CAPITULO 9
9-LA VERDAD DUELE…
Después de un rato el espadachín decidió volver al Thousand Sunny, le resultó cansado y agotador, incluso, obligado. Cada paso era un verdadero martirio para llegar al lugar que se suponía debía llamar ¨casa¨ pero todo su cuerpo quería dar media vuelta, salir corriendo hacia donde antes estaba Doflamingo y decirle que sí a esa persona, aunque su lealtad era la cadena que lo obligaba a regresar a la nave y la tripulación de la misma, pues ya no los veía de otra forma. En todo el tiempo que vio el mar y pensaba en lo que había hecho, dejo de sentir algo por sus nakamas y por más que había buscado algo que lo uniera a ellos no había nada, por más que fuera su equipo sentía que lo jalaban hacia abajo aunque todavía no les podía dar la espalda, estaba convencido de que lo odiaban, lo único que lo tenía ahí era su lealtad por su capitán, su palabra lo obligaba a estar ahí.
Cuando por fin estuvo en la playa suspiró, subió al barco, cuando dio vuelta vio a todos, tal vez todos lo habían alejado pero ahí estaban sentados en la cubierta, su capitán con la cabeza baja y el sombrero tapando sus rasgos estaba en medio recargado en el mástil a un lado la navegante y al otro el cocinero mientras todos los demás estaban de un lado o el otro, cuando los vio no pudo evitar el pensar [están aquí por mi], a pesar de eso sólo suspiró y se dirigió al gimnasio, cuando pasado un rato nadie dijo nada.
-¡¡¡Zoro!!!- le gritaron con molestia,
-¿sí?-respondió con un tono sarcástico y molesto esperando que le volvieran a hablar.
-¡¡¡te vimos!!!-le gritó un cocinero molesto y algo irritado
-¿Qué?- gruño el peli verde, vio como el rubio se levantaba y quedó a unos pasos frente a él viéndolo enojado.
-te vimos- repitió mientras se encendía un cigarro
-de que me hablas- dijo calmado mientras por dentro se moría de los nervios
El chef tomo aire y suspiro como si esas palabras fueran una tortura para él,
–cuando Luffy y yo estábamos explorando la isla, te vimos- volvió a tomar aire y esperó a que la voz no se le quebrara –estabas con Doflamingo- finalizó calándole al cigarro para luego sacar el humo.
En ese instante el peli verde se quedó congelado, no sabía cómo negarlo aunque tampoco quería negarlo esta vez, solo diría la verdad, las cosas caerían por su propio peso y le dejaría esa decisión al destino.
-¿Qué hacías con él?- le preguntaron, pero esta vez no fue la voz del rubio la que se oyó sino la de su capitán, en ese momento el moreno se mordió el labio inferior [¿qué le digo?, que estaba intentando saber cómo acabé con ese tipo…] pensó por los nervios aunque lo pensara, no se atrevía a mentir y eso era algo que el ya sabía,
-él quería que me le uniera- respondió serio y calmado, en esos momentos todas las miradas estaban sobre el una parte de la tripulación lo miraban con decepción, otros con disgusto y algunos ni se atrevían a mirarlo, a pesar de eso el espadachín mantuvo la frente en alto.
-¿Qué le dijiste?- preguntó con la voz un tanto quebrada el mentiroso, en esos momentos se notaba como todos contuvieron la respiración, sólo para esperar a la respuesta.
-obviamente dije que no,- respondió con el mismo tono [de otra forma yo no estaría aquí] pensó para luego oír una exclamación masiva por parte de todos sus ¨nakamas¨,
-pero no entiendo- habló el cocinero dando pasos alrededor del peli verde, para después de un momento detenerse a tirar la colilla de cigarro que ya se había terminado -¿Cómo alguien que formó parte de los siete señores de la guerra te pediría unirte a él, si ya ha de tener algún espadachín?, ¿Por qué alguien que intento matarnos hace menos de una semana ahora te ofrece trabajo?, Tampoco entiendo ¿Qué hacías platicando con el aunque haya intentado masacrar a tu tripulación, amigos y nakamas?– dijo el cocinero de forma tranquila, claro después de la calma viene la tormenta y el humor del rubio no era la excepción por mas que hablara tranquilo estaba a punto de explotar por el enojo que sentía en ese momento, al oír todo en ese tono Roronoa se dio cuenta de lo mal que sonaba y entendió que él no intentó matar a Doflamingo, como él a ellos, entonces mil preguntas se abrieron paso en la mente ya confundida del espadachín.
-el me dijo que este equipo me detiene- contestó frío y serio ya sabiendo que el mensaje sonaría brutal para ellos pero no hizo nada para mejorarlo, no quiso hacer nada y cuando volvió a ver al mujeriego ahí estaba una mirada de total enojo
-entonces deja hacerte una pregunta- su tono ya estaba irritado y los que lo escucharan sabrían que estaba a punto de estallar -y tú ¿qué piensas?- entonces pasaron los minutos y como no respondía el otro, lo tomó como su respuesta lo que sobrepasó su límite, siguiendo,
-¡ohh! Lo siento te hemos retrasado mucho, tal vez deberías ir y decirle que sí aceptas su propuesta- soltó con un tono preocupado y fingida culpa junto una exagerada actuación totalmente cegado por la ira
-¡¡¡Sanji!!!- grito su capitán, tomando de la muñeca al rubio para detenerlo
-¡¡¡¿Qué?!!!-grito volteando para ver al pelinegro…
-ya es suficiente- su tono era severo ,incluso frío
-no me estés jodiendo, tú lo viste con Doflamingo hablando casualmente, tú sabes que éste- señalo a el moreno -imbécil quiere irse a otra tripulación y quieres que me calme, dime como lo hago sabiendo que el imbécil de Zoro se quiere largar a otro lado…- regañó eufórico el rubio, para ver por primera vez las facciones de su capitán, tenía aquella mirada que conseguía cuando el enemigo hacia algo tan vergonzosamente mal.
-Zoro ¿crees que te hemos decepcionado?- le preguntó a su primero al mando con ese tono severo.
[¡¡¡Sí!!! Yo puedo ser más sin esto, si me detienen, yo puedo ser más sin estas estúpidas aventuras, sin desperdiciar mi energía en amistades, con un enfoque, con un capitán enfocado podría ser mejor sin ti] pensó a gritos el vice capitán con algo de amargura.
-respóndeme Zoro- ordenó el mugiwara con un tono seco.
-sí- dijo en un susurro quebrado, la palabra que había estado ardiendo en su garganta, pero incluso después de dicha no alivianaba el peso del espadachín.
-entonces todas las peleas y celebraciones de vuelta- gruñó enfadado y decepcionado kuroashi, no podía soportarlo, no podía resistir el hecho de que todo lo que hicieron juntos fuera en vano -¿Qué demonios te pasa últimamente?, estoy harto de esto, Zoro, de tu humor, melancolía, que estés cerca o te alejes y ahora quieres dejarnos ¿donde está el verdadero Zoro?, nuestro Zoro… el idiota que no haría nada que nos hiciera daño, nada de esto. Tal vez eras arrogante y orgulloso pero eras leal, eras uno de nosotros, el primero de nosotros- reclamó un poco melancólico el cejas de sushi
Después de oír eso el alumno de taka no mi dio dos pasos hacia el frente quedando a centímetros del ero-cook –le dije que no a él y tú me haces sentir como si hubiera elegido mal- regaño al oji azul,
En unos momentos el pie del cejas de espiral estaba siendo detenido por una de las katanas ajenas, para después poner sus manos en el suelo y con sus pies lanzo continuas patadas, luego oyó el metal de dos espadas resbalarse de sus fundas, de pronto el rubio golpeo a el oji esmeralda pero deteniéndose al sentir el filo a un lado de su rodilla. En el siguiente asalto el peli verde ataco primero con varios cortes de los cuales la mayoría acertó, en el cuerpo de su rival.
-¡¡¡ya basta!!!- gritó el capitán.
Aunque ninguno de los dos le obedecieron, se veían claramente los cortes en el cuerpo de cocinero, mientras este apenas había logrado conectar unas cuantos golpes, de pronto vieron caer a el espadachín de cuclillas, tomando impulso para saltar contra el rubio haciendo dos grandes cortes provocando que la sangre saliera bañando el barco y que el otro perdiera el equilibrio cayendo al suelo frente a Zoro.
-¡¡¡basta!!!- gritó un tanto alarmado Luffy al ver la sangre manchar el Sunny.
Mientras tanto ambos hombres no movían su vista el uno del otro, siempre peleaban pero esta vez era cierto, todos veían a ambos dispuestos a matar al otro, aunque el amante de las mujeres no lo hiciera, el moreno sabía que no habría remordimiento, era lo mismo que con la navegante, no hubo culpa no hubo nada en eso se había convertido…
En un arma a la cual no le importaba el asesinar, en un arma de matar.
-¡¡¡eso es suficiente!!!- gritó el peli negro,
-¡¡¡maldición le dije que no a la oferta de Doflamingo, ¿no significa algo para ustedes?!!!- gritó al ver a la tripulación mientras la arqueóloga y el doctor iban a revisar a el rubio
-desde un principio no debió de ser una oferta, Zoro, nunca te hemos dicho nada para que pienses dejar el equipo- habló la peli naranja
-le dije que no y debería ser lo único que importe- reclamó a la dibujante, con un tono de suma molestia.
-bueno no es lo único que importa- soltó la adicta a las mandarinas -has cambiado Zoro no eras tan frío con nosotros y ¿sabes?, ¡¡¡tu nuevo yo no me gusta!!!- exclamó la chica con los ojos acuosos.
En ese momento el peli verde se volteó hacia la mujer mirándola con enojo, pero al mismo tiempo impasible, sólo esa mirada de reproche…
-lo siento, todavía no cumplo con tus normas ¿verdad zorra?, te he salvado la vida varias veces, mientras tú estabas ocupada por el dinero, mancharte la ropa o sepa dios que estabas pensando y ¿alguna vez me lo has agradecido? no, nunca fuiste cálida Nami ni cuando me arriesgue por tu estúpida isla, asi que no me hables de calor, porque tú tienes el corazón como el hielo- reclamó el espadachín con algo de enojo, aunque en su voz no se oía el más mínimo sentimiento que no fuera el desprecio y frialdad que les daba. Al oír eso el mujeriego saltó con gran enfado contra el moreno el cual ni se inmutó, ya tenía la adrenalina circulando libremente por su cuerpo y sus sentidos más agudos, al sentirlo cerca lo esquivó con una gran tranquilidad contraatacando en ese momento, dejándole una gran cortada en la pierna al chef mientras su oponente apenas vio la herida, la cual no tardó en comenzar a sangrar a ritmos alarmantes.
En ese momento Roronoa repaso con la mirada a la tripulación la navegante lloraba abrazando sus rodillas, presionando su pecho, el francotirador se negaba a creer lo que veía, pero lo que notó en todos fue eso, la negación de creer la escena frente a ellos, mientras el no sintió nada, sin arrepentimiento ninguno de dolor o tristeza, para el ese equipo ya no significaba nada y lo podía ver totalmente consiente a diferencia de la última vez que se sintió superior a cualquiera,
-vaya que te confiaste esta vez, kuroashi- habló con un tono frio, burlón y descarado caminando hacia el rubio, unos pasos para detenerse frente a él- ¿que tú estas a mi nivel? como pueden creer eso, todos son más débiles- declaró con gran jubilo en un tono macabro para todos y acabó riendo para ver a la tripulación, ese color esmeralda había desaparecido, conservando la cordura, sus ojos eran de la combinación de una hermosa esmeralda manchada por la sangre –entiéndelo Luffy, para vencer tienes que estar dispuesto a todo- dijo dándole la espalda al capitán el cual comenzó a dar paso lentos hasta él. Cuando el mayor lo sintió tras de sí movió la espada pero al notar quien era tensó el bazo deteniendo su ataque a milímetros de mugiwara,
-eso es ya basta- hablo con decisión y un tono de enojo, aunque la mirada sombría- Chopper cura a Sanji antes de que se desangre- ordenó el capitán al reno, en ese momento el menor corrió hasta el rubio a atenderlo.
-y tú Zoro, has levantado la espada contra la tripulación, tienes que irte- habló con voz dolida, notando por primera vez desde que todo fue mal, como su equipo se desmoronaba frente a sus ojos pero él se haría cargo de todos, ya no podía ayudar a el peli verde lo dejaría ir para no herir a nadie, de pronto una carcajada lo hizo voltear al espadachín,
-cuando nos conocimos, te dije que cuando estuvieras entre mi objetivo y yo te mataría, no lo haré, pero sí me marcharé porque ese momento ya ha llegado…- habló con algo de burla- ¡¡¡suerte mugiwara no Luffy y adiós!!!- gritó al momento de bajar de un salto de la nave, dándole la espalda todo el camino al navío, hasta perderse por la lejanía y selva…
[Doflamingo tenía razón era hora de pasar de ustedes] pensó al guardar sus katanas en su funda,
Después de todo no era tan malo, se dijo cuándo después de caminar unas tres horas vio una nave desembarcar, asi que se decidió a hablar con el capitán,
-¿Quién es el capitán?-le preguntó a un niño el cual, parecía tener apenas unos 12 años, era de piel nívea, unos ojos marrones y cabello corto rubio que estaba sentado en una roca.
-he ¿Qué hace una persona aquí?-preguntó el pequeño con una duce voz- pensamos que era un isla deshabitada- dijo simplemente bajando de la roca,
-verás, por eso necesito hablar con el capitán de esta nave- dijo señalando el barco tras ellos,
-ya entiendo quieres hablar con nuestra capitana-dijo con una sonrisa,
-a eso me refiero- soltó lo más tranquilo que pudo,
-bueno pero nuestra capitana es muy estricta ¿eh? -aviso el niño- ¿Cuál es su nombre?- le preguntó
-es de mala educación pedir el nombre sin dar antes el tuyo-respondió el espadachín
-oh lo lamento yo soy Shijima- dijo con una reverencia,
-mi nombre es Zoro Roronoa- contestó el mayor haciendo lo mismo que el niño,
-bueno hazme el favor de seguirme te llevaré con la capitana- habló con un tono alegre mientras caminaba hacia el barco,
Cuando llegaron a la embarcación subieron a la cubierta donde estaba sentada bajo la sombra una mujer peli roja con el cabello hasta la cintura, su piel era blanca y sus ojos negros, traía un vestido, negro el cual le llegaba arriba de la rodilla con unas botas largas y un moño en su cabeza deteniendo el cabello, tomando té…
-oh Shijima ¿quién es el joven?- habló la mujer con un tono calmado,
-capitana-sama el tiene algo que pedirle- soltó el niño en un tono respetuoso
-¿Qué necesita?- le preguntó al peli verde con una dulce sonrisa
-mi nombre es Zoro Roronoa ¿puedo preguntar el suyo?-
- yo soy Yui Shine, capitana de este barco, un gusto- respondió con una sonrisa
-podría preguntar su destino- dijo lo mas amable que podía
La mujer sólo le señaló una eternal pose que decía ´dessrosa´ para luego oírla –nosotros somos unos mercaderes en el negocio de la perfumería actualmente como puedes ver vamos con un cargamento a dessrosa- dijo tranquila.
-puedo ir con ustedes necesito llegar a esa isla- pidió tranquilo
-claro después de aquí nos iremos directamente, gracias a Sharon no tardaremos mas de 7 días en llegar- habló tranquila y al ver la cara del espadachín que decía no entiendo nada, le señaló la vaca marina que estaba tras de él -es ella- le comentó para que volteara y encontrarse con un enorme animal mitad vaca mitad pez de color blanco con unas manchas rosadas.
-que bien Zoro-kun podrás ir con nosotros- en ese momento notó las espadas por primera vez-capitana, es un espadachín- le dijo a la mujer un poco sorprendido, provocando la misma expresión en ella.
-¿Qué pasa?-pregunto un poco confundido,
-¿nos podría ayudar?- pidió la pelirroja-, siempre que vamos a dessrosa varios bandidos nos saquean, quiero que nos proteja, le pagare y lo dejare donde me diga en la isla- pidió la chica un poco sorprendida.
-solo me haré cargo hasta que me dejen en Dessrosa y no me hago cargo si alguien muere o algo así- previno el peli verde mientras suspiraba [creo que sería como pagarle por el viaje] pensó el moreno,
-claro,- aceptó la chica- Shijima diles que zarparemos, dos horas después del anochecer- ordenó la capitana -por favor sígame- a lo que el peli verde solo asintió en silencio y comenzó a seguirla atreves de la cubierta
Caminaron hacia los cuartos subiendo las escaleras hasta el segundo piso donde la pelirroja abrió la puerta dejando ver una pequeña sala con un gran ventanal de cristal,
-desde aquí puede ver toda la nave, no tardamos en zarpar, al rato Shijima le traerá la cena, con permiso- dijo saliendo de la habitación a paso tranquilo .
Cuando el moreno se quedó solo suspiró, era demasiado para un día, pero todo mejoraría, sólo tenía que cuidar ese navío hasta dessrosa, 7 días, sólo eso, sin más suspiró viendo a través del ventanal como todos comenzaban a subir al barco.
[Era lo mejor o alguien podría acabar mal] pensó para sí mientras veía el mar
=Otra vez solo= le respondió una voz en su cabeza
[Si lo mejor para Luffy y para todos] se dijo
=¿Por qué te preocupan?= Esa voz se hacía cada vez más molesta…
[Porque no sé qué está mal en mí, pude matar a Sanji o a Nami y no me importo no pude sentir nada ¿y si hubiera matado a alguien?] se dijo un poco alterado
=si no confiaban en ti, que importaba no todos te dejaron de lado, se olvidaron de todo lo que hiciste por ellos= le recordaba su cabeza
[Tal vez tienes razón, pero yo no quiero herirlos, solo por los buenos recuerdos, yo decidí seguir a mi ritmo y buscaré a esa persona me uniré a el y seré el mejor espadachín del mundo por mi cuenta] se dijo con orgullo y un poco de arrogancia
=entonces volvámonos fuertes con él y después de acabar con Taka no me Mihawk acabaremos con él también= le dijo esa tétrica voz
[No, no quiero acabar con la única una persona que creyó en mi en estos días] regañó a su mente…
Después de eso tuvieron que pasar unos minutos para que quedara profundamente dormido en el sofá, con la fortuna de estar en aguas tranquilas.
CONTINUARA…