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Not Intended por MrsBatido

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Capítulo 32: Animales

 

 

 

Chanyeol sabía que Baekhyun estaba mintiendo. Lo sabía. Kai era un marginado y no parecía tener carácter como para decir “no” a nada que Baekhyun hubiera dicho. Y por lo que Chanyeol supuso, Kai permitió ser arrastrado y entregó las llaves esa vez que Baekhyun y él fueron a la tienda a comprar los ingredientes para la tarta de queso, pero volvieron con un perro rechoncho. Prácticamente no había duda en su mente de que el idiota que estaba haciendo pedorretasen el asiento de al lado suya, quien estaba prácticamente saltando arriba y abajo de emoción por unos cuantos libros, era el culpable de la leve imperfección de su SUV blanco.

 

 

 

Le había estado dando a Baekhyun la ley de hielo hasta cierto grado mientras conducía, pero solo duró por unos cuantos minutos. Baekhyun volvió a ser casual y se inclinó a encender la radio. Y cuando Chanyeol la apagó, Baekhyun se encogió de hombros y comenzó a cantar para sí, balanceando su cuerpo de lado a lado e ignorando al molesto y malhumorado conductor de su lado.

 

 

 

Sin siquiera haber estacionado el coche,Baekhyun ya estaba buscando a tientas el cinturón de seguridad y alcanzando la palanca de la puerta. Chanyeol tuvo que ladrarle que se quedara quieto hasta que el coche dejara de moverse pero Baekhyun ni siquiera le estaba escuchando. Ni un segundo después de que Chanyeol aparcara el coche, Baekhyun ya había abierto su puerta, arreglado su chaqueta y pelo en el retrovisor, saltado a la acera.

 

 

 

—¿Vas a entrar conmigo? —preguntó.

 

 

 

Tomándose su tiempo en salir del coche y cerrar la puerta, Chanyeol se quitó sus gafas y las colgó sobre la camisa.

 

 

 

—¿Quiero? Esa es la cuestión.

 

 

 

Baekhyun inclinó la cabeza para luego encogerse de hombros. —Está bien. No lo hagas.

 

 

 

Girando sobre sus talones, Baekhyun entró en la pequeña librería, dejando a Chanyeol con sus manos en los bolsillos, mirando al descarado amante de las novelas de romance entrar en la tienda sin él. Sin estar completamente feliz por el hecho de que uno de sus coches hubiera sido dañado, Chanyeol siguió a Baekhyun, luciendo una mirada de disgusto en su rostro. Una vez dentro de la tienda, vio a Baekhyun reírse con la anciana en la recepción.

 

 

 

Viendo a Chanyeol entrar, Baekhyun giró momentáneamente la cabeza en su dirección. —No tenías por qué entrar.

 

 

 

—Soy el que va a pagar tus pequeños libros de fantasía, ¿recuerdas? —Le recordó Chanyeol. Cuando Baekhyun se encogió de hombros y se giró de nuevo hacia la mujer, Chanyeol miró alrededor de la tienda y notó la gama de libros que había. Cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que nunca había estado en la tienda tanto ya que prefirió ir a la biblioteca por todos los libros que necesitaba. Una de las pocas veces en las que había estado allí era para comprarle a Baekhyun esos libros para suavizar el hecho de que se había deshecho del perro, aunque el gesto fue ignorado. Baekhyun, por otro lado, parecía que frecuentaba la tienda a menudo. Por la conversación que Baekhyun estaba teniendo, Chanyeol supuso que Baekhyun presumía a menudo de Nugget y los "logros" de su perro como aprender a sentarse cuando se le ordenaba.

 

 

 

—Baek, ¿qué libros viniste aquí a comprar? —preguntó Chanyeol cuando oyó la conversación colarse en otro largo tema. Necesitaban pasar un poco en su opinión.Recordando la razón por la que estaba ahí, Baekhyun puso una palma sobre el recibidor.

 

 

 

—¡Oh! Cierto, ¿Ha llegado “Un corazón por conquistar”?

 

 

 

Mientras la mujer contestaba su pregunta, Chanyeol lentamente se dio un paseo alrededor de la tienda mientras rodaba los ojos por el cursi título. Mirando los libros de las estanterías, se dio cuenta de que todos los libros de romance de allí tenían títulos cursis para derretir a mujeres solitarias y que cayeran bajo sus pies.Echándole un vistazo de nuevo a Baekhyun, quien le estaba asintiendo a la dependienta, Chanyeol sacudió su cabeza, incapaz de entender realmente por qué a Baekhyun le gustaba leer historias sobre amor ficticio.

 

 

 

Sabía que había algo sobre cómo los personajes “se enamoraban” de una forma “no sistemática” como si nunca estuvieran “obligados” a enamorarse, pero eso era todo lo que Chanyeol podía entender de la mente de Baekhyun. A Baekhyun no le gustaban los sistemas ni nada codificado, así que de alguna manera, Chanyeol no encontró demasiado difícil creer que al chico le gustaba cierta incertidumbre y aventura de las novelas de romance. Pero aun así, para Chanyeol, si Baekhyun quería incertidumbre y aventura lo único que tenía que hacer era preguntar y él le tiraría una copia de tapa dura de “Las aventuras de Huckleberry Finn”.

 

 

 

Tras unos cuantos minutos, la mujer le llevó a Baekhyun el libro que quería. Chanyeol pensó que había acabado y preparado para irse, pero entonces Baekhyun dejó a la mujer para mirar alrededor de la tienda. Seguir y mirar a Baekhyun mirar a su alrededor era algo divertido. Baekhyun cogía un libro y hacía un proceso: mirar la portada, juzgar los modelos, comprobar el título, girar el libro, leer el resumen y mirar los nombres de los protagonistas. Si nada del proceso era un no, Baekhyun contemplaría si el libro era algo que realmente mereciera la pena comprar. Si no, lo dejaría y continuaría buscando otros hasta que encontrara uno que se ajustara a sus estándares y antojos actuales.

 

 

 

Chanyeol no estaba seguro de si Baekhyun estaba intentando aprovecharse de su oferta de pagar, pero Baekhyun ya llevaba cinco libros en su lista, los que le tomaron treinta minutos encontrar y acumular. Mirando al reloj de la pared, Chanyeol (sin importar cuánto había disfrutado viendo a Baekhyun hacer muecas mientras leía unas cuantas páginas de muestra) se encontró a sí mismo un poco aburrido.

 

 

 

Suspirando, le dio a Baekhyun quien estaba sentado en el suelo leyendo, una suave patada en el muslo. Alzando la vista, Baekhyun inmediatamente se encontró con la vista de una tarjeta negra en su cara.—Cógela.

 

 

 

Baekhyun alzó las cejas. —¿Por qué?

 

 

 

Chanyeol se encogió de hombros. —Tengo otras cosas que hacer aquí. —Empujando la tarjeta frente a la cara de Baekhyun de nuevo, Chanyeol insistió—. Cógela y paga los libros que quieras.

 

 

 

Detenido por un segundo, Baekhyun se encogió de hombros y cogió la tarjeta. —No tengo vergüenza, así que vale. La cogeré.

 

 

 

Sacudiendo su cabeza, Chanyeol rodó los ojos. Antes de dar un paso atrás, se agachó y le dio un golpecito a Baekhyun en la cabeza, causándole que gruñera.

 

 

 

—Te veré en un rato. Necesito encargarme de ciertas cosas.

 

 

 

Arreglando la parte del pelo que Chanyeol había despeinado, Baekhyun alzó la vista y le dio una mirada antes de asentir. —Vale, oh, hey. Nugget casi está sin comida. ¿Puedes pararte por el supermercado y comprar? Le gusta la marca...

 

 

 

Asintiendo sin pensar, Chanyeol se giró sobre sus talones. —Bien. Bueno, te dejaré con lo tuyo entonces. Volveré a por ti.

 

 

 

Baekhyun se volvió a su libro. —Vale. No te olvides de Nugget. Necesita comer.

 

 

 

Saliendo de la tienda, Chanyeol se mofó. —Por supuesto que lo hace.

 

 

 

Pasando tienda tras tienda, Chanyeol no se paró hasta que giró la esquina y encontró una pequeña tienda de móviles. Tiempo atrás, había cosas que Baekhyun quiso: una hora libre de trabajo, el empleo de Kai, una bicicleta y por último, un móvil. Chanyeol había cedido en los otros (con la excepción de la bicicleta) y aunque no estaba seguro de por qué estaba cediendo con la vieja petición de Baekhyun para un teléfono, Chanyeol lo hizo de todas formas.

 

 

 

Darle un móvil a Baekhyun ya no era un peligro tan grande. La localización de Baekhyun ya no era algo más que ocultar. El chico también estaba todavía bajo la impresión de que estaba oculto por lo que Chanyeol dudaba que fuera a tratar de ponerse en contacto con cualquier persona de su antigua vida. Además, estaba ese viaje al zoológico que iban a tener. Si Baekhyun se perdiera, Chanyeol querría tener una forma de comunicarse con él.

 

 

 

La idea de Baekhyun “perdiéndose” en su pequeña cita en el zoo no era difícil de imaginar. Para Chanyeol, Baekhyun era fácil de distraer, a veces más allá de lo imaginable. Si no, cogería una ruta distinta cuando nadie estuviera mirando sólo para ver la exposición de al lado. De alguna forma, Chanyeol se preocupó por perder a Baekhyun en el zoo, a pesar de que probablemente perteneciera allí en primer lugar.

 

 

 

Más allá de la consciencia de Chanyeol, no fue consciente de que se tomó cerca de veinte minutos en encontrar un móvil que luciría bien en posesión de Baekhyun. Luego escogió una tarifa razonable, que abrió bajo su nombre. Después de que todos los asuntos técnicos estuvieran hechos, Chanyeol se acercó a una pared que exponía fundas de móvil.

 

 

 

Debería haber escogido algo simple, algo negro, como el color del alma de Baekhyun. O debería haber cogido el más barato, algo a lo que Baekhyun no tendría que comprometerse si se rompía y necesitaba una nueva. Barato era una buena opción también. Pero en cambio, Chanyeol escogió una funda de mayor precio que tenía la forma de un perro.

 

 

 

Mientras volvía caminando a la librería, Chanyeol recordó el favor de Baekhyun sobre el cachorro negro al que le gustaba corretear tras su dueño de una manera rechoncha. Bufando para sí, Chanyeol juró que algo no estaba bien con el perro de Baekhyun. Nugget trastabillaba demasiado. Chanyeol no sabía si eso era porque Nugget aún era pequeño o si simplemente Nugget tenía problemas para correr. De todas formas, el perro lucía raro. Una vez más, de tal palo tal astilla.

 

 

 

Cuando Chanyeol llegó a la librería, Baekhyun ya tenía una súper bolsa situada justo a su lado mientras se sentaba junto a la entrada de la puerta. Viendo una figura en su visión periférica, Baekhyun alzó la vista y sonrió cuando vio que era Chanyeol.

 

—¡Has vuelto! ¿Has comprado la marca de Nugget?

 

 

 

—Mhm —dijo pasivamente Chanyeol—. He comprado la comida de ese perro.

 

 

 

—Vale. —Levantándose del suelo, Baekhyun se quitó el polvo de los vaqueros—. ¿Qué has ido a hacer?

 

 

 

—A comprar algo.

 

 

 

Mirando a la ligera bolsa de las manos de Chanyeol, Baekhyun inclinó su cabeza.

 

 

 

—¿Qué es eso?

 

 

 

Chanyeol se encogió de hombros mientras se giraba hacia el coche. Poniendo la comida de perro de Nugget en el suelo por un segundo, Chanyeol sacó sus llaves del bolsillo y después desbloqueó las puertas.

 

 

 

—Te lo enseñaré en casa.

 

 

 

Haciendo una mueca, Baekhyun alzó su propia bolsa, la acunó en sus brazos y caminó hacia el lado del copiloto.

 

 

 

—¿Es algo inapropiado?

 

 

 

Lanzando una mirada en dirección a Baekhyun, Chanyeol frunció de ceño.

 

 

 

—¿Qué consideras exactamente como inapropiado? —preguntó por curiosidad. Baekhyun se encogió de hombros mientras abría la puerta.

 

 

 

—Cosas de BDSM, supongo.

 

 

 

Rodando sus ojos desde la vista de Baekhyun, Chanyeol fue a la parte trasera del coche a poner sus cosas en el maletero. Luego volvió y se metió en el asiento del conductor, mirando a Baekhyun con una mirada no divertida en la cara.

 

 

 

—¿Esperabas que fueran cosas de BDSM? —preguntó sarcásticamente. Tatareando, Baekhyun negó con la cabeza.

 

 

 

—No me gusta estar atado y amordazado.

 

 

 

No era necesariamente la respuesta que Chanyeol estaba buscando, pero de nuevo, no sabía realmente a dónde iba con esa pregunta. Suspirando, encendió el motor y cambió la marcha del coche.

 

 

 

—¿Cuánto has comprado, por cierto? —murmuró—. Tienes una pila entera en esa bolsa tuya.

 

 

 

—Oh...no, mira, he intentado presupuestarme —Empezó Baekhyun—, pero me dejé llevar. Acabé comprando algunas sagas. Me apetecía algo de romance occidental así que cogí tres de ellos. Entonces quise unos cuantos libros con los gigantes escoceses...oh, perdona. Son llamados montañeses.

 

 

 

—¿Cuál es la diferencia? —Bufó Chanyeol mientras miraba hacia atrás y daba marcha atrás. Dejando escapar un alargado quejido, Baekhyun golpeó ligeramente a Chanyeol en el muslo.

 

 

 

—Los británicos les llaman escoceses, pero ellos prefieren ser llamados montañeses...Si simplemente leyeras libros, ¡lo sabrías!

 

 

 

—Oh, leo libros —alegó Chanyeol tras haber retrocedido lo suficiente, cambió de nuevo la marcha para conducir—. Simplemente no leo tus caprichos sin sentido.

 

 

 

—No son sin sentido —dijo Baekhyun—. Se podría volver completamente real.

 

 

 

—¿Va algún desolado granuja a entrar en nuestra casa y secuestrarte? —Desafió Chanyeol—. ¿Va a mantenerte como rehén y seducirte con su cuerpo caliente hasta el punto en el que decide que va a mantenerte a pesar de lo molesto que eres a veces? ¿No va a devolverte a nuestra casa nunca?

 

 

 

Baekhyun se rió por la estupidez de Chanyeol. —¡Tal vez! —respondió—. Nunca se sabe. Podría venir un día y llevarme a alguna parte...Oh, pero este chico va a entenderme. Entenderá por qué me gustan las novelas de romance y no me juzgará como tú —dijo sacando la lengua. Chanyeol rodó los ojos.

 

 

 

—Esto es estúpido. Nadie va a entrar en mi casa y llevarte, idiota —murmuró mientras se aseguraba de conducir cuidadosamente y girar en la esquina correcta.

 

 

 

—¿Cómo lo sabes, Chanyeol? —dijo Baekhyun en una voz cantarina—. Podría pasar.

 

 

 

—No, Baek —dijo Chanyeol, mofándose de la voz sugerente de Baekhyun—. De verdad que no.

 

 

 

—¿Por qué no?

 

 

 

—Porque no dejaré que ocurra. Ese es el por qué.

 

 

 

Una vez en casa, Baekhyun se giró hacia el lado de Chanyeol y le tendió de vuelta su tarjeta. Mirando al trozo de plástico,Chanyeol frunció los labios—. Quédate la tarjeta.

 

 

 

—¿Por qué? —preguntó Baekhyun confuso.

 

 

 

—Para cuando necesites comprar cosas —razonó Chanyeol, sacando las llaves del coche de la ranura.

 

 

 

—Pero...

 

 

 

Ignorando el argumento de impedimento de Baekhyun, Chanyeol salió del coche y fue a por los artículos del maletero. Enfurruñándose, Baekhyun se inclinó sobre los asientos traseros y cogió sus libros antes de salir.

 

 

 

—¡No necesito esto, gigante! —Chilló—. Tengo un salario.

 

 

 

Cerrando el maletero con sus manos llenas, Chanyeol le miró mientras caminaba hacia el portal de la casa.

 

 

 

—Simplemente mantenlo contigo para las emergencias entonces, Baek.

 

 

 

Siguiendo a Chanyeol, Baekhyun se quedó de pie tras él mientras llamaba a la puerta para que alguien de dentro les dejara entrar.

 

 

 

—¿De repente tengo privilegios especiales ahora? —Se mofó—. ¿Son estos los gajes de acostarte con el tipo que te contrata?

 

 

 

La boca de Chanyeol se abrió un poco por el comentario de Baekhyun. —No te estoy dando la tarjeta como recompensa por sexo —dijo rechinando los dientes.

 

 

 

—Pero aun así no lo quiero —insistió Baekhyun—. ¿Tiene Kyungsoo una? ¿Sehun? —Al no haber respuesta, suspiró—. No la quiero.

 

 

 

—Solo quédatela, Baek. —Persistió Chanyeol.

 

 

 

—Pero...

 

 

 

Baekhyun fue interrumpido cuando la puerta se abrió y Sehun entró en su campo de visión. Nugget estaba en sus brazos, pero al ver a su papi, el perro forcejeó. —Hey, habéis vuelto...eh, Nugget, caray...—Sehun sacudió su cabeza—. Espera, voy a sacarlo fuera o algo...

 

 

 

Olvidándose de Chanyeol por un corto segundo, Baekhyun se movió hacia un lado y entró en la casa. —Nugget, papi tiene tu comida, ¿vale?

 

 

 

Como respuesta, Nugget se retorció por él, pero Sehun le hizo parar, acariciando su cuerpo. —Vamos, Nugget. Vayamos afuera por un minuto. No será malo.

 

 

 

Mirando a Sehun sacar al cachorro afuera, Baekhyun dejó caer los hombros. —Al menos Nugget no está solo cuando no estoy con él.

 

 

 

Después de que Chanyeol se quitara los zapatos en el recibidor, caminó hacia la cocina y puso la comida de Nugget en el suelo mientras posicionaba su compra del teléfono sobre la encimera. —El perro ocupa los intereses de Sehun.

 

 

 

—Sí —dijo Baekhyun con una amplia sonrisa. Se dirigió hacia su habitación, pero mientras pasaba al lado de Chanyeol, preguntó—. ¿Qué es esa caja, gigante?

 

 

 

—Te lo enseñaré más tarde.

 

 

 

—Vale...oh, sobre la tarjeta...

 

 

 

—Baekhyun...

 

 

 

Alzando una mano, Baekhyun le paró. —Me la quedaré sólo porque no vas a rendirte...Todos sabemos lo cabezón que eres, Chanyeol —dijo dándole una mirada.

 

 

 

La cara de Chanyeol se arrugó hacia él, si alguien era cabezón en su relación, ese era Baekhyun. De hecho, era algo insultante para él cómo había sido llamado el “cabezón” por Baekhyun, quien era mucho más digno del título. Pero antes de que pudiera discutirlo, Baekhyun se fue tatareando por el pasillo.

 

 

 

Chanyeol fue a su propio cuarto también para quitarse la ropa y ponerse algo más cómodo, aunque no con la definición de Baekhyun de “cómodo”. Se aseguró de que no luciera como si saliera a comprar como una persona sin gusto y daltónica como probablemente lo hizo Baekhyun. Saliendo de su habitación treinta minutos después tras darse una rápida ducha y eso, Chanyeol caminó de vuelta a la sala para ser testigo de Baekhyun meterse dos trozos de la comida de perro de Nugget en la boca. Nugget estaba a su lado, mirando mientras su papi probaba su cocina perruna.

 

 

 

Baekhyun masticó los bocados disecados en su boca una vez antes de encogerse y tener una arcada. A Chanyeol no le hizo gracia la estúpida actividad. Lo único que sabía era que se había ido por treinta minutos y Baekhyun estaba comiendo comida de perros mientras el perro, para quien era eso, miraba.

 

 

 

—¿Qué coño estás haciendo?

 

 

 

Baekhyun se volvió bizco por un segundo antes de alzar la vista hacia Chanyeol mientras seguía teniendo arcadas.

 

 

 

—Yo...ugh, ¡esto es asqueroso! ¡Ah! —Se quejó, levantándose y corriendo hacia el fregadero de la cocina.

 

 

 

Mientras corría, Baekhyun casi perdió su equilibrio y resbaló, pero se detuvo en el último momento. Chanyeol, por un segundo, se preguntó por qué estaba con un tipo tan estúpido. No tenía sentido para él a veces a pesar de que tenía completo sentido en otras.

 

 

 

Poniendo su cabeza bajo el grifo, Baekhyun intentó deshacerse con cuidado del sabor, pero accidentalmente empujó demasiado el mango, cayendo un chorro de agua directamente hacia su boca y todo su alrededor. Por acción reflejo, echó hacia atrás la cabeza, pero se golpeó con la boca del grifo. Desorientado, intentó mantenerse a sí mismo en equilibrio agarrándose a la superficie de la encimera, pero esta estaba mojada, creando ningún agarre para Baekhyun. Su mano se resbaló de la encimera y sin orientación debido al golpe que sufrió contra el grifo, Baekhyun se deslizó accidentalmente hacia delante y cayó al suelo, donde rodó mojado, gimiendo y llorando.

 

 

 

Nugget y Chanyeol se pusieron el uno al lado del otro, mirando a la persona con la que ambos disfrutaban pasando el tiempo llorar sobre sus tristes desgracias. De entre los dos, Nugget fue el único que fue inmediatamente al rescate de su padre. Chanyeol, por otra parte, dejó escapar un pesado suspiro antes de ir hacia Baekhyun para ayudarle a sentarse.

 

 

 

—Este es el por qué no comemos comida de perro, Baek. Este es el puto porqué.

Notas finales:

Creo que no hace falta explicación de a qué hacen referencia las siglas BDSM. (?)

 

Ya sé que habré repetido esto como mil veces pero es la única razón que no sea una excusa circunstancial y es que teniendo en cuenta mi agenda no debí nunca haber comenzado a traducir esto, no me entiendo a mí misma por ello ;-; Pero, vuelvo a repetir, no dejaré de hacerlo hasta el final.

He tomado una decisión sobre qué hacer y os la diré en las notas finales del siguiente cap.


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