Misaki pov
Volví a paso lento de vuelta a lo que alguna vez fue mi hogar, que extrañamente no se me hacía tan familiar como lo había recordado, era en cierta manera ajeno…pues mi hogar, aunque pareciera extraño no era el lugar en donde me encontraba…en realidad era el departamento de ritsu.
Desempaqué lentamente volviendo a dejar todo en su lugar, limpié de pies a cabeza los polvorientos muebles intactos por los largos dos años en que ni yo ni ni-chan habíamos estado.
Por la tarde, ese mismo día, fui a visitar a mi hermano a quien no veía desde el día en que me fui a Inglaterra, pues ni siquiera fui a verlo el día en que ritsu y yo fuimos a hablar con sus padres…
Ni-chan…sus rasgos que recordaba más juveniles, denotaban en ese momento rasgos del adulto que ya era, al igual que yo he crecido… pasaron los días sin mayores contratiempos, pero sentía que cada día el vacío que dejó ritsu crecía más, me sumía en una depresión cada vez más grande y entonces me di cuenta que cuán importante era ritsu para mí. Me permití vivir mis penas hasta el día en que ni-chan despierte, luego de ello…seguiría adelante…
Al cuarto día desde mi llegada, Ni-chan despertó y mientras iba en camino a el hospital para el encuentro con mi hermano, decidí borrar cualquier cosa que me recordara a ritsu “hasta que el destino nos vuelta a juntar” eso significaba no establecer ningún contacto hasta encontrarnos por casualidad, sin forzar nada, por doloroso que sea…así que resolví entonces bloquear la raíz de todos esos recuerdos:
todos los recuerdos relacionados con ritsu estaban forjados y eran recordados con el idioma ingles; para cuando llegué a la habitación de ni-chan, al a travesar el umbral de la puerta, olvidé y bloquee por completo todo lo relacionado con ese idioma y cada vez que tenga que acordarme de él...simplemente seré un desastre irreparable.
Mi hermano nunca hablo del tema de aquellos dos años que yo viví lejos de Japón, le dieron de alta al mes siguiente y volvimos a ser como siempre fuimos…aunque yo era pésimo estudiante y un idiota de remate…
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Hace tiempo que no tenía ese sueño…
Pensé para mis adentros mientras recuperaba lentamente la conciencia, los recuerdos aún estaban aún frescos en mi memoria, cubiertos de nostalgia y dolor...
Traté de moverme y una fuerte punzada me recordó lo que había pasado recientemente.
Cuando me había reencontrado con ritsu un tipo de cabello negro me golpeó mientras que usagi-san golpeaba sin compasión a ritsu, me zafé de mi agresor y me fui directo a parar los golpes de usagi-san…quien no se dio cuenta de que me había puesto al medio y me siguió golpeando a mí, para cuando isaka-san lo inmovilizó me desmayé por tantos golpes al igual que ritsu.
Usagi-san…seguramente mal interpretó todo…pero en realidad aunque sea duro…no hay nada que mal interpretar ciertamente…
Mis sentimientos hacia ritsu…son complicados a decir verdad… cuando estaba en Inglaterra realmente le quería, estaba y estoy ahora seguro que esos sentimientos de aquellos tiempos eran correspondidos…pero ahora…las cosas han cambiado…y lo sigo queriendo, pero solo como amigo.
Lo que me intriga en estos momentos además…es ese chico de cabellos azabache y ojos felinos que demostraban algo más que simple cariño hacia ritsu y algo mucho más que odio hacia mí.
¿Será que ritsu por fin se ha olvidado de sempai?...no quiero aventurarme a respuestas apresuradas, pero si así fuera…a aquel chico le daría las eternas gracias…
Abrí los ojos seguidamente de un suspiro, pues después de despertar sabía de antemano que los tiempos se vienen difíciles desde ahora en adelante, cumpliré mi promesa como sea, no me separaré de ritsu, ni aunque vientos soplen y tormentas lleguen.
Blanco, todo esplendorosamente blanco y limpio, no faltaba decir que me encontraba en un hospital, traté de moverme nuevamente y sentí inesperadamente un peso en mi pierna, volví la vista hacia dicho lugar y me encontré con la sorpresa de que aquello no era una cosa, sino una persona, precisamente un escritor famoso de cabellos plateados dormido profundamente, aunque estuviera dormido, conservaba una expresión angustiosa y dolorosa que denotaba rastros de lágrimas secas en su blanquecino rostro, me encontré entonces con un ramo de flores preciosas en el pie de la cama con un pequeño papel que contenía la característica letra de usagi-san.
Abrí la carta y en ello citaba:
“Misaki…lo lamento, no sabía que tuvieras alguien que ya ocupara tu corazón, mi egoísmo por ti fue tal que no me di cuenta de tus verdaderos sentimientos, se feliz misaki, para cuando leas esto ya habré ido.”
De pronto me sentí como si hubiera hecho lo mismo que había hecho mi hermano con usagi-san…no quiero volver a hacerlo sufrir, Se me hizo un nudo en la garganta y seguidamente lagrimas surcaron mis mejillas…
usagi-san…sentimientos se arremolinaban en mi interior, quería gritar, enojarme con él, pero a la vez disculparte y llorar desconsoladamente.
Me abalancé sobre usagi-san despertándolo en un abrazo mientras mis descontroladas lágrimas seguían fluyendo y mi rostro se tornaba rojo, usagi-san me miró con una expresión de desconcierto, palideció hasta volverse del color de la nieve en cuestión de segundos, usagi-san tenía miedo, miedo a mi respuesta, lo miré a los ojos separándome un poco y le grité con mi voz quebrada.
¡TU ESTUPIDO NO ME ASUSTES!, PODRIA SER QUE EN EL PASADO HAYA SENTIDO ALGO POR RITSU…PERO AHORA…
Mi voz falló, haciéndola sonar como un susurro desesperado.
…ahora…es diferente…desde que apareciste tu es diferente…y yo…
Mis lágrimas no paraban de salir y la cara de usagi-san era completamente de perplejidad, volví a subir la voz, decidido a que me escuchara, le guste o no.
COMO SEA, CUANDO RITSU SE ME DECLARO ¡YO LO RECHAC…!, EN AQUEL TIEMPO HUBIERA SIDO UN REMPLAZO DE SEMPAI Y SI LO VOLVIERA A HACER TAMBI…N LO RECHAZARÍA PORQUE…porque…¡TE TENGO A TI ESTÚPIDO, ASÍ QUE NO ME DES ESOS SUSTOS!
Usagi-san atinó a besarme tiernamente con una leve sonrisa y luego abrazarme, pronto sentí como las lágrimas de usagi-san mojaban mi camisa, por solo un destello fugaz me pareció volver a aquel frió día en que por primera vez usagi-san me besó y lloró en mi hombro por su mal de amores.
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