CAPITULO 29
Castigo.
- Eres un grandísimo bocaza! Porque tuviste que delatarnos!? –gritó Draco en cuanto estuvieron juntos.
- Que? Enserio querías que te dejara solo con él?
- Solo no quería que te metieras!
- Eso dices ahora, pero cuando te besé…
- Cállate –gritó el rubio interrumpiéndolo –que no vez que alguien puede escucharnos? –añadió apoyándose en la pared dando la espalda al moreno.
- No sé porque te molesta tanto… -susurró Harry sin saber lo que el rubio había estado a punto de hacer.
- Estuve a punto de solucionar todo… -dijo en tono lastimero Draco.
- Solucionarlo? Como?
- Ya no importa, mejor terminemos con esto, me urge irme de aquí –dijo tajante dirigiéndose a un estante lleno de libros para limpiarlos.
- Me gustaría que confiaras en mí –finalizó la conversación Harry.
6 libreros había en la oficina de la profesora McGonagall que ambos limpiaban en completo silencio, al terminar el primero Draco habló.
- Si confío en ti… -comentó el rubio.
- No parece… -respondió el moreno.
- Porque dices eso?
- Ya no importa –dijo tajante y el rubio enojado no volvió a decir nada, 15 minutos después Harry terminó de limpiar el primer librero que le tocaba –porqué querías quedarte a solas con Blaise? A caso vale la pena estar con él sin sentir nada?
- Por supuesto que no! –exclamó encarándolo –estaba a punto de solucionar un asunto entre los dos! De ponerle fin!
- Y como pensabas ponerle fin? Acostándote con Zabini? –respondió exasperado recibiendo una bofetada por parte del rubio.
- Que crees que soy grandísimo imbécil? No quiero que me hables! Entiendes? –finalizó dándole la espalda y volviendo a su tarea de ordenar el segundo librero.
- Lo siento… yo… -empezó a hablar mientras ponía una mano en la mejilla donde había recibido la bofetada.
- No oíste? No quiero hablar contigo –dijo fríamente.
- Como van jóvenes? –preguntó entrando la profesora McGonagall.
- Ya estamos avanzando… -respondió Harry siguiendo con su trabajo, limpiando el segundo librero bajo la supervisión de la profesora.
- Pasa algo Harry? Tu mejilla se ve roja y está un poco hinchada –preguntó McGonagall.
- Tal vez me picó algo… -mintió Harry.
- Quieres ir con Madame Pomfrey?
- No! Estoy bien… -sonrió el moreno.
- De acuerdo, regresaré en unos minutos, espero que hayan acabado –anunció la mayor y salió de la oficina. Ambos jóvenes siguieron con lo suyo en silencio hasta que Draco terminó con el segundo librero.
- No me voy a disculpar por lo que hice, porque te lo merecías! pero… gracias por no decirle nada a McGonagall.
- En verdad parece que algo me pico? –preguntó divertido Harry tratando de relajar el ambiente.
- Parece que un animal peludo y horrible te picó –rio levemente el rubio –no me hagas reír que sigo enojado contigo –regaño el rubio tratando de mantenerse serio y se dirigió hacia el segundo librero.
- Pues el que me hizo esto no es peludo y mucho menos horrible, todo lo contrario, es hermoso –comentó Harry y él rubio sonrió sin que este lo viera sin decir nada –Draco… -volvió a hablar después de terminar el segundo librero.
- Uhm…?
- Te amo… -dijo llegando hacia el sly tomándolo de la cintura poniendo demasiado nervioso al rubio –en verdad vas a estar todo el día enojado conmigo?
- Y mañana también –respondió tratando de aparentar indiferencia mientras terminaba de arreglar el ultimo librero –a lo mejor el domingo se me pasa.
- El domingo?! Vamos Draco –insistió depositando un suave beso en el cuello del rubio –me vas a decir que desperdiciaremos todo el fin de semana que pasaremos juntos en cada de Sirius?
- Harry –se quejó en un ahogado gemido girándose entre los brazos del moreno viéndolo a los ojos –si tanto te importa el fin de semana ya hubieras terminado de arreglar ese librero para irnos y… estar solos –concluyó remarcando la última palabra, se rendía, necesitaba a Harry, deseaba besarlo, por muy enojado que estuviera con él, pero debía de ser en casa de Sirius, no en la oficina donde cualquiera pudiera verlos, Harry lo giró para verlo a los ojos.
- Solo un beso –pidió asaltando aquellos labios que demandaban ser besados, fue un beso demandante por parte de los dos, deseado y disfrutado que solo se interrumpió por falta de aire.
- Deberíamos terminar para irnos –susurró Draco con respiración entre cortada y Harry asintió, ambos se dirigieron hacia el ultimo librero apurándose a arreglarlo.
- Sabes? -Habló el Gry -aparte de para poder estar a solar, también me alegra irnos porque así no tendrás a Zabini rondándote.
- Celoso -rio rubio.
- Si! Estoy celoso de él, y que?, lo odio... solo espero que no mande ninguna estúpida carta más.
- Carta?... –palideció el rubio –estuviste leyendo mis cosas?
- Yo... solo leí sin querer una y...
- No puedo creer que revisaras MIS cosas! –exclamó molesto.
- Y yo no puedo creer que me ocultaras las cosas -contraatacó el moreno.
- Ya terminaron jóvenes? -pregunto McGonagall.
- Si, ya terminamos -respondió fríamente -ya podemos irnos profesora?
- Harry puedes decirle Sirius que están listos para irse? Ve por tus cosas a la habitación y podrán irse.
- Claro profesora -dijo con voz preocupada viendo con arrepentimiento al rubio.
- Señor Malfoy, usted no solo ha faltado a clases, está consiente de la gran infracción a las reglas que ha cometido?
- Si profesora -respondió.
- Escuche -suspiró -no creo que sea necesario advertirle que si lo vuelvo a encontrar en una situación similar será expulsado verdad? -El rubio solo se limitó a afirmar con la cabeza –puede ir por sus cosas.
- Gracias profesora -respondió el Sly
o-o-o-o-o
- Draco –exclamó volteando Harry, quien se encontraba guardando un par de ropa en una mochila.
- … -sin responder el rubio se dirigió a su cama observando las cartas que se encontraban a lado de ella –la próxima vez que te dediques a revisar mis cosas, por lo menos ten la decencia de no dejar un tiradero en mi espacio.
- Draco, por favor, no quiero pelear… -se acercó al Sly –lamento haber invadido tu privacidad pero necesitaba saber que pasaba contigo, sé que no tenía derecho, pero te amo, me preocupé por ti… por nosotros…
- Nosotros…?
- No niego que al principio me dolió que me dijeras que no me amas…
- Harry yo…
- No, déjame terminar.
- Por un momento, por el enojo, lo creí, pero sentía que no podía apartarme de ti, y cuando te besaba y me correspondías supe que había una razón más por la que me habías cortado… y si era así lucharía para que fuera lo que fuera se solucionara y volviéramos a estar juntos…
- Siento no haberte contado… -dijo el rubio después de unos minutos en silencio –tenía miedo de que te hicieran algo…
- No me pasará nada, lo juro, y tampoco te pasará nada a ti –añadió tomándolo del mentón para darle un beso.
- Te amo… te amo demasiado –lo abrazó –perdón por decirte que no te amaba, por tratarte mal y por ocultarte lo que ocurría.
- Solo no lo vuelvas a hacer –pidió el moreno –sabes que puedes confiar en mí y contarme lo que sea.