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Enamórame por Fullbuster

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Gray Fullbuster POV


 


Desde luego que Jellal estaba de lo más nervioso en la discoteca, tanto… que le pidió a Natsu que me sacase de aquí ¡y eso era raro en Jellal! Porque aunque no lo conocía bien, me parecía alguien que no solía perder la calma y menos por una situación como esta donde a Loke se le soltase un poco la lengua. De todas formas no dije nada y seguí a Natsu hacia fuera por la puerta principal en busca de su vehículo.


Cuando vi su moto, algo se activó en mi cabeza, creo que yo esta moto la había visto antes. Cogió ambos cascos y me pasó uno a mí ¡yo recordaba esto! La primera vez que le vi, también me pasó un casco y me llevó a casa de mi hermano. Le miré y cuando él se subió encima colocando su casco, creo que lo entendió, porque ahora me sonreí y me quitaba el casco de entre las manos.


~ Ven aquí – me dijo con una sonrisa – yo te lo pongo, a veces se atasca – me recordó la misma frase que aquella vez me dijo y me dejé poner el casco. – ya está, vamos… sube.


Me subí en la moto y no quise decirle nada, pero recordaba la primera vez que lo hice, recordaba sus palabras intentando tranquilizarme y como iba preguntándome cosas como mi nombre para que me relajase. Sonreí y aunque él no se dio cuenta, yo estaba recordándole, porque estaba empezando a recordar mis momentos con él y en parte… estaba empezando a sentirme como me sentí aquella vez, estaba volviendo a enamorarme de él sin darme cuenta, con sus pequeños detalles, porque no me hacía falta que me regalase la luna, sólo que se preocupase por mí, que estuviera ahí conmigo.


Creí que me llevaría a su casa, pero en lugar de eso, salió de la ciudad y empezamos a subir por una carretera de muchas curvas hacia la montaña ¡no sé donde íbamos! Pero yo con Natsu… iría hasta el fin del mundo si era necesario. Cuando la moto se detuvo, me di cuenta que estábamos en un mirador a las afueras de la ciudad, podía ver las luces desde aquí y Natsu, me indicó cuando bajar de la moto.


Bajé y me quité el casco mirando todas aquellas luces ¡Era precioso! Natsu tampoco tardó en bajarse y quitarse el casco dejándolo encima de la moto para acercarse luego hacia la barandilla del fondo donde me encontraba ahora yo.


~ Quería traerte aquí cuando se arreglasen las cosas con tu hermano… pero supongo que no tuve la oportunidad – me dijo mientras miraba las luces – dale diez minutos – me contestó sonriendo mientras se impulsaba ahora para sentarse encima de la barandilla.


Me acerqué hasta él, pero yo no subí, me quedé de pie y apoyé mis brazos sobre la barandilla mirando la ciudad. A mí lado tenía el trasero de Natsu sentado con el cuerpo hacia fuera mirando la ciudad y aunque yo quise mirar también la ciudad, miré la cara de Natsu que se iluminaba de vez en cuando en cuanto las pequeñas nubes que había en el cielo despejaban la luna. ¡Me gustaba verle! Y hoy parecía contento, al menos ahora después de la que habían montado en el club.


Bajé la cabeza apenado pensando en aquello y es que yo no quería crearles problemas a estos dos, pero Natsu en parte… era en quien sentía la necesidad de estar siempre a su lado pero Loke me había tratado tan bien durante este tiempo, que me sentía mal por ambos. Yo no quería que discutieran por mí. Y luego estaba Jellal, porque ahora me preocupaba aquello que había dicho Loke sobre mi padre ¿Jellal sabía algo de mi pasado? ¿Por qué no me lo decía entonces? Quizá era malo y no quería empeorar mis cosas… pero no podía estar seguro, lo único que sentía dentro de mí, es que Jellal me caía bien aunque ni siquiera le conocía, me sentía conectado a él de alguna forma y no sé cómo ni por qué me sentía así, pero verle me calmaba. Quizá era porque siempre parecía tenerlo todo bajo control.


Estaba sumido en mis pensamientos cuando el cielo se iluminó con fuegos artificiales y abrí la boca de la sorpresa al verlos. Luego miré a Natsu sonreír mientras se giraba hacia mí.


~ Te dije que diez minutos – me sonreía – cuando era pequeño – me dijo ahora poniéndose serio mientras miraba los fuegos artificiales –mi padre solía traerme aquí para verlos.


~ ¿Qué le pasó? – le pregunté.


~ Desapareció – me dijo – pidió una comisión de servicios en África y no sé, simplemente desapareció. Estuvieron buscándole mucho tiempo y al final… le dieron por muerto, pero yo creo que está vivo en algún lugar y volverá, algún día volverá – me dijo muy convencido – quiero creer que lo hará.


~ Lo hará – le dije sonriendo – volverá a casa


~ El que quiero que venga a mi casa – dijo Natsu bajándose de la barandilla para colocarse de pie junto a mí – eres tú, Gray. Vente conmigo – me pidió y me sorprendí – no quiero tener que separarme de ti nunca más, te prometo que no volveré a fallarte, sólo creeré en ti, por favor, dame una oportunidad


Natsu me había cogido el rostro entre sus manos y yo sólo podía mirarle mientras sentía esa calidez que desprendía. Me encantaba Natsu, no podía evitarlo, incluso con mis sentimientos en duda… sabía que él era demasiado importante en mi vida, porque a cada una de sus palabras… mi corazón palpitaba más rápido, palpitaba mucho más fuerte, como si quisiera salirse del pecho para poder acercarse más a él. ¡Y le quería! Sabía que le quería.


Esta vez fui yo quien me adelanté un par de pasos hacia él para besarle, supongo que eso también servía como respuesta a su pregunta, porque era un sí, yo quería estar con él. No sé si lo de mi hermano era verdad o no, no tenía claras muchas cosas, pero la que sí tenía clara, es que Natsu era mi chico, era por el que tenía toda esta maraña de sentimientos en el estómago, era al que siempre deseaba ver.


Natsu continuó mi beso, es más… él incluso llegó a pasar su lengua por mi labio pidiéndome que le dejase paso y me gustaba que lo hiciera, me encantaba cuando mordisqueaba suavemente mi labio inferior cada vez que me soltaba para volver a besarme, me gustaba como pedía permiso para meter su lengua pasándola por mi labio con esa dulzura que él tenía, me encantaba cuando jugaban nuestras lenguas de forma mucho más pasional que la ternura que llevaba al pedirme el permiso. ¡Era Natsu! Y cada segundo que pasaba, tenía más certeza de que era el único chico para mí.


Aún podía escuchar los fuegos artificiales y hasta con los ojos cerrados, podía imaginarme el rostro de Natsu siendo iluminado a cada fogonazo y la misma escena, me gustaba, pero no estaba dispuesto a dejar de besarle sólo por ver su cara, porque deseaba demasiado sentirle, deseaba demasiado sus besos.


Y entonces… recordé toda mi vida con Natsu, desde que le había conocido, como me había enamorado, como él había sido capaz de desconfiar de mí, cómo cada vez que pasaba algo se iba al lado de mi hermano pasando de mí y lo comprendí… mi vida a su lado sería así, un momento bueno y dos malos… no sé si yo quería eso. Yo necesitaba a alguien que confiase en mí, alguien al que le importase de verdad, que estuviera dispuesto a jugarse cualquier cosa por mí, que no sólo dijera que me quería, sino que lo demostrara y Natsu… no lo había hecho y era algo que tenía que asimilar por más que me doliese.


Natsu se dio cuenta, más que nada, porque vio como una lágrima resbalaba por mi mejilla e intentó limpiarla. Sinceramente… no sabía como decirle esto sin desmoronarme yo también, porque a él le dolería, pero a mí… me iba a doler el doble, porque yo sí estaba enamorado de él, no podía decir lo mismo por su parte.


~ ¿Qué te pasa? – me preguntó Natsu.


~ No… no puedo seguir con esto Natsu – le dije – Yo te quiero pero… esto no puede ser, tú no sientes lo mismo por mí.


~ ¿Qué estás diciendo? Yo te amo Gray, quiero estar contigo, eres lo único que me importa.


~ No es cierto – le dije empezando a llorar – desconfías de mí a cada momento, corres a los brazos de mi hermano en cuanto dice algo en mi contra y no necesito que me protejas de mi hermano – le dije y creo que ahora Natsu entendía que había recordado todo – yo necesitaba que estuvieras a mi lado, sólo a mi lado, me da igual lo que pueda hacerme Lyon, sólo te quería a ti, pero tú siempre acabas a su lado, siempre haciendo caso a todo lo que dice y no quiero eso.


~ No te entiendo Gray – me dijo.


~ Quiero volver con Loke, quiero volver a su casa – le dije muy seri


~ ¿me lo estás diciendo enserio? – me preguntó Natsu


~ Sí – le dije – yo no necesito que me digas que me quieres, necesito que me demuestres que te importo y no lo has hecho Natsu, lo único que he visto de ti son palabras vacías y desconfianzas.


~ Si tanto quieres volver con Loke… te llevaré – me dijo al final – pero no vuelvas a decirme que mis palabras son vacías, porque eres lo más importante que tengo y si necesitas tiempo para darte cuenta de todo lo que siento por ti… voy a dártelo, porque confió tanto en ti, que se que tú y yo tenemos un futuro que vivir juntos


Natsu volvió a coger la moto y me llevó hasta la casa de Loke. Nada más entrar por la puerta del apartamento… me derrumbé, no podía parar de llorar y sé que yo le quería, le quería demasiado a Natsu pero no podía permitirme que dudasen de mí a cada momento. Loke no lo había hecho ¿Debía darle una oportunidad a Loke? ¿Debía volver con Natsu? Ahora estaba confundido, no sabía qué hacer. Nunca creí que recuperar mis recuerdos me llevaría a tener aún más confusión que cuando no los tenía. Pero aún mantenía la frase de Natsu…


"Jamás dudes de que te quiero"


                         


 


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