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Enamórame por Fullbuster

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Jellal Fernándes POV


 


Por fin hoy me daban el alta, estaba muy harto de estar en este hospital tumbado en esa camilla sin hacer absolutamente nada. Supongo que el padre de Loke también se alegraría mucho de no tener que verme todos los días por allí comiéndole la boca a su hijo, porque desde que se enteró, intentó humillarme viniendo a hablar conmigo y me estuvo fastidiando en cuanto a la comida, pero no dije nada, bastantes problemas tenía Loke ya conmigo y su humor como para aguantar las estupideces de su padre, así que me lo callé, como tantas otras cosas que me callaba.


Firmé el parte para poder irme a casa y cuando salí del hospital, tenía a Loke esperándome fuera, quien me abrió la puerta de su coche ¡y no me gustaban los deportivos! Pero bueno supongo que así era Loke, yo llevaba 4x4 y él deportivos exuberantes ¡si es que no pegábamos ni con cola! Y aún así estaba seguro, de que empezaba a quererle, porque ahora no podía imaginarme una vida sin él, una vida sin sus besos, sin sus bromas, sin sus abrazos, le necesitaba y era casi una necesidad imperante.


Me abrió la puerta del coche como un caballero, el problema es que a mí esas cosas me parecían muy cutres, pero porque he de admitir que yo era un bruto sin remedio, seguramente a los demás les parecía de gran galantería. No quise decirle nada y me senté dejando que él cerrase la puerta. Por suerte, me habían quitado todo lo que me habían metido para inmovilizar mi brazos estos días, ahora podía moverlo, aunque no dejaba de temblar y tenía que seguir viniendo todos los días la hospital a hacer la rehabilitación.


Desde luego eso de no poder coger cosas, de no poder soportar absolutamente nada de peso y el temblor que me provocaba cuando lo hacía, me desesperaba, quería que mi brazo se quedase quieto de una vez, poder volver a apuntar a un blanco sin que se moviera, poder coger el rifle, pero como decían los médicos, era cuestión de paciencia, justamente lo que yo menos tenía.


Pasamos primero por la casa de Natsu a recoger a Gray y aún tuvimos que subir a ayudarle con un par de cosas. Yo cerré el agua porque no iban a venir por aquí en bastante tiempo mientras Loke, buscaba el cuadro eléctrico par cortarlo también y que hubiera menos gasto. Por supuesto tuvimos que hacerlo nosotros, porque Gray estaba… no sé donde estaba, desde que Natsu le había declarado su amor incondicional y le había quitado sus dudas de romper, estaba radiante, pero atolondrado, no sabía donde tenía la cabeza y aunque eso me fastidiaba porque tenía que ir detrás de él revisando las cosas que hacía, en parte me alegraba, porque nunca le había visto tan contento.


Terminamos de recoger y Loke le cogió la bolsa de la ropa a Gray subiéndola al coche. La verdad es que eso de venir en deportivo pues no me gustaba y Gray me dio la razón en cuanto se sentó apretujado detrás en esos asientos tan pequeños.


~ Gracias a Dios, alguien que me entiende cuando digo que son poco prácticos – le dije pasándole el brazo hacia atrás mientras él chocaba mi mano y Loke nos miraba con mala cara.


~ ¿Y me lo dice el que lleva un todoterreno? – me preguntó – eso sí es lo menos práctico que hay – me dijo


~ Es práctico, tiene maletero y los asientos de atrás son cómodos, al menos cabe la gente – le contesté.


~ Y gasta mucho combustible


~ ¿ah que el tuyo no gasta, no? – le dijo Gray sonriendo y Loke se vio pillado, porque el suyo gastaba más que el mío.


~ Recordadme que no me meta nunca más con vosotros, sois insoportables cuando os ponéis a apoyaros en plan hermanitos – se quejó.


Supongo que en algo tenía razón, mi coche gastaba mucho combustible, pero es que me lo podía permitir… al menos antes que tenía trabajo porque ahora no sé que iba a hacer y no quería preocupar con esto a Loke, pero era la gran duda que había tenido estos días. Yo no sabía hacer otra cosa que ser policía y ahora mismo no podía seguir en mi trabajo, no sé que iba a hacer.


Creo que Loke se dio cuenta de que algo me preocupaba y supongo que fue mi culpa, porque no volví a hablar en todo el viaje y me dediqué a mirar por la ventanilla los edificios, la gente por la calle, los semáforos y las tiendas.


Cuando llegamos a casa, abrí la puerta y le dejé unas llaves de repuesto a Gray porque las necesitaría y otras a Loke, porque se empeñó en tener unas por si pasaba cualquier cosa poder venir. Le enseñé a Gray donde estaba su habitación mientras Loke revisaba mi casa, sobre todo la nevera, porque con los días que había estado en el hospital, la mitad de cosas estaban malas y la otra mitad de la nevera, vacía.


~ ¿Quieres que vayamos a comprar comida? – me preguntó Loke


~ De acuerdo – le sonreí desde el pasillo y le tiré las llaves de mi coche, que las cogió al vuelo.


~ ¿Va enserio? – me preguntó sonriendo.


~ ¿Dónde quieres meter la compra en tu diminuto coche? – le pregunté – cogemos el mío mejor. Conduces tú – le dije.


~ Qué morro tienes con eso del brazo – se reía mientras se acercaba a mí y me cogía de la cintura para acercarme a él y besarme.


~ Wow – dijo Gray de golpe saliendo de su habitación - ¿podéis dejar los mimos para cuando yo esté durmiendo, por favor? – nos preguntó y nos reímos porque claramente estaba de broma.


~ Si falta algo en tu habitación avísame – le dije


~ No, está perfecta – me respondió Gray – mejor que la que tenía con Lyon.


~ A poco que haya tendría que ser mejor – le dijo Loke.


~ La verdad es que si – nos respondió.


~ Venga prepárate, nos vamos de compras – le dije a mi hermano – además conduce Loke y como tampoco puedo coger peso… adivina quien carga las bolsas.


~ Pero que morro tienes – se quejó Loke sonriendo.


Fuimos al parking a coger el coche y como dijimos… Loke condujo hacia el supermercado. Yo no sé si Gray había estado en éste, pero por la cara que puso mirando todos los productos con fascinación, me pareció que no había estado, pero que no tardaría en pedirnos que le comprásemos algo que le gustaba y es que era como un niño pequeño descubriendo cosas nuevas.


~ ¿Te duele? – me preguntó Loke mirando mi brazo.


~ Un poco – le contesté.


~ Te he dejado la medicación encima de la mesa de la cocina.


~ Vale


~ Si necesitas algún calmante para el dolor o lo que sea, avísame y pasaré por la farmacia a comprarlo. – yo sonreí, no estaba acostumbrado a que alguien me cuidase.


Desde la muerte de mi hermano, prácticamente había estado yo sólo y es que mi madre lo había pasado tan mal, que tuvo problemas de cabeza, olvidaba cosas y no me gustaba ir a verla por el simple hecho de que siempre que me veía me llamaba Mystogan, así que me tocaba por ella fingir que era mi hermano. No me importaba mucho porque sé que estaba enferma y no se podía evitar, pero me dolía, porque nunca me veía a mí. Aún así seguía siendo mi madre y lo único que tenía claro, es que mi padre había destruido más vidas a parte de la mía, incluida la de mi madre.


Mi hermana pequeña era la que prácticamente se ocupaba de todo lo referente a mi madre y aunque era muy responsable, era una niña y no tenía que ocuparse de esas cosas, era mi madre quien debería empezar a espabilar un poco y encargarse de los hijos que seguíamos vivos.


Yo les mandaba dinero siempre, porque mi madre por su enfermedad no podía trabajar y mi hermana era demasiado pequeña, además tenía que estudiar. Así que era yo quien me ocupaba de todo y no sé cómo iba a hacer ahora para pasarles el dinero cuando acababa de perder mi trabajo. Todo eran preocupaciones aunque intentaba aparentar que todo estaba bien.


~ ¿Estás bien? – me preguntó Loke


~ Sí – le dije – venga compremos algo – le contesté sonriendo insistiéndole con ir por uno de los pasillos de la derecha.


Acabamos de comprar y entre Loke y Gray subieron las bolsas de la compra, porque a mí no me dejaron coger ni una mísera barra de pan. Colocamos y arreglamos toda la cocina en un momento entre los tres y Loke se marchó a su casa dejándonos solos. Aunque me dio el beso de despedida, creo que le eché de menos, porque me habría gustado que se quedase, pero también sabía que era la primera noche con mi hermano y por tanto, prefería pasarla con él y es que… ya habíamos estado demasiado tiempo separados.


Esperaba que me diera el tribunal la custodia, al menos esperaba que mi padre no se hubiera dado cuenta aunque lo dudaba y si lo sabía… haría algo para evitar que me la dieran, de eso estaba convencido.


~ ¿Quieres jugar algo? – le pregunté en cuanto terminamos de cenar.


~ Sí – me dijo - ¿Qué tienes para jugar?


~ No sé, vamos a mi habitación y miramos – le dije con una sonrisa y me siguió.


Abrí el armario y arriba del todo estaban los juegos de mesa. Gray leyó el nombre de todo y eligió uno de ellos. Lo sacamos y nos pasamos hasta casi las tres de la madrugada jugando. Cuando me fui a dormir, extrañamente… conseguí dormir y eso que tenía muchas preocupaciones en la cabeza, pero supongo que saber que Gray estaba allí y no pensaba en lo que podría pasarle si estaba solo, me calmaba un poco.


En realidad… creo que podría acostumbrarme a tener a mi hermano por allí, quizá la tutela no fuera tan mala.


 


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