejar que te quemes ¿Vale? – dijo volviendo a abrazarme


~ Yo sólo quería prepararte algo de comer


~ No te preocupes – me dijo ahora mirándome mientras acariciaba mi mejilla.


No sé por qué me miraba tanto y tan fijamente, tampoco sabía por qué estaba su pulgar acariciando mi mejilla y limpiando mis lágrimas, pero cuando quise darme cuenta, me estaba besando. Me quedé un poco paralizado y es que ahora dudaba más, porque no tenía claro lo de Natsu y ahora menos lo de Loke ¿Qué sentimientos tenía yo?


No es que sus besos no fueran tiernos y dulces, ¡Qué lo eran! Pero es que yo estaba ahora más confundido que esta mañana. Si Natsu por el que mi cuerpo parecía sentir algo realmente fuerte, me confundía… imagínate Loke, el que había estado estas últimas semanas conmigo conviviendo, el que me había explicado todo, el que me ofrecía esas sonrisas tan bonitas que tenía, el que me cuidaba y se preocupaba… ahora estaba peor incluso que esta mañana, porque no sabía ordenador ni mis propios sentimientos.


Mi cuerpo no reaccionaba igual que con el beso de Natsu, pero mi cerebro sólo podía pensar en que había besado a dos chicos, dos muy diferentes y que no sabía que estaba pasando, ni por qué ambos me besaban precisamente el mismo día.


Me dejé llevar por Loke, por su beso, intentando descifrar el enigma de mis propios pensamientos. Lo único que tenía claro… es que estos dos chicos, estos dos besos… me estaban complicando las cosas.


Cuando Loke se separó de mí, me preguntó si quería ir a comer fuera, así celebrábamos que había vuelto a hablar y me pareció una idea estupenda en cuanto dijo además de llamar a su hermana y a Hibiki. ¡Así que hoy… comíamos fuera! Y no pude evitar sonreír por la idea ¡Aunque no sé si eso confundiría a Loke por lo del beso! Algo que pensé tarde, porque ya había sonreído.


No podía quitarme de la cabeza la frase de Natsu...


"Jamás dudes de que te quiero


 


 


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