Ritsu pov
Cuando estaba con misaki me sentía tranquilo y protegido, él espantaba mis fantasmas y me permitía ser yo mismo, cada vez que mi miraba con sus ojos decididos, me hacía volver a quien realmente era…yo mismo.
Porque… mucho tiempo atrás , hace 2 años… mientras corría de vuelta a casa, mi corazón roto en mil pedazos, corriendo en medio de un temporal mientras que los fríos y los vientos se entre mezclaban con mis vidriosos ojos, cada paso que daba, agonizaban más mis fuerzas, no veía ni escuchaba, la oscuridad me envolvía, para cuando me di cuenta, ya no era dueño de mi propia alma, mis pazos desesperados se me hacían cada vez más ajenos y la oscuridad comenzaba a tomar forma, me enjaulaba, encadenaba y esclavizaba, lo que sentía yo era dolor, mi mente se inundaba de dolor, me volvía cada vez más débil y vulnerable solo quería llorar, pero otra parte de mí, se inundó de venganza, una venganza tan pura y retorcida que nos separó a nosotros dos, convirtiéndonos en dos personas diferentes, yo, fui condenado a la oscuridad por ser débil, mientras que mi otra parte hacia de las suyas en el exterior, casi nunca podía salir a flote, pero cuando lograba salir de mi mente y ser dueño de mis movimientos, veía en que me había convertido y no dudaba ni un segundo en tratar de terminar con mi vida, de la que ni siquiera podía vivir realmente, solo observar, siempre observar como mi otro yo destruye cada parte de mi vida y se jacta de lo que hace, ann-chan, mis padres, el colegio…pero también soy consciente que a veces esa oscuridad que yace en mi otro yo, se transforma también en la mía, porque a veces, siendo consiente, hago lo mismo que él, hasta el punto de no poder diferenciar cuando soy yo mismo y cuando mi otro yo toma el control…después de todo, ya no queda más que destruir, ya no tenía nada… eso era lo que pensaba hasta ahora.
Pero al estar a su lado, sentía que no había perdido todo, aun, de esos fragmentos que quedaron de mi corazón quedaba algo, me llenaban de esperanzas, aún quedaba algo…pero, preguntó mi nombre.
¿y si desde ahora, cuando sepa mi nombre…me tratara diferente como todos los demás?
La sola pregunta me estremecía de pies a cabeza.
todos esos tratos especiales que llenan de recuerdos mi pasado e incluso este presente, algunas personas solo se acercaban a mí por mi posición económica o se alejaban por lo mismo… ¿y si esta luz en medio de la oscuridad se aleja? Lagrimas empezaron a brotar de mis ojos nuevamente, pero aun así, le dije mi nombre, porque si me aferraba por más tiempo, no soportaría ver como se alejará.
Pero me sonrió, una sonrisa deslumbrante como el mismo sol del que ya no me acuerdo, una sonrisa pura, alegre y audaz con tonos de reproche, diciéndome algo que jamás pensaría escuchar en toda mi vida.
“Tu nombre no tiene nada de malo”
¿que acaso no conoce el nombre onodera? Sentí una especie de alivio mesclado con indignación, me alegraba y desconcertaba ciertamente, nunca hubiera siquiera considerado esa respuesta, pero mi cara se volvió carmín de un segundo a otro.
¡¿Qué acaso no sabía nada de espacio personal este chico?! Su cara se hallaba terriblemente cerca y para el colmo me revolvía mis cabellos como si nada…¿y se supone que es japonés? ¡De japonés no tiene nada!.
“Incluso es millones de veces mejor que el mío, como verás, tengo nombre de chica: misaki” repuso el ojiesmeralda , mientras trataba yo desesperadamente de ocultar mi cara, que, como eficaz contra-medida, no halló misaki mejor que tomarme de la barbilla obligándome a mirarlo.
Afinó sus ojos y puso especial recalque en sus palabras mientras nuestras respiraciones chocaban.
“y no me ando escondiendo u ocultando mi nombre”
Esas palabras retumbaron como eco infinito en mi cráneo, el cabello de misaki se volvió negro y sus ojos castaños gatunos, las hojas de pedidos de la biblioteca aparecieron como espejismos borrosos, dolorosos, todo daba vueltas, no sabía dónde estaba, ni reconocía el tiempo, que era o no verdad, todo daba vueltas como una ruleta, una ruleta que me hacía despertar un miedo del que nunca quise dar cuenta, del que siempre traté de olvidar, junto con todo lo relacionado con él, pero aún seguía ahí, dormido y ahora ese miedo se ha despertado, como muchos otros que me atormentan…
Lo recordé, nunca le pude decir mi verdadero nombre a él.
Pero los recuerdos nunca vienen solos, vi todo ese tiempo en un solo segundo, y no sé cuándo, pero sé perdí la conciencia en un punto.
Amor Yaoi
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