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EL APRENDIZ por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el final de la historia, muchas gracias por haberla seguido y espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 19.- Noche estrellada

 

Mas de media hora caminaron ambos hombres iluminados tenuemente por la luz de la luna, la noche estaba cayendo rápido pero era una noche estrellada lo que facilitó que Hades caminara en la oscuridad, eso para Shun no era problema porque él acostumbró por muchos años a caminar en las noches por el bosque, aunque estos bosques no eran tan familiares para él, se le hizo fácil orientarse

 

- Ok., aquí está bien, de rodillas detective Hades, no me hagas decírtelo dos veces – Hades no pudo hacer nada sino obedecer, cayó de rodillas en el pasto y vio cómo Shun lo rodeo, se paró delante de él y le seguía apuntando al pecho

- Me vas a matar de un balazo?

- Créeme, sería una muerte rápida y sin sufrimiento, no tenemos mucho tiempo, pronto te buscarán si no regresas - Shun sacó las esposas y las abrió con una sola mano, Shun tenía las claras intenciones de esposar a Hades porque le dijo: - Lentamente estira los brazos y ponte las esposas – Shun lanzó las esposas al suelo sin dejar de apuntar a Hades, el que lentamente movió las manos y tomó las esposas pero se le cayeron de las manos, Shun dio un paso hacia adelante sin dejar de apuntarle e instándole a que se ponga las esposas, Hades lo estaba intentando pero no lo conseguía, Shun estaba perdiendo la paciencia y dio un paso más hacia adelante lo que Hades aprovechó para estirarse y tomar la mano de Shun y jalarlo haciéndole perder el equilibro

 

Un disparo sonó rompiendo el silencio pero no se derramó sangre, el balazo fue a dar en un árbol cercano mientras que en el pasto rodaban Hades y Shun, el pelinegro trataba de quitarle el arma al peliverde que no la soltaba y ambos estaban en los forcejeos que se detuvieron cuando Hades sintió la fría hoja de una daga en su cuello, Shun había sacado una daga de su bota y ahora el pelinegro detective estaba a su merced

- Soy un hombre de recursos, te lo dije, no te acuerdas?

- Así que vas a apuñalarme Shun?

- Puede ser, aún no me decido – en los forcejeos, Hades había quedado tumbado sobre su espalda y Shun estaba sentado sobre sus caderas, el arma estaba en su mano derecha y con ella le apuntaba al pecho y en su mano izquierda estaba el cuchillo que estaba en el cuello de Hades, Hades tenía las manos libres pero no podía moverse

- Tal vez esto ayude a que te decidas – Hades dirigió sus manos a las caderas de Shun y descaradamente le acarició el trasero

- Tienes deseos suicidas detective Hades? – preguntó Shun en tono divertido, este cambio de eventos no se lo esperó y le pareció fantástico

- No, pero si me vas a matar… quiero hacerte el amor primero, tus ojos me han nublado el juicio desde que nos vimos por primera vez en la celda, no me digas que no lo sentiste también? – Hades hablaba como si Shun no tuviera nada en las manos y su vida no corriera peligro, toda esta situación le pareció muy sexy a Shun que le brillaron los ojos al decir:

- Estás jugando con fuego Hades

- Lo sé, por eso es tan excitante, no me digas que no lo sientes tú también? – Hades movió las caderas y Shun pudo sentir la dureza del miembro del mayor aún sobre sus jeans

- Vaya…

- Si quieres espósame, amárrame, apúntame con el arma pero… sácate la ropa y déjame enseñarte lo que es tener  un hombre de a de veras entre las piernas, yo creo que nunca nadie pudo satisfacerte como lo mandan los dioses y por eso buscaste medios alternativos para hacerlo, quieres probar mi teoría?, te va a gustar

- Y si no me gusta?

- Tú tienes el arma, siempre puedes matarme si no cumplo con lo que ofrezco, no sabes las ganas que tengo de hacerte el amor hasta que grites mi nombre

- Es en serio lo que me estás diciendo?, no es solamente una treta barata para que no te mate?, mira que si intentas engañarme mis antiguos compañeros del departamento de criminalística pasarán semanas tratando de armar el rompecabezas que serán tus restos, aunque enviarles partes por correo sería muy divertido también, no te parece? – preguntó Shun y presionó la daga en el cuello de Hades que meneó la cabeza con cuidado para no herirse

- No es ninguna treta, en serio quiero hacerte el amor, quiero hacerte mío, en especial si es lo último que hago en esta vida – las manos de Hades se paseaban libremente por las caderas, los muslos y el trasero de Shun que aún lucía algo inseguro, Hades aprovechó esto para zafar el botón del pantalón del peliverde y meter las manos buscando su miembro que ya estaba endurecido y lo empezó a masturbar, Shun movió las caderas y lanzó el arma lo más lejos que pudo para agacharse y besar a Hades en los labios con desesperación

 

Hades correspondió el beso sin dejar de acariciar a Shun el que iba excitándose cada vez más, el pelinegro movía sus manos con maestría y se incorporó en el pasto tomando a Shun de la cintura para en un hábil movimiento voltearlo y recostarlo en el pasto acomodándose sobre él, entre sus piernas, este beso a Shun le supo a gloria, por meses había deseado tener a este atractivo hombre y ahora lo estaba besando bajo la luz de la luna, el beso fue mucho mejor a lo que ambos pudieron haber esperado, corrientes eléctricas recorrieron sus cuerpos, nunca antes habían estada mas excitados, esta era sin duda una situación única para ambos

 

Hades se sacó el saco y se aflojó la camisa, hacía frío pero ellos en ese punto ya no lo sentían, Shun facilitó todo para que el pelinegro le quitara los pantalones y la ropa interior, el peliverde tenía la daga en la mano y no la iba a soltar, pero eso no impidió que acariciara el desnudo pecho de Hades y le arañara la espalda con su mano libre cuando el pelinegro introdujo un ensalivado dedo en su intimidad

 

Shun se arqueó en el pasto al sentir como Hades movía sus dedos en su interior buscando dilatarlo, el pelinegro le había mordido el cuello varias veces, le había chupado con rudeza los pezones que ahora estaban enrojecidos y cuando lo penetró lo hizo con fuerza, Shun gritó de la excitación y del dolor, luego gimió con ganas cuando Hades se empezó a mover en su interior, el pelinegro le estaba haciendo ver estrellas al peliverde y eso no tenía nada que ver con que la noche ya había caído y hermosas luces brillaban en el firmamento

 

Jadeos y gemidos se escuchaban entre los árboles cercanos, la pareja había cambiado de posición varias veces mientras hacían el amor, ahora Hades estaba recostado sobre su espalda mientras Shun estaba sentado sobre él y movía sus caderas llenándolos a ambos de placer, las manos de Hades iban libre por el trasero de Shun, por sus piernas y sus costados, Shun tenía la mano derecha en el cuello de Hades, la bajaba por su pecho pero la volvía a subir cuando lo besaba en los labios, su mano izquierda tenía la daga presionada en el cuello del detective que no estaba tomando mucho en cuenta esto y seguía haciéndole el amor al hombre de cabellos verdes que gemía y se retorcía sobre él, Shun arqueaba la espalda y echaba su cabeza hacia atrás en completo éxtasis, Hades se incorporó y lo tomó nuevamente de la cintura para recostarlo en el pasto, abrirle las piernas y volverlo a penetrar con fuerza

 

Shun llegó a la cima del placer con un explosivo orgasmo, Hades lo siguió a los pocos momentos y se desplomó sobre él, luego el detective se movió y quedó recostado sobre su espalda junto a Shun, ambos tenían la respiración agitada

- Tenías razón, nunca… nunca me lo habían hecho así… eres genial, en verdad creo que perdí el tiempo con Pietro, pudimos haber sido amantes hace tiempo, es una lástima… - dijo Shun con un suspiro

- Qué es una lástima? – preguntó Hades que por un segundo había olvidado quién era él, quién era su amante y qué hacían los dos ahí

- Que esta sea nuestra primera, única y última vez – Shun se volteó y vio a Hades que estaba quieto a su lado, el pelinegro sonrió y se volteó, le pasó la mano suavemente por su pecho hasta llegar a su cuello, lo apretó un poquito y se acercó para besarlo en los labios, Shun disfrutó el beso y se recostó en el pasto recibiendo a Hades otra vez entre sus piernas, sus besos eran demandantes y profundos, le robaban el aliento

 

Hades estaba haciendo sus mejores esfuerzos para distraer a Shun y tomar la daga que estaba a pocos centímetros de su mano, Shun la había dejado caer cuando llegó al orgasmo, Hades se estiró lo mas disimuladamente que pudo y tomó la daga, cuando el beso se rompió fue él el que puso la fría hoja contra el cuello de Shun que al darse cuenta de lo que pasaba sonrió y acarició la espalda de Hades con ambas manos

- Ahora te vestirás e irás conmigo a la estación

- No me invitarás a cenar primero?, vaya, no pensé que fueras ese tipo de hombre Hades – bromeó Shun y acarició el pecho del detective que presionó la daga en el cuello de Shun

- Tu sabías que esto no podía terminar de otra forma Shun, no puedo dejarte ir

- Lo sé, pero también debías estar consciente de lo que te dije antes – dijo Shun en tono calmado, Shun se veía relajado mientras seguía acariciando la espalda de Hades y en ese punto flexionó la pierna para acomodarse de mejor manera sobre el pasto, Hades lo miró y su corazón empezó a latir con fuerza, algo estaba planeando Shun y eso no era bueno

- Qué me dijiste antes?

- Que yo, soy un hombre de muchos recursos – Shun sonrió, se incorporó un poquito y besó a Hades en los labios, la daga le cortó ligeramente la piel y un par de gotas de sangre resbalaron por su blanco cuello, Hades se quedó quieto pero no era de la sorpresa o por el beso, el pelinegro detective sintió un piquetito en su costado y una sensación de parálisis y aletargamiento lo embargó completamente, Shun lo había estado acariciando para distraerlo y poder tomar de su chaleco una de las jeringas con tranquilizante que siempre andaba a cargar

 

Hades se desplomó sin poder recuperar el control de su cuerpo, Shun con algo de esfuerzo se lo quitó de encima y le acarició el rostro antes de levantarse, el peliverde se puso de pie y se estiró, luego buscó su ropa y se vistió en silencio, Hades estaba desnudo en el pasto sin poderse mover, no podía hablar, no podía hacer nada, solo miraba a Shun mientras se aseaba con toallitas húmedas que había tenido en uno de los bolsillos de su chaleco para luego acabar de arreglar la ropa, con toda la paciencia del mundo el peliverde se puso nuevamente sus guantes, miró a Hades y se acunclilló a su lado para decir:

- Bueno… ha sido un gusto hacer el amor contigo pero… me tengo que ir, es una lástima que no nos podamos volver a ver, ahora… qué hago contigo?

 

Hades miró a Shun y solo podía pestañear, el pelinegro en ese punto no le importaba rogar por su vida en especial al ver como Shun jugaba con la daga en sus manos considerando las opciones, cortarle el cuello le hubiera resultado por demás simple, en sus actuales momentos Shun podría haber cortado a Hades en pedacitos pero el hombre de blanca piel y cabellos verdes lo consideró por un momento y miró su reloj, su vuelo saldría pronto, no tenía tiempo de jugar con Hades como lo hubiera hecho en otras circunstancias

- Creo que lo dejaré en manos de los dioses, si mueres de hipotermia es porque nadie te encontró, si no mueres es porque aún no era tu hora, adiós detective Hades de la estación del centro, salúdame a todos de mi parte y diles que aunque es en verdad atractiva la opción de quedarme y matar a todos los que me faltaron la vez anterior, uno a uno, prefiero empezar de cero en otro lugar, un lugar perfecto para mi, aunque no me lo creas Tokio es demasiado pequeño, uno siempre tiene que aspirar a lo grande no lo crees?, bueno… es tarde y hay muchas millas que debo recorrer antes de dormir, te llamaré

 

Shun besó dos de sus dedos y los posó luego en los inmóviles labios de Hades a manera de despedida, el pelinegro detective vio como Shun se alejó por el camino con las manos en los bolsillos mientras tarareaba una canción, Hades se quedó allí en la oscuridad de la noche mirando las estrellas del firmamento sin poder moverse, indefenso… completamente indefenso…

 

***

Dos meses después…

 

Dita estaba en el laboratorio de ADN esperando los resultados de la evidencia de uno de sus casos, el nuevo técnico era una muchacha bastante temperamental que se llamaba Hilda, ella usualmente no hacía caso a nadie salvo al Jefe de Criminalística, el cual estaba allí apoyado en el escritorio de la muchacha mientras leía unos reportes

- Mucho trabajo hoy? – el detective Shura había pasado por la Unidad de criminalística y estaba buscando a Dita que alzó la mirada cuando escuchó la muy familiar voz del pelinegro

- Mas o menos, el arma homicida del caso del elevador de ese casino tenía las huellas de un ex convicto que estaba en libertad condicional, Docko ya fue a arrestarlo – contestó Dita sin moverse de donde estaba, Hilda que estaba de pie tras el microscopio se aclaró innecesariamente la garganta, a ella no le gustaba el ruido

- Genial, te tengo una consulta – empezó a decir Shura pero fue interrumpido por Hilda que dijo en tono molesto:

- Podrían llevar sus asuntos afuera, esto es un laboratorio

- Ok., ok., espero los resultados en mi escritorio al final del turno – dijo Dita incorporándose un poco y saliendo del laboratorio acompañado de Shura

- Un sol tu técnica – dijo el detective con sarcasmo

- Pues si, pero es muy buena en su trabajo, le falta mejorar sus relaciones interpersonales pero… eso no es un delito – Dita se encogió de hombros cuando dijo esto

- Oye quieres un café? – ofreció Shura, era tarde y aún faltaba mas de una hora para acabar su turno

- Si… un café suena bien – respondió Dita y sonrió al pelinegro que tomó su mano y la apretó suavemente, ellos estaban en plan de salir a ver que pasaba, las largas noches en la estación los había acercado últimamente, además el hecho de que ellos se conocieran de tantos años, el dolor que habían compartido y la investigación en la que estaban inmersos, los había unido, Shura solía decir que con Dita en verdad podía dejarse ver completamente, él conocía sus secretos, verdaderos sentimientos, traumas y demás cosas, Dita solía decir que si funcionaba con alguien esperaba que fuera con Shura, en su vida había ido de tumbo en tumbo y necesitaba alguien que lo comprendiera, alguien al que no tuviera que explicar su vida y ese era precisamente el detective que le dio un chocolate al peliceleste y le guiñó un ojo

- Genial… ya encontré casa por cierto, está al norte de la ciudad y está dentro de mi rango de precio, le quiero instalar en mega sistema de seguridad y la pared de la sala está fantástica, mi televisor se verá hermoso en esa pared, tienes que venir a ver películas conmigo, te gustan las palomitas? – preguntó Shura, habían cosas que él no sabia de Dita, el peliceleste sonrió y asintió al contestar:

- Voy si yo escojo la película

- Ok., eso es un buen trato – Shura jaló a Dita y lo besó suavemente en los labios

- Soy negociador experto, oye Shura… has visto a Pietro? – Dita preguntó esto con un rastro de preocupación, hacía semanas que no sabía de Pietro, a raíz de que Shun había vuelto a aparecer, el ex jefe de criminalística renunció a la Universidad y había desaparecido de la faz de la tierra

- Logré hablar con él hace unos días, estaba en Canadá

- Y qué está haciendo en Canadá? – Dita frunció el ceño cuando preguntó esto

- Al parecer, uno de sus amigos de la Interpol le confirmó que Shun había entrado a Canadá hace tres semanas mas o menos y lo hizo por barco

- Es la única pista que tiene?

- Si… pero de lo que me contó, aceptó un nuevo trabajo en la Interpol, y conforma el equipo de búsqueda que está rastreando a Shun, hay una unidad élite que caza a los criminales mas peligrosos y a los asesinos en serie, reclutaron a Pietro por su conocimiento del caso y sonaba bastante bien, animado me refiero – dijo Shura y se encogió de hombros cuando lo dijo

- Bueno… a lo mejor Pietro necesitaba un cambio de ambiente pero el mismo trabajo, la docencia si le sentaba bien pero él se sentía incompleto, él mismo me lo dijo

- Hubiera sido diferente si Aioria hubiera estado esperándolo en casa – dijo Shura y sonó apenado, Dita le acarició el rostro y respondió:

- Nuestras vidas hubieran sido diferentes pero no podemos pensar en eso, la realidad que vivimos es la única que tenemos, vamos por ese café – dijo Dita y tomó a Shura del brazo para caminar con él en el pasillo

- No se que sería de mi vida si no estuvieras a mi lado

- Ni yo de la mía, vamos…

 

***

Era la mitad de la tarde cuando un hombre de cabellos azules cortos, ojos del mismo color, complexión atlética y mirada fiera, entraba a una oficina federal que estaba en un rascacielos, la ciudad de Los Ángeles se extendía bajo sus pies, un delicioso calor llenaba el ambiente, pero eso no era lo importante para Pietro Gagliardo, ahora el ex jefe de la Unidad de Criminalística de Tokio llegaba a sus nuevas oficinas, el grupo especial dedicado a la caza y estudio de los criminales mas buscados y asesinos en serie de la Interpol

 

Su funcionamiento rebasaba fronteras, el equipo estaba compuesto por lo mejor de lo mejor de varias fuerzas policiacas alrededor del mundo, Pietro era su experto criminalista, la Unidad contaba también con uno de los hackers mas escurridizos del mundo, con una experta en lingüística, con un psicólogo experto en victimología, con tres oficiales que habían pertenecido a las fuerzas especiales de operación y rescate de los Estados Unidos y el jefe de Unidad que era el que lo coordinaba todo

- Pietro que bueno que llegas… tenemos noticias – el que se había acercado a DM era un muchacho que no podía tener mas de 25 años, vestía jeans ajustados, botas, una camiseta de calaveras con muchas cadenas, sus cabellos celestes despeinados y su hermosura hacían que DM recordara a Dita, el nombre de este muchacho era Eden y era el experto en informática, ese era su título pero su real función era la de hacker del equipo, este muchacho de apariencia rockera había hecho colapsar el sistema cerrado de la Casa Blanca cuando tenía 13 años, cuando lo atraparon le ofrecieron la opción de ir preso por el resto de su vida o unirse al equipo, así fue como Eden llegó a la Interpol

- Noticias con respecto a qué?

- Te va a gustar, lo sé – dijo el muchacho crípticamente mientras caminaba con el mayor por un iluminado pasillo, al final del mismo estaba una sala algo grande que tenía una mesa de reuniones, todos sus compañeros de equipo estaban ya presentes ocupando sus puestos cuando DM se ubicó al final de la mesa

 

El líder del grupo, un hombre de cabellos verdes y mirada serena estaba de pie junto a la pantalla de proyección, Kardia era su nombre y simplemente hizo una seña a otro de los miembros del grupo que algo presionó en su Tablet y la imagen de Shun en el aeropuerto de Atlanta se hizo visible, las fotografías eran de apenas 48 horas atrás, Pietro sonrió al verlo… pronto… pronto lo atraparía y esta vez se aseguraría de que no tenga escapatoria…

 

***

 Era tarde en la noche cuando el teléfono sonó en la estación del Centro de policía de Tokio, la que por la hora estaba casi vacía, un hombre de cabellos negros contestó la llamada y dijo simplemente su apellido a manera de saludo

- Omori

- Vaya vaya vaya, detective Hades de la estación del centro, al parecer eres difícil de matar, pero me alegro de que no hayas muerto

- Shun… cumpliste tu palabra y me has llamado, dónde estás? – Hades ni siquiera se molestó en ir hasta la cabina de soporte técnico para rastrear la llamada, él sabía que no duraría lo suficiente para poder hacerlo con éxito, además Shun seguramente había tomado todas las medidas de precaución

- Estoy en casa, finalmente en casa… nunca antes me había sentido tan libre, el clima, la gente, el sol, la arena, el mar… maravilloso la verdad un par de días ha sido mas que suficiente para darme cuenta que finalmente y sin lugar a dudas esta vez si he llegado a casa – Shun estaba sentado en una silla plástica y tenía sus pies enterrados en la blanca arena, estaba hablando desde un teléfono celular y parecía no tener ninguna preocupación en la vida

- En casa?

- Si… en casa, no sabes cómo me gustaría que estuvieras a mi lado, aún tengo el recuerdo vivo de tus manos sobre mi piel, esa noche me hiciste sentir muchas cosas, me hiciste olvidar hasta de mi nombre, eso no me había pasado antes, me extrañas Hades?

- Algún día volveremos a vernos, y tu usarás un traje anaranjado cuando te lleve camino a prisión

- No puedes tener encerrada un ave para siempre, no me puedes cortar las alas Hades, en especial ahora que he encontrado mi correcto lugar en el mundo, por primera vez siento que pertenezco a alguna parte, siempre he sido libre pero lo que he encontrado aquí superaba mis expectativas la verdad, bueno… solo llamaba a saludarte y discúlpame que me tenga que ir, hay asuntos varios que tengo que atender

- Espera Shun… espera ¡!!

 

Pero Shun no esperó nada y colgó el teléfono, un muchacho de piel bronceada acababa de pasar delante de él, Shun sonrió y se puso de pie, tomó la piña colada que había estado tomando mientras se bronceaba bajo el brillante sol de Florida y caminó lentamente tras de su nueva presa, a lo lejos se podía ver la costa de Miami que se extendía delante de él, en un país como Estados Unidos que era la cuna mundial de los asesinos en serie, Shun en verdad que se sentía en casa…

 

 

Notas finales:

Muchas gracias otra vez por haber leído, nos vemos pronto en una nueva historia, saludos, bye 


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