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Not Intended por MrsBatido

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Notas del capitulo:

Annyeooong, aquí la señorita beta :3 ¡Vengo 11 minutos tarde! Peeeero...más vale tarde que nunca(?). Que disfruteis del cap. <3

Por problemas técnicos esta tarde no tenía la segunda parte....Mianhe~~ Siento mucho las molestias ;; pero ahora sí que podéis saber qué hacía Baek en el bar e.é

Capítulo 29: Promiscuo

 

Una de las cosas que molestaba a Baekhyun era el hecho de que no podía encontrar dónde había escondido Chanyeol las llaves del coche sin importar cuánto se esforzara. Sabía que podía hackear el coche si realmente tuviera que hacerlo, pero eso significaba demasiado esfuerzo, cosa que Baekhyun no estaba dispuesto hacer. Era más fácil usar las llaves legítimas en vez de cortar y conectar cables.

 

 

 

En su mente, todas las formas de vida eran inteligentes. Como último recurso, Baekhyun llamó a Nugget y le pidió a su terco cachorro que las encontrara. Nugget se alejó trotando y Baekhyun no pudo evitar sentir una pequeña esperanza al ver al diminuto cachorro irse patosamente a un lugar desconocido. Pero por más raro que parezca, Nugget volvió con las llaves colgando en su boca en cinco minutos, sorprendiendo a Baekhyun y ganándose una galleta.

 

 

 

Mientras Baekhyun se miraba en el espejo, inclinó su cabeza hacia su propio reflejo. Intentó descubrir qué estaba mal y cuando vio los problemas en su pelo, rápidamente los arregló. Posicionando sus dedos sobre la parte superior de sus vaqueros ajustados, tiró de ellos un poco más hacia arriba, asegurándose de que se ajustaran perfectamente e hicieran que sus muslos lucieran bien. Luego arregló el cuello de su camisa antes de hacerlo con su oscura chaqueta.

 

 

 

Cuando salió de su habitación, tuvo que hacerlo muy en silencio, con las llaves del SUV negro fuertemente agarradas en su mano. Salió por el pasillo y pegó su cabeza hacia la sala principal, miró a su alrededor y vio que no había nadie excepto el hecho de que una olla exprés estaba encendida. Echando un vistazo hacia la puerta trasera, Baekhyun vio a Kyungsoo con Kai, mientras que Sehun estaba separado con sus pies colgando por el borde de la hamaca.

 

 

 

Justo cuando iba a girarse e irse, el teléfono sonó, destrozando el silencio de la casa. Baekhyun suspiró e hizo una mueca mientras se giraba para coger el teléfono. Dudó por un momento, pensando en que podría ser Chanyeol, pero luego se dio cuenta de que no importaba. Siempre podía colgar.

 

 

 

Antes de pudiera incluso saludar a la persona en la otra línea, fue bombardeado con “holas” y “¿Chanyeol?”. Reconociendo la voz, Baekhyun toqueteó con su dedo el borde de la encimera mientras se inclinaba sobre ella.

 

 

 

—Hola, Kris. —Articulódespués de dejar de oír ruidos al otro lado—. Chanyeol no está aquí.

 

 

 

Hubo una pausa por un momento, cosa que Baekhyun supuso que era porque Kris estaba mirando al teléfono para ver si había marcado el número correcto. —Oh, ya veo. Hey —dijo Kris, cambiando el tono de su voz.

 

 

 

Si Kris fuera Chanyeol y si él fuera en quien Baekhyun tenía interés, habría sonreído divertido por el intento de ser sexy por teléfono, pero Baekhyun no lo hizo. Necesitaba salir de la casa y Kris le estaba obstruyendo de hacerlo.

 

 

 

—¿Necesitas algo? —preguntó Baekhyun, intentando ser bueno con el amigo y socio de Chanyeol.

 

 

 

—En realidad llamaba a Chanyeol por algunos papeles, pero ya que eres tú quien lo ha cogido...

 

 

 

—En realidad, yo iba a irme. —Interrumpió rápidamente Baekhyun, intentando evitar una conversación larga.

 

 

 

—Oh. Eso es malo. Tal vez intente ganarme tu servicio más tarde —murmuró Kris—. De todas formas, ¿dónde está Chanyeol ahora mismo?

 

 

 

—Dijo que iba a visitar a sus padres.

 

 

 

—¿Padres? —Repitió Kris—. ¿Por qué?

 

 

 

—No lo sé —masculló Baekhyun—. Prueba a llamarle al móvil porque me tengo que ir.

 

 

 

—Espera, Baek...

 

 

 

Sin pensárselo mucho, Baekhyun terminó la llamada y puso estrepitosamente de nuevo el teléfono en su lugar. Luego caminó hacia la puerta frontal, dándole vueltas a las llaves del coche mientras tarareaba una canción de la película Burlesque.

 

 

 

 

 

 

 

Verse con sus padres solo le tomó un día. Explicarles la situación no tomó ni tres horas. Sus padres estaban obviamente contentos y felices porque su hijo no les hubiera visitado para lanzar otra excusa sobre el contrato matrimonial, si no, en cambio, los había visitado para expresar cómo había entrado en términos con todo y estaba dispuesto a continuar con el proceso.

 

 

 

Había demasiadas cosas de las que hablar en una sola estancia. Chanyeol tuvo que explicar cómo Baekhyun acabó en su casa y cómo era el humano más molesto y sarcástico que había pisado la faz de la Tierra. A pesar de sus comentarios negativos sobre la personalidad y el comportamiento de Baekhyun, Chanyeol no pudo evitar que su voz sonase extremadamente emocionada.

 

 

 

El hecho de que los padres de Baekhyun no hubieran contactado con ellos desde la desaparición de Baekhyun fue, como todos concordaron, un poco raro, pero Chanyeol ya había planeado visitarles al día siguiente para discutir el resto de cosas con ellos.

 

 

 

Cuando Chanyeol se encontró con los padres de Baekhyun, pudo ver que él tenía la mayoría de los rasgos de su madre. Cuando la conversación fue más y más detallada, Chanyeol descubrió la razón por la que los padres de Baekhyun no habían hecho muchos esfuerzos en encontrar a su hijo.

 

 

 

—¿Lo sabían?—Repitió incrédulo Chanyeol. Su boca se abrió por un momento antes de que salieran más palabras—. ¿Cómo?

 

 

 

—Miramos en la red de amigos de nuestro hijo y vimos que un chico llamado Kai sobresalía. —Explicó el padre de Baekhyun—. No era realmente el tipo de persona con el que Baekhyun socializaría.

 

 

 

Chanyeol frunció el ceño. —¿Y eso por qué?

 

 

 

—Clase social —dijo simplemente el Sr. Byun—. El resto de los amigos de Baekhyun no trabajan en la misma línea de trabajo que Kai.

 

 

 

Chanyeol sabía que debía mantenerse al margen en el tema pero no pudo evitar preguntar. —¿Qué tipo de amigos tiene Baekhyun?

 

 

 

—Los del tipo productivo. —El Sr. Byun se echó hacia atrás en su silla mientras su mujer se sentaba a su lado—. Los del tipo que han ido a la misma escuela que él y tengan el mismo interés en hacer robótica. Todos ellos son brillantes y prometedores. Ese es el por qué cuando el historialde Kai salió, sobresalía. Solo terminó un año de universidad antes de dejarlo y trabajar para una compañía de cátering.

 

 

 

—Así que le siguieron —dijo Chanyeol afirmándolo él mismo—. Le siguieron cuando “sobresalió”.

 

 

 

Asintiendo, el Sr. Byun confesó. —Sí. Lo seguimos todo el camino desde la estación donde lo recogiste. Desde ahí, dejé que un coche os siguiera de cerca. Con solo una carretera funcionando, no fue muy difícil seguiros a pesar de la distancia entre los coches. Además de que tu casa era difícil de perder. Cuando el detectiveque envié vio a Baekhyun salir de tu casa, volvió. Después, dejamos de buscar.

 

 

 

—¿No estaban curiosos? —preguntó Chanyeol—. ¿No estaban curiosos sobre qué hacía Baekhyun allí?

 

 

 

—Lo estábamos —respondió el Sr. Byun—. Pero ya que ambos estáis prometidos el uno al otro, no nos molestamos en intervenir.

 

 

 

Chanyeol se mantuvo en silencio por un rato mientras estudiaba la cara de su futuro suegro. —Él sabe sobre nosotros —dijo flojo—. No sabe sobre mí. ¿Por qué es así? Su hijo es un genio. Si vio mi cara en un documento, me recordaría, pero no lo hace.

 

 

 

Por una vez, la madre de Baekhyun esbozó una pequeña sonrisa, pero apartó la vista. Sólo Chanyeol lo captó. Su marido estaba demasiado atentoobservando a Chanyeol como para darse cuenta.

 

 

 

—Eso es porque el chico tiró el documento que le di sobre ti a la chimenea. —Se mofó el Sr. Byun—. Me dijo que era porque su habitación estaba fría y no había nada más para quemar.

 

 

 

Chanyeol rodó los ojos después de escuchar eso. Era un comportamiento típico de Baekhyun para él. —Baekhyun sabe mi apellido. Sabe lo que hago. Aun así, no ha unido los cabos.

 

 

 

—Tu apellido es común y todo el mundo puede hacer un robot semi-pensado y de segunda clase.

 

 

 

Mordiéndose los labios, Chanyeol luchó por no insultar al hombre que tenía enfrente. Para él no era un misterio por qué su familia odió a los Byun por las últimas generaciones, los Byun era obviamente engreídosy arrogantes con lo que hacían.

 

 

 

—Ya veo. —Chanyeol rechinó los dientes, forzando una sonrisa—. Bueno, como dije, vine aquí a hablar sobre el contrato.

 

 

 

—¿Quieres disolverlo?

 

 

 

—No —respondió rápidamente Chanyeol—. Estoy aquí para decirles que estoy dispuesto a dejar entrar a Baekhyun.

 

 

 

—Me alegra saber que has decidido casarte con tu prometido —masculló el Sr. Byun.

 

 

 

Los ojos de Chanyeol se movieron de la madre de Baekhyun a su padre. Baekhyun había heredado el aspecto de su madre, pero era obvio que había pillado un lado de su padre por el camino.Ya no era un misterio de dónde había conseguido Baekhyun su aguda lengua.

 

 

 

—Si hemos acabado —dijo el Sr. Byun mientras se levantaba—, necesito volver al trabajo. El contrato se mantiene, pero usted tiene que ser quien le de las noticias. Cuando descubra que le ha estado mintiendo, entonces buena suerte para usted. Baekhyun es un chico listo y obediente, pero en las raras ocasiones en las que se enfada, incluso los trabajadores de la casa se aterrorizan.

 

 

 

Estirándose hacia delante, el padre de Baekhyun le ofreció a Chanyeol su mano, la cual Chanyeol tomó. Chanyeol hizo una reverencia a su futura suegra y caminó con ellos fuera de la oficina. Cuando el padre de Baekhyun les dejó un momento para ir al baño, Chanyeol se sorprendió de que la madre de Baekhyun se le acercara y le hablara por primera vez desde que se saludaron.

 

 

 

—Escucha, Park Chanyeol, no te atrevas a herir a mi niño, ¿entiendes? —dijo mientras apuntaba su pecho con su delicado dedo—. No te atrevas a engañarle, porque lo único que el chico ha estado buscando es alguien que lo cuide y lo quiera.

 

 

 

—¿Quiere decir que quiere amor? —Se mofó Chanyeol con una actitud indiferente.

 

 

 

Frunciendo el ceño, la madre de Baekhyun le pegó suavemente en el brazo. No le agradó su frío acercamiento. —Amor, abrazos, atención, me da igual. Se merece eso y más. —Cruzándose de brazos, se enfurruñó—. Sabes, lo único que quiso de pequeño era un perro. Su padre era un idiota y se deshizo del que le di por su cumpleaños.

 

 

 

Tras unos segundos, Chanyeol hundió sus manos en los bolsillos. —Tenemos un perro.

 

 

 

—¿De verdad? —dijo la madre de Baekhyun alzando las cejas—. Estoy segura de que Baekhyun entró e inmediatamente se enamoró.

 

 

 

Chanyeol rodó los ojos ya que Baekhyun no entró y se enamoró, si no que Baekhyun entró (con el perro) e hizo que Chanyeol quisiera rajarle la garganta.

 

 

 

—En realidad lo tuvimos después de que Baekhyun llegara a la casa —murmuró Chanyeol.

 

 

 

La Sra. Byun se detuvo. —¿Te dijo que quería un perro?

 

 

 

Chanyeol se encogió de hombros. —No lo recuerdo —dijo, fingiendo que no podía a penas recordar los días de depresión de Baekhyun por la pérdida de Nugget.

 

 

 

Pero la madre de Baekhyun no se lo tragó. Pegándole suavemente con el codo, se rió. —Si le diste un perro, entonces supongo que no eres tan malo como te hizo parecer esta estúpida familia. —Tras un rato, alzó su cabeza hacia Chanyeol—. ¿Puedo preguntar una cosa? Ya que es sobre mi hijo, tengo el derecho a saberlo.

 

 

 

Chanyeol miró a su alrededor. —Claro.

 

 

 

—¿Le has tocado? —preguntó francamente.

 

 

 

Chanyeol casi se atragantó con su propia saliva. Dedicándole una mirada sorprendida y confusa, dio un paso atrás. —Yo...

 

 

 

—Está bien si lo has hecho —dijo ella rápidamente—. Mi hijo siempre ha sido algo promiscuo. —Entonces se inclinó y susurró—. Creo que heredó eso de mí.

 

 

 

Chanyeol no sabía realmente qué pensar de su futura suegra. En la sala de trabajo, lucía calmada y madura, pero ahora, pequeños trazos estaban saliendo y le recordaban a Baekhyun tanto como su descaro.

 

 

 

—Pero siempre he dicho —continuó—, que si no quieres hacerlo, no lo hagas. Sé un amante por elección, no por puterío.

 

 

 

Bajando la vista a la orgullosa madre a su lado, Chanyeol apretó los labios. Los padres de Baekhyun eran obviamente fuertes influencias en la vida de su hijo. —De acuerdo —dijo Chanyeol, sin saber qué más decir. Unos pocos segundos pasaron antes de que confesara—. Dijo que no quería acostarse conmigo por un tiempo, pero eso era sólo porque dijo que éramos sólo criado y jefe.

 

 

 

—Bueno, la gracia de eso es que eres más que eso.

 

 

 

—Exactamente.

 

 

Cuando Baekhyun entró en el club, sólo había un cliente en el bar. No había bailarinas y aunque las luces estuvieran bajas y oscuros colores rosados y rojizos se proyectaran sobre el techo y la pared, no había nada más que mirar. Caminando hacia el bar, Baekhyun tomó asiento y se sentó con sus piernas juntas, poniendo sus manos sobre su regazo.

 

El camarero le dio una mirada, un vistazo tal vez, antes de terminar lo que estaba haciendo e ir hacia él.

 

—¿Qué puedo servirte?

 

Baekhyun parpadeó. Frunció los labios y pensó en ello. Justo cuando iba a pedir algo alcohólico, recordó que iba a conducir él de vuelta a casa. Chanyeol sería capaz de pasar por alto el rasguño que hizo en el coche hace semanas y semanas, pero estaba bastante seguro de que Chanyeol le mataría si atropellara el coche conduciendo borracho.

 

—¿Me das un refresco?

 

Por un momento el camarero simplemente le miró. Luego asintió y procedió a coger la bebida de Baekhyun. —¿Qué tipo?

 

—Coca cola de cereza.

 

Tras un minuto, Baekhyun tenía su bebida preparada para él. Tomó un sorbo y no pudo evitar removerse en su asiento, ganándose la atención del otro tipo del bar. Sin dudarlo, Baekhyun le miró. —Tengo más de veintiuno.

 

—No lo pareces.

 

Baekhyun frunció el ceño. —Sí, bueno, tú pareces un pedófilo.

 

El chico rodó los ojos y continuó bebiendo en sus asuntos. Los ojos de Baekhyun deambularon de nuevo y no pudo evitar estar continuamente curioso por dónde estaban las chicas. Dando golpecitos en la mesa y atrayendo la atención del camarero, preguntó. —¿Dónde están las chicas?

 

—Te has adelantado un poco. Normalmente no tenemos gente viniendo hasta las siete —respondió el camarero—. Esa es más o menos la hora a la que salen.

 

Baekhyun miró al reloj iluminado de azul en la pared. Solo eran las cinco. Hundió los hombros y agarró su coca cola. —Supongo que vendré más tarde entonces.

 

Levantándose de su asiento, Baekhyun cogió su lata y comenzó a andar triste hacia la puerta. Cuando oyó un portazo, se paró y giró la cabeza, viendo un pasillo con unas cuantas puertas a los lados, pero fue la del fondo la que captó su atención.

 

Tomando un sorbo de su lata otra vez, Baekhyun miró a su alrededor astutamente antes de caminar hacia la puerta como si tuviera asuntos que hacer al otro lado, cosa que no tenía. Cuando tomó el pomo, miró hacia atrás de nuevo para comprobar que nadie le estaba mirando. Cuando no había moros en la costa, empujó la puerta y se sorprendió al ver cómo de fácil era de abrir a pesar de ser una puerta de “sólo empleados”.

 

Bufando por la incompetencia del club, Baekhyun entró en la habitación con una lata de refresco fría.

 

Normalmente, si alguien entraba indiferente en la habitación de bastidores, las chicas que trabajaban llamarían inmediatamente a seguridad. Si no, habrían reportado la intromisión de Baekhyun, pero cuando entró con su lata y su expresión inocente, fue más que bienvenido a quedarse.

 

Le tuvieron sentado en un pedestal rotatorio hablando de tema tras tema. Empezó con su amor por la tarta de queso hasta sus experiencias en el instituto y la universidad. Le tuvieron hablando minutos y minutos sin fin, pero cuando los clientes comenzaron a llegar, las chicas comenzaron a maquillarse.

 

Mientras Baekhyun miraba, sus ojos seguían las manos de las chicas mientras sujetaban sus brochas y barras de labios frente a sus caras. Por curiosidad, Baekhyun soltó. —Sabéis, no he llevado maquillaje desde esa vez en el instituto.

 

Una de las chicas soltó una risita. —¿Cuando te travestiste?

 

Baekhyun asintió. —Sí.

 

—¿Así que no llevas ni delineador? Lucirías bien con él.

 

—Antes lo usaba —confesó Baekhyun.

 

Un segundo pasó antes de que alguien preguntara. —¿Quieres?

 

Sin dudarlo, Baekhyun dijo sí. Una cosa llevó a la otra y cuando todas habían terminado de añadirle cosas, echaron perfume sobre su cuerpo, pintaron con delineador sus ojos y pusieron pintalabios rojo sobre sus labios.

 

Cuando Baekhyun se miró a sí mismo en el espejo, sonrió y se rió. —¿Estoy guapa? —dijo con una voz nasal. Y para responder a la pregunta, todas las chicas asintieron con la cabeza.

 

 

 

 

 

 

Chanyeol esperó volver a casa con Baekhyun saludándole con los brazos abiertos o las piernas abiertas. No le importaba cuál. En cambio, volvió a casa sin siquiera una cálida bienvenida. Al entrar en casa, puso las bolsas en el suelo de la entrada y fue a la sala principal. Vio a Kyungsoo y Sehun viendo la televisión y Kai sentado en la mesa de la cocina leyendo un artículo en el portátil de Kyungsoo.

 

Kyungsoo oyó la puerta cerrarse y giró su cabeza. —Oh, hey. Has vuelto.

 

—He vuelto —masculló Chanyeol mientras aflojaba su corbata, mirando a su alrededor de nuevo, preguntó—: ¿Baekhyun?

 

A esto, nadie respondió inmediatamente. Kai no lucía interesado, a Sehun no parecía importarle y Kyungsoo era el único que parecía darle algo de atención a Chanyeol. —No está aquí.

 

—¿Qué?

 

—Salió.

 

Los ojos de Chanyeol se dirigieron al reloj de la pared. —¿Cuándo?

 

—No lo sé exactamente. Tal vez a las cinco —respondió Kyungsoo mientras cambiaba el volumen de la televisión.

 

Si Baekhyun se fue sobre las cinco, entonces eso significaba que se había ido hace dos horas. Chanyeol apretó su mandíbula y pasó una mano por su pelo. Sin decir nada, se dirigió a su sala de trabajo. Inmediatamente, vio la caja que mantenían las llaves y se dio cuenta de las marcas de mordiscos en los bordes. A pesar de lo loco que estaba Baekhyun, Chanyeol estaba seguro de que no habría usado físicamente sus dientes para abrir una caja, así que la única respuesta lógica era Nugget.

 

—¿Dónde está el perro?

 

Nugget oyó la voz de Chanyeol e iba a trotar hacia él, pero entonces notó un aura oscura alrededor del hombre alto. En cambio, Nugget se alejó de Chanyeol y se dirigió a Sehun hasta que paró, cambió de dirección y se movió hacia Kyungsoo.

 

Alzando al perro, Kyungsoo le dio a Chanyeol una mirada. —¿Para qué lo necesitas? —Mirando a la mordida caja en las manos de Chanyeol, Kyungsoo se rió—. ¿Hiciste eso, Nugget?

 

Nugget enterró su cabeza en los brazos de Kyungsoo y bajó la cola, negándose a responder verbal o físicamente. Chanyeol no fue calmado por la acción. Dejando la caja, Chanyeol caminó y cogió el perro de Kyungsoo.

 

—¿A dónde coño se ha ido tu padre, animal rechoncho? —Demandó sacudiendo a Nugget.

 

Kyungsoo frunció el ceño por las acciones de Chanyeol y cogió a Nugget de vuelta. —Deja de ser un idiota. Baekhyun volverá, chico enamorado. —Después de que Chanyeol pusiera mala cara, Kyungsoo rodó los ojos—. O tal vez se cansó de tu sexo abusivo y no va a volver más.

 

 

 

 

Cuando Baekhyun llegó a la entrada de casa, ya eran las diez y veinticinco de la noche según el reloj digital del coche. Tatareando, se estiró y agarró la botella de leche que compró en el pueblo como excusa de por qué se fue por tanto tiempo. Sabía que era la razón más ilegítima para estar fuera cinco o seis horas, pero en realidad no le importaba.

 

Bloqueando el coche, Baekhyun decidió que lo aparcaría dentro del garaje al día siguiente. Mientras caminaba hacia el frente, divisó por la ventana movimiento dentro. Pasando las llaves del llavero, encontró una que coincidía con la puerta y entró en la casa, preparado para ser bombardeado con preguntas por sus tres cotrabajadores.

 

En cambio, cuando entró, todo estaba en calma. Kyungsoo le saludó desde el salón y Sehun agitó la mano antes de volver con otro proyecto de bricolaje en el que estaba trabajando. Todo parecía estar bien para él hasta que giró la esquina y vio a Chanyeol sentado en la isla de la cocina.

 

Apartando los papeles y las aplicaciones que estaba revisando, Chanyeol miró a Baekhyun con una cara para nada divertida. Cuando Baekhyun esbozó una avergonzada sonrisa, Chanyeol permaneció estático.

 

—¿Cuándo volviste? —preguntó alegremente Baekhyun mientras ponía la botella de leche sobre la mesa de la cocina.

 

Con un tono duro, Chanyeol respondió. —Hace unas cuantas horas.

 

Baekhyun asintió. Mientras comenzaba a retirar la bolsa marrón que sujetaba la botella, preguntó. —¿A qué viene esa cara larga?

 

Chanyeol suspiró, dándole a Baekhyun una aguda mirada. —¿De verdad tienes que preguntar?

 

Caminando hacia el cubo de la basura, Baekhyun tiró el plástico. —No sé en qué estás pensando a no ser que me lo digas, sabes.

 

Con sus ojos, Chanyeol tomó nota del aspecto de Baekhyun. Por el tiempo que Chanyeol había conocido al idiota que tenía enfrente, ni una vez lo había visto así de arreglado...o bien vestido. Achicó los ojos. —Estás arreglado.

 

—Lo sé —dijo Baekhyun con una sonrisa satisfecha.

 

—Tus vaqueros están demasiado ajustados.

 

Mirando hacia abajo, Baekhyun inclinó su cabeza. —No lo creo. Hacen que mis piernas luzcan bien. No veo el problema.

 

Suspirando, Chanyeol puso los papeles que tenía enfrente en una carpeta y la cerró. —Estoy demasiado cansando para preguntarte como me gustaría ahora mismo, Baek. —dijo sonando un poco frustrado—. Luces bien, sexy incluso. Ese es mi problema contigo ahora mismo. También cogiste el coche y condujiste. Ese es otro problema. Pero son más de las diez y estoy cansado después de tratar con mis padres entre otras cosas así que pensaré en qué haré contigo mañana.

 

Levantándose, Chanyeol le hizo señas a Baekhyun para que se le acercara. —Por ahora, al menos dame un beso. Tal vez me relaje contigo mañana cuando no esté tan cansado.

 

—Lo que sea —dijo Baekhyun, sonriendo ampliamente mientras iba hacia Chanyeol. Tirando del gigante hacia abajo, aplastó sus labios, encajándolos perfectamente. Pasó su lengua levemente contra la de Chanyeol, pero acabó el beso antes de que nada más pudiera ocurrir con la presencia del resto. —¿Feliz ahora?

 

—S...—Chanyeol se detuvo cuando sus ojos se fijaron en algo. Sujetando la cara de Baekhyun con sus manos, achicó los ojos ante la vista. —Baek, tus labios...

 

—¿Hmm? —Baekhyun le dedicó una mirada confusa antes de sonreír ampliamente—. Sí, mis labios son impresionantes.

 

—No —dijo cortante Chanyeol—. Es...—Se detuvo de nuevo. Entonces le dio una mirada a Baekhyun antes de inclinarse y coger un pañuelo, lo que pilló le hizo congelarse.

 

Confuso, Baekhyun intentó apartarse. —¿Qué estás haciendo, Chanyeol? —preguntó con una risa nerviosa.

 

Sin palabras, Chanyeol cogió a Baekhyun por la muñeca y comenzó a llevarle directo a la habitación. Una vez dentro, cerró la puerta y se cernió sobre Baekhyun, forzando su espalda contra la pared. A la fuerza, Chanyeol hizo que el chico más pequeño le mirara, dedicándole una mala cara.

 

—Tus labios están rojos y hueles a perfume de mujer. ¿A dónde coño has ido?

 

Baekhyun se mordió los labios por un momento e intentó apartar la mirada, pero cada vez que lo intentaba, Chanyeol llamaba su atención de nuevo. Notando que no había escapatoria, Baekhyun suspiró y se cruzó de brazos.

 

—¿Crees que he salido con una prostituta?

 

Chanyeol gruñó. —¿Lo has hecho?

 

—No, no lo he hecho.

 

—¿Entonces dónde coño has estado todo este tiempo? —Demandó Chanyeol.

 

Baekhyun se mantuvo callado por un minuto y se encogió bajo la atenta mirada de Chanyeol. Luego hundió los hombros y miró a Chanyeol con ojos que fingían inocencia. —Me estaba travistiendo...


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