-Adelante, si es importante será mejor que me lo digas-le respondió al verla tan seria.
-Bueno, quizá no sea tan importante pero quiero decirlo ahora que estoy más segura que nunca…-respiró profundamente antes de continuar-Te va a parecer muy extraño porque no hace mucho que te confesaste y te rechacé, simplemente quería disculparme por ello…
-Ni lo menciones-respondió rápidamente al notar algunas miradas en ellos-Hablamos de esto y de verdad es cosa del pasado. Entiendo que no pudieras corresponderme y no es necesario que te disculpes, las cosas no siempre pueden ser como lo planeas y lo único que hay que hacer es seguir adelante.…
-No me estás entendiendo-rio ligeramente-No quiero disculparme por rechazarte si no por lo tonta que fui al hacerlo-el número de espectadores había aumentado y eso lo ponía nervioso, sentía que ya antes había pasado por algo similar-En ese momento estaba cegada por lo que sentía por Isaac, creí que era la persona que más quería y que me correspondía, que estar con él era lo mejor que me había pasado y que estaríamos juntos sin importar que pasara… Pero ahora me doy cuenta de mis errores, no sé ni como pude pensar que existe alguien en este mundo que me quiera y me proteja más que tú. Desde que te conozco has estado conmigo cada que te necesito y te agradezco por ello.
Todos a su alrededor murmuraban cosas, la mayoría sobre lo tierna que esa declaración era y unos cuantos sin dar crédito a lo que escuchaban mientras David estaba pasmado sin saber que decir.
-Somos humanos y cometemos errores, la clave está en aceptarlos, asumir las consecuencias y enmendarlos… Por eso quería disculparme y aprovechar el momento para pedirte que me des otra oportunidad-la exclamación de sorpresa no se hizo esperar-Creo que si dejamos todo atrás y empezamos de cero las cosas pueden funcionar ¿No crees?-tomó su mano y lo miró fijamente.
No había respuesta, simplemente no podía terminar de procesar tanta información en tan poco tiempo. No quería rechazarla pues estaba consciente del daño que eso le haría considerando la situación por la que estaba pasando pero tampoco podía ni quería dejar de lado lo que había construido con Gabriel y simplemente no podía elegir entre su pareja y su amiga, no quería lastimar a ninguno.
Fernanda no sabía que hacer al sentir todas las miradas fijas en ellos, se estaba avergonzando y no escuchar nada de la boca de su amigo no le ayudaba. Se paró sobre las puntas de sus pies y le dio un pequeño beso en los labios para después salir corriendo hacia la salida de la escuela.
Y el chico sólo permanecía parado ahí como si nada hubiera pasado, viendo a un punto fijo sin siquiera parpadear.
-¡Qué esperas!-le animó un chico dándole una palmada en la espalda-¡Ve tras ella! Fue hacia la salida, si te apresuras la encontrarás antes de que salga.
Y fue lo que hizo, correr hacia la puerta sin entender porque lo hacía y sin mirar a su alrededor con un solo pensamiento rondando su mente: por más que la chica le gustara en el pasado y que deseara que un momento así se presentara ya no tenía sentido, ahora sólo una persona ocupaba sus pensamientos y no era ella, sino ese chico frío y callado que con él siempre era dulce y cariñoso por más que intentara evitarlo.
En cuanto estuvo fuera miró hacia todos lados en busca de la chica que parecía haber desaparecido sin dejar rastro. Corrió en dirección a la parada del transporte esperando encontrarla ahí o mínimo a alguien que supiera donde podía estar.
Llegó hasta ese lugar sin ningún resultado, ni la chica ni nadie conocido estaban allí. Caminó entonces hacia todos los lugares que creía la chica pudo ir pero en ninguno de ellos estaba; tras una hora optó por regresar a su casa y buscarla al día siguiente.
Y mientras tanto Gabriel descansaba tranquilamente sobre su cama terminando de planear lo que haría teniendo al chico en su casa, lo conocía lo suficiente para saber que a pesar de lo que dijo estaría ansioso y nervioso y quería encontrar algo para relajarlo, lo unico que quería era poder estar con él sin preocuparse por nada. Ese pensamiento rondaba su mente hasta que su celular comenzó a sonar distrayéndolo por completo.
-¿Qué pasa Valentina?-preguntó con desinterés esperando que la llamada no se prolongara por mucho tiempo.
-¿Esta vez si te enteraste o sigues en blanco?-preguntó alterada.
-¿Ahora qué pasó…?-rodó los ojos pues estaba seguro de que sin importar de que se tratara no estaría interesado.
-¡Fernanda le pidió a David una oportunidad para salir y lo besó después de eso!-le dijo sin poder controlarse.
Y una vez más su tranquilidad se acabó pero esta vez no era la preocupación por el chico la responsable sino sus celos. No daba crédito a lo que su amiga le contaba y no sabía qué hacer.
Llamar a su pareja le parecía algo sumamente inseguro y desconfiado pues creía en sus sentimientos y pensar en la posibilidad de que a pesar de ellos decidiera salir con la chica le parecía absurdo, sin mencionar que no estaba dispuesto a explicar el motivo de su llamada.
Escuchó la plática de Valentina para analizar la situación, intentando comprender que había pasado para afrontar lo que sucediera en cuanto él y su pareja se reunieran.
En cuanto terminó la llamada se dedicó a esperar lo que el otro chico tuviera por decir con su celular al lado y vagando por todas sus redes sociales para asegurarse de que pudieran estar en contacto por cualquier medio. Y por primera vez se arrepintió de hacerlo…
Al igual que cuando el chico se declaró a su amiga todos ya estaban enterados de lo que había pasado y había miles de publicaciones preguntando si en verdad empezaron a salir, cuando pensaban decirlo, pidiendo que aclararan los rumores porque así se habían enterado o bien felicitándolos o diciendo la buena pareja que hacían.
¿Sentía celos? ¡Como nunca antes! Y que no tuviera noticias del chico hacía crecer su inseguridad aunque no estaba dispuesto a mostrar un lado tan débil que estaba seguro de no poseer pero que cada vez se mostraba más real con cada mensaje que leía.
De pronto su celular sonó y tras dar un largo respiro para evitar actuar de manera desesperada contestó.
-¿Acabas de llegar? Estaba comenzando a preocuparme porque no recibí ningún mensaje tuyo diciendo que estabas aburrido o algo como lo que siempre mandas cuando estás en camino…
-Te quiero y lo sabes ¿Verdad?-preguntó sin dar tiempo a que terminara de hablar.
-No te cansas de decirlo ni yo de escucharlo-en su boca se dibujó una sonrisa de manera inconsciente-Sería muy tonto de mi parte no saberlo.
-En verdad no supe ni qué pasó, fui a recogerla como habíamos quedado y empezó a decirme muchas cosas que ni siquiera entendía…-dijo tan rápido como podía con la preocupación resaltando en su voz.
-Oye, oye…-fue su respuesta porque ya sabía que intentaba decir-Habla más lento que no puedo entenderte-continuó para tranquilizarlo y motivarlo a hablar.
-Lo lamento… Todo pasó tan rápido que ni siquiera me di cuenta en que momento sucedió-esta vez su voz reflejaba arrepentimiento y mucho culpa-Me gustaba mucho pero eso ya no importa más, fue ella quien me besó y no entendía que pasó. Por favor, no vayas a malinterpretarlo.
-Necesitas tranquilizarte, no empieces a sacar conclusiones sin siquiera saber lo que tengo por decir.
-Perdóname, si no me hubiera tomado por sorpresa todo lo que dijo la habría detenido y esto no habría pasado. Sabes que lo que sentía por ella es sólo un recuerdo y que en este momento no hay nadie más importante para mí que tú. Si pudiera retroceder el tiempo y evitar esto lo haría.
-Escúchame-le pidió el más alto subiendo ligeramente la voz para que el otro prestara atención-Lo que pasó no es culpa tuya-su voz regresó a su volumen normal-Sé de sobra lo que sientes por mí y no hay manera de que algo como eso me afecte. No te preocupes por ello, todo será cuestión de aclarar la situación.
-Ese es el principal problema, no quiero rechazarla así como así por lo que le ha pasado en estos días pero tampoco puedo ignorar lo que siento por ti… No sé qué hacer, por eso me preocupa tanto lo que está pasando.
No sabía que responder, entendía que el más bajo no quisiera que la chica saliera lastimada pero tampoco estaba dispuesto a terminar con lo que tenían y fingir que todo estaba bien o a “defender lo que es suyo” haciendo pública su relación y mucho menos quería ver a su pareja en problemas.
-Algo se nos ocurrirá, todo tiene solución y sólo necesitamos encontrarla-después de unos minutos encontró la mejor respuesta, hubiese preferido tenerlo cerca para abrazarlo y tranquilizarlo pero mostrarle su apoyo es lo único que podía hacer en ese momento.
-Voy a solucionar esto tan pronto como pueda, algo se me ocurrirá-fue lo último que el chico dijo una vez se sintió más confiado.
Al día siguiente Gabriel llegó temprano a su primera clase y se sentó cerca del aula pero apartado de sus compañeros de clase a esperar a su pareja, después de haberle aclarado que no se sentía traicionado ni nada parecido por lo que pasó con Fernanda no había recibido más noticias suyas y se sentía inquieto por ello.
La impaciencia lo tenía en un estado de estrés que se disipó una vez lo vio llegar, lamentablemente su estrés se convirtió en celos al darse cuenta de cómo y con quién llegó.
-Voy a buscar a Emilio, no me tardó-soltó la mano de la chica quien sólo asintió ligeramente sonrojada cuando todos los vieron.
-Cumples con tus promesas, eso me alegra-fue lo primero que salió de sus labios en cuanto David se acercó-Era la solución más obvia y viable, eres muy inteligente-intentó parecer calmado e indiferente como de costumbre pero era evidente que lo que vio no le resultó nada agradable.
-¿Ahora quién está sacando conclusiones apresuradas?-rio ligeramente antes de continuar-No quiero lastimarla y sé que lo entiendes por eso estoy haciendo esto-el más alto iba a intervenir pero lo evitó-Sé que no le gusta apresurar las relaciones, si me comporto excesivamente cariñoso con ella no lo va a soportar y terminará conmigo. Si es ella quien lo decide no tendrá razones para salir herida y nosotros podemos seguir juntos.
-Tu lógica me impresiona-le respondió en tono de burla-¿Qué se supone que haga mientras tanto? ¿Esperar hasta que se canse?-no quería parecer afectado pero sus impulsos ganaban a la razón, no quería ni imaginar lo que sucedería en ese tiempo.
-No seas bobo, tú y yo seguiremos igual que siempre… Para todos seremos simples amigos y estaremos juntos en la biblioteca o el invernadero o el parque de siempre… No va a resistir mucho, una o dos semanas y habremos terminado, confía en mí.
-No entiendo por qué te hago caso…-suspiró profundamente-Pero está bien, si hemos podido ser discretos todo este tiempo un par de semanas es cosa de niños. Y ahora vete que “tu novia” debe estar buscándote.
-Una última cosa… Nuestro fin de semana tendrá que esperar, con todo lo que pasó ayer no avisé que estaría fuera ni prepararé algo. Te prometo que esta será la única vez, en cuanto todo pase podemos planearlo de nuevo.
-No hay problema, tampoco tenía todo listo. Había unas cuantas cosas pendientes así que tendré tiempo para prepararlas todas. Ahora apresúrate que ya están entrando y parece que está ansiosa porque vayas con ella.
-¿Y tú? No me digas que llegaste temprano para quedarte ahí sentado.
-Quería…-dudó por unos segundos-Un lugar tranquilo para leer, mi casa no lo es y esta era mi segunda opción-el otro chico rio y sin decir más entró a su clase.
Estaba mintiendo, la única razón que tenía para estar ahí temprano era él; quería verlo y hablar con él, demostrarle todo lo que con palabras no había podido hacer el día anterior y probablemente lo habría hecho de no ser por lo que tenía en mente David.
No quiso quedarse ahí y empezó a caminar por la escuela. Aunque no lo admitiera la solución que su pareja había elegido le molestaba, no quería que los abrazos, los besos, los mensajes en todo momento y las sonrisas que tenía el chico fueran para alguien más.
Pero no tenía otra opción, si eso era lo que consideraba la mejor solución lo apoyaría aún si eso significaba tener que “compartirlo” por un tiempo, además, entre regresar a lo que tenían antes y esto no necesitaba pensarlo mucho para decidir.
Fue hasta el invernadero y se dedicó a pasar el tiempo ahí, si entrar a clases nunca fue su prioridad el que ahora su única razón para entrar tuviera “asuntos”más importantes que tratar le desanimaba aún más.
Y David no se encontraba precisamente feliz con la situación, era extraño pasar las clases al lado de Fernanda y no con su pareja y más aún con la mirada de todos clavada en ellos esperando que aclararan si todo lo que sabían era cierto.
No tenía intenciones de hacer algo así, suficiente había hecho la chica respondiendo publicaciones en Facebook y llegando a la escuela tomando su mano como para responder a las incesantes preguntas que le hacían.
Y por si eso no bastara su pareja no aparecía en ninguna clase, sabía de sobra que al chico no le gustaba pasar mucho tiempo dentro de un salón pero se había acostumbrado tanto a tenerlo cerca durante todo el día que sentía un vacío al voltear y no encontrarse con la mirada de su pareja.
Aprovechó un momento en que Fernanda se encontró con unas amigas de otro grupo para alejarse un poco y escribirle a quien no dejaba sus pensamientos siendo interrumpido en la espera por una respuesta por la voz de la chica quien quería presentarles apropiadamente a su novio.
En cuanto recibió el mensaje una sonrisa se dibujó en sus labios, de alguna manera ese chico había conseguido ser lo suficientemente importante para poder cambiar su estado de ánimo con simples palabras.
“Me aburro como no tienes idea… Además están peor que cuando me rechazó, no dejan de preguntar como decidimos salir juntos y felicitarnos y esas cosas. Que me vieran con lástima era menos molesto” Eso decía el mensaje.
-No eres el único que se aburre, si no hubieras irrumpido en mi mundo estaría más que feliz estando aquí-dio un largo suspiro-¿Pero qué quieres que haga? Sentarme a tu lado viendo cómo te sonríe y todos dicen lo buena pareja que son no es precisamente mi idea de un buen día…-redactó una respuesta rápida conteniendo sus ganas de atraerlo hasta donde estaba.
“¿Por qué crees que no entro? Siempre es lo mismo con ellos y las clases son tan aburridas que es una verdadera molestia estar ahí… Deberías pasar menos tiempo encerrado, es mucho más divertido”.
No recibió respuesta y eso le preocupaba, por lo general el chico no tardaba más de dos minutos en responder y tras más de diez le parecía extraño, pero no quería regresar y descubrir que el motivo de su ausencia fuera su amiga.
La chica nunca había sido totalmente de su agrado, era demasiado encimosa para su gusto, pero podía aceptar su presencia y una que otra conversación corta pero en ese preciso momento lo que menos quería era verla.
Mientras tanto el más bajo no se había despegado de “su novia”, quería acabar lo más pronto posible con toda esa farsa y poder continuar con quien en verdad amaba sin tener de que preocuparse. Hasta ahora todo iba bien, la chica simplemente no podía con tantos besos y abrazos y se sentía tan avergonzada que en cuanto su última clase terminó salió del salón tan rápido como pudo sin decir nada.
-Te estoy esperando-le dijo al más alto apenas contestó la llamada-No tengo ganas de quedarme aquí ¿En dónde te veo?
-¿No vas a ir con tu novia?-le preguntó para molestarlo pero en el fondo alegre porque no seguía con ella.
-Te dije que sería fácil abrumarla... Fue tanto que cuando terminó la clase salió corriendo sin decir nada. Pero ya dime donde estás-pidió casi como suplica-Sólo te vi en la mañana, te extraño.
-Eres un chantajista... Estoy en el invernadero, te esperaré pero no tardes-respondió antes de guardar nuevamente su celular feliz porque el chico siguiera pensando sólo en él a pesar de la situación aunque un poco molesto pues suponía que había hecho para abrumar a Fernanda.
En cuanto llegó corrió hasta su pareja y lo abrazó con fuerza, no mentía al decir que lo extrañó y en ese momento sólo quería estar tan cerca de él como le fuera posible.
-No es para tanto-dijo Gabriel correspondiendo el abrazo-Si así reaccionas por una horas no imagino como será el lunes que termina el fin de semana...
-Eso es diferente-sin soltarlo lo miró a los ojos-Estoy acostumbrado a no verte todo ese tiempo pero no poder estar contigo teniendote tan cerca es frustrante...-sin pensarlo mucho lo besó suavemente en los labios.
-No deberías quejarte tanto, imagino que "tu novia" no te dejó solo y te llenó de todos los besos y abrazos que necesitabas-una vez más los celos disimulados aparecieron.
-No voy a negar eso... Pero los únicos besos y abrazos que me interesan son los tuyos-se aferró con más fuerza a su cuerpo-Eres a quien quiero así que no tienes más opción que soportarlo-lo besó repetidas veces sin querer detenerse.
-Y qué pasaría si no quisiera soportarlo?-David lo miró sorprendido-No quiero soportarlo, yo prefiero disfrutarlo-lo tomó de las mejillas y lo besó con todas sus ganas demostrando la falta que le hizo-Que me quieras no me parece un castigo o algo que deba soportar, me gusta recibir tu cariño pero me gusta más ser capaz de corresponderlo tal como tú-lo besó nuevamente pero más lento y profundo.
-Te quiero Gabriel...-susurró tras separarse intentando recuperar el aliento perdido-Terminaré con esto lo más rápido posible ¿Sí?-tomó su mano y le dio un suave beso en los labios.
-Sí, ya lo sé...-lo atrajo hacia él y lo abrazó con ternura-Confío en tí, sé que hablas en serio...-susurró a su oído y lo besó suavemente en la mejilla.
-¿Podemos... Quedarnos así un poco más?-preguntó al sentir que su pareja iba a separarse-Sólo serán unos minutos, por favor...
-Ya no digas nada-dijo riendo ligeramente, pensando que lo único que quisiera decirle es que con él podría pasar así todo el tiempo del mundo.
Tenía sentimientos encontrados, por una parte quería pedirle que dejara a la chica en ese instante y que sólo estuviera para él pero por otra quería que el chico se sintiera tranquilo e hiciera las cosas de la manera en que tenía pensado sin preocuparse por nada.
Y de esa manera no le quedó más que sobrevivir a la situación y actuar de manera tranquila esperando que tal como lo decía el más bajo todo se solucionara pronto.