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Miedo al amor. por keyla

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Los he extrañado un montón, aun que ustedes no lo crean.

Muchas Gracias a las personas que lo han comentado, ahorititita les contesto, a los que lo han leído gracias y espero que se animen  a comentar.

He aquí el nuev capítulo, lean disfrutenlo y comentenlo por fis.

Capítulo 2: ¿Tonterías?  

 

Creo que debo de unirme a los asistontos de farmacología.
— ¿Decías?

El chico me mira divertido por mi reacción y es que yo nunca lo había visto por aquí y sería imposible no recordarlo, con ese físico. Es justo como no me gustan (y que conste que estoy siendo sarcástico), alto, güero de ojos azules y cabello castaño claro hasta los hombros y con unos chinos alborotados, que enmarcan su rostro; solo de verlo hasta se me ha olvidado a que vine. Además esos ojos me recuerdan a alguien solo que no sé a quién.

— ¿Ya te encuentras mejor? 

—A ¿qué te refieres? —no lo recuerdo y tengo una excelente memoria fotográfica, nunca olvido un rostro tal vez el nombre o de donde lo conozco pero un rostro jamás.

—Pero que tonto, olvidaba lo bo... indispuesto que estabas ese día o mejor dicho noche —me miraba divertido.

— ¿Noche? —su ambigüedad no me gusta y menos si la acompaña de esa sonrisa burlona.

—Has un poco de memoria, el fin de semana pasada, yo iba a reunirme con unos amigos a un karaoke — ¡Diablos! No es cierto, no puede ser, lo insto a seguir con la mirada —. Vi que salías del karaoke, tropezaste con algo, supongo, y yo iba entrando así que te alcance a sujetar para que no saludaras de beso al piso.

¡Madre santa! era él quien me llevo al taxi, carajo siento que mi rostro arde, aquí si aplica esa frase de "trágame tierra" y por favor no me devuelvas, agradezco que no mencione mis lagrimas.  

— ¿Tú me conocías? —Porque yo no.

—Sí y no. Te he visto antes caminando por la Facultad pero no tengo el gusto de saber tú nombre y me temo que por el bochorno del que acabo de recordarte, no me lo dirás —su voz suena triste.

—Soy Ismael y supongo que te debo dinero por pagar mi taxi.

—Un gusto Ismael, yo soy Jean—su mano se apresura a aceptar la mía y darme un jalón para abrazarme.

Me ha sorprendido su afecto, me mantiene apretado a su pecho y siento que es lo que he esperado toda esta semana, me dan ganas de llorar.

Alguien se aclara la garganta atrás de nosotros, levanto la mirada y veo ese rostro por el cual me he estado escondiendo toda esta semana.

—Lamento interrumpir pero el Dr. Solís me ha pedido venir a ver ¿porque tardas tanto Jean? aun que creó que está claro –se ve enojado, tal vez me apresure a venir a verlo o tal vez realmente Daniel me odia.

Jean me libera, saca su celular y mira a Daniel.

—No necesito tú dinero pero hay otra manera en la que me puedas pagar —me susurra al oído, no sé si Daniel escucho esto pero no se ve feliz —Lo siento, es que me he entretenido con este lindo chico —me señala con la cabeza —pero ya voy, aunque no sin que me des tu numero, deseo saber porque tuve que abrazarte esa noche —su sonrisa se hace evidente.

Estoy hecho un jitomate por su manera de pedir la explicación.

—Claro —le dicto mi numero y de inmediato me marca para comprobar que está bien —Lo tengo —le confirmo.

—Muy bien Isma te llamo para confirmar nuestra cita —me guiña el ojo y camina hacia adentro del laboratorio pero antes de perderse me mira.

—Por cierto ¿a quién venias a buscar? —me mira inquisitivamente.

—Ya no es necesario, creó que esa persona no desea verme —su mirada refleja confusión —no importa, yo me entiendo —le explico.

Jean se despide con la mano y miro dolido a Daniel antes de darme la vuelta para irme, sin embargo él no me lo permite, me toma de la mano y me gira hasta tenerme frente a frente.

— ¿Dónde diablos te has metido? —su voz transmite su coraje contenido.

—No importa —contesto e intento liberarme de su mano pero no lo logro —ya me voy —lo digo para que me suelte, puedo ver en su rostro que no desea verme o ¿Por qué estaría tan molesto?

—No vas a escapar de nuevo —me habla serio, me jala del brazo y me lleva a dentro del laboratorio.

— ¿Qué? —me lleva por el laboratorio hasta que llegamos con un Doctor alto y gordo, de tez morena.

—Dr. Solís ya termine lo que me tocaba hacer, ya me puedo retirar —Daniel le habla amablemente y el doctor me mira con curiosidad.

Busco con la mirada a Jean pero no está aquí debe de estar en el otro laboratorio.

—Hola doctor —me saluda lo conozco porque fue mi profesor de Farmacología.

—Hola Dr. Solís, que gusto verlo —le contesto y trato de parecer feliz aún cuando mi brazo se está muriendo por la sujeción de Daniel.

—Ok doctor se puede retirar y solo porque supongo que Ismael lo está esperando —el doctor me sonríe.

La verdad es que era uno de sus alumnos preferidos en clase.

—Gracias doctor, nos vemos mañana 

—Hasta luego doctor —me despido, mientras Daniel me jala en dirección a una mesa donde están sus cosas.

Cuando estamos lo suficientemente lejos para que no seamos escuchados, intento zafarme de la mano de Daniel.

—Ya suéltame, me estas lastimando —le digo, ya que no parece darse cuenta de que he estado intentando soltarme.

—Te dije que no dejaría que te escaparas —se aferra más a mí brazo.

— ¡Carajo! me vas a arrancar el brazo —le grito.

Me mira y sus ojos están furiosos. Se quita la bata, pero sin soltarme, se cruza su mochila y me jala hacia la salida.

Ya afuera me lleva por el pasillo, hasta llegar a un área verde de la Facultad, que está sola.

Por fin libera mi brazo y me sobo el lugar que ha sufrido la presión de la mano de Daniel.

— ¿Por qué me has estado evitando? y cuando te encuentro estás coqueteando con Jean - me acusa con la mirada.

—No estaba coqueteando, solo le agradecía un favor que me hizo - le explico y evado la primera pregunta.

Me siento muy nervioso, saco de mi sudadera una cajetilla de cigarros largos, la abro y comienzo a sacar uno.

— ¿Qué estás haciendo? —Daniel me mira con el seño fruncido.

—Lo que ves —ya entiendo, él nunca me ha visto fumar y es que no me considero un adicto como tal, solo los consumo cuando estoy muy estresado.

Comencé cuando estaba por salir de la secundaria, estaba sumamente nervioso pues no sabía si me quedaría en la preparatoria que deseaba, en casa mi papá fuma y mi hermano mayor también así que ni notaban cuando les sacaba los cigarros, en cuanto supe mis resultados lo deje; retome mi vicio cuando mi ex me dijo que se iría del país, fume hasta que conocí a Daniel, él distrajo mi mente y ya no tuve necesidad de seguir pero esta semana ha sido de locos y los nervios me estaba matando así que regrese a mis cigarros.

—Tú no fumas —se acerco he intento quitarme la cajetilla pero me aleje rápidamente, nadie se entromete entre mis cigarrillos y yo.

Él me mira muy, muy pero muy molesto.

Ignoro su clara actitud de enojo y saco mi encendedor que por cierto me regalo mi ex… larga historia, después se las cuento,  lo enciendo y doy la primera calada, cierro los ojos, es genial sentir el humo pasando por tu  garganta invadiendo tus pulmones, después de unos segundos siento como recorre el camino de regreso pero antes ya ha abofeteado mi cerebro, por eso los amo, siempre sacuden mi cerebro y me ayudan a aclarar mis ideas además de relajarme un poco (que conste que no le recomiendo a nadie fumar, eso es malo causa cáncer y demás enfermedades horribles, yo lo sé estudio medicina lo cual es contradictorio porque se lo que causa y heme aquí entregándome al vicio, en fin) continuando, abro los ojos y me encuentro un par de ojos cafés matándome con la mirada.

— ¿Qué carajos está sucediendo contigo? —me pide una explicación, que no tengo ni idead de ¿cómo empezar?

—Yo sí fumo, siempre lo he hecho, lo que pasa es que a veces lo dejo — ok ya explique lo del cigarro y ¿lo demás? — Yo no vine a dar explicaciones, vine a pedírtelas a ti —me arme de valor y le dije mientras estoy bajo el efecto de la nicotina.

— ¿Así?, yo pensé que viniste a fajar con Jean —me contesta y cada palabra desprende veneno.

Que trae con Jean, ¿por qué lo mete en la plática?, a él pobre deben de dolerle los oídos.

— ¿Qué? — ahora el enojado soy yo — él que sea gay no quiere decir que me quiera acosta con cualquier hombre que encuentre —aun que con Jean podría hacer una excepción, pero eso no se lo voy a decir a Daniel —o ¿qué tengo el aspecto de una puta? —le contesto sumamente molesto.

—No quise decir eso —trata de componer las cosas, sin embargo su molestia sigue latente —Mierda, solo dime ¿qué tienes que ver con Jean? —pasa sus manos por su cabello.

Otra vez con lo mismo.

—Eso es algo que no te importa —además no tengo nada que ver con él, pero no pienso explicarle eso —Yo vine a disculparme por lo del sábado —agacho la mirada no deseo ver de nuevo la mirada del fin de semana.

—No tienes nada de que disculparte, entiendo que estabas borracho y decías tonterías —su voz suena más tranquila.

—He dicho que me disculpo, porque supongo que te hice sentir incomodo, pero no lo retiro, es verdad estoy enamorado de ti y no puedo hacer nada al respecto, lamento si eso te molesta —doy la ultima calada a mi cigarrillo y apago la colilla con la tapa de mi zapato, busco con la mirada un bote de basura, mientras espero la respuesta de Daniel.

—No digas tonterías tú sientes afecto por mí, lo creó, pero es de amistad, no amor —su voz resuena en mi cerebro, es nerviosa pero decidida.

Al escucharlo, siento una patada en el corazón, la colilla del cigarrillo se me resbala de las manos.

—Gracias, por aclarar las cosas, para ti mis sentimientos son tonterías, entiendo que no me correspondas, de hecho no te lo exijo pero por favor no menosprecies mis sentimientos —sigo sin mirarlo a los ojos, los míos rojos y listos para llorar.

—No te estoy menospreciando —ahora su voz es entrecortada —es solo que debes de estar confundido.

—Ok —ya no quiero hablar, mejor dicho no puedo hablar —te quiero… para mí eso es muy claro… ahora ya sé que no sientes lo mismo por mí… gracias por ser sincero… gracias… —entre cada frase me detuve para tomar aire y tratar de contener mi llanto.

Comienzo alejarme de él.

—Espera —me toma del brazo, del mismo que estrangulo todo el camino — ¿Seguimos siendo amigos? —la esperanza está en su pregunta.

¿Por qué todos dicen lo mismo?

—Tal vez en un futuro —muy lejano —pero ahora mismo no puedo, lo siento pero no —me quiero, aunque mi vicio por el cigarro no lo demuestre, me quiero, y soy consciente de que estar con él, no es sano para mí.

Jalo mi brazo y él me permite liberarme de su mano.

Camino por el pasillo, me alejo de Daniel y sin darme cuenta estoy corriendo por la Facultad, mis lágrimas ya se han desbordado, recorren mis mejillas mojándolas y humedeciendo mis labios, su sabor salado impregna mi paladar, mientras mi corazón palpita adolorido por la triste realidad.

Notas finales:

Les gusto? denme su opinión por fis.

Creen que realmente Daniel no lo quiere? Ismael se alejara definitivamente de Daniel? Cómo le pedira que le pague Jean el favor a Ismael?

Comenten, comenten por fis, por fis.

Por cierto mi queridos lectores. les explico rapido, tengo un pasatiempo que es leer todo lo que llegue a mis manos y me encanta comentar sobre lo que leó, pero en mi casa no son muy adeptos a leer o por lo menos no lo mismo que yo, entonces me deprime no tener replica.

Por  esta razón decidi abrir un blog sobre libros y espero encontrar personas que les guste leer, en este encontran reseñas, pensamientos, frases, fragmentos, relatos extraños de mi autoria, algunas noticias, en fin de todo un poco, voy empezando y espero que si les llama la atención se unan y comenten, sugieran libros y demás. Aquí les dejo el link para los que se animen a darle una oportunidad.

http://lamariposadeloslibros.blogspot.mx/

Sin más por el momento gracias me voy a contestar sus reviews.

See you my dear readers

 

 


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