La temporada de exámenes estaba llegando a la recta final, sólo faltaban unos cuantos y la tranquilidad podría volver para todos. Sin embargo, David era el único que no se alegraba por ello.
Si bien quería tener que dejar de preocuparse por tanto trabajo acumulado el saber que pronto se enfrentaría a su destino seguía causándole estrés, ni siquiera creía poder realizar de manera correcta el examen de ese día a pesar de haber estudiado todo cuanto pudo.
En cuanto el examen concluyó salió del salón tan rápido como le fue posible y grande fue su sorpresa al encontrar sentado justo fuera a Gabriel. Él simplemente sacudió la mano para atraer su atención y esperó a su compañero.
-No creí que vinieras...-fue lo que atinó a decir pues no daba crédito a lo que veía-Como sólo teníamos este examen y vamos a revisar el de química pensé que te quedarías en casa.
-Eso pensaba hacer pero estaba aburrido, simplemente quería ver que tal fue, por lo visto algunos fracasaron en esto...-dio una pequeña mirada a el pequeño grupo que también había terminado-¿Y a ti, cómo te fue?
-Pudo ser peor-le respondió mientras tomaba asiento a su lado y se apoyaba su espalda sobre él para descansar-Estaba nervioso pero cuando empecé a hacerlo me sentí más confiado-sonrió satisfecho por el trabajo que había realizado.
-¿Y debo imaginar que estabas nervioso por el examen o por el otro asunto?-continuó interrogándole intentando no sonar interesado en el tema.
-¡No empieces con eso!-le pidió con fingida molestia-Sabes que es por lo otro... Los exámenes por lo general no me ponen nervioso, lo que me preocupa en este momento es como vaya a reaccionar cuando se lo diga. Nos llevamos muy bien y hay quienes creen que estamos saliendo y quienes aseguran que le gusto pero no me sentiré tranquilo hasta saber que piensa ella.
-Te preocupas demasiado-el más alto se giró provocando que el otro se levantara y dirigiera su mirada hacia él-Sólo va a pasar lo que tenga que pasar, Si lo suyo no es estar juntos nada pasará-le dijo y al notar cierta decepción decidió intentar corregirlo-Y si su relación tiene futuro no habrá nada que pueda detenerlos, sólo ve y dile lo que sientes.
-Ya se, ya se… ¡Pero me preocupa lo que pueda pasar! Puede que simplemente me esté inventando situaciones e ideas equivocadas de la realidad pero ¡Arg!-dijo casi gritando de desesperación mientras se apoyaba en el pecho del más alto aprovechando que ahora se encontraban de frente-Odio parecer chiquilla enamorada…
-¿Y si lo odias por qué no dejas de hacerlo?-le preguntó tomándolo suavemente por el mentón para verlo a los ojos-Poniendote nervioso con sólo mencionar el tema y pensando en que pasará si te rechaza no ayuda mucho a que no lo parezcas…-lo soltó mientras reía ligeramente y sacudía su cabello.
La conversación siguió en torno al mismo tema durante unos minutos hasta que el resto del grupo, incluido Emilio, concluyó el examen y partió rumbo a su siguiente clase.
-No pienso entrar si ni siquiera presenté el examen, será raro estar ahí y más si pregunta que hago. Te esperaré aquí y no pidas más-fue la respuesta que dio Gabriel ante la petición de participar en la revisión del examen.
-Eres demasiado flojo ¿Sabes? Nada te cuesta entrar, ni siquiera tenemos que estar las dos horas… ¡Haz lo que quieras! No tardaré mucho en salir de todos modos-concluyó sabiendo que nada de lo que dijera lo persuadiría para entrar.
-¿No parecen pareja discutiendo de esa manera?-preguntó Brenda quien no había dejado de observarlos desde que los encontró charlando en el pasillo.
-Son pareja, todos lo saben pero fingen demencia…-respondió Angélica con la misma emoción mientras Araceli la empujaba para conseguir que entrara al aula y dejara de imaginar historias.
Tal como David lo dijo, el tiempo que pasó dentro no fue mucho y en menos de cuarenta y cinco minutos se encontraba al lado de Gabriel con la conversación anterior.
-Te dije que no tardaría, nada te costaba entrar en vez de estar aquí perdiendo el tiempo-lo miró de frente-Y no me vengas con que estabas leyendo porque volteé en varias ocasiones hacia acá y ni por error sacaste tu libro…-intentaba reprenderlo hasta que una voz bastante conocida llegó a sus oídos.
-¡Mátame, por favor!-Andrea se tiró a sus brazos fingiendo que lloraba-No voy a pasar mate ni química y probablemente biología tampoco. Si no paso los siguientes periodos me voy a ir a extra y no voy a conseguir un buen grupo el próximo año y me voy a quedar otro más por los extras…
-¿Por qué siempre parece que intentas matarme? Que lo hagas no te ayudará a pasar, deberías ponerte a estudiar en vez de dramatizar lo que te pasa…-decía mientras observaba que el más alto parecía extrañado y su amiga intentaba recordarle lo que habían acordado de manera discreta-Por cierto, te presento a Gabriel-la separó de él para mostrarle al mencionado-Ella es Andrea, parece que está loca y así es pero cuando te acostumbras no es tan malo.
-¡Que pena! Yo armando mi drama y no me dices que hay alguien más-le dio un codazo en las costillas simulando que se sentía avergonzada-No siempre soy así, simplemente me gusta molestar a David y por eso lo hice-se acercó al más alto y le sonrió-Lo conocí en el curso para entrar a la prepa y me cayó súper bien, desde ese momento le hago bullying pero así me ama…
Y sin saber como, de un momento a otro, se encontraba parado ahí viendo la plática tan amena que habían establecido sus dos amigos. Realmente no sabía que hacer, sentía que si intervenía la conversación no seguiría su curso y no quería hacerlo pues era difícil ver a Gabriel conversando con alguien de manera tan natural y por otra parte se sentía extraño sólo mirándolos.
-Lo quiero mucho-dijo de repente su amiga-Es un chico grandioso ¿Verdad?-y sin más lo abrazó fuertemente-Se merece a alguien que lo cuide y lo quiera tanto como él puede hacerlo ¡Hasta un premio deberían darle por ser como es!-lo besó suavemente en la mejilla-Pero tengo que dejarlos chicos, si llego tarde no me dejan presentar examen ¡Los veo otro día!-sacudió su mano y se alejó del lugar.
-Es un poco extraña ¿No?-el más alto habló atrayendo la atención de su amigo-Entiendo que tengan tiempo de conocerse y que te tenga un gran aprecio pero abrazarte de esa manera me parece excesivo, aunque parece ser la clase de chica que no se contiene y se deja llevar por sus emociones.
-Es así desde que la conozco, habían pasado sólo un par de días desde el comienzo del curso y ya me contaba lo que le había pasado el día anterior, si discutió con sus amigas… ¡Es todo un caso! Pero la quiero mucho.
-Y ella a ti por lo visto, aunque no entiendo porqué no la había visto ni la presentaste antes si tú y Valentina se empeñan en presentarme a todo el mundo.
-No tiene horas libres y se la pasa de un lado a otro entre las clases y las materias que está recursando, además, no te la presenté antes porque nunca estabas cuando ella venía a verme… ¡Y no es cierto que quiera presentarte a todo el mundo! Me cuesta mucho convencerte de cualquier cosa y presentarte gente no es la excepción, salvo Andrea no recuerdo haberte presentado a alguien.
-Como digas, pero al paso que van alguno de ustedes dos va a intentar conseguirme novia-rio a manera de burla mientras comenzaba a caminar hacia la salida de la escuela. El más bajo iba a reclamar cuando un nudo se formó en su garganta sin poder entender la razón, por lo que se limitó a seguirlo en silencio lo cual no pasó desapercibido para el otro aunque prefirió no preguntar.
No entendía muy bien porqué pero las palabras de su amigo lo habían desconcertado; no era la clase de persona que hace ese tipo de cosas, aunque estuviera ayudando a Andrea para acercarse a él, pero no se sentía ofendido o incómodo por la insinuación sino simplemente algo hubo en sus palabras que no lo dejaba tranquilo…
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¡El día tan ansiado llegó! Los exámenes acabaron, todos comenzaban a dormir las horas necesarias, el estrés se terminó y todo era como de costumbre.
Las clases pasaron bastante rápido considerando lo que acababa de acontecer y la mayoría se disponía a regresar a casa, algunos más iban en busca de sus amigos de otros grupos y otros tantos, aunque eran pocos, deambulaban por los alrededores del salón donde tuvieron su última clase.
-¿Seguro que no quieres que te espere?-preguntaba Emilio a su amigo con diversión-Podrías necesitar quien te ayude a regresar a casa cuando estés ebrio…
-Gracias, pero voy a rechazar tu oferta por esta vez-le respondió un tanto molesto pues estaba nervioso y él no hacía más que empeorar las cosas-No voy a necesitarlo así que no te preocupes. Su amigo rio sonoramente y sacudiendo la mano dejó el lugar.
-No le hagas caso ¿Sí?-sintió la mano de Gabriel apoyada en su hombro-Ya sabes que le encanta molestar pero todo saldrá bien… Y si no, conozco varios buenos libros que te ayudarán a no pensar en eso-le sonrió con sinceridad y se despidió de él deseándole suerte.
David no perdió más el tiempo y apenas vio a Fernanda sola se acercó a ella.
-¡Hola David! Pensé que ya te habías ido, como tiene rato que salimos…-le dijo extrañada de que siguiera ahí-¿Todavía te vas a quedar o ya regresas?
-Me iba a ir desde hace rato pero antes quería hablar contigo-le respondió con toda la confianza que podía sorprendiéndola por la declaración.
-Claro… Voy un poco tarde para un compromiso pero puedo esperar unos minutos más, dime que pasa-podía notarse en su voz que estaba confundida.
Sin saber como ya habían llamado la atención de varios de sus compañeros de clase que aún se encontraban cerca y todos los miraban expectantes, provocando que su confianza comenzara a disminuir a medida que sus nervios aumentaban.
-Ya sabes que desde que nos conocimos nos entendimos muy bien y que tenemos muchas cosas en común y que disfruto muchísimo el tiempo que pasamos juntos ¿Verdad?
-¡Por supuesto! Me llevo muy bien con varios chicos y es algo que sabes a la perfección, además de que eres una de las personas a quien más aprecio y me encanta estar a tu lado, eres alguien sumamente importante para mí-lo miró dudosa esperando la continuación de aquella conversación.
-Seguramente ya te diste cuenta o comenzaste a sospechar algo así que no me sorprendería que esto fuera algo sobrado pero para mí es muy importante decirlo…-el silencio se hizo presente, toda la atención centrada en él y la mirada atenta de la chica sólo conseguían incomodarlo pero estaba decidido y no se retractaría después de haber llegado hasta ese punto-Me gustas Fernanda, ha sido así desde hace mucho y no me iba a quedar tranquilo si no te lo decía…-se escucharon varios murmullos a su alrededor mientras todos, incluidos la aludida, lo miraban sin poder hablar-¡Y bueno! Hablando de todo esto me gustaría saber si quieres ser mi novia-el murmullo aumentó y la confusión por parte de la más baja sobresalió con el suspiro ahogado que salió de sus labios-No quiero presionarte ni nada parecido, es repentina mi pregunta y entiendo si necesitas tiempo para pensarlo y…
-David…-la voz de la chica hizo eco en el lugar obligando al resto a guardar silencio-Me siento muy halagada por tus palabras y quizá no lo creas pero esto no me lo esperaba… Te quiero como no te imaginas, de verdad, y sinceramente en estos momentos no puedo imaginar como sería mi vida si no te hubiera conocido-el chico la miró atento esperando recibir una respuesta afirmativa a su petición-Te quiero mucho…-hubo una gran cantidad de sonidos que demostraban lo tierno que eso se escuchaba-Y precisamente por eso voy a ser sincera contigo por más doloroso que sea para ambos…-nuevamente el silencio reinó y todos estaban atónitos-Estoy saliendo con Isaac, no había tenido la oportunidad de decírtelo pero esa es la verdad. Llevo bastante tiempo enamorada de él y nuestra relación va de maravilla, no podría dejarlo por ti y es mejor que lo sepas. Lamento mucho si esto te lastima pero…-intentaba terminar la oración sin conseguirlo-Perdón, tengo que irme-dio una rápida mirada a quienes los rodeaban y se alejó del lugar lo más rápido posible.
El murmullo no se hizo esperar y todos miraban a David, algunos con tristeza, compadeciéndose de su situación, otros más lo veían sorprendidos e intentando disimularlo y el resto simplemente le daba la espalda fingiendo que no habían visto nada aun hablando de lo que pasó.
No soportó más ese ambiente tan denso y con paso tranquilo y sin mostrar su sentir caminó hacia la salida ignorando las miradas que aún le dedicaban y los susurros que las acompañaban.
Se sentía mal, más que nunca en su vida. No le molestaba haber sido rechazado, ni siquiera saber la razón por la cual no podían corresponderle; lo que realmente lo tenía tan mal era la cantidad de gente que estaba presente y como todos lo miraban. No quería que lo compadecieran o que se burlaran de él pues si se había confesado era sólo porque quería que la chica supiera como se sentía.
Tan pronto llegó a casa se encerró en su recámara sin dar explicaciones y se tiró sobre la cama mirando al techo, no tenía intenciones de hablar con nadie y no daría señales de vida por lo menos hasta que estuviera más tranquilo.
Y mientras tanto Gabriel esperaba que su amigo le llamara o escribiera para contarle lo que había ocurrido tras dejarlo sólo. Miraba constantemente su celular esperando recibir noticias y nada ocurrió hasta que vio la pantalla resplandecer y tomó el aparato rápidamente. Resultó no ser quien esperaba pero contestó la llamada sin muchas ganas.
-Hola Valentina, ha pasado tiempo desde la última vez que me llamaste-dijo intentando parecer interesado en lo que tuviera por decir.
-¿Ya hablaste con David?-fue lo primero que salió de sus labios sin pensarlo mucho-Últimamente ustedes son inseparables así que supongo que serías el primero a quien llame.
-No he hablado con él ¿Pasó algo?
-¿¡Qué clase de pregunta es esa!? ¡Eres a quien le cuenta todo y no te enteras de esto…! Se le declaró a Fernanda y no le fue muy bien que digamos…-la chica le contó con lujo de detalle lo que había sucedido pues ella estuvo presente en el momento en que todo pasó y realmente estaba preocupada por el chico-Habla con él en cuanto puedas ¿Sí? Estoy segura de que lo necesita-sin más cortó la comunicación.
No podía creerlo así que entró a Facebook pues si en algún lugar podía encontrar información sobre el tema era ahí. Y efectivamente, ya varias personas en su lista de contactos le habían enviado mensajes para preguntar si sabía algo, incluso de conocidos de otros grupos que de alguna manera se enteraron. Ignoró por completo aquello y se debatía sobre la decisión que debía tomar, el chico le preocupaba aunque lo disimulara pero presentía que si no se había comunicado seguramente era porque no tenía ánimos para hablar sobre ello.
Cuando por fin estuvo seguro sobre lo que debía hacer tomó el teléfono y antes de poder marcar el número recibió una llamada.
-¡Gabriel!- era la voz de su amigo y sonaba igual que siempre-Dime que ya pasaste del capítulo ocho porque me muero de ganas de hablar con alguien sobre eso…
-Por supuesto que ya, justo estaba por empezar el nueve cuando llamaste-fue la respuesta que le dio intentando controlar sus ganas de confirmar los rumores sobre su declaración-¿Qué tal? ¿No te dije que este libro iba a cambiar tu vida?
-¡No creí que fuera tan literal! Es lo mejor que he leído en muchísimo tiempo, te lo juro…
Y así la conversación se extendió durante una hora en la que no hicieron más que hablar de lo mismo hasta que las palabras se habían terminado y no había más por decir.
-Me alegra escucharte así de animado-dijo el más alto con una sonrisa al ver que esta vez su amigo no se dejó llevar por la emoción del momento-Tienes que terminar el siguiente capítulo o cuando menos llegar a la mitad porque si no voy a arruinar toda tu lectura…
-¡Sí! Ya se que te encanta darme motivaciones para seguir pero no es necesario ser tan cruel ¿Sabes?-su tono de voz cambió a uno más bajo y pausado.
-Bueno, bueno… Entiendo que acabas de tener una semana pesada así que si quieres descansar no hay problema, sólo dilo y te daré un respiro-le respondió al notar el cambio tan drástico.
-Estaré bien, tuve un fin de semana para reponerme y tengo mucha curiosidad por ver como continua.
-Tómalo con calma de cualquier manera, mañana hablaremos de todo lo que quieras, hasta un resumen de lo que ha pasado hasta hora si es necesario. Descansa y recuerda que no es el fin del mundo…-escuchó como la voz del otro lado de la línea se cortaba levemente-No seguir mi ritmo de lectura no te va a matar ¿De acuerdo?-concluyó tras confirmar lo que todos decían-Puedes sobrevivir sin seguirme.
-Nos vemos mañana entonces-recibió como respuesta y juraría que sintió al chico sonreír antes de cortar la comunicación.
-Así que los rumores son ciertos y no te has hecho más fuerte-suspiró con el aparato aún entre sus manos-Eres todo un caso…-rio ligeramente apoyando su frente en la palma de su mano.
Al día siguiente cuando llegó a la escuela pudo notar a David sentado apartado del grupo con un libro entre las manos y solo, mientras Emilio se encontraba hablando con otras personas lejos de él. Supuso de inmediato que habían discutido a causa de las burlas que recibió por parte del otro chico y que por eso cada uno estaba por su lado. Simplemente se acercó a su amigo y se sentó a su lado.
-Hola-le sonrió cuando se percató de su llegada-No creí que llegarías tan temprano, no has entrado ni una vez a esta clase ¿Piensas hacerlo hoy o simplemente tenías flojera de estar en casa?
-Un poco de ambas, tenía flojera de quedarme en casa una hora más y me da curiosidad ver que hacen mientras yo duermo o vago por ahí-le respondió sin querer dar más explicaciones-¿En serio leíste hasta el nueve?
-Me faltan unas cuantas hojas para terminarlo, te dije que tenía muchas ganas de continuar…-en ese momento Fernanda pasó frente a ellos y simplemente sacudió la mano para saludarlos con una expresión de incomodidad reflejada en su rostros, provocando una sonrisa sincera pero triste por parte del más bajo y también su silencio absoluto.
Gabriel no quiso hacer ningún comentario, por la expresión que hizo era más que evidente que aunque fingía estar bien la situación lo había afectado
-Me rechazó…-fue lo que salió de sus labios tras algunos minutos-Frente a la mitad del salón y un montón de desconocidos, quizá en unas horas media escuela sepa lo que ocurrió y ahora ni siquiera me saluda normalmente… Todo resultó genial ¿No es cierto?-suspiró sarcásticamente y miró hacia el suelo.
-¿Y qué piensas hacer?-el más alto dirigió su vista hacia él y sólo pudo notar confusión-Te rechazó y todo mundo lo sabe ¿Y?
-Me rechazó porque está saliendo con alguien y por si fuera poco es el candidato más obvio y me dejó muy claro que no va a dejarlo, realmente no creo que haya mucho que hacer.
-Las relaciones nunca duran para siempre-le dijo intentando animarlo-En menos de lo que esperas ellos pueden terminar y si te mantienes a su lado y le demuestras que puede confiar en ti sin importar lo que pase puede verte como su primera opción. Y si no que más da, hay cosas más importantes que sufrir por desamor-lo miró seriamente y después le sonrió sacudiendo su cabello-Tenerme para recomendarte un nuevo libro cada que termines alguno y darte el tiempo de avanzar antes de que nos veamos es una de ellas ¿No crees?-se dedicaron una última sonrisa antes de entrar a su clase.
Sin darse cuenta había subido el ánimo de su amigo de una forma inesperada y el volver a ver su sonrisa le había alegrado también; a pesar del poco tiempo que tenían siendo tan cercanos le había tomado gran aprecio como a muy pocas personas y saber que, por mínimo que fuera, él podía ayudarlo lo hacía sentir bien.
Por su parte, David no dejaba de pensar en las palabras de su amigo. Sabía que eso no iba a solucionar nada ni haría que Fernanda se enamorara de él pero saber que había alguien dispuesto a acompañarlo en ese mal momento, porque no lo dijo literalmente pero sabía que era la forma en que el más alto le decía que puede contar con él, lo hacía sentirse aliviado.