Capítulo 17.- Una noche normal de luna llena
Shun miró todo el día desde su escondite como las patrullas llegaban, llegó el equipo de criminalistas que trabajaban en el día, llegó el forense, hasta el Sheriff Lune llegó a la escena del crimen, al fin y al cabo el jefe de criminalística había sido asesinado, eso ponía en perspectiva la vida y el trabajo del resto del equipo y del personal de la policía a nivel general, a la final dos miembros de sus filas habían muertos a manos del mismo asesino
Shun vio con complacencia como Dita salió del edificio y aparentemente no podía respirar porque cuando llegó a la acera se dobló el dos y tenía la mano en el pecho, al inicio Shun pensó que Dita iba a vomitar pero no fue así, Shura salió tras él y algo le decía mientras lo sostenía y le acariciaba la espalda a manera de apoyo, Shun arqueó una ceja, será que ahora que Dita y Shura se unían ya que sus respectivas parejas estaban muertas?, él no la quería hacer de cupido y menos con Shura y Dita. Shun estaba entretenido en esos pensamientos cuando Pietro salió del edificio y abrazó a Dita con fuerza, algo le decía y el peliceleste solo asentía levemente limpiándose las lágrimas de sus mejillas
El movimiento de la policía fue pesado ese día, las patrullas iban y venían, llegó finalmente la ambulancia y Shun vio como sacaban el cuerpo de Saga en una bolsa de plástico negra en la camilla, un cosquilleo lo recorrió entero al recordar lo que había vivido la noche anterior, en especial porque un nuevo patrullero llegó y de él se bajó el detective Hades, Shun sonrió de lado y lo enfocó de mejor manera con sus binoculares, el pelinegro detective lucía muy bien, completamente apetitoso a los ojos de Shun el que no sabía qué era lo que le atraía tanto de aquel detective, la verdad suponía que Hades representaba a alguien a quien no podía tener, si lo quería lo tendría que drogar y eso no era lo que Shun quería, él no quería violar a Hades, él quería hacer el amor con él pero eso no sería posible, o si?
Shun estaba comiendo papitas de funda en ese punto, él sabía que tenía que estar en aquel abandonado edificio por mas o menos dos días, tal vez menos si a la policía se le ocurría inspeccionarlo pero hasta el momento nadie había cruzado la calle, a nadie se le hubiera ocurrido que él estaría allí, seguramente lo estaban buscando por los aeropuertos, los puertos o las terminales de autobuses, pero Shun no podía irse de Tokio, esperaría unos días hasta que la policía se convenza de que él ya no estaba allí para hacer su movida e irse, y en ese tiempo podría centrar su atención en Hades, será que se lo podría llevar???, mmmmm…. todas las cosas deliciosas que podría hacer con él… de solo pensarlo Shun se puso duro.
La noche cayó y la policía aún estaba en el motel, Shun estaba seguro de que no encontrarían nada pero también estaba seguro de que buscarían cada centímetro cuadrado de ese lugar, ellos tenían la febril esperanza de hallarlo vivo pero eso no iba a pasar, Shun no se iba a dejar atrapar y en el supuesto no consentido de que lo atrapen, Shun sabía que no iba a llegar vivo a la estación de policía, eso de matar a sus antiguos compañeros había puesto un precio aún mas alto a su cabeza, eso lo hacía todo mas interesante y divertido, pero ya estaba todo demasiado peligroso… demasiado…
En los días que siguieron la estación de policía estuvo de cabeza, la muerte del Jefe de Criminalística los pegó a todos, la ciudad de Tokio se llenó entera de efectivos de la policía, todos estaban obsesionados con encontrar a Shun pero al parecer el hábil asesino se les había escapado de las manos como humo, Dita no tenía cabeza para nada y a sus hombros había caído la responsabilidad del equipo de criminalistas, Pietro había ido a la estación a ayudarlo, esto era altamente irregular en el protocolo pero fue permitido porque si no se hacía así, todos los casos se acumularían, lastimosamente la violencia en una ciudad tan grande como Tokio no perdona y el hecho de que todo ese equipo estuviera viviendo los peores momentos de sus vidas no cambiaba el hecho de que tenían que hacer su trabajo
Dos meses después…
Las cosas en la estación de policía habían vuelto a la calma, fue una época extremadamente dolorosa para todos porque los miembros restantes del equipo ni siquiera tuvieron tiempo de llorar sus pérdidas, los cambios y las ausencias se hicieron notar en las últimas semanas, el edifico estaba ahora llenos de caras nuevas, Shion y Saori se habían ido del país antes de que la venganza del Shun les llegara con todo y perdieran a Aioria, a Saga y a Camus
Pietro se dedicó a ayudar a la policía en el caso de Shun pero no soportó la presión, la soledad ahora lo ahogaba y decidió que necesitaba un cambio de vida por lo que ahora estaba dedicado a dar clases en la Universidad local, a Aioria le hubiera gustado este cambio de eventos y esa era una de las cosas que atormentaban a Pietro, lo que pasó con Shun lo dejó exhausto tanto física como emocionalmente y este cambio lo ayudó a mantenerse ocupado y despejar su mente, además Dita tenía que asumir su papel y si Pietro lo revoloteaba con sugerencias e ideas, no lo iba a lograr, por eso el Sheriff Lune le había pedido a Pietro que cumpla su retiro y no regrese a la estación, Pietro lo tomó muy mal al inicio pero luego encontró razón en las palabras de su antiguo compañero y se hizo a un lado, el dejar todo en manos de Dita era lo correcto, ahora su antiguo amante era el Jefe del equipo de criminalistas de la noche
La policía local arrestó al guardia de seguridad de la cárcel, él mismo confesó su relación con Ryuho, el hecho de que su novio iba frecuentemente a la cárcel a verlo, pero negó rotundamente que tuviera algo que ver en los videos que fueron tomados de sus servidor, Myu dijo hasta el cansancio que no sabía que Ryuho fuera el aprendiz, el pobre ex guardia de seguridad estaba con el corazón roto porque él pensaba que su novio lo amaba, su despertar a la realidad fue muy duro
El caso del aprendiz fue cerrado, ahora ya tenían el nombre del asesino y por ello pudieron cerrar los casos que tenían abiertos, este era el segundo asesino en serie en la familia Kido, el equipo entero de criminalistas luego de que Shion se había ido de Tokio, habían desbaratado su casa empezando por el sótano que quedaba casi en las afueras de la propiedad, el hallazgo de los ojos de las víctimas del Boy Scout fue macabro, pero con eso se cerraba el ciclo, ahora ya todas los cabos quedaban atados al encontrar el diario de Shun y el diario de Ryuho, el que como digno aprendiz documentó todas sus actividades con respecto a sus víctimas, eso facilitó la tarea de la policía y pudieron notificar del cierre del caso a las familias de los muchachos que habían sido asesinados por Ryuho Kido
Los detectives y criminalistas habían esperado ver en las noticias una nueva ola de desaparecidos, todos los días estaban esperando ver aparecer cuerpos en los bosques, ahora que Shun estaba libre era lo más lógico de esperar, pero en contra de todo pronóstico no había habido evidencias de que Shun estuviera en Tokio, o si se había quedado en la ciudad no estaba asesinando a nadie, la otra teoría que manejaba el departamento de policía entero era que Shun escondía de mejor manera los cuerpos de sus nuevas víctimas pero en cambio Dita mantenía que, dada la teatralidad y el gusto retorcido de Shun por la estética y lo que él llamaba “arte”, no iba a enterrar los cuerpos, Dita creía que Shun no estaba en Tokio, pero a la final todo aquello eran conjeturas, no había ningún rastro de él por ninguna parte
Una tarde de esas, el detective Hades estaba en la estación de policía llenando unos reportes, al pelinegro no le gustaba hacer trabajo de escritorio pero si no lo hacía se le acumulaba, así que esa tarde que las cosas estaban algo lentas en la estación, Hades estaba afanado revisando sus notas cuando su teléfono sonó
- Omori – dijo Hades a manera de saludo
- Detective Hades de la estación del centro, ha pasado algo de tiempo, espero que no me hayas olvidado
- Shun…
- Vaya… veo que no me has olvidado, eso me complace mucho – Hades hizo señas frenéticas a Shura que estaba en el escritorio de enfrente y el detective entendió lo que su compañero quiso decir cuando escuchó a Hades llamar a Shun por su nombre, Shura corrió al final de pasillo y con los técnicos de informática iniciaron el rastreo de la llamada
- No podría olvidarte así quisiera, lastimosamente estás en la mente de todos nosotros
- Ohhhh que lindos, me recuerdan – dijo Shun y sonreía mientras caminaba en la fría nieve, el muchacho de ojos verdes estaba usando botas, pantalones de escalador, una chompa gruesa, guantes, gorrito y bufanda, blanca nieve se extendía bajo sus pies, Shun estaba rodeado de naturaleza sin rastro siquiera de civilización
- No creo que ese sea el sentimiento – respondió Hades y miró a Shura que le estaba haciendo señas para que mantenga la conversación, Dita llegó corriendo a la llamada de Shura al igual que el Sheriff Lune y el resto de los detectives del piso y los criminalistas mas jóvenes, Hades cambió la llamada al altoparlante para que todos puedan escucharlo
- Bueno… ya no importa, en el último mensaje que dejé lo dije todo, lo viste?
- Claro que lo vi, y lo dijiste en serio?, está completa tu tarea? – preguntó Hades haciendo referencia al mensaje que Shun había dejado en la pared de aquel motel, en aquel mensaje escrito con la sangre de Saga
- Si… la verdad podría decir que mi tarea está por cumplirse
- Estás en Tokio Shun?
- No… supongo que eso ya lo debes saber porque seguramente ubicaron el localizador de llamadas, no estoy en Tokio, estoy en Suiza, mis asuntos pendientes están aquí – Shun seguía caminando y recogió un par de ramas del suelo, a eso había abandonado su pequeño campamento, estaba recogiendo leña para armar un fuego
- No estás en Suiza – respondió Hades mirando a Shura que había escrito en un papel “Alemania”
- Si estoy en Suiza, lo que pasa es que este es un teléfono codificado, mi señal seguramente dice Alemania, ya mismo rebotará a Italia, luego rebotará a Inglaterra, y así seguirá rebotando, si ustedes creen que me van a atrapar por una señal de celular se nota que me han subestimado, además yo nunca te he mentido Detective Hades de la Estación del Centro – dijo Shun con una sonrisa torcida
- Ok., si no me has mentido nunca, dime exactamente en dónde estas – insistió Hades en tono calmado
- El hecho de que no te haya mentido no significa que te lo haya dicho todo, hay cosas de mi que no debes saber, como decirlo?, hay información sensible que sería muy difícil para ti de digerir, la verdad te estoy protegiendo – Shun disfrutaba mucho sus conversaciones con Hades, y al sentir el cambio de sonido del ambiente en el teléfono estaba seguro de que estaba en altoparlante, eso lo hacía mas divertido
- Muy bien, si no me vas a decir en dónde estás, qué necesitas Shun?
- Saber cómo está el pequeño Alone, no he sabido de él en algún tiempo, su familia se ha mantenido fuera del ojo público y tenía curiosidad
- Alone está bien, lo hallamos a tiempo gracias a tu llamada
- Te lo ofrecí Detective Hades de la estación del centro, yo siempre cumplo mis promesas, pero no seas arisco y cuéntame, qué fue de la vida del pequeño Alone – Shun se agachó otra vez y tomó otra ramita del suelo y siguió caminando cuesta arriba en la montaña, Hades miró a Shura que le dijo que tenga a Shun en la línea, efectivamente como Shun le había dicho la señal salto de país en país, pero el Bian, el técnico de computo estaba tratando de eliminar esto y estaba haciendo algo en la computadora, pero necesitaba mas tiempo, así que Hades dijo:
- Bueno pues… está bastante bien, cené con él ayer en la noche, se salió del equipo de atletismo, se salió del equipo de básquet y está tomando clases de escultura y pintura en el Centro de Arte y Cultura, al parecer se tomó a pecho tu consejo y está dedicado a lo que le gusta
- Y cómo se lo tomó su padre? – preguntó Shun con un tono bastante divertido
- No le agrada pero apoya a su hijo, las cosas han cambiado mucho en esa familia, gracias a ti – dijo Hades como quien no quiere la cosa, no todo había sido malo, la comunicación entre Alone y sus padres era ahora más fluida, ellos iban a terapia juntos y Hades los había visto más unidos que nunca
- Me alegra poder ayudar, pero no es por eso que llamé, quería decirte que siento mucho que nuestro tiempo juntos haya sido tan breve, la verdad… me hubiera gustado conocerte antes, desperdicié mi tiempo junto a Pietro, si te hubiera conocido antes las cosas hubieran sido diferentes, hubiéramos podido pasarla genial en la época en la que yo también era criminalista
- Si… pero yo hubiera descubierto tu verdadera naturaleza antes que Pietro, menos personas habrían muerto o tú me hubieras matado antes, de cualquier manera todo hubiera sido diferente
- Si, me gusta tu manera directa de hablar, es una lástima que solo eso llegamos a hacer, pero bueno… tal vez nuestros caminos se crucen en un futuro
- Shun… si nuestros caminos se cruzan en un futuro correrá sangre, la tuya o la mía
- Lo sé, eso es lo que me apena, pero bueno… - Shun suspiró sonoramente en el teléfono y un sonido extraño lo llenó todo, sonaba a maderas chocándose, eso hizo que Hades preguntara nuevamente
- Dónde estás Shun?
- Estoy… en casa – dijo el asesino respirando profundamente el aire puro y cerrando los ojos, sus sentidos estaban llenos de los aromas y los sonidos de la naturaleza que le rodeaba
- En casa?, no, no estás en casa – dijo Hades mirando a Shura que estaba al fondo del pasillo pendiente de lo que diga el técnico que estaba rastreando la llamada, la señal seguía rebotando de país en país en Europa sin poder dar una localización real
- Ohhh Detective Hades, pero si estoy en casa, no has escuchado aquel viejo dicho que dice que el hogar está en donde se encuentra el corazón?, bueno, yo llegué a casa, no sé que tan bienvenido sea pero… llegué a casa
- Por todos los dioses, cómo lo encontraste?, nadie sabía su ubicación – Hades se puso de pie y miró a Shura que abrió mucho los ojos al darse cuenta de quiénes Shun estaba hablando, el detective de cortos cabellos meneó la cabeza, nadie sabía en donde estaba el antiguo senador de la nación, se lo había tragado la tierra pero aparentemente Shun ya había dado con él
- Soy un hombre de recursos varios, detective Hades de la estación del centro – dijo Shun que ahora estaba de pie en un claro en donde estaba armada una tienda de campaña
- Y cuál es el plan?, matar a tu tío?
- Bueno, iba a charlar primero un ratito, es como cuando quieres llevar a alguien a la cama, por lo menos debes invitarlo a cenar primero, no?
- No lo hagas Shun, es la única familia que te queda
- Tampoco llamé para que intentaras arruinarme los planes, solo quería saber cómo estaba Alone, decirles que respiren tranquilos porque no pienso volver a Japón porque ya cumplí mi tarea allá y bueno… quería escuchar tu voz, ten una buena vida, detective Hades de la estación del Centro
- Espera Shun, espera… - pero Shun no esperó y colgó el teléfono guardándolo en uno de los bolsillos de la chompa que estaba usando, el ambiente era bastante frío y Shun tenía las mejillas sonrosadas al igual que su nariz
Shun estaba afanado encendiendo la fogata y tarareaba una canción mientras lo hacía, estaba de muy buen humor esa tarde, en silencio contempló el horizonte mientras la noche caía y las primera estrellas salían, esto era un regalo hermoso de la naturaleza en especial porque Shun estaba sentado al calor del fuego con un humeante jarro de café en las manos
- No crees que es hermoso? – preguntó el castaño dirigiéndole por primera vez la palabra a su cautivo, a unos pocos metros estaba Shion Kido, atado y amordazado, el mayor sangraba de las muñecas debido a sus intentos de liberarse, sus dedos estaban azules y hacía rato que había perdido sensibilidad en ellos, junto a él estaba Saori, la muchacha tenía los ojos abiertos y mirada inexpresiva, había muerto hacía un par de horas, Shun los había torturado incansablemente por días, sus víctimas tuvieron que presenciar la tortura de Shun hacia la otra persona y eso había sido lo peor de todo, la muchacha le había rogado a Shun que la matara muchas veces y él a la final la había complacido y la estranguló, Shion aún no corría con la misma suerte pero ya no tardaría mucho, Shun consideró sacarles los ojos pero luego lo pensó mejor, no quería que sus marcas usuales y sello personal atrajera a la policía de Tokio a Suiza, que era en donde estaban ahora, en verdad que no lo había mentido al Detective Hades, pero estaba seguro de que no le creyeron
- Si es hermoso, me gusta la coloración del cielo, lo vez tío?, hermoso… - volvió a decir Shun poniéndose de pie y caminando hacia Shion que se contorsionó asustado, Shun tenía un cuchillo en las manos y a lo que se acunclilló junto a él, le sonrió con perversidad y le preguntó con una mirada divertida:
- Bueno… en dónde nos habíamos quedado?
Una ráfaga de aire helado cortó el silencio del ambiente, los pájaros que estaban en las copas de los árboles alzaron vuelo y la nieve que empezó a caer en el bosque se tiñó de rojo sangre, Shun miró su obra y sonrió siniestramente, aquella noche para él fue una noche especial, aunque sin duda alguna en muchos sentidos era una noche normal de luna llena…