Tao miró por la ventana con una gran sonrisa, viendo a Kris jugar con los niños del vecindario. Apoyó la cabeza en el cristal observando como su novio les hacía cosquillas y los alzaba. Negó al ver como Kris era el que más se divertía y miró el libro que estaba acomodado entre sus piernas, pensativo. Lay y Sehun se habían ido de luna de miel, Kai y Luhan de viaje por Europa... Solo Chen y Kyungsoo se habían quedado por las vacaciones en la ciudad.
-Tao... ¿Me alcanzas el vaso? -Pidió Kyuhyun sonriendo amplio. El llamado dejó el libro señalando la página por la que se había quedado y caminó hacia su amigo, alcanzando el vaso de zumo. Se lo tendió con una amplia sonrisa.
-¿Te sientes bien? -Le preguntó Tao sentándose en la mesa del comedor, viendo como el otro bebía a gusto su bebida.
-Hmm, Siwon me hizo un pequeño masaje -Le sonrió y dejó el vaso cerca, mirando por la ventana.- Oye Tao... ¿No has pensado en tener un hijo con Kris? Es decir... Ya eres mayor de edad...
El menor miró a su pareja a través del cristal, sonriendo.
-Lo he pensado... Pero... -Miró al suelo.- ¿Crees que será lo mejor? Ya sabes, yo soy muy joven, y Yifan trabaja casi todo el tiempo...
-Yo quiero serlo -Kyuhyun sonrió amplio.- Heechul supongo que me convenció, a él se le ve feliz con su embarazo...
Tao miró a Kyuhyun con admiración. Pese a no poder caminar nunca más, él jamás perdía las esperanzas de vivir. Eso era digno de admirar.
-¿De qué tanto hablan? -Preguntó Siwon, pasándose una mano por el cabello mojado después de salir de la ducha.
-De tener un bebé... -Le contestó Kyuhyun, sonriendo ampliamente. Siwon le miró con ternura y besó sus labios lentamente, sin borrar su muestra de felicidad.
Tao se levantó en silencio y tomó la chaqueta para salir fuera de casa, viendo a su novio de cerca, quien reía fuertemente mientras los niños lo tiraban al suelo. Jamás había pensado en la idea del bebé, pero no sonaba mal. Nada mal. Sabía que Yifan sería muy buen padre. Se recostó contra la puerta y ladeó la cabeza cuando los niños besaban sus mejillas. En ese momento, la imagen de él de pequeño besando a su tío, los dos sentados en ese sofá tan cómodo... No pudo evitar sonrojarse. Había cambiado mucho físicamente, pero sus sentimientos hacia el mayor iban cada vez a más.
-Tao... -Yifan se acercó a él, haciendo que el menor riera suavemente al verle lleno de nieve.
-Eres una bola de nieve... -Le susurró tierno el panda, viendo sonreír al rubio ampliamente.
-Tu bola de nueve... -Le susurró haciendo un tierno aegyo.
Tao rió y le dio un pequeño beso en los labios.
-Solo mío... -Susurró acariciando su mejilla con ternura.- ¿Vendrán Heechul y Hangeng a cenar?
-Creo que sí -Kris se sacudió el pelo y entró en casa, suspirando al sentir el calor que hacía en esta.
Siwon cargó a Kyuhyun en brazos hasta el sofá y lo depositó con cuidado, besando su mejilla después. Tao sonrió con ternura y tomó la mano de Yifan con delicadeza.
-¿Que quieren comer? -Preguntó el panda, sonriendo al ver como Siwon se frotaba la nuca.
-Algo ligero, mi estómago está algo pesado ahora.
-Amor, tú eres pesado en si...
Kris suspiró y besó al panda para encaminarse hasta la cocina, seguido por Siwon. Ambos mayores cerraron un poco la puerta y se miraron en silencio.
-¿Se sabe algo de la recuperación de Kyuhyun?
Siwon suspiró y negó, frotándose los ojos. Los médicos decían que tal vez Kyuhyun jamás podría volver a pisar el suelo y moverse por él mismo. Kris lo abrazó con ternura, dejando que Siwon escondiera el rostro en su cuello y sollozara suavemente, entendiendo toda la presión que sentía.
-Todo va a salir bien, Siwon... Vamos a estar bien...
Tao le tendió un mando al menor, sonriendo ampliamente al ver como lo tomaba rápido. El panda sabía que su amigo amaba los videojuegos, y casi siempre jugaba con él cuando Siwon estaba ocupado en la Universidad, dando clases. Encendió el mando suspirando, algo pensativo. ¿Que opinaría Kris de ser padre? Tal vez el mayor no le parecía bien, o tal vez ninguno de los dos podían. Pero se podía adoptar ¿no? Dejó que Kyuhyun escogiera un juego, mirando la puerta de la cocina. ¿De qué hablarían tanto los dos mayores?
-Los doctores dicen que no podré caminar nunca más... -Le susurró el otro, haciendo que Tao diera un pequeño bote.- Que jamás volveré a valerme por mi mismo... Pero sé que es mentira. Sé que podré hacerlo...
Los ojos de Tao se volvieron acuosos al escuchar sus palabras, viendo el brillo de ojos que Kyu había adquirido después de la noticia que recibió, diez años atrás. Un brillo de querer vivir, de querer seguir adelante. Desde entonces todos miraban con admiración al pequeño Kyuhyunnie, quien ahora era todo un hombre. Uno fuerte y valiente.
-Sé que algún día Siwon y yo nos mudaremos a una casa, lejos de la ciudad, tal vez un pueblo... Él será maestro mientras yo limpiaré la casa para él. Llegará por las noches y tendrá la cena hecha. Le mimaré y por la noche seremos uno de nuevo. Lo sé...
-Sé que lo harás, Kyunnie, sé que puedes... -Susurró el otro con los ojos llenos de lágrimas, sintiendo su corazón encogerse por sus palabras.
Ambos se quedaron en silencio, mirando la pantalla totalmente concentrados en el juego y en sus propios pensamientos.
Lay abrazó a Sehun por la espalda y besó su cuello, sintiendo que el menor sonreía ampliamente.
-Lay... ¿como estará Kyuhyun? -Susurró el joven, acariciando las manos del mayor.
-Supongo que bien...
Sehun suspiró y besó como pudo al mayor, sintiendo las manos de él acariciar su vientre lentamente, haciendo que su piel se volviera a erizar, por décima vez en ese día. El viento fresco del barco los acariciaba desde la popa, despeinando sus suaves y finos cabellos. Las risas de los niños que jugaban por allí los envolvía de forma tierna. Todo era perfecto, Sehun lo sabía. Yixing besó tiernamente su nuca, succionando un poquito después. Todo el cuerpo del más joven se estremeció ante las acciones del otro.
-L-Lay... Y-yo...
-Shh... -Yixing procesó a lamer su lóbulo ahora, haciéndole estremecer.- Hyung desea tu cuerpo...
Sehun se separó de él al escuchar eso, frunciendo el ceño.
-Hyung siempre desea mi cuerpo. Estoy cansado, Yixing... -Se quejó el menor soltando un par de suspiros, sintiendo la mirada del otro sobre él.
-No seas quejica, Sehun -Musitó el otro algo enojado y se volvió a acercar a su menor, besando su cuello lentamente.- Deja que hyung te haga sentir bien...
Sehun bufó y cerró los ojos al sentir la sugerente mano del otro acariciar su entrepierna. Se removió un poco, soltando pequeños gemidos sin querer.
-Sabia que te gustaría, Sehunnie... -Susurró el mayor en su cuello, apretando su miembro sobre la tela.
Kai miró a Luhan de reojo, sonriendo al ver como el rubio miraba concentrado la pantalla de su celular. Se acurrucó a un lado de él y apoyó la cabeza en su hombro, riendo al verle hacer una pequeña mueca.
-No mires...
-¿Con quien hablas? -Musitó el moreno, sonriendo.
-Con un amigo de cuando era pequeño, solo eso...
Kai frunció los labios y asintió, acurrucándose más a un lado. Luhan llevaba unos días en los que solo hablaba con ese amigo suyo, y él no podía evitar estar celoso. Lulú era SU pareja, su ser amado, quien parecía haberle rescatado de la oscuridad de tener un hermano violador. Luhan había sido su luz, y él ahora mismo estaba a su lado sin saber qué narices decirle. Se levantó y caminó hasta la pequeña mesa que tenía delante, tomando el mando a distancia de la televisión. El rubio despegó la vista del teléfono y le miró frunciendo el ceño.
-¿Vas a poner la televisión?
-Claro -Dijo el otro seco.- Me ignoras, algo tendré que hacer...
El rubio suspiró fuerte y se acurrucó sobre los cojines de su lado, mirando la pantalla y riendo sobre las ocurrencias de Xiumin, quien no paraba de bromear sobre sus compañeros de Universidad. Se mordió una de las uñas mientras miraba atento la conversación, riendo a carcajadas al ver el nuevo mensaje de su amigo. Kai, desde su rincón, le mandó una mirada llena de reproche y enojo.
Chen bostezó y miró el reloj, observando como a su lado estaba tumbado un dormido Kyungsoo, tapando hasta la frente y hecho, literalmente, una gran bola. Chen rió de ternura y le acomodó bien las sábanas, preocupado de que no tuviera frío. Kyungsoo se revolvió un poco bajo su atenta y preocupada mirada. Suspiró un poco al mirarle y peinó sus cabellos.
-Duerme bien, Soonie -Musitó apagando la luz de la pequeña lamparita que tenía al lado, buscando desesperadamente el sueño que se negaba a aparecer. Un pequeño quejido escapó de sus labios al notar como el sueño se marchaba de nuevo.
Se sentó y se sobó la frente.
-¿Que pasa...? -Susurró Kyungsoo preocupado por el otro, quien le sonrió un poco antes de tumbarse de nuevo.- ¿No puedes dormir?
-No... -Susurró abrazando al chico.
Kyungsoo acarició sus mejillas dulcemente.
-¿Quieres que te cante una balada o algo? -Le susurró con extrema dulzura, sonriendo al ver como su novio asentía levemente. Suspiró y empezó a cantar lentamente, viendo como Chen empezaba a dormirse entre sus brazos.
Tao miró su celular sonriendo. Había salido con WuFan a pescar aquella noche. El cielo del lago, apartado de la espesa y agobiante ciudad, dejaba ver un manto de estrellas hermosas sobre sus cabezas. A su alrededor, solo se escuchaban los grillos y algún que otro sapo inofensivo. Se tumbó bien en la suave manta que le cubría de la hierba y miró la silueta de su mayor tirar la caña y acomodando esta en el suelo. Se acercó al menor sonriendo.
-Hola, bebé... -Le susurró y se tumbó a su lado con una gran sonrisa, haciendo sonrojar al menor.
-Hola, hyung... -Apoyó la cabeza en su pecho con un largo suspiro, mirando al cielo.- Oye...
Yifan acarició su cabello lentamente, mirando también el inmenso firmamento.
-Dime...
-¿Podríamos irnos de vacaciones? Creo que a Siwon y a Kyuhyun les vendría bien un pequeño tiempo a solas...
Yifan rió y besó su mejilla. Cerró los ojos suavemente, asintiendo al poco.
-Claro que sí, pequeño panda...
Tao rió y besó su mandíbula, sonriendo amplio cuando escuchó los acelerados latidos de su corazón. Cerró los ojos también y, sin percatarse, acabó dormido junto a él, abrazado fuertemente a su cintura.
Siwon besó de nuevo su cuello, sonriendo suavemente al escuchar un pequeño sonido salir de sus labios. Las manos del menor sobaron sus definidos músculos de la espalda, riendo al sentir como las de Choi iban derechas a su miembro. Mordiéndose el labio, Kyuhyun trató de elevar la cadera, quejándose al no poder. Siwon se dio cuenta, por lo que con una mano alzó su cadera suavemente creando esa fricción entre ambos miembros tan necesitada.
Se miraron a los ojos y rieron un poco, besándose después. La lengua de Kyuhyun acarició su labio lentamente, buscando entrar en su boca con ansias. El mayor abrió la boca para dejar entrar la suave y deliciosa lengua de su pequeño, gimiendo suavemente.
-S-siwon... -Gimió Kyuhyun.- Sigue...
El mayor acarició su entrada con un dedo, siempre teniendo cuidado de no dañarle. Metió un poco de su dígito, acariciando su ombligo suavemente. Kyuhyun trató de rodear su cintura con las piernas, pero no era capaz de apenas moverse. Cuando Siwon acabó de prepararle, se hundió dentro de él, moviéndose suavemente y ocultando el rostro en su cuello para chupar y lamer este.
Sin percatarse de las pequeñas lágrimas que los ojos del menor dejaban escapar.
Rió suavemente mientras cerraba la bolsa de equipaje, mirando por última vez la incómoda cama donde había dormido los últimos diez años. Peinó su cabello negro desliñado y acomodó la corbata a su garganta.
Por fin había llegado su venganza.
Por fin había llegado su momento.
Porque el pequeño panda era suyo, y porque Suho lo sabía.
Suho sabía todo.