CAPITULO 22
Sirius.
- Pagaras por todo Draco Malfoy! –habló una voz en la oscuridad, y poco a poco se fue distinguiendo la silueta de un hombre encapuchado –avada kedavra!
- Nooooo!!! –gritó Draco agitadamente sentándose y viendo a todos lados.
- Draco! Tranquilo –dijo Harry incorporándose y abrazándolo –fue un sueño, tranquilo, estoy aquí.
- Me mataba –explicó tratándose de calmar –el que me atacó me lanzaba un avada…
- No te hará nada, estoy aquí, no permitiré que te pase nada –dijo acariciando la apenas visibles cicatrices del rubio.
- Gracias! –dijo el Sly abrazando al moreno
- Tranquilo –volvió a decir antes de darle un beso.
- Me alegra que estés junto a mí, no sé qué haría sin ti.
- Siempre estaré contigo, pase lo que pase –le sonrió –que te parece si desayunamos y después damos un pequeño paseo por el lago?
- Me parece estupendo, que hora es? Deberíamos irnos, nos han de estar buscando.
- Tranquilo, es domingo, no hay clase… podemos desayunar tranquilos.
- Crees que este abierto el gran comedor?
- No necesitamos ir allá –le sonrió el Gry –Dobby! Dobby ven!
- Llamó usted joven Harry? –preguntó apareciendo de repente el elfo.
- Si, podrías traernos algo de desayunar?
- Por supuesto, que desean?
- Yo quiero hotcake! Y tu Draco?
- También –dijo sonriente el rubio.
- Su desayuno estará en unos segundos –dijo Dobby desapareciendo.
- Desde cuando puedes hacer eso?
- Dobby siempre está dispuesto a hacer lo que le pida, pero trato de no utilizarlo –respondió y un par de segundos después dos platillos aparecieron en la pequeña mesita de al lado de ellos
- Esto es genial –dijo divertido e inmediatamente los jóvenes se acercaron a disfrutar su desayuno, al terminar ambos se arreglaron y salieron de ahí asegurándose que nadie los viera –Que crees que digan cuando sepan que ya somos novios? –preguntó el rubio cuando Harry le tomaba la mano mientras caminaban por los pasillos.
- Pues Hermione y Ron se alegrarán, dirán algo como “ya era hora” –dijo el Gry imitando la voz de Ron –los demás no creo que digan nada, Neville siempre me ha apoyado en lo que decido…al igual que Dean y Colin -añadió sonriéndole a Draco –y tus amigos que dirán cuando sepan que eres novio de Harry Potter? –preguntó dándole un pequeño beso al rubio.
- Ya son novios? –gritó una voz chillona haciendo que ambos jóvenes voltearan.
- Pansy… chicos… –dijo con un hilo de voz el Sly al ver a su amiga junto con Nott y Blaise, este último solo le dirigió una mirada de odio antes de irse rápidamente de ahí
- No le hagas caso –dijo Pansy al ver la mirada triste de Draco – me alegro mucho que por fin estén juntos! –exclamó abrazando a ambos jóvenes.
- Gracias –sonrió el Sly.y volteó a ver a su amigo.
- Bueno, ya hablamos ayer y te dije te dije que cuentas con todo mi apoyo –añadió Nott –me da gusto que puedas estar con la persona que amas, cuídalo Potter –advirtió.
- Lo hare –respondió divertido el moreno dándole un beso al rubio –ahora que somos novios no dejaré que nada le pase.
- Querrás decir que yo seré el que te cuide, tú eres el que siempre se mete en problemas. –dijo divertido Draco abrazando por atrás al Gry.
- Harry? Draco? –se escuchó atrás de los jóvenes.
- Padrino... –susurró Harry viendo a Sirus.
- Aléjate de Harry! –exclamó el mayor apartando Draco del Gry.
- Sirius yo no... –tartamudeaba el Sly.
- Déjalo! No tienes ningún derecho a reclamar ni impedirme nada –sentenció enojado poniéndose entre el rubio y el mayor.
- Creo que debemos irnos –dijo Nott jalando a Pansy quien no paraba de quejarse para quedarse a ver el drama.
- Harry cálmate –pidió Draco en voz baja.
- Como quieres que me calme? No voy a permitir que te trate así –respondió manteniendo la mirada fija en el mayor- Soy novio de Draco, así como tú eres novio se Remus, por lo que no aceptare que vengas y
- Como sabes lo mío con Remus?
- La pregunta aquí es por qué no me contaste, pensé que nos teníamos confianza –dijo Harry dolido.
- Ninguno de ustedes deben decir nada, entienden? han agredido a muchos hombres lobo, si él da de que hablar y sobretodo se rumora que anda conmigo, un ex presidiario de Azkaban, le podría pasar algo, juren que no dirán nada –pidió alterado Sirius.
- Lo juro –dijeron atónitos ambos jóvenes.
- Draco puedo hablar a solas con Harry? –pidió el mayor.
- Claro –respondió Draco –nos vemos luego –respondió con una sonrisa antes de irse –estaré en la biblioteca.
- Pasemos al despacho de McGongall, me lo presto para hablar con ustedes. –dijo el mayor y Harry lo siguió hasta entrar a aquel lugar.
- Sirius, quiero pedirte perdón por alterarme, es que… estaba enojado porque no me contaste lo de Remus y pensé que te opondrías a lo de Draco y yo…
- No me opongo! –se apresuró a aclarar –me sorprendió! Eso es todo, aunque no me hace muy feliz tampoco, no creo que Draco tenga la inocencia que tú tienes… no me gustaría que se aprovechara de eso y…
- No tienes por qué preocuparte por eso –respondió Harry sonrojado.
- Merlín… no esperaba tener que dar “la charla” justo hoy pero tenemos que hablar sobre este tema…
- No! –chilló Harry tapándose la cara avergonzado –te juro que no necesito la charla y si tengo alguna duda te preguntaré a ti! Pero por favor, cambiemos de tema –pidió.
- Es también –aceptó divertido –quieres que hablemos de Remus? –preguntó y Harry asintió con la cabeza –escucha, cuando llegaste teníamos muy poco tiempo de andar, como un par de semanas, pero estábamos en un periodo de prueba, ya que no queríamos arruinar la amistad de tantos años que tenemos, quería esperar a que la relación se volviera más seria y formal para contarte, porque Remus también es alguien importante para ti y no quería que las cosas entre ustedes cambiaran si lo nuestro no funcionaba, cuando decidimos que era momento de contarte decidiste irte, pensé en esperar que volvieras o pedirte vernos antes de tu regreso a Hogwats pero cuando Draco llegó herido pensamos que aún era muy peligroso hacerlo público.
- Que tiene que ver el ataque de Draco? –preguntó Harry.
- Los que han atacado y a veces matado a los licántropos seguramente fueron seguidores de Voldemort, tal vez se escaparon a mitad de la guerra o simplemente no participaron en ella pero siguen teniendo ideales equivocados.
- Y no saben quiénes son?
- Han atrapado a algunos, pero no todos se encuentran en Azkaban.
- Espero que los atrapen pronto, no quiero que les pase nada ni a Remus ni a Draco.
- No te preocupes, los cuidaremos entre los dos –le guiñó el ojo.
- Y exactamente a que venias?
- Quería informarle a Draco que ya todo el papeleo está listo y oficialmente soy su tutor legal, tanto en el mundo mágico como en el muggle.
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- Ron! Hermione! Han visto a Draco? –preguntó caminando por el pasillo el Sly.
- Harry! La última vez que lo vi estaba saliendo de la biblioteca.
- Donde se habrá metido? –se preguntó mordiéndose el labio.
- Pasa algo hermano? –preguntó Ron.
- Acompáñenme a buscarlo y les cuento en el camino –sugirió siendo seguido por sus amigos mientras buscaban al rubio y platicaban animadamente.
- Entiende Blaise! –escucharon la voz del Sly.
- Que quieres que entienda Malfoy? Que me cambiaste por ese patito héroe?
- Yo no te cambie! No te amo! Entiéndelo! Pero acabar nuestra amistad por esto ya no es mi culpa! –concluyó saliendo del pasillo.
- Te vas a arrepentir Malfoy! –gritó Blaise.
- Draco! –exclamó Harry al estar a punto de chocar con el Sly.
- Harry! Perdón por irme de la biblioteca, es que tenía algo que arreglar y…
- No te preocupes, estas bien?
- Si –sonrió.
- Ya nos contó Harry que por fin son novios –dijo Hermione contenta.
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Al otro día ambos bajaron a desayunar juntos aunque cada uno se sentó en la mesa de su casa, todo transcurría con normalidad, se dirigían miradas clandestinas y sonrisas prometedoras mientras desayunaban hasta que el alboroto de las lechuzas entrando acaparó su atención.
- Atraparon a un grupo de magos que se dedicaban a casar a licántropos –comentó Hermione leyendo El Profeta.
- Licántropos? –preguntó Harry interesado observando el periódico
- Si mira –señaló el artículo.
- Esto le interesará mucho a Sirius –comentó el Gry –por cierto no le dije a Draco que Sirius… y Draco? –preguntó Harry al voltear a la mesa de Slytherin y ver vacío el lugar del rubio.