Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Segunda Oportunidad por LillyAi

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

 

       

Notas del capitulo:

¡Les agradezco mucho por leer este Tree-short!

Es para todos los fans de la pareja NearxJustin que se creó en mi Fan Fic “TRES CAMINOS DE VUELTA EN ACCIÓN”, por si aún queda alguno por ahí, será suficiente motivación para terminarlo, puesto que tengo muy buenos recuerdo de mis maravillosos fans de esa época y se lo merecen. Gracias de ante mano a todos los que van a dejar un review, y si quieren entender mejor esta historia les recomendaría que se pasen a mi perfíl y lean “TRES CAMINOS DE VUELTA EN ACCIÓN”, creo que es uno de mi mejores trabajos ^^

En fin, este primer capítulo tiene la primera parte de la historia amorosa de Near, narrada por él mismo, luego de una escena adicional (¡Que espero les guste mucho!) Saludos a todos, y muchos besos

-          LillyAi

Una noche más en su cuarto del hotel, una semana antes de regresar a Los Ángeles, después de haber cumplido seis meses de estadía en Nueva York, la luz permaneció encendida más allá de muy entrada la madrugada, y, junto con las ventanas y cortinas cerradas, creó un ambiente abrazador, dentro de la pequeña sala de estar, que conectaba los dos dormitorios, verdaderamente insoportable, menos llevadero aún con la cantidad de alcohol que se había consumido hasta el momento, tanto en la fiesta de despedida, en la recepción, como de regreso en su decimo piso. La única puerta que daba hacía afuera se encontraba cerrada, y este encierro, propinado perfectamente por el mayor de los ocupantes de la estancia, ayudó mucho a aumentar el deseo de libertad, que ardía en su pecho y en el de su compañero: Habían pasado muchas semanas, una eternidad para un corazón oprimido, desde la última vez que hicieron algo así, y, contando que aquel era un viaje de estudios y trabajo, la ansiedad del cuerpo, por deshacerse de ese estrés, al que habían estado sometidos todos aquellos estudiantes de medicina (el cual fue mayor para ellos dos, por su continúa cercanía mutua), no permitía que se dejara pasar un segundo más sin aprovechar ese momento, para actuar como seres libres de pensamiento y de consecuencias futuras...

 

… Para resumir, ambos jóvenes se consumían de anhelo por poseerse y, después de todo, esa noche aún no había sido lo suficientemente salvaje…

 

-       ¡¡¡Ah, Justin!!! – se quejó Near River (de veinte años de edad, de contextura delgada, no muy alto, bella y suave piel albina, con rizos claros y hermosos ojos oscuros), al aterrizar sobre la mesa de vidrio del centro, luego de que su compañero decidiera separarlo de sus brazos, de pronto, para romper el apasionado beso,  que llevaba quitándoles el aliento los últimos veinte minutos.

 

El nombrado, Justin Parker (de veintitrés años de edad, alto, fuerte, de contextura delgada, piel tostada, el cabello castaño claro, casi rubio, y los ojos color caramelo) no mostró arrepentimiento alguno por el dolor que pudo causarle y se abalanzó rápido sobre él para tomarlo, sin consideración, de los hombros, levantarlo y volverlo a besar.

 

-       No lo hubiera hecho si no supiera que te gusta lo rudo – dijo, entonces, luego de que sus labios se separaron otra vez, y a pesar de la mirada de resentimiento del menor, quién, luego, aceptó que tenía razón, y le rodeó la cintura con la piernas, aún sentado sobre la mesa transparente, para apegarlo todavía más y hacer sus agarres más profundos.

 

No pasó mucho tiempo más, antes de que (sin moverse de ese mismo lugar y posición), los dos empezaran a deshacerse de las ropas que cubrían al otro, sin tener cuidado de romperlas, prácticamente haciéndolas aún lado, con mucha desesperación, cómo si se trataran de la más vulgar e inservible envoltura. El mayor lo hacía hasta con algo de odio, y el menor no lo advirtió realmente sino hasta que sintió el frío vidrio bajo su cuerpo casi desnudo de la forma más abrupta y el rubio castaño le abrió la camisa arrancándole los botones. Entonces, Near se separó y le echó una mirada de preocupación a su amigo: Justin tenía muchos sentimientos encontrados en la mirada, y él sabía que ello no era sin una buena justificación. El mayor aceptó, entonces, que, tal vez, podía estar muy lejos de los límites permitidos, y también se apartó retrocediendo unos pasos y frotándose la cara con la mano, para tranquilizarse.

 

Cualquier otro, en sano juicio, abría esperado, aunque sea un poco, para que aquello se tornara de nuevo, menos peligroso, pero, el anterior y exquisito roce continuó de las entrepiernas, que ambos mantuvieron tanto, tenía demasiado inquieta aquella parte tan sensible del menor, que, después de recuperarse (casi de inmediato) de aquella primera alerta, volvió a sentir ese inmenso deseo de coquetear con el peligro, de experimentar cosas nuevas, que no se veían tan terribles, ¡después de todo, eso había sido lo que provocó que se disfrutaran la primera vez! ¡Y no iba a quedar cómo un cobarde, después de ello!... Near deseaba mucho a Justin, y también su propio placer:

 

-       Si quieres vengarte, este es el momento - (El alcohol y la calentura hablaban muy fuerte en su cabeza, empeñados en hacer de esa una verdadera noche inolvidable) - Tengo tantas ganas o más que tú, y estoy lo suficientemente bebido cómo para olvidar lo que dije la última vez. Así, que vamos, – agregó, muy travieso, mostrándole sus piernas abiertas  –  has conmigo lo que quieras.

 

No hubo respuesta, y a esas palabras sólo las siguió un grito, por parte del menor: Justin aceptó casi de inmediato la oferta, lo tomó de los pies y, de un tirón, lo bajó al suelo y a sus pies, para, al instante, abrir sus propios pantalones y colocarle delante su miembro descubierto.

 

Near empezó, entonces, a chasquear la lengua del gusto, e incluso, continuó, cuando el mayor le hizo inclinar la cabeza con fuerza y empezar a introducir su carne en su boca… ¡Hacía mucho que no probaba algo así, y que le gustara tanto! Su Justin, sin duda, era el mejor hombre de su vida, y le encantaba poder hincharle así el orgullo (y mucho más que el orgullo). Pero, ello, era una oportunidad para devolverle su tosquedad, también: Porque podía morderlo, chuparlo y halarlo con fuerza, y, aunque, recibiera, algunas veces un tirón en el cabello, siempre recibía los gritos de su compañero como compensación, que eran música para sus oídos, y que lo divertían cómo nunca, además de algunas gotas de un exquisito líquido pre-seminal, que salía cada tanto, entre jaladas.

 

No hay por qué mantenerlo el secreto: El menor era muy goloso (para alguien que sólo ha tenido dos hombres en su vida), y se dedicó a esa tarea, única y exclusivamente, por más de diez minutos, sin parar, hasta que, por fin, la falta de atención, en su propia parte baja, le hizo una presión física insoportable, empezó a sudar, y su entrada se dilato sola, sin ninguna ayuda mayor.  

 

Justin, que en ese momento se encontraba centrado en su propio y caliente paraíso, hizo una mueca de fastidio cuando el trabajo se hubo interrumpido sin dejarlo acabar, y  bajó la mirada, entonces, hacia su amigo, y, este, le suplicó de forma muy lastimera:

 

-       Por favor – dijo Near, con lágrimas en sus ojos – No tengas piedad.

-       …

 

La mirada del mayor le indicó que no la tendría, y de lo más contento, el peliblanco, aceptó volver a la mesa (sería su primera vez en una), aunque quejándose, de nuevo, por el frío, que el otro le tomara las piernas para ponerlas sobre sus hombros, y terminara de desvestirlos a ambos, por completo, antes de penetrarlo.

 

-       ¡¡Ahhhhhhh!! ¡¡¡Justin!!! ¡¡¡AHHHHHH!!! ¡¡¡¡No pares!!!! ¡¡¡¡Lo quiero todo!!!! ¡¡¡¡Dámelo completo!!!!

 

Sus deseos fueron órdenes (a pesar de que el mayor ya lo tenía planeado, por el dolor que le provocaría), y pronto tuvo todo dentro de él aquel miembro grande y duro que siempre lo había excitado tanto con sólo verlo y a su fuerte dueño. Justin empezó primero despacio, para acostumbrarse (él, no el menor), y una vez que hubo asimilado lo estrecho de su compañero, empezó a moverse, dando estocadas, primero, largas y pausadas, luego, más cortas y seguidas, haciendo que el cuerpo de Near vibrara del gusto y revotara sobre el vidrio sin parar, lo cual, a su vez, aumentó los gritos de este, y casi le provoca una peligrosa sordera.

 

-       ¡¡¡AHHHHHH!!! ¡¡¡Ahhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Justin!!! ¡¡¡Más!!! ¡¡¡Quiero más!!! ¡¡¡¡Ahí!!!! ¡¡¡Justo ahí!!!

 

(Menos mal que eran los únicos en ese piso, y las paredes eran a prueba de ruido.)

 

Y así fue los siguientes treinta minutos, sin parar, y durante los cuales, el mayor se salpicó la cara y el pecho de varios cortos chorros de semen, que salían disparados del miembro al aire de su compañero, haciendo que sintiera algo de compasión por este y lo ayudara, frotando dicha parte suya con una de sus manos.

 

Aquel era el mejor encuentro íntimo que tenían hasta la fecha, el más placentero y enloquecedor, pero, como todo aquello que se hace sin pensar y por puro placer, lo rudo del momento, no duro para siempre, y el calor de sus cuerpos los acercó más, y más, hasta que los arañazos y tirones quedaron olvidados, y los besos y caricias se hicieron presentes otra vez, suavizando y prolongando aún más el acto, y provocando que ambos tendieran sus cuerpos y buscaran terminar juntos.

 

De alguna forma, los dos, desde un principio, sabían que terminarían así, pero, una vez más, no hicieron caso de su pacto (ya muy antiguo), y acabaron haciendo el amor.

 

Al menos, sí, sería una noche para recordar, el resto de sus vidas.

 

 

 

“Me llamó Near River, tengo 20 años y, ahora, estoy estudiando medicina en E.E.U.U., lejos de mi familia, que reside en Japón… Nada de esto tiene mucho que ver con el dilema emocional que ahora atravieso, pero, para que puedan entenderlo mejor, yo creo que es necesario que regrese un poco en mi propia historia...

 

Para empezar, quedé huérfano a los dos años, gracias un incendio, y un buen hombre llamado Quillsh Wammy y su hijo adoptivo, Elle Lawliet, decidieron acogerme, de un orfanato en Inglaterra… Sí, parece que me he ido muy atrás, pero sólo necesito unos pocos datos de aquí para luego dar un gran salto: Yo no fui el único niño que adoptó el famoso Watari, luego de decidir hacerse cargo del último Lawliet, también, de un refugio en Washington, recogió a otros dos, Mello Keehl y Matt Jeevas. Ellos eran tres años mayores que yo, y Elle, lo era ocho, así que desde siempre fui el más pequeño y sobreprotegido de la familia, y sobre todo por mis dos hermanos más próximos, a quienes les debo una cantidad de experiencias inolvidables. Y, gracias a todos ellos, tuve una maravillosa infancia, rodeado de mucho amor… ¡Ah, recuerdo que una vez…

 

… Lo siento, me estoy desviando del asunto. En fin, mis dos más traviesos hermanos nunca podían dejar de cuidarme, ni por más que yo se los pidiera, y sé que, muchos años más tarde, hasta se echaron la culpa por aquello que me pasó, aunque yo, por supuesto, les dijera que no habían tenido nada que ver… Pero, sí, de cierta manera, si no fuera por ellos dos,  yo jamás lo hubiera  conocido a él... A él: Gevanni Stephen…

 

Yo tenía sólo 10 (¡Pero ya era muy maduro!), la primera vez que Mello y Matt llevaron a Gevanni a nuestra casa, para trabajar juntos en un proyecto de historia… Y, fue esa misma tarde, que comenzó todo: Yo sólo me acerqué a hacerles una pregunta sobre nuestra mascota, Gevanni me vio y se enamoró de mí… Sí, así de simple, y, desde entonces, estuvo siempre al acecho, siempre apareciéndose por dónde yo estaba, con cualquier excusa, por más tonta que fuera… Seguro piensan que debí asustarme mucho, pero no lo hice: Su obsesión, lejos de ser enferma y peligrosa, era más bien apasionada y ridícula, al punto de que llegó a hacerme sentir, por primera vez, orgulloso de mi físico, nada similar al de otros chicos, y empezar a gustar de que los hombres me miraran… Gevanni era romántico, atento y muy dulce, y no tardo en ganarse mi amistad, aunque siempre mencionara que aspiraba a algo más conmigo, lo que, por cierto, no me era indiferente… Pero, igual, yo era muy joven, y aunque llegó a gustarme mucho, tan sólo unos meses después de que empezara nuestro trato, tuvo que esperar más de un año para que yo aceptara intentar ser su novio y empezáramos a salir… ¡Fue una locura recibir mi primer beso y mis primeras caricias a los 11 años!, pero no tarde en acostumbrarme, en disfrutarlo y corresponderle… Sí, lo sé, todo suena muy loco, pero así pasó y tengo el testimonio de mis hermanos para probarlo, que por más que intentaron, muchas veces, separarme de Gevanni, no lo lograron, y yo pasé de la niñez a la adolescencia, y al inicio de la adultez, seguro de que ya había encontrado el amor, y a con quién iba a terminar compartiéndolo todo hasta la muerte.

 

Gevanni y yo llegamos a cumplir hasta siete años de novios, sin romper ni una vez ni tener nada más que una fuerte discusión… Y, sí, fue con él que perdí mi virginidad, su primera noche en su primer departamento independiente, luego de que pasé a ayudarlo con la mudanza. Lo recuerdo demasiado bien: Fue en una cama a medio armar y por la emoción de la experiencia terminamos en el piso. Durante esa época todo me parecía perfecto, tenía la mejor familia, hermanos que me amaban, un novio que me adoraba con locura y un gran futuro profesional ¿Qué podía arruinarlo?... Pronto lo descubriría, y cerca de la fecha que Gevanni y yo cumpliríamos ocho años…

 

Dos años después de iniciar mi carrera de medicina, en la Universidad de TOJO, en Japón, recibí la gran oportunidad de pasar una temporada en Europa, como parte de un programa de intercambio. La idea me emocionó mucho, y no pareció nada mala, aunque por esas fechas, Gevanni andaba un poco molesto conmigo, porque, debido a la cantidad de materias adicionales que llevaba, no pasábamos mucho tiempo juntos, pero eso no me preocupaba, porque no era nada que una buena noche de amor no pudiera solucionar, además, yo había visto como, sin importar la distancia, el amor verdadero, siempre se mantiene fiel y espera por ti (Mi hermano Elle había pasado seis meses en Inglaterra en una ocasión, y su novio, Light Yagami, con el que ya estaba casado, lo había esperado sin dudar), así que, después de la despedida apropiada, y seguro de que yo era el único para Gevanni, me decidí a pasar un semestre en el continente más hermoso, regresando, cada cuatro semanas, para ver a mi familia y a mi amado… No tenía idea, de todo lo que me sucedería a partir de ahí.

 

No sé cómo, cuándo ni por qué paso, pero, de pronto, la relación entre Gevanni y yo empezó a deteriorarse, discutíamos más seguido que nunca y ya casi ni nos gustaba hablar, y la calidad de nuestros encuentros íntimos disminuyo mucho… Al principio no nos dimos cuenta, le echamos la culpa al cansancio y a las otras obligaciones, pero, pasados los tres primeros meses en los que estuve yendo y viniendo, entre continentes, caí en cuenta, de la terrible realidad de que ya ni siquiera iba a recogerme al aeropuerto… Pero, en fin, todavía estaba seguro de que no era nada irremediable: Así, que, la última noche antes de mi siguiente regreso a Europa, prepare algo muy especial, en su departamento. Otra cosa que recuerdo demasiado bien: Preparé unos deliciosos espaguetis yo mismo, llevé champaña y llené la cama con pétalos de rosa… Pero, pasaron las doce y Gevanni no se apareció sino hasta las cuatro de la madrugada, completamente ebrio, por lo que peleamos peor que nunca, porque él sólo quería acostarse conmigo y yo tenía que tomar el vuelo a las seis… Ya de nuevo en Inglaterra me pasé los dos días siguientes completamente deprimido: ¿Qué había pasado con nosotros? ¿Con él? ¿Con ese maravilloso joven que se tropezaba con todo cada vez que hablaba conmigo, que podía pasarse horas viendo mi cara y que me hacía el amor como si tratara de un niño? ¿Tan mal estuvo que decidiera viajar? Sólo eran unos meses, y nosotros íbamos a pasar el resto de la vida juntos… ¿o no?

 

Bueno, muy pronto, decidí que Gevanni era mucho más importante para mí que todos los años que pudiera adelantar de aprovechar esa oportunidad, así que, devolví la beca, y me regresé a Japón y fui directo a su casa, la mañana del tercer día… ¡Cuánto desee no haberlo hecho, tres horas más tarde!... Pero, por más que mi corazón quedara hecho pedazos,  junto con el ramo de rosas que compré para él, creo que fue lo mejor enterarme así y de una vez por todas: Gevanni, mi amado y dulce novio, el único hombre en mi vida, el único que había tocado mis labios, me había estado engañando ya por más de un mes… Sí, lo encontré en la cama, teniendo sexo con una mujer, una llamada Vanessa,  a quién, ni siquiera, conocí lo suficiente para odiar

 

Todo se terminó entonces… Sí, por más que él me suplicó, me lloró y se arrastró los siguientes tres días, y se explicó diciendo que todo había sido una trampa de ella, que le había inventado que yo ya tenía otro hombre en Inglaterra, yo decidí terminar con Gevanni para siempre, por más que aquello me partiera el alma en mil pedazos, en ese entonces, aún más chicos que cuando descubrí su infidelidad, y regresé a Europa a viajar por doquier, para tratar de olvidar el dolor. Pero no lo logre, y eso, precisamente, me trajó aquí, a E.E.U.U., cuando ya tenía casi la edad que tengo hoy.

 

 

 

Por ese entonces, Matt, ya era un conocido piloto de carreras de autos en L.A., y Mello tenía que esconderse por un tiempo de un jefe de la mafia al que había hundido (No explicaré más de eso porque sería, de nuevo, extenderme demasiado), así que, decidimos, los tres, pasar una temporada juntos, en el departamento de nuestro hermano estrella. Fue maravilloso contar con su apoyo y el de otras amigas de nuestra infancia (Mía y Selena James) para superar mi corazón partido, el final de toda una vida amorosa, pero, de nuevo, eso, no fue suficiente para que el pecho me dejara de doler, al menos, una vez al día: Gevanni me había dejado muy lastimado, tanto que, ya ni siquiera, toleraba la atención de otras personas y relacionarme con alguien desconocido. Así que, para ocupar más mi cabeza (y no pensar en volver con él), decidí seguir  con mis estudios, y me inscribí en un prestigioso Instituto Médico de L.A.

 

 

… Fue cuando todo volvió a empezar… Fue cuando Justin, llegó a mi vida…

 

 

Justin Parker era mi compañero de clases, el sobrino del Director del Instituto y el más guapo y popular de todos. Me dio el primer recorrido por las instalaciones, pero empezó a llamarme “hermoso” desde una noche antes de eso, cuando nos chocamos, por accidente, fuera de la oficina de su tío. Eso, por supuesto, no me agrado para nada, y, desde entonces, siempre le eché una mirada fría, acompañada de un trato indiferente, a cada uno galanteos. Pero, no tardaría en descubrir que su actitud estaba cardada de un significado más profundo, que cualquiera que pudiera haber imaginado.

 

Poco tiempo después de mi ingreso, en una fiesta, en su casa en las afueras, a la que sólo decidí asistir para no ser el único que no lo hiciera, Justin tuvo atenciones muy especiales conmigo y hasta llego a besarme en la mejilla, por lo que yo me enfade y acabe emborrachándome en el bar (Obviemos eso, por favor), y, a la mañana siguiente, aunque no lo crean, desperté encontrándome en deuda con él, porque, si no hubiera sido por él, me podrían haber violado, aprovechándose de mi estado de la noche anterior. Y, así, iniciamos una amistad real, otro resultado muy extraño para mi corta vida. Y, así, sin darme cuenta, acabe, refugiándome más en él, que en mis hermanos, le conté todo lo que me había pasado,  y de un momento a otro, y sin poder explicarlo bien, Justin se convirtió en el mejor y más comprensivo amigo del mundo para mí. Pero, ¿cómo? ¿O, por qué?... Ya lo dije, este es el inicio de otra larga historia, que aunque es muy bella, aún no me explica mucho de lo que siento ahora…

 

…  Aún no entiendo, ¿cómo pude enamorarme de él? ¿Cómo pudo hacer que mi corazón olvidara el dolor tan rápido? Y, ¿cómo puedo seguir rechazándolo ahora, después de haber aceptado mis sentimientos?... ¿Cómo puedo arriesgarme a dejar ir esta segunda oportunidad que la vida me está regalando, para ser feliz?... Creo que en el fondo sé la respuesta a esta última pregunta, pero me llena de vergüenza… Justin me ama y yo lo amo a él, pero, aunque ya no sufro nada por Gevanni, no me siento preparado para tener una relación seria otra vez, y, por ello, aún no he aceptado ser su pareja, aunque sé que un día se cansara de esperarme… ¿Qué puedo hacer?...

 

… ¿De verdad existen las segundas oportunidades, para amar y ser feliz?...”

Notas finales:

Bueno, espero que haya sido de su agrado. A mí tampoco me gusto mucho como dejé a la pareja de Near y Justin al final de “TRES CAMINOS…” así que me decidí a hacer este Fan Fic corto que los llevé a un final diferente, luego de repasar su historia desde sus puntos de vista ¡Ojala, lo apoyen! El próximo capítulo tenemos la continuación de esta narración por Justin Parker, ósea como se conocieron el y Near más detalladamente, por qué lo trato de forma especial, por qué pudo comprenderlo tan bien y, sobre todo, cómo se enamoraron y cómo aún no se da por vencido en insistirle para que lo acepte, aunque eso implique, en algunas ocasiones, ser su juguete sexual… En fin, ya saben que los quiero y que espero que les gustara esta idea, nos vemos en el próximo capítulo Besos, y abrazos

 

-          LillyAi


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).