Ya recuperado aparto esos pensamientos de su mente. Llevo la mano hacia su frente, tenía algo de fiebrea causa de la gripe que le ataco ayer por la tarde después de salir corriendo en plena lluvia (por razones que prefería no recordar).
Decidió entrar a la sala de ensayos sorprendiéndose al no encontrar alguna presencia, ni un rastro de vida. Ni siquiera estaba Kiseop, siendo que este acostumbraba esperarlodespués de cada ensayo ¿Dónde estarían sus amigos? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que salió de su departamento rumbo a la empresa?...
¡Demonios! ¡No recordaba absolutamente nada!... y una de esas tormentosas preguntas lo azoto de improviso… ¿Soohyun estaría preocupado por su ausencia?...
No. Elimino la duda, Soohyun no lo haría, si no se preocupo que enfermara al salir corriendo tras él en esa horrible lluvia sin un paraguas encima, mucho menos lo haría ahora. El líder fue egoísta al pensar en sí mismo.
Llamo a Kiseop y de inmediato el timbre de un celular retumbo en la habitación, el ulzzang olvido su celular dejándolo en una esquina de la habitación.
Lo correcto era llamar a Soohyun y preguntar en donde estaban todos, sin embargo, después de la discusión que tuvo con él el día anterior no se atrevía. El temor de que este le respondiera en un tono cortante lo sofocaba y peor aun si este optaba por no contestarle, su estado empeoraría. Y ante la pérdida opción opto por llamar a Eli, seguro estaría con Kevin y si estaba con Kevin, Kiseop y por ende AJ también estarían con ellos y bueno obviamente todos estarían juntos, en algún lugar por allí.
‘Fuimos a comprar unas bebidas, regresamos en una hora’eso fue lo que dijo Eli… pero ¿enserio? Cinco personas para ir a comprar agua o gaseosa o lo que sea que tomaran y demorarse una hora en ello, eso ya era raro ¿Eli le tomaba el pelo? No era estúpido. Miro su reloj, aun faltaba 2 horas para finalizar el ensayo.
Sin nada más que hacer se ubico en el centro de la sala de ensayos, tarareo la nueva canción y empezó a mover su cuerpo al compas de la música, practico algunos pasos que no dominaba bien, sacudió sus caderas de un lado a otro y practico la precisión en el movimiento de sus brazos y piernas. Nunca fue un experto en el baile como Kiseop y Kevin, a ellos síque se les daba bien el baile ¡lo hacían ver tan fácil! En su caso el esfuerzo tendría que ser mucho más, mucha más práctica para lograr que su danzar se vea ligero, preciso y sencillo como el de los dos bailarines principales del grupo.
Paro justo al sentir un nuevo bajón de fuerza en su cuerpo, estúpido descuido. Estúpido Soohyun.
Quedo sentado mirando su reflejo en los enormes espejos y observo a un Yeo Hoon Min cansado, sudoroso, con enormes manchas negras alrededor de los ojos y el cabello castaño alborotado. Se veía terrible… no era el mismo Hoon Min que le dijo si a un acuerdo de placer.
Este Hoon era diferente, totalmente demacrado. Cerró los ojos evitando encontrarse con esa persona tan distinta así mismo a través del espejo. Esperando borrar esos últimos recuerdos con Soohyun.
El quería mucho a Soohyun, lo admiraba en todos los aspectos y todo estaba bien hasta allí. Pero el amor, el amor era un tema diferente… no debía enamorarse, porque Soohyun no lo haría… al menos no de él.
Y en ese momento de angustia y cansancio descubrió aquello que estaba evitando día a día… sus ojos dejaron de nublarse y le permitieron ver claramente lo que se negaba a creer, esa semillita ya había echado raíces y muy profundas. Así sucedió todo, se había enamorado. Se enamoro de Shin Soohyun… era una maldita mierda.
‘Hoonie ya regresamos ¡despierta!’ Sintió el suave sacudir de unas manos sobre su pecho, seguro era Kiseop; abrió los ojos lentamente comprobando que en efecto si eran las manos de su amigo. Sonrió, Seoppie tenía un don natural para hacerlo sentir mejor, incluso si este mismo no sabía cómo lidiar con los problemas propios.
La sonrisa en su rostro desapareció al notar la presencia de alguien más tras Kiseop, maldición, Soohyun. Aparto la mirada y se levanto con el cuerpo más cansado que antes.
Sería mejor que tomara alguna pastilla contra el malestar general.
- Si estás enfermo no deberías venir a ensayar. Uhm… ya veré que hacer.
Y allí estaba la indiferencia que le mostro desde ayer. No eran las palabras que uso, era la manera en la que las decía, estúpido Soohyun.
El mismo hombre tierno, sensible, amable y gracioso a veces podía mostrarse tan frio en momentos como este. No conoció esa faceta suya hasta la discusión del día anterior.
-No es necesario, Soohyun estoy bien solo necesito tomar una pastilla y estaré como nuevo.
-Te acompaño.
-Descuida, Kiseop lo hará.
Tomo el brazo de Kiseop y lo llevo rumbo a la farmacia más cercana, pidieron unas pastillas contra el malestar general y regresaron a la empresa. Ya se le pasaría, esperaba.
Horas después…
De regreso a su departamento el malestar ya casi había desaparecido. Físicamente estaba recuperado en un 70% pero mentalmente… eso era otro caso, su mente era un lio, confusión e ira.
Dejo el celular y su mochila en el sofá de cuero blanco que le regalaron sus padres en su cumpleaños número 21. Camino hacia la cocina quitándose la camiseta que traía puesta, abrió el refrigerador y busco algo de tomar encontrándose frustrado al no encontrar nada excepto unas latas de Red Bull, saco una, a petición de Eli había comprado un par y bueno esas latas era lo único que tenia para calmar sus sed… era eso o tomar agua del caño, opto por lo primero. Tomo un sorbo y la lanzo al fregadero.
Reviso los mensajes de voz en el teléfono esperando que se hiciera el milagro y Soohyun le hubiera dejado un mensaje, anteriormente cuando discutían(mínimas al compararse con la de ayer) Soohyun le llamaba o enviaba mensajes de voz pidiéndole disculpas o citándolo en algún lugar de por allí para charlar sobre lo ocurrido y terminar teniendo sexo en el departamento de uno de ellos.
Suspiro al darse cuenta el hecho fundamental que paso desapercibido frente a sus ojos, siempre terminaban de una u otra manera teniendo relaciones sexuales; que en si era de lo que trataba su relación, pero no era lo que él quería. Deseaba una persona que lo amara, no que lo buscara o intentara hablarle para conseguir satisfacción sexual.
Escucho uno a uno los mensajes. Su madre, su hermano… ninguno de Soohyun.
Prendió la TV poniendo el canal de noticias. Camino rumbo a su habitación, tomo al azar una camiseta holgada, unos pantalones plomos ligeros y se cambio de ropa. Regreso a la sala de estar y recostándose en el sofá blanco dispuesto a leer el libro que Jaeseop le regalo hace un tiempo. Diez minutos después cayó profundamente dormido y con el libro a punto de caer al suelo.
Toc… toc… toc…
Giro su cuerpo hacia la derecha no queriendo levantarse ¡estaba tan cansado! volvió a cerrar los ojos en vano intento por seguir durmiendo.
Toc… toc… toc…
Nuevamente los intensos golpes contra la puerta, tomo su celular, las 2:30 am del Jueves ¿Quién demonios seria a esa hora?
- Ho-HoonMin soy yo… por favor abre, necesito hablar contigo… ¿A caso estaba soñando? ¿En realidad Soohyun estaba tocando su puerta?... ¡Demonios sí!, era Soohyun.
Trato de controlar las inmensas ganas por abrir la puerta. Tomo fuertemente sus manos y mordió su labio inferior como acto de reprimenda a sí mismo.
El toque en la puerta volvió a escucharse seguido por la voz del líder,
- Hoonie…conejito, lo siento, fui un imbécil, perdóname… por favor… soy un estúpido.
La voz de Soohyun sonaba irregular, conocía perfectamente cuando sonaba así… Soohyun estaba llorando. Demonios sus fuerzas y autocontrol estaban debilitándose, aguanto las enormes ganas de llorar, aguanto lo mas que pudo y… salió corriendo en busca de Soohyun, de la persona que amaba con todo su ser, aunque este no sintiera lo mismo por él. Aunque este fuera capaz de disculparse con el objeto de continuar con el trato.
Al hacerlo no encontró a nadie, Soohyun no estaba allí… suspiro. Las lágrimas comenzaron a brotar lentamente de sus ojos dejando una clara huella del camino recorrido en sus mejillas… ¿Este sería el fin de su relación? ¡No! ¡No podría serlo! Él aun amaba a Soohyun y dudaba algún día poder dejar de hacerlo… Soohyun no podría haberlo dejado, no, él no lo abandonaría… no…
‘Soo, Soohyun n-no… no me dejes’ murmuro para sí mismo, las lágrimas le impedían observar claro su entorno, dio un paso, sus piernas cedieron y se desmorono quedando recostado sobre la alfombra, sin fuerzas, el cuerpo se sentía peor que estando enfermo. Su cuerpo y corazón quedaron destrozados, como si de un vaso de cristal se tratase. Shin Soohyun había tomado aquel vaso y empezó a jugar y a moverlo a su antojo, como un niño pequeño que no mide las consecuencias de sus actos jugo tanto que no pensó que el vaso podría ser tan frágil y un movimiento brusco podría romperlo y causar daño, incluso para sí mismo.
Shin Soohyun en todo el tiempo que había durado la relación adquirió la capacidad de controlar inconscientemente a Hoon Min; pudiendo incluso llevarlo hasta lo más alto, más que las nubes, más que el mismísimo espacio y hacerlo aterrizar de un solo golpe sin compasión alguna.