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AMIGO O ENEMIGO por mika kanda

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Notas del capitulo:

bueno cualquier duda porfavor hacermela saber para despejarlas,

 sin mas por ahora los dejo con el capitulo de hoy

¡¡¡GRACIAS POR LEER!!!

CAPITULO 12

12- RECUERDOS…

Era temprano cuando el sonido de las aves que ya antes había escuchado lo despertó, aunque ese día en especial le parecía una canción, notó que desde que comenzó a amanecer su casa ya estaba en movimiento gracias al científico que había empezado a gritar qué tan buen científico era entre sueños despertando a todos. Como cada mañana desde que SU Zoro había llegado lo complacía de muchas formas.

Mientras, el mismo rey de dessrosa se encontraba en la habitación de su nuevo espadachín observando su rostro tranquilo, aquel que en tan poco tiempo le había mostrado varias facetas las cuales sabía no le había demostrado a nadie, o eso quería creer. Por fin, aquel hombre que tantas veces lo obligó a ir y buscarlo personalmente estaba en sus brazos dormido. Sintió como el peli verde comenzaba a despertar, pasó su brazo por la espalda de éste comenzando a moverlo por la espina dorsal, su acompañante bostezo obligado por el brillante sol a levantarse con toda la flojera y cansancio de la noche anterior,

-buenos días Zoro-, habló el de lentes viendo como su amante comenzaba a abrir sus ojos sólo para verlo,

-bu…buenos días-, habló tartamudeando un poco sonrojado cuando al ver al rubio varias imágenes de la noche anterior pasaron por su mente,

-creo, que será mejor apurarnos e ir a desayunar o Baby 5 nos intentará matar- le dijo con cierta burla en sus palabras sólo para verlo sonreír,

-claro, iré a bañarme primero-, dijo intentando sonar normal pero simplemente no podía, con sólo recordar lo que hizo la noche anterior, mil pensamientos lo molestaban dándole un fuerte dolor de cabeza,

-ya que, yo creí que podíamos bañarnos juntos-, habló con un tono no sólo burlón, sino un poco insinuador lo cual puso más rojo al espadachín, mientras se reía debía admitirlo, se sentía feliz. Aquel hombre, el más leal de toda esa maldita tripulación que tantos problemas le había dado, estaba ahí bajo sus órdenes,

-si hacemos eso lo último que haríamos sería bañarnos- afirmo serio y con una gotita en la cabeza pues era más que obvio, lo sabía gracias a su tono insinuador y para nada indirecto.

Cuando el peli verde salió de la cama jaló una de las sábanas amarrándola en su cintura y entrando a la habitación de baño,

[por fin después de todo, necesitabas a alguien y gracias a ello podré construir un mundo sólo para ti del que no quieras salir por nada, un país de las maravillas] pensó con una sonrisa perversa. Cada que lo pensaba se sentimiento lo embargaba quería matar a cualquiera que viera o lograra

hacer sonreír al peli verde porque era suyo de nadie mas ahora ya le pertenecía, el, su vida, su cuerpo, y muy pronto su mente.

Cuando ambos estuvieron listos salieron de la habitación para llegar al comedor donde ya todos los esperaban, así que cuando llegaron juntos comenzó un interrogatorio que les dio risa hasta que el espadachín se sentó en la silla, se le borró de repente la sonrisa del rostro gracias a un dolor inesperado el cual pudo controlar cuando vio a la peli negra con unas ojeras bajo su rostro y no de un muy buen humor…

$$$EN OTRO LUGAR$$$

Era temprano, una brisa fresca recorría el mar, mientras en un barco de transporte iban dos personas, la primera era una mujer de largo cabello rojo como la sangre y el segundo un niño con el cabello rubio, los cuales tenían una misión dada apenas hace dos días,

-capitana-sama ¿tenemos una misión?- preguntó el niño,

-sí Shijima-san, el joven amo nos la ha dado personalmente y es muy importante –habló con una sonrisa la mayor y un tono tranquilo

-¿tiene que ver con Zoro-kun?- preguntó un tanto inocente el pequeño mientras jugaba con las gaviotas que se paraban en el navío,

-así es, tiene que ver con él y ya deja de preguntarme que no te diré nada más- le aseguró con una gran sonrisa

-ohh vamos capitana-neesama, sígueme contando- habló tranquilo el menor con un puchero y una voz sumamente dulce,

-claro que no- exclamó mientras bebía de su té, [Doffy no te preocupes preparare todo para él, después de todo te debo mucho más que nadie, incluso daría mi vida por ti si fuese necesario sólo porque se que mi hermanito quedaría en buenas manos, claro que tú le diste esa oportunidad a mi hermano de una vida diferente y me salvaste de pasar dos veces por el mismo infierno] pensó un poco triste mientras una sonrisa triste se habría paso en sus labios,

$$$HACE SIETE AÑOS$$$

Era un día terrible llovía mucho y no muy lejos de ahí las nubes grisáceas habían presenciado una masacre que acabó apaciguada por la noche y los truenos, mientras una neblina azotaba los campos. Casi no se veía nada por donde fuera, una niña de no más de 15 años peli roja con unos hermosos ojos negros y un pequeño niño de unos 5 años rubio el cual iba en sus brazos llevaba una playera la cual le quedaba enorme a tal grado que se le caía del cuerpo por si sola dejando ver parte de una marca a hierro caliente en su espalda y varios golpes, estaba sucia y desgarrada mientras el menor tenía una pijama en el mismo lamentable estado.

Corría calle tras calle con el temor de que la atraparan iba lo mas rápido que podía, soportando el peso del menor hasta que la acorralaron en un callejón,

-tienes que regresar mocosa-habló un extraño hombre, con un traje de vice almirante y algunos marines de bajo rango atrás de él, no pasaban los siete, la veían con una mirada llena de malicia y un tanto de perversión en ella, poniéndola nerviosa y con un terror inminente ante lo ya vivido y sus experiencias con el jefe de esos idiotas,

-¡¡¡no, no voy a regresar ahí!!!-, gritó con todas sus fuerzas con un tono lleno de miedo, sacó un cuchillo de cacería de esa camiseta e intentó lanzarse contra ellos, pero el de más alto rango la detuvo con gran facilidad y la aventó contra una pared apresándola contra ésta y su cuerpo.

La chica bloqueó su mente, recordando dolorosamente cómo habían asesinado a toda su familia, solo le quedaba su pequeño hermano el cual estaba en ese inmundo callejón en el suelo profundamente dormido gracias a una droga a base de algunas hierbas la cual ella había preparado solo para que no viera el maldito escenario en el que su poblado se había transformado,

-¿Qué es lo que te molesta pequeño animal herido?-le dijo al oler su cuello con una sonrisa lasciva y un tono frio pasando el frio metal por su cuerpo, comenzando a quitar y destruir la prenda, mientras esta sólo veía al pequeño niño y las lágrimas se comenzaban a formar en sus ojos, aunque forcejeaba el mayor tenía más fuerza.

El menor dormía recargado contra la pared, con una cobija que apenas si lo cubría de ese frío que calaba los huesos

-no lo toquen- pidió viendo cómo se acercaban al rubio, justo por eso había huido con su hermanito, no quería que pasara por lo que ella ya había pasado, no por lo que la obligaron a hacer y lo que desde ahora detestaba.

Hace no más de dos días en los cuales habían casi acabado con todos los que se habían escondido, también habían escogido a varios niños y niñas sólo para venderlos como esclavos, aunque ese maldito que les ordenaba a los estúpidos frente a ella, los había escogido para él, ese ser tan repugnante y con tampoco valor hacia la vida humana que… la había…corrompido de la peor forma robándole la inocencia y humillándola.

En esos momentos unas juguetonas gotas de agua salada salieron de sus ojos, sacando una enorme desesperación y frustración de los intentos por soltarse de ese repulsivo contacto, tomar su arma y cortarles el cuello a todos ellos, solo para huir con su pequeño hermano… en esos momentos solo oyó una risa del hombre que la retenía.

[No el no puede pasar por lo mismo que a mi, no puedo permitir que pase por lo mismo, no, él tiene que crecer como un niño normal sin saber nada de ésto, estos tipos no pueden ser de la marina, no, ellos son los buenos] pensaba mientras dejaba correr esas gotas sintiendo la lengua de ese tipo en su cuello y las manos por sus muslos, viendo cómo se acercaban al otro,

-fu fu fu-de pronto escucharon una risa la cual les heló la sangre y los dejo congelados en sus sitios, -miren, nada más salgo por un encargo y me encuentro con gente repugnante-habló con un tono burlón-simples peones, ¿Dónde está su jefe?, traidores del gobierno mundial -preguntó con una sonrisa la cual se desvaneció en seguida al notar las expresiones y que nadie le contestaba incluso haciéndolo sentir ignorado – contéstenme maldita peste- ordenó un poco enojado al notar que seguían callados y clavados al suelo viéndolo con terror,

-el es un shichibukai Don Quijote Doflamingo, también conocido como el carisma demoniaco de dessrosa-habló uno de los que estaban con el niño, intentando sacar a todos de ese estado de idiotas,

-¿el demonio celestial?- habló otro con un poco de miedo, hace poco les había llegado una nota, la cual estaba junto a una enorme pila de cuerpos, una masacre era mejor decir ya que mas de 20 personas habían sido las víctimas y en menos de 10 minutos los cuales fueron desmembrados o descuartizados, el responsable era obvio el rubio frente a ellos,

[Malditos imbéciles que creen que no se quién soy o como me llaman] pensó enojado el rubio cuando notó al pequeño niño,

-¡¡¡oi tú, si nos ayudas a mi hermano y a mi yo te llevo con ese tipo!!!-gritó la niña como su último recurso, no pudo evitar sonreír un poco aliviada, al estar en esa posición no tenía nada más [estamos a salvo Shijima ] pensó tranquila al recordar que los shichibukai eran aliados del gobierno y que creía que todos esos eran falsos marines, que eran piratas disfrazados,

-hmmm me agrada la idea- contestó para solo hacer un ademan con sus manos y que la niña viera como todos esos hombres eran completamente descuartizados manchando el lugar con su sangre y partes, volviendo hacia el mayor, con los ojos como platos, al ver una sonrisa en el rostro como el mayor sonreía por haber acabado con ellos, para después solo sentir como caía de sentón pegada a la pared hasta el suelo,

-¿ellos e…eran fal…sos marin…marines?-preguntó con un poco de miedo en su voz, por las actuales escenas que presenciaba mientras se levantaba del suelo,

-no, ellos, según tengo entendido, traicionaron al gobierno y acabaron con tres poblados, incluso vendiendo a los mas jóvenes, me mandaron a acabar con ese maldito que es su jefe y acabó con tu pueblo- le respondió con la misma risa viendo como la pequeña iba hacia el más chico, solo para tomarlo entre sus brazos y cargarlo, notando como ya había parado la lluvia de repente,

-vamos- le dijo la menor, esta vez no había titubeado, había decidido acabar con aquel que era la razón de lo que les había pasado, a pesar de que aborrecía el contacto masculino el del shichibukai lograba hacerla sentir segura, protegida a pesar del hecho de pasar por un infierno en solo tres días,

-bien ¿dónde es?- preguntó el de gafas viéndola, mientras esperaba las indicaciones de la pequeña,

-por acá- dijo señalando a la derecha y comenzando a caminar por un sendero el cual tenía residuos de sangre y cuerpos en su alrededor. Llegaron a la casa del antiguo gobernador de su minúsculo pueblo del cual ya solo quedaban escasas personas, las ruinas de casas y el recuerdo de lo que fue.

El edificio contaba con dos pisos y un enorme patio el cual estaba lleno de cadáveres, sin contar el jardín dónde habían más cuerpos colgados pudriéndose con distintos letreros,

La pequeña sólo tapo la visión del menor rogando a un dios en el cual ya no creía que no despertara en ese momento porque sabía bien que si lo hacía ya no sería el mismo de siempre, se volvería frío, no quería arruinar sus expectativas de un mundo que para ella estaba podrido por el poder, la avaricia y corrompido por el orgullo de muchos,

-espérame un momento- dijo dándole ese enorme abrigo rosa con plumas, el cual la niña no sabía si aceptar o no, cuando una ráfaga fría paso dándoles de lleno sintió al niño buscando mas calor en ella decidió tomarlo y tapo a más chico. Sólo vio como el mayor entraba a ese edificio, oyó unos gritos y algunas súplicas, más no se inmutó ni le dio un poco de miedo, se sentía mejor, sin un gran peso sobre sus hombros,

[si… ¿los marines son los buenos y los piratas los malos?, pero él no es así, él me ayudo mientras los marines me arruinaron la vida, aunque él está con el gobierno mundial, no pudo dejarme con esos tipos y no lo hizo ¿me salvo de esos traidores?] Pensó la oji negra con una sonrisa que iluminó su rostro en ese escenario de muerte y caos.

Después de unos momentos, vio salir al mayor, que conservaba esa sonrisa, se dirigió a la playa mientras era seguido por la niña que ya llevaba a un despierto y pequeño oji verde de la mano corriendo tras el rey de Dessrosa.

Cuando llegaron a la playa vieron a una pelinegra vestida de sirvienta y un extraño tipo de amarillo los cuales al notarlos se sorprendieron,

-joven amo ¿quiénes son ellos? -dijo la mujer señalando a los niños con una sonrisa al verlos todavía con el abrigo,

-yo soy Yui Shine y el mi hermano menor Shijima- habló la niña tranquila intentado recobrar el aliento y haciendo una reverencia al presentarse cuando el rubio volteó –joven amo-, imitó a la chica - quiero unirme a usted y formar parte de su tripulación- exclamó con un tono seguro

-niña estas segura no es fácil- habló la peli negra

- si quiero saber quiénes son los buenos y malos- les volvió a hablar, tranquila y con una sonrisa en el rostro,

- entonces Baby 5 te entrenará - les dijo a las chicas el capitán – aunque ¿qué harás si determinas que yo soy el malo? – preguntó con una sonrisa viendo a la menor

-no lo sé, todavía no tengo un criterio seguro- respondió sin perder su tono seguro viendo al rubio,

-bienvenida a la familia Don Quijote Yui Shine y Shijima –habló con una sonrisa el mayor.

$$$ACTUALMENTE$$$

[Desde entonces he estado con usted joven amo y no me arrepiento de mi elección aunque todavía no se quiénes son los buenos y quienes los malos] pensó sonriendo pero con un semblante triste, [tampoco sé qué hare cuando lo descubra], después de vivir la peor de las desgracias consiguió a una familia y a nuevos compañeros junto a su salvador, el cual no solo le enseñó a defenderse, si no que la educó como si fuera un familiar enseñándole muchas cosas y ayudándola a superar su pasado tormentoso.

$$$UNA SEMANA DESPUÉS$$$

Era un día tranquilo y todos comenzaron con sus rutinas diarias después de despertar y en ese día en especial tenía que ir con Caésar a que lo revisaran por rutina, mientras, los demás comenzarían a entrenar sin él, cuando por fin se liberó del científico decidió ir al comedor pues ya casi era hora de la comida pero al dar vuelta se encontró con alguien,

-Zoro-san, vamos, es hora de comer, el joven amo me mandó por ti- le dijo una mujer oji marrón,

-no era necesario que vinieras- le respondió tranquilo con el ceño fruncido,

-pero… si no vengo te ibas a perder como de costumbre… me necesitabas aunque no lo quieras admitir- le dijo con unos ojos de perrito mojado lo cual le sacó una enorme gotita tras la cabeza,

-no me pierdo, los pasillos se mueven solos- afirmó el peli verde,

-ajá, sí tú, vámonos que nos esperan- le dijo como si nada la otra con un tono serio, dando media vuelta y comenzando a caminar.

Después de un rato ya estaban frente a todos, así que tomó su lugar junto al mayor. Para cuando todos terminaron se retiraron dejando a espadachín con su capitán,

-oi necesitamos hablar- le dijo el mayor con una sonrisa,

-podríamos hablar a solas- comentó el moreno parándose y comenzando a caminar a la única habitación donde el mayor planeaba sus estrategias, donde tenía los den den mushi de todos sus subordinados,

Claro que no tardaron mucho en llegar y se volvieron a sentar en la pequeña sala, con un silencio un poco incómodo,

-bien ¿qué has pensado, Zoro? mis sentimientos son reales y te prometo que te voy a ayudar a conseguir tu sueño y cumplir tu promesa- le dijo con un tono suave el mayor lo que para Roronoa sonó un poco dulce,

-Doffy he decidido que tanto mi corazón como mi vida te pertenecen desde hoy y puedes disponer de ellos como quieras- le respondió el menor a lo que una sonrisa un tanto perversa se formó en los labios del rubio mientras veía como las mejillas del moreno se encendían y apartaba la vista de él,

[por fin lo logré, ahora sólo me pertenecerás a mí, sólo puedes ser mío, he logrado formar tu vida necesitándome y he terminado ese país de las maravillas para ti,] pensó el mayor mientras se acercaba al otro tomando su barbilla para hacer que volteara hacia él y besarlo, a lo que el otro correspondió cerrando los ojos con fuerza, algo cambió pues el peli verde inseguro no estaba, el menor le respondía un poco brusco y deseoso, esas dos cualidades que hicieron que lo volteara a ver y enloqueciera por él.

Mientras las manos del de gafas pasaban libremente recorriendo el cuerpo más chico hasta cargarlo y colocarlo sobre él con cada una de sus rodillas junto a la cadera, en ese momento el moreno movió sus caderas logrando sacar del mayor un suspiro, mientras pasaba su lengua por el cuello del rubio, lamiendo el lóbulo para después susurrar,

-parece que te agrada,- habló con un tono ronco y deseoso, era la primera vez que oía su amante salir de sus labios,

-pensé qué tú no eras el de abajo- le dijo al menor con cierto reproche en su voz a lo que sólo oyó una risa y comenzó a sentir las manos del marimo por su cuerpo, sólo para ver los ojos esmeralda completamente segados por la lujuria, deshaciéndose de la ropa que comenzaba a volverse innecesaria y molesta de acuerdo a como transcurría la situación,

Esa fue la primera vez que el espadachín se había vuelto loco por el toque y placer que había sentido en el momento, aunque esa sólo fue la primera vez que paso algo así, sintiendo una extraña necesidad de tenerlo cerca, sentirlo y hacer cualquier cosa por el gobernante de Dessrosa, un extraño sentimiento de pertenecer o el sentir sus labios, el sentimiento de querer sentir su piel y lo peor de todo era que no podía dejar de lado el querer hacer todo por él.

$$$DOS SEMANAS DESPUÉS$$$

El menor había comenzado a sentirse mejor, ya no sentía ese inmenso vacío ni esa soledad que lo consumía como antes, pero a costa de necesitar cada vez más a Doflamingo a su alrededor mientras este construía una utopía a su alrededor, segándose voluntariamente por un sentimiento de gratitud el cual quiso intentar creer que era amor, enloqueciendo con sólo tener cerca al otro por ese sentimiento el cual lo había hecho cambiar su comportamiento hacia el rubio de una forma enfermiza y errónea…

Mientras tanto todos los planes del rey del país de el amor y la pasión salían a la perfección, ya sólo le quedaba destruir esa fastidiosa alianza aunque no le faltaba mucho para ello, únicamente la información que Yui le tenía que pasar. Estaba contento con tener al menor a su total disposición, volviéndose celoso y totalmente posesivo con él, aún sabiendo de la confusión de éste y por ello, llegando a tratarlo como un objeto más, a pesar de eso al espadachín parecía no

importarle en absoluto. De este modo sus planes e ideas iban acertando cada vez más y todo gracias a tener la mejor carta de toda la baraja en su mano, para poder vencer sin saber qué pasaría si su as se enamorara de alguien más.

Aunque casi siempre el mayor le demostraba que lo que sentía o creía sentir era sincero y real, la verdad era un amor por obsesión provocado por el deseo de uno y la falsa ilusión del otro, ese sentimiento los confundía, sumiéndolos más y más cada ves que se dejaban embargar por la pasión, el sentirse como una posesión la cual había ganado y era solo suya y una hermosa mentira de alguien que lo ayudó a superarse, claro que en este mundo nada es gratis y a Zoro todavía no le llegaba la verdadera cuenta de la ayuda prestada.

Doflamingo estaba en su habitación, era de noche y una brisa fresca pasaba por el cuarto refrescando cuando se escuchó un den den mushi, el carisma demoniaco estaba junto a Roronoa al igual que casi todas las noches después de poseerlo y tenerlo a su disposición, el menor estaba completamente rendido claro no era fácil seguir despierto después de acostarse tres veces seguidas con su ¨pareja¨, cómo lo consideraba. El mayor se levantó y contestó frente al peli verde que dormía plácidamente en la cama,

-bueno- habló con un tono normal,

-joven amo ya le tengo la información que me pidió- contestó una voz femenina, con un tono un poco alegre,

-tu fuente ¿es de fiar?- le preguntó el rubio mientras pasaba su mano por el cuerpo que descansaba a su lado, sacándole un suspiro inconscientemente,

-sí, joven amo- le respondió el caracol

-bien cuéntame que paso con Trafalgar Law- pidió tranquilo,

-en tres días desembarcará en la isla de Teasee y en otros doce días llegara a Noah donde se reunirá con los mugiwaras para planear una estrategia contra Kaido, después de eso no se hasta cuando viajen juntos- le informó tranquila,

-muy bien, vuelve Yui- le dijo serio pero con un tono neutral,

-sí joven amo, enseguida- respondió antes de colgar con una gran sonrisa,

Ahora podía deshacerse de esa última pieza antes de dejar a los sombrero de paja indefensos, solo para un último golpe el cual daría en Raftel, la isla donde estaba enterrado el One Piece.

CONTINUARÁ…

Notas finales:

esperoles haya gustado creo que se esta poniendo interesante claro la ultima palabra la tienes ustedes, 

nos vemos.


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