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Enamórame por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Bueno... llegamos al final de la segunda Saga, para mañana empezamos con la tercera jeje

Loke Heartfilia POV


 


Desde luego ahora entendía los enojos de Laxus con Jellal y es que… era demasiado dominante, prácticamente había llevado él su ritmo, me había hecho a mí seguirle y estaba convencido de una cosa… si Jellal empezaba a marcar su ritmo, yo me convertiría en el nuevo Laxus, haría conmigo lo que quisiera tal y como hacía con nuestro sargento ¡Ya me había dominado! ¿Cómo iba a recuperar el control de esto? Porque acababa de demostrarle, que él podía dominarme. Yo no quería tener que practicar sexo sólo cuando él quisiera, ni como él quisiera, quería que él también participase cuando a mí me apeteciese, no quería que me utilizase como estaba tan acostumbrado a hacer con todos. ¡Me parece…que iba a tener que ponerme duro con él!


Jellal se había retrasado ahora en salir de la base y es que… se había empeñado en ducharse ¡algo normal! Porque nos habíamos puesto pringados y tampoco es que estuviera orgulloso de haber repetido sexo con él en la ducha ¡pero es que Jellal me excitaba demasiado! Y cuando estaba tranquilo, ya se encargaba de hacer algo sugerente para que volviera a caer, porque desde luego… aquello de chuparme los dedos o masturbarse frente a mí, me excitaba demasiado.


Al final tuve que ducharme rápido y salir, porque si me quedaba mucho tiempo a su lado, me iba a volver loco ¡o me iba a dejar seco! Una de dos. Jellal se quedó en la ducha y yo me di una vuelta por la base, hasta que me crucé con Gray que venía a ver a Natsu ¡o puede que a su hermano! No sé, ahora ya no podía estar seguro de que a quien venía a ver de los dos.


Hablé con él un par de palabras, lo justo para enterarme de que venía a traerle unos papeles que Jellal le había pedido y por lo que pude ver por encima, me pareció que Jellal quería pedir la tutela de Gray, aunque éste, aún no parecía haberse enterado ¡no sería yo quien se lo diría! Era algo entre ellos. Supuse que sería algo así, porque la investigación que habían montado sobre Lyon, no aguantaría mucho más y es que encima, el maldito de su hermanastro tenía buenos abogados. ¡Ojalá le dieran la custodia a Jellal! Es lo que pensé.


Pasé hacia la recepción y no pude evitar fijarme en la puerta cerrada del despacho de Laxus y sinceramente… no creo que hubiera sido fácil decirle a Jellal que se tomara unos días, pero es que últimamente estaba rarísimo ¡Desde que vino su padre! Para ser concretos. ¿Estaría su caso archivado en los archivos del departamento de malos tratos infantiles? Porque él no me había negado que le hubieran maltratado, así que era obvio que había pasado algo. El problema iba a ser tener acceso a esos archivos, porque no me los darían y desde luego Jellal no iba a contármelo.


Al final me decidí, estaba muy harto de esto, iba a enterarme por las buenas o por las malas de qué estaba pasando, así que volví a entrar en las duchas y cerré la puerta evitando que algún compañero pudiera entrar. Jellal seguía allí duchándose y me acerqué a él reteniéndole. Intentó soltarse y al darse cuenta de que era yo, me insultó y me dijo de todo, pero no le solté, acabamos en el suelo de la ducha, con el agua cayendo sobre nosotros.


~ ¿Qué narices estás haciendo? – me preguntó a voz en grito.


~ Estoy cansado Jellal, ¿Qué narices te hicieron?


Le vi tensarse y abrió los ojos, no sé si su silencio es que intentaba buscar una mentira, una excusa o algo que recriminarme como hacía siempre para que olvidase el tema, pero yo no estaba dispuesto a dejarle mentirme.


~ ¿Te pegaban? ¿Te tocaron? ¿Qué te hicieron? – le pregunté y le vi llorar.


~ Me violó – me dijo gritando – fue mi padre, desde que puedo recordar, no sé si empezó a los cinco, a los seis o a los siete años, yo solo recuerdo que lo hacía todos los días – me gritaba y yo me había quedado paralizado – hasta los diez años no paró y cuando se largó fue lo mejor que pudo hacer en su vida ¿Era lo que querías saber o quieres que te explique también cómo lo hacía?


Me había quedado estático intentando imaginarme a su padre entrando todas las noches a violarle ¡era un niño! Solo un niño.


~ ¿Por qué te maltrata? – Le pregunté – cuando intenta violarte como el otro día, casi te ahoga ¿por qué?


~ Porque es más fácil así, si me estoy ahogando no puedo luchar contra él.


Entonces lo entendí, Gray era todo lo contrario a Jellal, a Gray sólo hacía falta inmovilizarle, por mucho que forcejease, podían hacer lo que quisieran con él, pero Jellal tenía entrenamiento militar, era policía, podía defenderse, no bastaba con inmovilizarle, por eso le golpeaban, por eso le ahogaban, necesitaban debilitarle al máximo para impedirle hacer cualquier movimiento. Recordé cuando iba a acariciar su cuello y me dijo que no le tocase allí y lo supe…


~ ¿Te ahogaba mientras te violaba? – le pregunté


~ Entre otras cosas – me dijo


~ ¿Es por él por lo que no sientes nada hacia nadie? No puedes encerrarte en ti mismo Jellal – le dije soltando un poco su agarre y extrañamente… se quedó quieto bajo mi cuerpo – no todo el mundo es como tu padre, yo no voy a hacerte daño, no te tocaré si tú no quieres que lo haga, pero no te cierres a los demás.


Estaba llorando, Jellal lloraba y no podía creerme que le estuviera viendo hacerlo. Le abracé aún sintiendo como el agua caía sobre nosotros y dejé que escondiera su rostro en mi pecho y se desahogara.


~ No lo digas – me pidió – por favor… no quiero que la gente lo sepa.


Notaba sus dedos en mi espalda arrugando cada vez con más fuerza la camiseta. Le abracé con más fuerza, reteniéndole entre mis brazos, quería llevarme su sufrimiento, decirle que no estaba sólo, decirle que contase conmigo, que yo no le abandonaría, decirle que le quería, pero la verdad… es que él tenía razón en una cosa, yo era el niño rico y pijo que lo había tenido todo mientras él había estado tumbado en un frío suelo siendo violado día tras día, y no podía entender su sufrimiento, no podía entender por el infierno que había pasado, pero sí sentía algo ¡odio hacia su padre! Porque tampoco entendía como un padre podía hacerle algo así a su hijo.


~ No diré nada Jellal, tranquilo – le dije – ¿Sabes que Gray te estaba buscando? – le pregunté para cambiarle de tema – creo que estabas pensando en pedir su tutela ¿estoy en lo cierto?


Jellal levantó el rostro y aproveché para levantarme, apagar el agua y pasarle una toalla para que se secase. Luego empezó a vestirse y yo tuve que cambiarme de ropa ¡porque estaba empapada!


~ Sí – me dijo – quería pedirla, pero no sé si me la darán.


~ ¿Cómo no te la van a dar? Eres policía, tienes un trabajo estable, puedes mantenerle y eres su hermano biológico – él parecía estar preocupado por algo pero no quise preguntarle exactamente que era - ¿Hay algo que no sepa? – le pregunté.


~ Muchas cosas – fue su contestación – pero no voy a contártelas, ya he hablado demasiado hoy.


~ Vale – le dije porque no quería forzarle – voy a salir… he quedado con Natsu para tomar un café en el bar de abajo, vente cuando acabes de cambiarte – le comenté y asintió con la cabeza.


Cuando bajé, Natsu, Gray y Gajeel me esperaban en la recepción para que les acompañase al bar. Les comenté que luego vendría Jellal, que aún estaba cambiándose y nos dirigimos al local. Cuando llegamos, nos sentamos en la única mesa vacía que había frente a una ventana que daba a la calle. Desde ella podía ver la entrada de la base al otro lado de la carretera, que hoy estaba bastante transitada.


Pedimos los cafés y cuando di el primer sorbo, observé a Jellal que salía por la puerta para venir con nosotros. Sonreí y es que… era tan guapo, sin embargo un coche me obstaculizó la visión y no me gustó nada. Era un coche negro, con cristales tintados y perdí de vista a Jellal durante dos segundos, dos segundos en los que escuchamos tres disparos y cuando el coche terminó de pasar, lo único que veía era a Jellal cayendo al suelo. Corrí hacia la puerta del local seguido de mis compañeros cuando un segundo coche apareció disparándonos. Me dio el tiempo justo de lanzarme sobre Gray y meterlo tras una de las paredes mientras Gajeel se iba en dirección opuesta hacia la otra pared. Cuando dejé de escuchar disparos, pregunté a todos si estaban bien.


Había por lo menos varios heridos en el local pero a mí me impactó ver a Natsu en el suelo sosteniéndose el abdomen con una mano ensangrentada ¡le habían dado a él! Gray se soltó de mí para ir hacia Natsu y yo iba a ir también a ayudarle, pero Gajeel me gritó que fuera a por Jellal, ¡Era el que estaba sólo y en este momento… en peligro de que pudieran ir a rematarle!, Gajeel se acercó hasta Natsu y empezó a ocuparse de taponar su herida. Por el momento… Natsu seguía consciente.


Salí a la carretera para ver como una chica morena con un sombrero blanco se metía desde la ventanilla hacia el interior del vehículo llevando un arma. No podía seguirles y desde luego no era mi intención, primero tenía que saber cómo estaba Jellal. Le veía en el suelo, la gente que al escuchar los disparos habían salido corriendo a resguardarse, ahora volvía y se reunían en torno a Jellal. Me acerqué corriendo y casi me atropella un coche en mi desesperación por llegar y comprobar si estaba vivo, si estaba bien.


Llegué hasta él apartando a empujones a la gente que se estaba aglomerando allí y vi a Silver entre todos ellos, estaba diciéndole algo a Jellal pero en cuanto me vio, se marchó escondiéndose entre la gente. Me agaché al lado de Jellal, ¡estaba vivo! Y lo sabía porque estaba tosiendo.


~ Jellal -le llamé


~ Loke – le escuché pronunciar mi nombre


~ Ey tranquilo… estoy aquí.


Me miraba a los ojos mientras le levantaba la camisa para ver donde le habían impactado las balas. ¡El cabrón llevaba el chaleco antibalas debajo! Podía ver dos casquetes incrustados en él, pero yo había escuchado claramente tres disparos ¿Dónde estaba el tercero?


~ El hombro – me dijo Jellal y cuando lo miré levantándole la manga hasta el hombro, vi la sangre que salía y eso no podía ser bueno.


La gente ya estaba llamando a una ambulancia, pero mientras esperaba podía desangrarse. Me rasgué la camiseta y até el trozo tras la herida intentando frenar la hemorragia. Laxus salía en ese momento a ayudarnos y le indiqué que fuera al local con Natsu. Me fijé en Jellal, cada vez más blanco, perdiendo sangre y pasé mi brazo bajo su cuello para acercar su rostro a mi pecho mientras intentaba calmarle, intentando decirle que ya venía la ambulancia, que iba a recuperarse.


~ ¿Mi hermano? – me preguntó Jellal


~ Está bien, te lo prometí ¿no? – le sonreí – el que está herido es Natsu.


~ ¿Cómo está?


~ No lo sé – le comenté – Gajeel está con él y Laxus va ahora hacia allí.


~ ¿Por qué no estás con él?


~ Porque él está bien acompañado, eras tú el que necesitaba a alguien por si esos tipos bajaban a rematar la faena.


Jellal se estaba quedando dormido y sinceramente… no podía hacer nada para mantenerle despierto. Podía notar como intentaba mantenerse sin mucho éxito, cabeceaba y abría los ojos, pero era cuestión de tiempo que los cerrase.


~ Ey… ¿Sabes una cosa cabezón? – le pregunté sonriendo aunque no podía apartar mi vista de mi mano ahora llena de sangre.


~ ¿Qué? – me preguntó intentando sonreír por haberle llamado cabezón.


~ Creo que estoy enamorándome de ti, así que no puedes dejarme ahora ¿vale? Porque sigo teniendo dudas – Jellal sonrió.


~ ¿Necesitas otro beso de confirmación? – me preguntó


~ No sólo un beso, te necesito a ti – le comenté, pero ya no volvió a responderme y me preocupé - ¿Jellal? Ey… Jellal – le grité intentando que me contestase, pero fue inútil.


Había aguantado demasiado hablando conmigo, ya no podía mantener los ojos abiertos. No volví a escuchar su voz, tampoco volví a ver aquellos ojos azul oscuro que tenía, cerró los párpados y le mantuve abrazado contra mi pecho mientras esperaba a la ambulancia. Cuando los de la ambulancia subieron en la camilla a Natsu, Gray vino corriendo a ver cómo estaba su hermano. Los dos pilares fuertes de Gray tumbados en unos segundos, eso es lo que pensé y no podía ser una coincidencia.


Lo último que supe de Natsu y de Jellal, es que se los llevaban al hospital en la ambulancia. Cogí mi coche y me llevé a Gray conmigo al hospital. Al llegar… la única noticia que obtuvimos es que les estaban operando de urgencia, ninguno de los dos estaba consciente cuando llegaron y no podían darnos más datos de su estado hasta que salieran de la operación.


 


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