Después de ser capturado, Naruto fue llevado a la mansión Namikaze, donde al parecer las sirvientas estaban listas para la guerra que siempre se llevaba a cabo cuando éste debía de ir a alguna fiesta arreglado.
-Suéltenme tebayo- gritaba el rubio pataleando con fuerza. Quienes lo sostenían lo llevaron a su habitación dejándolo a cargo de las sirvientas, las cuales se abalanzaron rápidamente sobre él, pero no lograron nada ya que el rubio se movía mucho.
-Joven amo, por favor no se mueva tanto- pidió una de ellas, ya que trataba de cepillarle el pelo y no podía.
-Ni loco dejo que me arreglen tebayo- pero de repente alguien le llegó por atrás inmovilizándolo.
-vamos chicas es su oportunidad- Naruto reconoció inmediatamente aquella voz
-Tú maldita sea bájate de mi espalda- Gritaba desesperado nuestro rubio.-Te dije que te bajaras-
-No hasta que dejes que te arreglen- dijo una oji verde.
Más tarde estaba un rubio aseado, vestido con un traje amarillo, con camisa y corbata de diferente tono de azul, su rubia cabellera estaba recogida en una elegante coleta alta con un listón dorado con destellos azules adornándola.
-Mira como quede por tu culpa- (Suspiro)- Me hubieras avisado antes que llegabas hoy Sakura-
-Jej no has cambiado nada, deberías obedecer más a Deidara-nii , y no meterte en peleas. Sabes que él trata de hacer lo mejor por ti. Por lo menos antes eras mucho más amable- dijo recordando un tiempo pasado la peli rosa.
-No cambies el tema tebayo, aparte, no es mi culpa mi cambio de humor-
-SI, lo sé, es culpa de ese tal Sasuke y de Orochimaru ¿no?-Naruto se limitó a asentir.
-Estamos en la misma escuela y en el mismo salón-Sakura sintió un escalofrío recorrer su espalda, ella sabía lo mucho que Naruto había sufrido por culpa de Sasuke- Trato de ser cortante y frío, y sabes que eso no es problema para mi pero, lo más irónico de todo es que…- Naruto cubrió con su mano su rostro.
-Lo sigues amando- continuó Sakura, Sabiendo de ante mano lo que el rubio contestaría
-Si- dijo de forma desgarradora y de entre sus manos se vio una pequeña lágrima pasar por las tres marcas de su mejilla –Dime Sakura ¿por qué el amor es tan duro? ¿Por qué sigo enamorándome de él si al final sé que terminaré lastimado? ¿Por qué me duele tanto el pecho cuándo lo veo? ¿Por qué… me pasa esto a mi?- esto último lo preguntó alzando la mirada mostrando su rostro bañado en lagrimas, y con un sentimiento de tristeza, que le rompería el corazón a cualquiera. Sakura corrió a abrazarlo inmediatamente, sintiendo como su hombro estaba siendo empapado de esa agua salada que salía por culpa de tantos sentimientos.
“no lo sé” pensaba Sakura “lamento no saberlo Naruto” “lo siento”, pensaba compartiendo un cierto tipo de dolor con Naruto.
“¿por qué sigo amándote a pesar de todo lo que me has hecho…Sasuke?”
“¿por qué te amo tanto? ¿por qué soy yo el único en sufrir por culpa del amor?”