Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enamórame por Fullbuster

[Reviews - 576]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sting Eucliffe POV


 


Haber hablado con Gray y los demás, me había aliviado un poco toda la tensión que llevaba encima estas últimas semanas, pero seguía excitándome cada vez que veía al primo de mi novio y es que no entendía el motivo, porque seguía pensando de él que era un tipo muy raro.


Hoy habían quedado ambos para ir a visitar una playa artificial que había en Tokyo y por las imágenes que yo había visto, debía estar increíble, pero no sabía si ir o no. Pensé mejor no ir con ellos, porque no quería ver a su primo, pero ambos acabaron presentándose en la puerta de mi casa dispuestos a que fuera con ellos. Zeref hasta me guiñó un ojo y a mí se me puso un grave sonrojo ¡De verdad que no sé que me ocurría con su primo!


Al final acabé acompañándoles a la playa y lo pasé fatal en el vestuario cuando quise ponerme el bañador, porque Zeref no paraba de mirarme con una sonrisa, me guiñaba el ojo, se pasaba la mano por su torso desnudo acariciándose o se mordía el labio seductoramente intentando calentarme ¡y lo hacía! En esos casos miraba a Rogue que simplemente se estaba cambiando y no sabía que pensar.


Me gustaba Rogue, de eso estaba seguro, pero no entendía por qué me excitaba tanto su primo desde hacía un tiempo, yo ni siquiera había tenido nada con él pero mi cuerpo… era como si le desease, como si gritase que estuviera con él. No sé cuanto tiempo aguantaría así.


Salimos a la playa artificial y estaba llena de gente, algunos niños jugaban con pelotas hinchables, algunas mujeres leían libros tumbadas en sus toallas tomando el sol que entraba del techo y otras personas simplemente paseaban o se metían al agua a nadar.


Me gustaba como lo habían dejado, en el agua había rocas para apoyarse un rato a descansar y la arena me encantaba, me hacía cosquillas en los pies y me divertía viendo a los niños jugar a hacer castillos u otras formas. Rogue me sonrió colocándose a mi lado.


~ ¿Te gustan los niños? – me preguntó


~ Sí – le dije – bueno en el sentido de que me gustaría tener alguno, aunque no sé, supongo que no era el momento.


~ Podríamos adoptar – me dijo Rogue


~ Si claro – le dije sonriendo – ni siquiera vivimos juntos y me estás planteando adoptar un niño, no es como regar una planta – le dije – un niño necesita muchas cosas, estar muy pendiente de él.


~ Lo sé – me dijo – pero contigo estoy dispuesto a todo.


~ Te quiero Rogue – le dije sonriendo.


~ Lo sé, yo también te quiero a ti, Sting.


Sé que le quería, pero ahora todo me hacía dudar, incluso sus bonitas palabras causaban en mí un gran dolor, porque era yo el que estaba confuso, porque no sabía que sentía por uno y por otro. Zeref nos miraba desde la distancia sonriendo y no quería estar cerca de él, me pasé el día intentando evitarle a toda costa, quería estar con Rogue.


Me tumbé en la toalla a tomar un rato el sol, pero hacía tanto calor, que le pregunté a Rogue si se metería conmigo al agua un rato, pero él negó con la cabeza, prefería quedarse un rato más al sol para ponerse algo moreno y es que él era incluso más blanco que yo… y eso ya era decir…


Me metí al agua y nadé, quería alejarme un poco de la orilla aunque realmente en esta playa artificial, el agua era más como una piscina donde creaban olas y la profundidad tampoco era excesiva. Sí llegué a una zona donde no tocaba pie, pero me volví para atrás hasta llegar a la zona de rocas.


Podía ver a Rogue desde donde estaba tumbado tomando el sol pero el que me sorprendió, fue Zeref, porque apareció delante de mí, con su sonrisa y apoyado en la roca donde yo estaba.


~ ¿Te lo pasas bien? – me preguntó


~ No mucho – le dije.


Zeref dio la vuelta a la roca hasta quitarla de en medio entre él y yo. Le tenía cerca y me eché unos pasos atrás hasta que mi espalda tocó la fría piedra descubriendo, que no podía seguir avanzando para alejarme de él.


~ Yo sé una forma de pasarlo bien – me sonrió – te la enseñaré


Iba a contestarle que no quería nada con él cuando se lanzó a besarme, metiendo su lengua por mi boca y recorriéndola con ferocidad sin que yo pudiera evitarlo. Por lo menos, conseguí sacar fuerzas y le empujé para que se alejase.


~ ¿Qué narices haces? – le pregunté mirando ahora hacia Rogue preocupado de que hubiera visto algo.


~ No te hagas el santito, sé que querías que lo hiciera, conmigo quieres más que un simple beso.


~ Yo quiero a Rogue – le dije muy serio


~ Puede que tu corazón aún le quiera a él, pero tu cuerpo me desea a mí – me comentó sonriendo – sé un buen chico y déjame hacer que disfrutes, no te arrepentirás.


~ Si me tocas me arrepentiré toda la vida – le dije


~ No es cierto, ambos sabemos que te calientas sólo con verme, te excito yo, no mi primo, puedes intentar engañarte pero es así.


~ No es… - iba a decirle que no era cierto cuando solté un gemido de placer al sentir su mano masajear mi miembro sobre el bañador.


~ Ves como sí – me dijo sonriendo – date la vuelta Sting – me dijo girándome él con fuerza y haciendo que mirase hacia la roca mientras él se quedaba mi espalda.


Sus brazos abrazaban mi cintura y sus manos fueron directamente a mi miembro. Miré hacia Rogue que seguía en la arena tumbado leyendo un libro y me sentía peor, porque no quería estar con Zeref pero mi cuerpo le deseaba demasiado, no entendía que me estaba pasando.


Zeref parecía contento y es que me había quedado inmóvil, no porque quisiera o porque no pudiera defenderme, me había quedado porque mi cuerpo le deseaba, quería hacerlo aunque mi mente me gritaba que lo apartase, que saliera del agua y me fuera con Rogue. Odiaba cuando él hablaba, las cosas que me decía y su forma de excitarme.


Apreté con mis manos la superficie de la piedra mientras Zeref jugaba con mi miembro y sonreía antes de besarme el cuello, oculto tras mi espalda para que su primo no le viera si en algún momento miraba hacia nosotros y lo haría, porque Rogue solía comprobar si estaba bien cada cierto tiempo y es que Rogue era un encanto, no sé cómo podía estar haciéndole esto, me sentía demasiado culpable y a la vez, no podía parar ¿Por qué no podía pararlo? Quería hacerlo pero mi cuerpo no reaccionaba.


~ Para – le pedí agachando la cabeza y aguantando las ganas de gemir.


~ ¿Por qué pararía si lo estás disfrutando?


~ No quiero hacer esto – le dije – quiero a tu primo.


~ No, no le quieres, tu cuerpo te está diciendo realmente a quien quieres, no estarías aquí sin le quisieras tanto.


~ Es tu primo, no puedes hacerle esto.


~ Lo estoy haciendo – me dijo sonriendo – ahora relájate y disfruta – me comentó cuando sentí como bajaba un poco mi bañador y empezaba a meter sus dedos en mi interior.


Me quejé por el dolor, no me gustaba nada, últimamente con Rogue era yo quien entraba, no me gustaba que entrasen en mí, me dolía demasiado.


~ Para ya – casi le grité


~ Cállate zorra – fue lo que escuché por su parte y me cabreé, porque no quería hacerlo, pero no podía moverme, me tenía ahora bien sujeto y sé que no podría evitarlo.


Miré a Rogue rogando que se diera cuenta pero no, a veces miraba pero al verme estar descansando en esta zona volvía a su libro sin preocuparse. Yo no quería hacerlo con Zeref y mucho menos, delante de Rogue, porque estaba allí delante, le veía, podía pillarnos y en parte… no habría estado mal si lo hubiera hecho, porque me libraba de esta humillación.


Grité cuando entró en mí y aunque sentía placer por las caricias en mi miembro, sentía dolor cada vez que entraba y salía de mí, aunque Zeref parecía estar disfrutando, más aún cuando vio a Rogue mirar hacia nosotros y me comentó con una gran sonrisa que le saludase. Él mismo cogió mi mano para saludarle y vi a Rogue responderme, pero no se dio ni cuenta de lo que me estaba pasando. Me dio la sensación, como si Zeref hubiera tenido todo previsto desde hacía demasiado tiempo y no entendía como podía conocerme tan bien, sabía lo que me excitaba, sabía cómo tocarme, sabía qué decirme para calentarme y no entendía nada, se supone que yo sólo le conté esas cosas a Rogue.


Le escuché jadear cada vez con mayor intensidad y me mordí el labio intentando aguantarme el dolor y los gemidos, porque por una parte quería gritar del dolor, por otra, había gritado gemidos sintiendo que iba a correrme con sus caricias. No quería hacerlo, pero no creo que Zeref se conformase con dejarme tal cual, quería hacer que eyaculase y desde luego, él estaba a punto de venirse dentro de mí.


Escuché su último jadeo en mi oreja mientras sentía como se metía todo lo que podía en mí como si quisiera dejar toda su esencia bien dentro, sin que nada saliera de mí, quería demostrarme que era suyo y lo sabía. Me mordió la oreja con suavidad  sin salir de mí, sin dejar que su líquido saliera, haciéndome sentir peor.


~ Eres mío Sting – me dijo susurrando mientras sonreía - ¿Por qué no vas ahora con mi primo y le enseñas lo bien satisfecho que está tu trasero?


~ Eres un cabrón – le dije a punto de llorar.


~ Sí, pero mi primo no va a quererte cuando se entere de esto.


En algo tenía razón, no iba a quererme si le estaba traicionando de esta forma y yo no aguantaba más esta situación, quería alejarme de todo este problema, quería alejarme de Zeref y sólo tenía una forma de dejar todo esto. Iba a doler, pero creo… que Rogue y yo teníamos una conversación pendiente.


Zeref se fue antes que yo y cuando estuve algo más calmado, salí y me fui directamente al vestuario. Rogue no tardó en venir preocupado de que me pasara algo, porque me había sentado en uno de los bancos con la ropa a mi lado listo para cambiarme.


~ ¿Qué haces Sting? – me preguntó Rogue.


~ Me voy a casa – le dije.


~ ¿Por qué?


~ Porque… porque no puedes estar conmigo – le comenté.


~ ¿De qué hablas? Yo te quiero.


~ Lo sé, pero yo estoy confuso, no puedo hacerte esto Rogue, necesito distanciarme.


~ ¿Qué ocurre Sting?


~ No sé que me ocurre, pero no soporto estar al lado de tu primo más tiempo y la única forma de evitarle es evitarte a ti también, porque siempre estáis juntos, no aguanto más – le dije llorando – lo siento Rogue, pero lo nuestro… termina aquí – le dije acabando de ponerme las zapatillas de deporte para marcharme.


~ No puedes dejarme así sin más ¿Qué te ocurre?


~ Lo que me ocurre es que no sé porque siento que te quiero a ti pero me excita tu primo – le dije gritando – no lo soporto más, no quiero estar con tu primo, quiero que se aleje de mí.


~ ¿Por qué no me lo habías dicho antes? ¿Te está molestando?


~ Sí, me está molestando – le dije – desde hace mucho pero es tú primo, no quiero que discutas con tu familia por mi culpa.


~ ¿Qué te está haciendo? – me preguntó enfadado


~ Qué más da – le dije intentando marcharme.


~ ¿Qué te está haciendo? – me preguntó de nuevo cogiéndome el brazo para evitar que me marchase.


~ No lo sé – le dije – sólo sé que me excito al verle, que pierdo la memoria últimamente y muchas veces cuando me despierto, tú primo está allí vistiéndose como si hubiéramos hecho algo. ¿Qué está pasando? – le grité llorando y Rogue me cogió entre sus brazos abrazándome.


~ No rompas conmigo – me dijo a punto de llorar – te necesito y averiguaré que está pasando, te lo prometo.


~ No puedes pedirme esto, no quiero estar cerca de él.


~ Vale, diremos que hemos roto, te vas a casa y evitarás tener que cruzarte con mi primo, pero en cuanto averigüe todo lo que está ocurriendo, te lo contaré, estaremos juntos, te lo prometo. Sólo tienes que fingir que hemos roto.


~ Vale – le dije – Rogue… lo siento, no sé que me pasa, siento hacerte daño, yo no quería.


~ Lo sé, tranquilo. Lo solucionaré.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).