Ritsu pov
Yo…lo siento---sentí súbitamente que no debía seguir hablando del tema
---Con que me digas misaki está bien, y no tienes por qué evitar el tema, no hay problemas---Me dijo con una dulce voz, acariciando mis cabellos, pude ver en su cara al contemplarla un sentimiento amargo pero a la vez cálido.
---Y a ti…porque… ---comenzó misaki con un tono de inseguridad marcado en sus palabras---
No quería hablar del tema, no aun, sin darme cuenta mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas con la sola mención de aquello, no de nuevo…mientras sentía que todo se volvía ajeno de nuevo, pronto mis emociones desbordadas y corrompidas volvieron al letargo que a veces confundía con quien era o quien no era, mis pensamientos se enredaron cada vez más, los recuerdos cada vez más confusos, dolorosos, como una caída en picada hacia la oscuridad…cuando misaki me envolvió en sus brazos alarmado, ya era demasiado tarde como para sentir su calidez…
Como muchas veces, he vuelto a estar muerto.
Misaki pov
Y a ti…porque—intenté preguntar tratando de no forzar presión en el frágil estado emocional en el que se encontraba el extraño…a quien todavía ni le sabia el nombre…---
Pero tan pronto como hice mención del tema, los ojos del castaño se volvieron llorosos y prontamente desato un llanto…un poco inquietante a decir verdad, al mirarlo a los ojos, vi como su vida se iba por la borda tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar…lo siguiente que vi fueron unos ojos perdidos, sin vida, carecientes de emoción, reaccioné abrasándolo, pero algo me decía que ya era tarde, su llanto había parado de forma abrupta produciendo un silencio de suspenso e inquietud en la habitación.
Cuando escuche su risa.
Comenzó como una pequeña risita que termino en una carcajada, haciéndome en un impulso tratar de alejarme de él, al estar abrasado de el, no podía mirarlo a la cara, por lo que no tenía claro que era lo que pasaba, ni menos en la situación en la que me encontraba…pero no pude, a pesar de lo débil que se encontraba el chico, para mi sorpresa y desconcierto se abalanzó sobre mí, y entonces supe que de esta casa no me iba hasta poder recoger todos los pedazos del alma corrompida que yacía frente mí, rota en más de mil pedazos…
Mirándome fijamente, como si analizara cada uno de mis movimientos…ciertamente una mirada insana e inquietante, peligrosa si buscamos una definición más acode a lo que me refiero con que su expresión dibujaba perfectamente la lujuria encarnada, aunque no pasé por desapercibido una pequeña variación en sus ojos, que carecían de luz dando aires de misterio, más que nos encontrábamos no exactamente en una de las mejores posiciones…
Ni-chan, mi vida y mi salud mental, corren peligro.
Peligro ciertamente, pero dejando aparte la impresión…y aun sabiendo de sobra lo que me puede deparar si esto seguía, algo me impulsaba a no sucumbir al miedo, y ese algo era en parte ya haberlo visto en una faceta muy diferente a la se encontraba en estos precisos momentos, aún recordaba sus ojos llorosos, sonreí aceptando el reto y con él sus consecuencias, empujé decididamente al chico invirtiendo lugares y haciendo que me mirara con desconcierto desmedido ante el suceso sin precedentes que le había acontecido.
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