CAPÍTULO 23
23— ¡¡¡PORQUE TE AMO!!!
En ese momento Roronoa estaba junto al rubio con una katana desenvainada con los ojos fijos en ambos capitanes, no pudo evitar el impulso de llorar, más simplemente decidió no voltear y sólo observo a la peli roja,
—si lo quieres saber te lo diré, aunque te aviso que yo no sabía que Zoro-ya estaba en la tripulación de Doflamingo —entonces vio a el más chico asentir serio lo cual demostraba que se estaba tomando enserio lo que le decía su ex aliado
—me encontré a Zoro-ya en Teasee, acabábamos de desembarcar y nos dirigíamos al pueblo, estuvimos platicando y fue cuando me contó todo lo que pasó cuando estuvo con ustedes. Incluso la treta de Doflamingo en la isla que por cierto estaba abandonada. Donde lo dejaron, ahí lo encontró y estuvieron en un combate verbal por así llamarlo, luego le pedí se uniera a mi tripulación aunque estaba muy desanimado, también le hice algunos estudios de sangre y me arrojaron que alguien, le metió una mezcla de el extracto de una planta, muy extraña que casualmente solo crece en Dressrosa, una droga y una substancia que la marina utiliza para perder parte de la memoria, casualmente sé, por experiencia propia, que te vuelve más violento y sanguinario, pero nunca imaginó que su conejillo de indias escondía una segunda personalidad o debería llamarla la verdadera personalidad, la cual era mucho más fuerte que él incluso. No tomaba nada enserio, pero con el tiempo él pudo deshacerse de ella y se volvió lo que tienes enfrente, tomó esa maldita enfermedad que le provocaron y lo volvió su fuerza enfrentándose a sí mismo y dejando ver su verdadera naturaleza… —les habló con un tono de reproche e indignación, sólo para ver las caras de todos los mugiwara con la sorpresa tatuada…
—increíble lo que tenías en tu tripulación y no te diste cuenta la clase de hombre que abandonaste el cual en verdad siempre los protegió, debo darte las gracias que lo hayas dejado libre de su estúpida promesa, ya que era lo único que no le permitía irse y dejarlos —se escuchó la voz del rey de Dressrosa para todos los cuales volvían a sentir culpa y sentían que lo único que hacían en la vida del espadachín era darle problemas,
—¡¡¡CÁLLATE ESTO ES TU CULPA!!!—gritó el cirujano poniéndose en pie frente a sus enemigos,
—¿mía? yo sólo hice todo lo posible para tener a mi lado a la única persona capaz de enamorarme, intentando asesinarme, aquella que en verdad debería ser conocido como un demonio ¿no te parece Law? —les dijo serio a todos lo que le decía a el ojigrís que Ten yasha hablaba en serio,
—¿en verdad?, ¿por eso lo obligaste a desmoronase, lo alejaste del montón de idiotas que tenía alado y lo obligaste a buscarte? Te aprovechaste de su debilidad y lo hiciste dependiente a ti, estás enfermo. Eso no es amor, tú sólo lo quieres como un premio, la prueba de tu victoria frente a los sombrero de paja. Claro que les ganaste pero todos sabemos que ellos no son muy listos que digamos —le respondió con desdén el usuario de la Ope Ope no mi,
—¡¡¡TORAO NOS INTENTAS APOYAR O HUNDIRNOS MÁS!!! —gritó Nami enojada, indignada y culpable pues si hubieran hecho alguna prueba no hubiera pasado nada de eso, aunque fue ignorada olímpicamente por ambos capitanes,
—¿Qué te molesta mocoso?, ¿acaso no puedes notar la verdad?, ¿tanto te molesta que Zoro me hubiera elegido a mi antes que a ti?, ¿que me quiera y que me obedezca? —habló burlón el mayor recargándose en el respaldo del sillón,
—¿celoso dices?, sabes, me hubiera encantado ser el primero que compartiera la cama con Zoro-ya, pero me conformo con ser el único desde ahora y conseguir que me ame —le respondió ante los mugiwara, los cuales tenían los ojos como platos,
—por favor, Law, ambos sabemos que tú no estás a su altura, si el mismo imbécil que una vez retó al gobierno mundial por un compañero no pudo mantenerlo a su lado, aunque le debe la vida, tú tampoco eres capaz. No son capaces de estar a su lado ni apoyarlo, dejarlo seguir su sueño aún pasando sobre sus propias metas —le habló con burla y algo de veneno.
—no… yo no soy como Mugiwara-ya, yo no parloteo de lo que hago o no hago todavía, ni tampoco sé si soy capaz retar a un país por un nakama, pero lo que sí sé es que por Zoro-ya soy capaz de tener al mundo entero de enemigo, de retar al mismísimo Belcebú y tú no me lo impedirás, porque yo sí lo amo, en cambio tú sólo estás obsesionado con él, un amor enfermizo. Lo ves como un objeto y algo de tu propiedad —le habló con una sonrisa confiada y al mismo tiempo sarcástica, quitando la sonrisa del rostro del mayor quien pronto volvió a ponerla,
—pero si tu eres igual que yo Law, o ¿no? Sólo hiciste una alianza con los sombrero de paja, para que desconfiara de tí y te siguiera por todos lados sin quitarte la vista, te interesaste en él con tan sólo verlo y peleaste sólo para impresionarle, pues pudiste haber huido como si nada, dejando que ellos se las arreglaran, por eso le salvaste la vida en Marine Ford, para tener su confianza; si te ganabas al capitán, no te podrían correr —le contraatacó dejándole con los ojos abiertos y sin argumentos para responderle.
Mientras tanto el peli verde había sido más listo y mientras estos discutían había sacado a Robin de esas extrañas arenas cuando un pequeño reno llamó la atención de todos provocando que todos voltearan, mas no notaron la ausencia de la niña demonio,
—espere, Law-sensei, si Sanji se quedó a dormir en la misma cama que Zoro, ¿cuenta? —habló el animalito totalmente inocente dejando un ambiente tenso y silencioso, mientas ambos competidores por el amor del cazador de piratas, querían matar con la mirada a kuroashi,
—¡¡¡N…NO FUE AL DREDE NAMI-SWAN NO Q…QUISO COMPRAR OTRA CAMA Y N…NOS OBLIGARON A COMPARTIRLA!!!— gritó el rubio intentando salvar su vida de ambos capitanes los cuales lo veían como un insecto que debía ser exterminado o por lo menos, sufrir cien veces de la peor forma posible por tal atrevimiento.
Para ese entonces tanto el moreno como la pelinegra ya estaban sacando al doctor y al carpintero de los mugiwara, hasta sacarlos a todos, entonces fue que la pelirroja vio su perfecta oportunidad y con una increíble precisión atacó al espadachín, el cual recibió de lleno el impacto por proteger al pequeño animalito que se había lanzado a sus brazos cuando todos estuvieron fuera de peligro,
—Yui, te dije que no lo atacaras, ni siquiera te di permiso de que lo tocaras o es que ya no lo recuerdas —le habló Doflamingo en tono amenazador a lo cual la mujer bajo la cabeza avergonzada por su comportamiento impulsivo,
—Doflamingo deja de tratar a Zoro-ya como un objeto —le habló enojado el médico intentando alcanzarlo pero fue interrumpido cuando la pelirroja se metió en su camino,
—no te dejare tocarlo y tú Zoro, deberías proteger al joven amo también, o es que no tienes palabra, tú le perteneces ¿o se te olvida? —fue cuando hizo énfasis en la última frase
—palabra, honor, lealtad todos hablan de ellos, como si fuera muy fácil llevarlos a cabo, pero en verdad no saben nada, además no pienso atacar a Law no pienso traicionar a la persona más importante en mi vida —le respondió antes de caer en rodillas soltando las katanas con la cabeza baja,
—Zoro-ya tú…—en ese momento fue interrumpido por un golpe de parte de Yui
—acabas de hacer lo único que no debiste hacer Roronoa Zoro, no debiste traicionarnos, alguien como tú no debe creerse gran cosa cuando apenas si sabe lo que hace, cuando toda su vida es una estúpida promesa, fu fu fu no eres nada, no eres más que un asesino a sangre fría y te crees importante, cualquiera te puede remplazar, por ello tú sólo eres un aspirante a famoso, a ser el mejor, piensas que en tu vida has sufrido, no sabes lo que es eso —le reclamó con fuerza viéndole con ira y rabia.
En ese momento todos vieron como el escenario cambiaba y todos estaban en una isla, se veía el mar cuando de la nada del agua comenzaron a salir varias criaturas, con la parte superior de una mujer, más se detuvieron cuando estaban a la mitad pero claramente se notaba qué tenían tentáculos pero no como los de los pulpos sino como las serpientes a excepción que tenían cuatro,
—espera ¿qué crees que haces? —le reclamo el oji esmeralda colocándose a lado del cirujano,
—qué pasa, te lo dije, acabare con lo más importante para ti, como tú acabaste con lo más importante para mí—le desafío
—chicos protejan a Torao, recuerden no podemos usar las akuma no mi, pero aun así les podemos ser de ayuda —les ordenó mugiwara a lo que todos asintieron,
—adelante, que mis creaciones acaben con el cirujano de la muerte— les habló sentándose a lado de él rubio.
No tardo mucho la pelea en la que todos los mugiwara estuvieran en el suelo, gracias a su falta de habilidades y poco poder de combate en esas circunstancias, en especial el cocinero que ni siquiera les había dado un golpe. En ese momento Ten yasha se encontraba frente a la isla sentado aún, viendo a Zoro cuando observó claramente como el peli verde aventaba al peli negro recibiendo una herida en el brazo derecho. Sin poder soportarlo más, se levantó del asiento y comenzó a caminar hasta que una voz lo detuvo a medio camino de estar alado de Roronoa,
—si tanto lo amas ¿Por qué no lo aceptas?, él se enamoró de alguien más, no lo puedes obligar a que esté contigo —le dijo la oji azul al rubio el cual la miró con molestia y cuando iba a atacar otra vez hablaron,
—Robin tiene razón, estas enfermo, él no es un objeto y tampoco de tu propiedad, además aunque lo tengas contigo su cuerpo te pertenecerá pero su corazón y su mente siempre estarán ligados con esa persona tan especial para él, por la cual está dispuesto a dar la vida ¿o no lo ves? —le habló esta vez la navegante sumamente seria,
—joven amo, no las escuche usted puede hacer lo que quiera cuando quiera tener a cualquiera, quieran o no —le dijo la oji negra logrando que la voltearan a ver todos,
—SÚPER ahora entiendo por qué se obsesionó con Zoro-aniki, él le demostró lo que debía, mientras todos le muestran lo que quiere ver, una obsesión imposible a como veo las cosas —le dijo el peli azul.
Sin saber cómo todos esos comentarios y lo que el marimo hacía por Law lo hizo pensar demasiado, llegando a una sola conclusión «Zoro se ha enamorado, no me perteneció ni lo hará, ahora ya encontró a quien amar, parece que no debí haber hecho las cosas así… no, él dijo que era mío y no lo dejaré disfruta un rato de tu libertad porque cuando te necesite volverás quieras o no, te dejaré ver tu error por ti mismo»
—Zoro sé feliz quieres y tú Law no cometas ningún error o tontería porque si lo haces sufrir entonces será mío y esta vez no lo dejare ir —habló tranquilo con una mentira dicha, la cual sabía no se darían cuenta, por ello les habló sumamente serio antes de dar media vuelta observando a la pelirroja,
«Zoro te amo… aunque no me di cuenta me enamoraste pero fui tan ciego que te utilicé, te manipulé y no me di cuenta. Parece que compartimos más cosas de las que nos gustarían Law»
En ese momento regresaron a la habitación inicial, cuando vieron como el niño se transformaba en dragón llevándose al rubio dejando a la mujer frente a ellos…
—One-san tienes que regresar con nosotros entendido —susurró antes de ver cómo era que su capitán no se podía mover cortesía del kairoseki en sus manos sumándole el desgaste emocional que acababa de sufrir.
$$$CON LOS MUGIWARA Y ZORO$$$
La mujer frente a ellos estaba en guardia observándolos con cautela aunque la tripulación que acabó con el CP-9 estaban totalmente inconscientes aún.
—¿Qué harás? Los mugiwara no se pueden mover, sólo quedan tú y tu amorcito— habló con sorna y volteándose dándoles a entender que no eran la gran cosa para ella,
—acabaré contigo, aunque esté en deuda con Doflamingo, no me importa en qué crisis caiga después por la falta de tu akuma no mi— le sentencóo enojado dejando caer la gabardina al suelo,
—fu, fu, fu, no se crean tanto sólo porque sus cuerpos cambiaron un poco, que hasta eso le deben a mi joven amo —habló viendo a ambos espadachines los cuales sólo le dedicaban una mirada de desprecio y repulsión,
—créenos, no te confundas, sólo sabemos lo que somos capaces de lograr —le respondió el ex shichibukai con su característica arrogancia, mientras se levantaba del suelo extendiéndole una mano al peli verde junto a él…
—cuéntenme ¿qué piensan hacer con esos cuerpos tan heridos? Ambos han recibido mínimo un golpe de mi parte —les habló con una sonrisa fría y carente de cualquier otra emoción,
—¡qué pregunta más estúpida!, lo que vamos a hacer es enseñarte a no subestimarnos —le respondió Zoro con una sonrisa confiada.
En ese momento la pelirroja atacó, al ojigrís el cual sólo alcanzó a bloquear el ataque mientras el ex vice capitán de los mugiwara le atacaba con dos katanas, logrando que esta retrocediera, más en esta ocasión quienes atacaron fueron los espadachines, con una sorprendente coordinación por la cual lograron confundir a su oponente hiriendo levemente su costado derecho, mas Shine logró golpear a Roronoa directamente logrando que escupiera un poco de sangre y también logró que la nodachi de Trafalgar saliera de sus manos volando unos metros lejos de su dueño, sin embargo el ojigrís ya había recibido varios golpes de parte de la oji negra.
En esta ocasión los tres se veían fijamente intentando tranquilizar sus respiraciones y ver quien hará el siguiente movimiento.
—¿Zoro-ya estás bien? —pregunto un poco preocupado el médico, pero de respuesta solo recibió un si y que se le acercara a regresarle su nodachi,
—es muy fuerte, tal vez demasiado —habló viendo a la mujer la cual había roto la falda de su vestido para amarrarla en su cintura tapando la herida y haciendo presión para detener el sangrado momentáneamente,
—te estás rindiendo —aseguró sorprendido el cirujano, mas no obtuvo respuesta
—saca a todos de aquí —le pidió tranquilo, pero continuó cuando el mayor le iba a reclamar—, estás muy herido, te ha golpeado más a ti que a mí y con esas heridas no me eres de gran ayuda en cambio si sacas a todos Chopper los curara a todos y yo los veré afuera —le aseguro con una sonrisa sincera,
—está bien, pero regresa ¿entendido? —le habló aunque antes de dirigirse hacia donde estaban los inconscientes, jaló al alumno de Taka No Mi robándole un beso el cual al inicio lo sorprendió, mas no tardo en corresponderle, al separarse se dirigió hacia los inconscientes para comenzar a sacarlos, un poco resignado frente a su pareja,
—¿por qué le has pedido que se fuera? —preguntó la mujer intentando sacar información de su contrincante,
—por qué, dices. Es muy simple la mayoría de tus ataques, los dirigías hacia él por eso es mejor que se fuera, o acabarías hiriéndolo de gravedad —le respondió con una sonrisa de medio lado antes de comenzar de nuevo su pelea.
$$$AFUERA DE LA CUEVA$$$
Trafalgar había terminado de sacar a sus antiguos aliados, los cuales habían comenzado a reaccionar casi de inmediato, siendo el pequeño reno el primero en retornar en la conciencia, lo cual le facilitó el que pudiera comenzar a curar a sus compañeros, incluso cuando terminaron todos estaban ahí afuera esperando por el peli verde, que todavía tardo una media hora en salir desde que se curaron todos, llevaba a una inconsciente cuentista demoniaca en el hombro a la cual se encargó de curar el animalito,
—¡¡¡ZORO POR FIN VUELVES PENSÉ QUE TE HABÍAS PERDIDO!!! —gritó el pequeño capitán con una gran sonrisa, mas el moreno lo pasó de largo hasta quedar frente a Law, el cual lo veía preocupado,
—te dije que volvería —le susurró antes de terminar inconsciente en los brazos del cirujano que sólo le sonrió con gran calma, asustando a los presentes.
Toda esa noche el ex shichibukai se la pasó en vela viendo a Zoro mientras en otra habitación la oji negra había sido tratada, hasta que despertó en la madrugada levantándose de la camilla, mientras veía la habitación vacía, en el fondo había un espejo así que fue a verse. En verdad le daba vergüenza verse en ese estado, tenía vendas en la cabeza, el busto, la cintura, su brazo derecho y también varias gasas tapando heridas pequeñas; incluso su muñeca izquierda estaba enyesada. Con un suspiro utilizó su habilidad para formar un nuevo vestido con el cual vestirse pues el que traía estaba hecho tiras de tela,
Entonces fue que se lo imaginó y se lo probó. Era corto, pegado, con las mangas largas las cuales iniciaban pegadas pero terminaban amplias, de color negro con unas medias y sus botas, después de ello salió a la cubierta donde con su misma habilidad, había creado una criatura enorme muy parecida a un águila. Daba gracias a que la fruta de su hermano funcionara a distancia o estaría varada y más que esa habilidad se controlara por un escriba.
CONTINUARÁ…