Cariño creo que esto no está funcionando (Segunda parte)
-Cariño creo que esto no está funcionando- decía un tanto preocupada al ver a Joey con aquel vestido
-Es corte sirena- decía la vendedora-tal vez por eso no se le ve tan bien-
-¿Está diciendo que nuestro amigo es feo?- Tea un tanto molesta
-¿Están seguras de que en una boda de dos hombres uno tiene que usar vestido?- Joey se tambaleaba con los zapatos altos y el vestido tan estrecho
-A decir verdad nunca he ido a una boda así ¿Tu si Mai?-
-No estoy muy segura, pero no quería perder la oportunidad de ver vestidos de novia son encantadores, anda pruébate este su pedrería es muy bonita-
-No Joey pruébate este es más discreto y tiene un velo hermoso-
-Permítame recomendarle este vestido corte imperio seguro que este es perfecto para usted, su novio se enamorara más cuando lo vea- y esa fue la gota que derramo el vaso
-Ya esto harto, no sé ni que estoy haciendo aquí… no me quiero casar con ese granuja es más ni siquiera sé porque vine con ustedes o porque no trate de salir de la casa del pero ahora estoy decidido, yo no voy a seguir con esto y se acabó- tomo los zapatos altos y los arrojo contra el piso- Tea si quieres venir conmigo eres bienvenida sino de una vez te digo fue un placer conocerte- y sin más se dio la vuelta para quitarse ese espantoso vestido.
El chico salió a paso apresurado de la tienda volteando hacia ambos lados ya que tal vez habrían algunos guarda espaldas previendo esta situación **Vaya que soy listo** pensaba Joey, se cubrió un poco la cara cuando paso junto a la camioneta, él estaba triste tal vez Tea terminaría siendo la sirvienta de esa casa tan rica y si ese era su destino él no podía hacer nada por ella, ya que esta decidió quedarse en la tienda.
**Las calles nunca me habían parecido tan grandes, tan largas y tan vacías… esto sigue siendo domino solo que esta parte de la ciudad no la frecuenta… seguramente porque aquí vienen las personas de dinero y no un chico pobre como yo que no tiene ni la más mínima idea de que hacer consigo, quiero llegar a mi cuarto y no salir de ahí jamás, seguramente ya me han despedido de ambos empleos, lo único que puedo es llorar**
Al llegar al parque a una cuadra de su casa decidió tomar un poco de aire y pensar en lo que había pasado ¿Por qué un millonario se fijaría en él? El amor es algo que se da poco a poco no que se obliga a tenerlo, no raptas a alguien para que se case contigo, primero sales con él en una cita romántica o tal vez dos citas, preparas una sorpresa y das la pequeña cajita que todo mundo espera ver en su vida y… puuum vivieron felices para siempre, el joven dio un pequeño suspiro y sin más se levantó, ido unos cuantos pasos de mala gana realmente estaba confundido, nada podía ser tan fácil, es como ganarte la lotería.
Al llegar a su casa abre la puerta lentamente y se dirige a la cocina casi a oscuras, tropezaba a cada paso con algo.
-¿No vas a prender la luz?- esa voz, fría y amarga –Vamos prende la luz-
-¿Qué haces aquí engreído? Nadie te ha invitado a pasar-
-Esta casa es mía al igual que tu-
-Bueno pues si es tuya paga la cuenta de la luz… así podre prender a luz para usted señor- decía un tanto burlón Joey
-¿No hay luz? Y aun así ¿quieres vivir en este lugar? Te estoy dando todo Joey-
-Pero yo no quiero nada y mucho menos de ti-
-¿Por qué tanta crueldad hacia mí?-
-No quiero ser juguete de nadie-
-¿Por qué crees que eres mi juguete? –
-Porque me obligas a hacer algunas cosas-
-Ya comiste mi paciencia, vamos tómenlo como la vez pasada este necio cachorro tiene que venir con nosotros ya tengo los planes hechos y no quiero cambiarlos solo porque mi prometido se escapa- esta vez amarraron solo las piernas y brazos de Joey lo pusieron en la parte trasera de un auto y junto a él se subió Kaiba que no le quito la vista ni un segundo, cada tanto acariciaba el cabello rubio de Joey que parecía incomodarse con el contacto de este- Hemos llegado, le diré a Jaime que te baje y te ponga en tu habitación, no puedes estar mucho tiempo ahí tienes cosas que hacer y no has hecho nada-
-No me quiero casar-
-Créeme tampoco me quiera casar contigo… odio a los hombres necios….-
-¿Entonces por qué te casas conmigo?-
-Me gustas- y sin más salió del carro
-Joey por fin llegas, Mai y yo hemos estado muy preocupadas por ti-
-Si Joey hemos investigado algunas cosas en tu ausencia y creo que no ira mejor- Mai comenzó a ver a Joey de pies a cabeza- ¿Otra vez te amarro? Seguramente Kaiba fue criado en el lejano oeste-
-Basta Mai tenemos que salir deprisa- decía Tea un tanto apurada subiéndose al carro en el que estaba Joey- Joey hasta a un lado no vamos a caber los cuatro-
-¿Cuatro?- el cachorro por fin había soltado un ladrido
Tea rodo los ojos -Si Joey, Eleonor ya llego-
Al rubio se le ocurrió que si platicaba un poco con esa familiar de Kaiba tal vez y podría saber un poco más de él y de paso por que se estaban casando.
-Vamos querida sube al auto, no tenemos mucho tiempo- decía Mai levantando las manos
-Lo siento- una chica rubia, delgada con facciones finas y dulces subía en el auto, llevaba una vestido rosa pálido con puntos negros, un sombrero blanco, collar de perlas y zapatos altos-Mucho gusto, tú debes ser Joey, Mi nombre es Eleonor Smith-
-Chofer a toda prisa, iremos al centro comercial-
-Mai deja de hablarle así a los amables señores- decía Tea-
Pasadas unas horas buscando vestidos para las damas de honor, las chicas no se ponían de acuerdo por lo que dejaron que Joey decidiera.
-Vamos dinos cuál de los tres te gusta- guiñaba el ojo Mai
-Creo que el de…-pendo que tal vez era a única vez que se casaría así que debía escoger lo mejor- el de Eleonor me gusta más- era un vestido rosa, sin encajes, era completamente liso, con un escolte no tan provocador como el que quería Mai, pero tampoco tan tapado como el de Tea.
La primera cosa en la lista ya estaba, en cuanto a las flores Joey decidió que lo mejor era algo clásico ya que no sabía cómo reaccionaría Kaiba si elegía otra cosa, por ultimo tenía que elegir su atuendo para el gran día.
-Joey creo que esto ha superado a todos los vestidos- decía Tea
-Por supuesto que lo supera, te ves muy guapo cariño- decía Mai mientras Eleonor se sonrojaba
-Disculpa Eleonor me puedes ayudar a quitarme esto- La chica se acercó –gracias por haber aceptado ser mi dama de honor-
-No hay problema Joey, es lo menos que podía hacer por mi primo y por su novio-
-¿Seto es tu primo?- al decir ese nombre Joey no pudo evitar sentir un dolo en su estómago como si algo dentro de él se estuviera moviendo
-Si somos primos lejanos, mi padre y Mokuba somos su única familia- suspiro- que bueno que por fin haya encontrado a alguien que lo ame y que quiera estar contigo el resto de su vida- Joey sonreía de una manera un tanto comprometida- Prométeme que lo vas a hacer feliz-