Tao besó de nuevo a Sehun, jadeando al sentir las manos del mayor en su trasero, masajeándole con fuerza. No sabía cómo ni cuándo habían empezado, solo lo habían hecho. Enredó su lengua con la del mayor, gimiendo otra vez. Cerró los ojos y dejó que Sehun viajara por su cuello de arriba a abajo, lamiendo y mordiendo a su paso todo lo que podía, marcando al peliazul como suyo. De su propiedad.
Tao enredó las manos en el corto pero abundante cabello del otro, tumbandose mejor en la cama.
-Sehunnie… mngh…
El llamado sonrió de oreja a oreja y metió sus manos por dentro de la camiseta del otro, subiendo y quitando esa prenda lentamente. Tao se relamió los labios secos. Gimió cuando los labios de Sehun atraparon uno de sus rosados pezones, tirando de él, lamiendo, mordiendo, succionando. Llevando a Tao al mismísimo cielo. Su espalda se arqueaba, su vientre se encogía.
-Te deseo, Tao.
El menor se sonrojó ante esa declaración, y le miró fijamente a los ojos. Sehun le sonrió con ternura y le despojó de la ropa, besando con ternura sus mejillas. El panda se dejó hacer, cerrando los ojos, escuchando como el otro se abría los pantalones y se quitaba los zapatos. <<¿Kris estará haciendo esto con Lay? ¿Le estará diciendo que… le ama?>> Suspiró y miró a Sehun, quien le sonrió amplio.
-Te quiero…
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Chen miró a su amigo de nuevo, quien comía unos dulces.
-Los preparé yo… ¿quieres?
Chen asintió y tomó uno de los cupcakes, cerrando los ojos al probarlo. Estaba realmente delicioso.
-Está muy rico, Soo. ¿Me enseñarás a hacerlos?
El otro le sonrió y se sonrojó tomando su mano, viendo como el chico de la sonrisa gatuna sonreía y entrelazaba ambas manos.
-Claro que si, Chennie. ¿Me acompañas a ver a mi Omma?
chen asintió y se levantó del asiento sin soltar al otro, caminando así por las calles. En un momento dado, Kyungsoo miró a su ahora mejor amigo.
-Chennie, prometeme que cuando seamos mayores estaremos juntos como una pareja.
-Claro que si, Soonie, y nos casaremos ¿verdad?
Kyungsoo asintió y siguió caminando tomado de la mano del otro, hasta el cementerio. El menor entró sin miedo, jalando a su amigo hasta una tumba con rosas rojas, frescas.
-Ella es mi Omma, Chennie. Está en el cielo junto a mis abuelos… Pero me cuida ¿sabes? Solo que no quiere manejar mi vida, por eso está allá, protegiéndome.
Chen miró a Kyungsoo, acariciando su mano.
-Hola señora Do, soy JongDae, un amigo de Kyungsoo. Le prometo que yo le ayudaré a cuidar a Soonie mientras usted esté ocupada ¿si?
Kyungsoo sonrió amplio, y ambos estuvieron largo rato hablando con la madre del chico, haciendo bromas, inocente a todo.
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Kris miró de nuevo esa página del diario de Tao. Sabía que eso no estaba bien, y ahora solo podía sentirse peor. Dios, era una persona horrible. Allí se reflejaban todos los comentarios y pensamientos, ideas y sentimientos de Tao. Y en todas las páginas salía su nombre.
Suspiró con los ojos acuosos.
“Hoy Kris-ge me ha llevado a comer helado. Se veía genial con esa camisa que Siwon hyung le regalo. Y me sonrió tan… ¡kyaaaa! Me dieron ganas de gritar y todo :3”
Rio suavemente y continuó leyendo, sintiendo como sus lágrimas ya caían por sus mejillas.
“Hoy… hoy vi a Kris-ge con Lay… Simplemente no me cae bien ese hombre. Kris-ge es mío pero… ¿Qué sentirá mi hyung hacia mi?”
<<Lo mismo, bobo. Te miento para protegerte>>
-La cena ya está hecha… -Le sonrió Lay, acercándose a él lentamente. Kris asintió y escondió el diario en el mismo sitio en el que se encontraba. <<¿Qué estará haciendo ahora su pequeño panda?>>
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Sehun movió los dedos dentro del menor, dilatándole con una suave sonrisa. Tao tenía los ojos cerrados, y no paraba de gemir.
-En-tra… Sehunnie entra ya…
Sacó los dedos y se situó entre sus piernas, besando su mejilla tiernamente.
-Te quiero…
-Te quiero, Sehunnie… ¡¡Mngh!!
Sehun entró rápidamente en Tao, quien se arqueó ante eso. Sehun le besó y empezó a moverse dentro de él. Lento. Suave. Fuerte. Rápido. Y vuelta a empezar. Los gemidos de Tao pasaban a gritos en apenas segundos. Sus bocas no paraban de chocar entre ellas. La mano de Sehun encontró entretenido el miembro del menor, masajeando, apretando.
-Sehun… Y-yo… N-no…
El mayor lo entendió y le besó fuertemente, ahogando allí sus gemidos, corriéndose al instante en que su lengua penetró al boca del panda, quien acabó en su mano a los segundos.
-Te quiero, panda…
-Te quiero, Sehunnie-ah…
Sehun rio y vio como Tao se vestía, haciendo suaves muecas.
-¿Te acompaño?
El menor negó con suavidad y tras besar muchas veces al otro, se encaminó hasta casa. Miró al suelo en el camino. Le había dicho a Sehun que le quería… ¿acaso había hecho mal? <<No… Él jamás me dejará…>>
-Hola Tao, has venido pronto. -Le dijo un sonriente Lay, apoyado en el marco de la puerta.
<<Vamos panda, finge como has hecho durante toda tu vida que todo está bien…>>
-Hola Lay, si no te molesta, subiré a mi habitación, quiero estar despierto para mañana.
Lay le permitió pasar, mirando como tao se encerraba en su habitación, desnudándose y tumbandose desnudo en la cama, con los ojos acuosos. <<Muralla… Muralla…>> Poco a poco, el sueño le ganó terreno.
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Siwon miró la sala donde estaba Kyuhyun ingresado. Apendicitis, eso era lo que padecía el menor. Y ahora estaba apunto de entrar en quirófano. Los nervios le comían por dentro. ¿Y si salía mal?
-Hyung…
-Tranquilo bebé, vas a estar bien ¿si? Hyung estará aquí cuando salgas…
Kyuhyun le sonrió, algo adormido.
-¿Me explicarás el cuento del Ángel y el Demonio?
-Claro -Besó su frente con ternura.- Ahora piensa en mí mientras te duerman, ¿si? ¿Me lo prometes?
Kyuhyun le sonrió feliz y asintió, despidiéndose con la mano mientras se lo llevaban al quirófano. Siwon sintió una mano en sus hombros, y se giró lentamente, viendo a Heechul sonriendo.
-Hola Wonnie…
-Heechul… -Ambos se fundieron en un gran abrazo.- ¿Qué haces aquí?
-Oh… Hannie tenía que hacerse unas pruebas…
-¿Hannie? -Susurró Siwon frunciendo el ceño.
-Hangeng… -Rio Heechul.- Tengo manía de llamarle así, sorry…
Siwon negó sonriendo suavemente, sintiendo de nuevo ese abrazo que le reconfortó.
-Que alegría verte de nuevo, Wonnie… Aún recuerdo cuando tú y YiFan os comíais los mocos…
Siwon hizo una mueca.
-Ay hyung… no seas asqueroso. En la universidad nadie se comía los mocos, profesor…
-Lo sé, idiota -Palmeó su hombro- ¿Qué haces aquí?
-¿Te apetece quedar mañana a tomar el té y te lo explico?
-Jamás rechazaría un buen té, señorito Choi.
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Luhan probó su vaso de leche, sonriendo amplio al ver al hombre que entraba por la cafetería.
-¡¡Hyung!!
-Hola Luhan…
-Decidí que sí quiero jugar a eso, hyung…
El mayor se apartó un poco su pelo moreno.
-Perfecto, Luhannie.
-¿Cuando empezamos, hyung?
Se sentaron en un banco.
-No me llames hyung, enano.
Luhan rio.
-Perdón… -Se acabó su bebida.- ¿Cuando empezamos, Suho?