- SeHunnie- Se mantenía a distancia del menor, sus mejillas sonrojadas estaban elevadas en una pequeña sonrisa traviesa.
- ¿Eh?-con desgana volvió la mirada a su compañero entonces pudo notar como este se encendía mas y bajaba su pequeño rostro. Alargo sus blancos brazos hasta depositar una cajita envuelta en papel azul con un pequeño moño plateado. SeHun observo a la cajita y después a LuHan sin terminar de entender.
- Ábrelo por favor –
El rubio aun algo sorprendido por el obsequio tomando en cuenta que no era su cumpleaños deshizo el plateado moño que cayó hasta sus zapatillas. Una expresión algo rara se apodero de el, lo más cercano a una alegría desbordante, si había algo que a SeHun le apasionara más que el baile era pasar horas escuchando música y recreando coreografías. En ese mes se hablaba que una empresa reconocida sacaría un nuevo reproductor, uno negro diseñado a detalles rojos y absolutamente caro.
- ¿Co –Como? – Su sorpresa se mezclaba con alegría, LuHan le había hecho uno de sus mejores regalos.
- El tuyo se echó a perder y yo quería darte este, no es gran cosa – Ahora mismo SeHun podría soltar una carcajada limpia, el rostro de LuHan estaba completamente rojo.
- Gracias.
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Se removió en su cama en un intento de conseguir calor, se apretujo tanto al blanco colchón que sintió un pequeño dolor en su pecho. Ignoro la punzada y continúo con movimientos pesados.
LuHan ingreso a la habitación con cuidado, la poca luz que ingresaba por el ventanal no era suficiente para permitirle ver, tanteo el interruptor y lo acciono, la luz ilumino toda la estancia.
- ¿SeHunnie? – Se acercó al bulto de mantas sobre la cama, retiro un par de estas hasta que la cara enrojecida del mayor le fue visible. LuHan soltó un grito ahogado, los pómulos de SeHun estaban de un rojo tan fuerte que LuHan no quiso imaginar lo mal que se encontraba.
- ¿Q-que-… - q-ue haces aquí?- a duras penas el menor logro incorporarse de la cama. La voz pastosa fue directa al corazón de LuHan que se reprendió por no llegar antes.
- Ayudándote – Desecho sus culpas y abrió las bolsas de las que extrajo diferentes cajas y botellas. Coloco dos pequeñas pastillas en las blancas manos del menor – Te harán bien. Ayudaran a bajar la fiebre – Le entrego una pequeña botella rehidratante- Y esto ayudara aun mas – El gruñido del menor capto su atención. Los torpes movimientos le hicieron escocer los ojos, llego al borde de la cama justo a su lado y le quito la botella- No discutas – el rubio resoplo molesto pero se llevó las pastillas a la boca, LuHan inclino la botella dándole un pequeño sorbo - Despacio, no queremos lastimar tu garganta- El rubio asintió y se metió otra vez a la cama.
LuHan se aparto de su lado, coloco mas bolsas sobre su escritorio personal y saco diferentes recipientes. En un bol azul vertió un poco de agua, SeHun no pudo descifrar si se trataba de caliente o fría, al sentir la mirada penetrante del rubio LuHan se giró y pudo leer en sus labios un “Te ayudara” tomo una de las tantas botellitas y vertió alcohol en el agua.
- ¡L-luhan! - sentir el trapo húmedo sobre su frente disparo todos sus sentidos, un fuerte temblor que fue de la cabeza a los pies lo mareo. Estaba frio como el infierno.
- Lo siento- un segundo trapito fue hasta su estómago y SeHun soltó un jadeo- se que no es la mejor sensación de mundo, pero ayudara a tu cuerpo. El rubio asintió y se relajó conforme el frio abandonaba los trapos. – Estas pegajoso Hunnie – El menor se sonrojo cuanto LuHan acaricio su mejilla, este no lo noto y solo volteo el paño que sacudió de vuelta al chico.
- S-si- se apeno de que lo viese en tan mal estado. Pero simplemente no le podía decir que las fuerzas que tenía no daban para tomar un pequeño baño.
- ¡¿L-luHan?! - Chillo cuando el pequeño le quito la enorme sudadera que llevaba y el resto de las prendas. Su vergüenza aumento cuando se vio frente a LuHan son solo un pequeño bóxer turquesa sujeto a sus largas piernas.
El pelinaranja pareció no notar su estado y pasar por alto la imagen frente suyo. Regreso con otro recipiente y sumergió una toalla de manos en este, exprimió el restante y lo paso por todo su cuerpo. ¡Por el amor de Dios! ¡LuHan lo estaba bañando! La seriedad en el rostro ajeno le impidió quejarse y obedeció las indicaciones de mayor. Cuando su cuerpo estuvo limpio le entrego ropa limpia y fresca.
Las horas pasaron y con ellas su temperatura, ya no sentía el cuerpo pesado y la cabeza había dejado de martillarle. El cuarto estaba en penumbras, y el tenía sed, LuHan había dejado su bebida en el escritorio intento levantarse pero no lo logro un peso se lo impedía. LuHan estaba recostado sobre sus piernas, sus pequeños labios entre abierto inhalaban y exhalaban pequeñas becadas de aire.
- LuHan- Se había quedado a su lado en toda su enfermedad. Una hermosa y sincera sonrisa se formó en sus labios. El reloj marcaba las 5:00 a.m, lo más seguro era que su hiperactivo amigo cambiara sus paños cada determinado tiempo pues aun sentía la frescura de estos – Gracias – bajo su dorso para permitirse depositar un beso en la frente de LuHan– Gracias en verdad – Con un poco de trabajo lo subió a la cama y le quito algunas prendas rogando que no pescara su enfermedad.
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- ¡SeHunnie a este! – Señalo un enorme juego mecánico, con más vueltas y contorciones que sus bailes. La seriedad característica lo abandono cuando se imaginó sobre ese juego mortal.
- ¡Por supuesto que no! – Dudaba seriamente soportar el jueguito pero LuHan parecio no notar su miedo o simplemente ignorarlo y continuo quejándose.
- ¡Pero Hunnie! Estamos en un parque ¡Debemos subir a todo!- SeHun negó con la cabeza, entonces comprendió que esta vez no ganaría. Rodo los ojos molesto por no poder subir cuando unos niños saliendo de un pequeño cuartito aislado llamaron su atención, aparentaba ser una cabina fotográfica – ¡Entonces vamos a eso!
En el gran mayoría de las fotos por no decir todas LuHan salía agarrado de SeHun con diferentes expresiones, SeHun, SeHun no pudo contener una sonrisita en la última foto al sentir los labios de LuHan en su mejilla.
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Observo de nuevo las fotos esparcidas por el edredón de la cama, estaban una y cada una de las fotos con sus salidas, las cuales LuHan se encargaba de tomar y mandarle copias. La sonrisa de LuHan era grande y deslumbrante. Aunque fueran trozos de papel podía casi escuchar la melodiosa risa del mayor- Mierda - ¿Desde cuándo lo quería tanto? Su conciencia le dio una sonrisa burlona que le molesto pero era cierto LuHan era muy importante para el. Más de lo que nadie nunca podría haberse imaginado con el trato que le daba pero ahora el había arruinado todo eso. Recordó el sonido de su nombre en labios de LuHan, ahora solo era un compañero más para el pelinaranja– Lu– dejo decaer su orgullo, quería a LuHan. Quería volver a escuchar sus gritos, risas, burlas y ese tonito exasperante cuando quería algo. Quería todo de el . Pero ahora solo YiFan lo tenía.