Sehun se abrazó a la pierna de Lay cuando el sol ya se ocultaba por las montañas,somnoliento.
-¿Tienes sueño, pequeño? -Le susurró Lay con dulzura, alzando en brazos con algo de esfuerzo.
Sehun asintió y se abrazó a su cuello mientras el mayor atravesaba la pequeña arboleda hasta llegar a la casa donde ya todos esperaban. Miró el panorama, verde y antiguo. Amaba el campo… Se preguntó si Lay también lo hacía.
-Ya hemos llegado… -Le sonrió amplio.- Creo que nos toca la misma habitación…
Sehun se sonrojó suavemente y asintió tomando la mano del mayor para jalar de él hasta la casa, viendo a la madre del menor correr hacia él.
-¡Vamos, Sehun, pon la mesa!
El menor soltó un quejido haciendo reír a Sehun, quien lo alzó de nuevo en brazos
-Vamos pequeño, yo te ayudo…. -Le susurró sonriendo ampliamente, caminando en silencio hasta la cocina.
Sehun saltó de sus brazos y tomó los platos caminando de forma divertida hasta el comedor, viendo como todo estaba desierto. Lay le siguió con los cubiertos y los vasos, silbando una melodía animada. El pequeño rió y bailó, seguido por el otro, quien movía las caderas lentamente. No pudo evitar sonrojarse al verle así.
-Lay hyung… -Susurró mirando al suelo al sentir sus mejillas arder.
-¿Mm? ¿Va todo bien? -Le murmuró algo preocupado.
-Ba-bailas muy bien… -Dijo moviendo con timidez un pie, consiguiendo que al mayor casi le diera un infarto.
-Aww… ¿Quieres que te dé clases, pequeño? -Se agachó frente a él, sonriendo ampliamente.
-Sí, por favor… -Le dijo algo tímido.
-Ven… -Tomó la pequeña mano del menor y se dirigió al porche, sonriendo.- Es muy fácil, tu solo sígueme…
Sehun asintió y se colocó en la misma postura que el mayor, copiando los movimientos de este, moviendo su cadera más lentamente. Cuando Lay acabó ese paso, Sehun bailó con lo que se había quedado, sin ver la baba del mayor al mirar fijamente su trasero.
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Kris tragó saliva y bebió un poco de su té empezando a entrar en histeria.
-YiFan, cálmate...
El llamado le miró despeinandose de los nervios. ¿De que estarían hablando Hangeng y Tao tanto rato? Miró las escaleras. Dejó la taza en la encimera y se despeinó realmente angustiado. Sabía que ahora Tao volvería a estar asustado de todo, y él no quería eso. Se rascó la barbilla ignorando a Heechul, quien no paraba de mirarle fijamente.
-¿YiFan?
-No aguanto... No -Se levantó de golpe- Quiero subir
-YiFan, Hangeng sabe lo que hace, él tiene un plan...RELÁJATEE.
Kris se volvió a sentar, frotándose el rostro. Se tumbó boca abajo, mirando al frente con un fuerte suspiro. Heechul se sentó a su lado y acarició su cabello.
-Relájate, pequeño…
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Hangeng miró a Tao fijamente, quien jugaba con sus pies bajo esa penetrante mirada.
-Hablame de Suho, pequeño…
-Él… Me… me golpeaba… Y-y… -Susurró llorando débilmente, haciendo que Hangeng se sentara a su lado y mimase su espalda.
-Tranquilo, no te hará más daño… Pero necesito tu ayuda, ¿vale?
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-¿USAR A MI PEQUEÑO COMO CEBO? ¡¿ACASO ESTÁS LOCO?!
-WuFan…
-NI WUFAN NI POLLAS. NO.
-Gege… Q-quiero hacerlo… -Susurró Tao abrazado a su pierna, haciendo que el mayor bufase.
-Cuéntame, Hangeng…
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Chen y Kyungsoo dejaron de jugar y caminaron por el parque en silencio. Era un silencio cómodo, uno de esos en el que sientes que puedes volar.
-Oye Chennie… ¿Deberíamos comprar una pulsera para ambos? -Dijo soo, sonrojado.
-¿Una de esas que llevan los novios? Claro que sí, Soonie…
Tomados de la mano entraron en una pequeña joyería, sonriendo con timidez. Miraron las pulseras con corazones, sonriendo ilusionados. Chen tomó una con una S y Soo la de C, riendo felices.
-Ahora somos novios, Chennie…
-Siempre estaremos juntos, Soonie…
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Kai y Luhan miraron sonriendo las nubes del cielo, siguiendo las formas con los dedos.
-¡Mira Kai, un corazón!
-Tu ya tienes uno, Lulú…
Luhan le miró sin comprender, viendo como Kai besaba su mejilla.
-Y tu también, Kai…
-Yo quiero el tuyo, Luhannie…
Luhan se sonrojó y miró al cielo, rezando para poder recibir el corazón del moreno también.