Capitulo 10
Cartas
Un picotazo en el vidrio de la ventana despertó al rubio quien arrugó los ojos, lentamente se dirigió a la ventana y la abrió dejando pasar a una pequeña lechuza que revoloteaba por toda la habitación hasta que se posó en el escritorio de Draco, quien aprovechó a quitarle la notita que traía en la pata y la leyó.
Me quieres explicar que paso?
A primera hora de la mañana llego Harry muy enojado
Me dijo que Blaise es tu novio.
Confió en ti Draco,
Y sé que lo que sientes por Harry es verdadero.
Porque no le explicaste las cosas antes a Zabini?
Y porque no le explicaste a Harry?
El corazón del rubio latía rápidamente, Harry se había ido?, salió corriendo de su habitación para ir a la de Harry, abriéndola estrepitosamente y entrando, no había nada, ni la ropa, ni los libros, ni la jaula de su mascota… nada, se había ido sin decirle nada.
- Que paso? –dijo Sirius llegando.
- Harry no está…
- Ya lo se, a las 6 de la mañana me despertó, me dijo que pasaría el resto de las vacaciones con los Weasley.
- Ya veo… -respondió Draco.
- Quieres comer algo? Ya es tarde, casi es medio día.
- No tengo hambre gracias –dijo desanimado yendo a su habitación, tomó una pluma y un papel y escribió.
Potter es un jodido dramático
Se creyó a la primera lo que Blaise le dijo
No me dejó explicarle nada
Anoche pensé que todo había quedado bien
Pero no…
Y por lo visto solo buscó una excusa para alejarse.
Ató la nota en la pata de la pequeña ave y después de darle un dulce ésta salió volando, perdiéndose en la lejanía. Draco suspiró y se acostó en su cama, no entendía a Harry, primero deja que lo bese y después se va, de que se trata? El que tenía derecho de enojarse y pensar que estaban jugando con él, era él mismo. Espero que Hermione le contestara pero fue hasta al otro día en la noche que llegó su carta.
En esto tienes razón
Harry llega a ser demasiado testarudo
Intentare hablar con él estos días
Espero que tú estés bien.
Con cariño Hermione.
- Te puedo pedir que lleves dos mensajes? –preguntó el Sly con una pequeña sonrisa y la lechuza lo vio con los ojos entrecerrados –te daré premio doble –dijo sacando un pequeño plato de frutas secas haciendo que la lechuza agitará feliz sus alas y se dirigiera a comer.
Herm, demasiado puede ser la palabra correcta
Espero que logres hacer que se dé cuenta
De lo ridículo que es el que se haya ido sin decir nada,
Pero tampoco lo fastidies,
Que averigües lo que él siente por mí es mucho pedir?
No me quiero hacer falsas ilusiones
Con cariño Draco.
PD. Te das cuenta de lo bizarro que es esto?
Dobló la carta y empezó a escribir en otra hoja.
Blaize, necesito que vengas en cuento puedas
Draco.
PD. Dale de comer al ave, al parecer come mucho.
Dos días pasaron sin tener respuesta ni de Hermione ni de Blaise, el rubio se la pasaba deambulando por su habitación o la de Harry, como en ese momento que en lo que estaba acostado en la cama del Gry descubrió bajo la almohada el collar que le había regalado, suspiró y se lo puso el mismo antes de que el timbre sonada.
- Draco! Es para ti! –gritó Sirius desde abajo y éste bajo corriendo las escaleras.- Blaise –sonrió al verlo –pasa.
- Vine lo más rápido que pude –dijo el moreno entrando a la casa –esto de no ocupar magia apesta.
- Lo sé –concordó el rubio- pero me alegra que vinieras.
- Para ti lo que quieras –respondió haciendo que Draco se sonrojara un poco pero recuperó rápidamente la compostura.
- La otra vez… no pudimos hablar bien.
- No te preocupes, quedo claro…
- Pero quería decir que, enserio quiero seguir siendo tu amigo.
- Lo seremos –le sonrió –es más! Que te parece si pasas el fin de semana conmigo?
- Enserio?, bueno… puedo preguntar… -accedió Draco. Cualquier cosa era mejor que estar encerrado, pensó.
Minutos después el rubio se encontraba en su habitación haciendo su maleta feliz de que Sirius lo hubiera dejado ir cuando la misma lechuza de siempre entró por la ventana entregándole una pequeña carta.
Lo sé, demasiado bizarro.
No he podido hablar bien con Harry
Solo sé que sigue molesto
Pero de lo que si estoy segura es que si siente algo por ti…
Mañana vendrán Dean y Seamos a pasar una semana aquí
Será más difícil hablar con él.
Pero haré lo posible.
Draco suspiro y escribió rápidamente antes de atarle un paquetito a la pata de la lechuza junto con un collar y darle un dulce para bajar a la sala y poder irse con Blaise.
Solo dile que se le olvido esto.
o-o-o-o-o-o-
- Bienvenido –dijo Blaise cuando ambos entraron a la mansión.
- Por fin en el mundo mágico –suspiró Draco.
- No se cómo sobrevivías sin elfos –apoyó Blaise.
- Ni yo se…
- Quieres que sirvan la cena en lo que te pones cómodo?
- Si! Muero de hambre.
- Algo en especial que quieras? –el rubio negó –bueno, puedes ir a mi habitación, ya sabes dónde está, enseguida subo.
Draco subió las escaleras observando con detalle los objetos que había en la mansión, extrañaba su vida de antes, su casa, sus padres, pero en ese momento también extrañaba a Harry, se sentía solo al no estar junto a él. Entró a la habitación de su amigo donde había una enorme cama, observó que el baúl que había dejado en la estancia ya se encontraba ahí, acaso Blaise pensaba que dormirían juntos?
- Todo bien Dragón? –preguntó Blaise al entrar a la habitación abrazando por atrás a Draco.
- Por qué mis cosas llegaron a tu habitación Blaise?
- Vamos Draco, no es como si no hubiéramos dormido antes juntos, además somos amigos, nada pasara, lo se… -Draco frunció las cejas no muy convencido –vamos, la cena está lista para el príncipe de Slytherin.
- Hace mucho que no decías eso –rió.
- Ya vas a regresar a Hogwarts, todos volverán a hablarte así, eres su ejemplo.
- No sé si siga siendo el mismo Blaise –dijo a lo bajo.
- Ya me contaras que tanto te ha pasado, ahora tienes que comer, estas demasiado flaco –le dijo guiándolo hasta el comedor.
--o-o-o-o-o-o-
- La cena estuvo deliciosa –dijo Draco mientras caminaban por el gran jardín de Blaise.
- Qué bueno que te gustó, puedes pedir lo que quieras, sabes que mis elfos te obedecen también.
- Mañana pediré un gran plato de panqueques –dijo decidido viendo al moreno.
- Ya que comimos, me dirás porque dices que ya no eres el mismo? –preguntó mientras tomaba la mano del rubio y jugaba con ella como si fuera lo más divertido del mundo.
- No lo sé… me siento diferente… ya no pienso como antes.
- Tal vez demasiado tiempo con Gryffidors –se encogió de hombros aun concentrado en aquella mano de porcelana –ya veraz que cuando regreses al colegio volverá todo a la normalidad.
- La verdad no sé si quiera que todo sea como antes…
- Dime Draco… -dijo soltando la mano –pasó algo entre Potter y tú?
- Porque la pregunta? –cuestionó alzando una ceja.
- Creo que fue algo obvio cuando lo llamaste por su nombre, casi a nadie lo llamas por su nombre.
- Tienes razón –suspiró –pero a él no le importa eso.
- Es un imbécil…
- Un imbécil del que me enamore Blaise…
- Estas seguro?
- Si pero… él se fue un día después de que fueras a verme…
- Ya vendrá suplicándole –le sonrió comprensivo –te sientes bien? –preguntó al ver a Draco mas pálido de lo normal.
- Tengo frio –dijo deteniéndose –Blaise… -se apoyó en él antes de desmayarse.
- Draco!