Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Not Intended por MrsBatido

[Reviews - 749]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 60: Empezar de nuevo


 


Por un tiempo, Baekhyun estuvo en un agujero de mierda repleto de negación. De cierta forma, quizás siempre había estado en un agujero de mierda durante los últimos dos meses o tal vez desde el momento en que abandonó la casa. Cuando Baekhyun se despertó una mañana y comió rutinariamente su cereal, miró a su alrededor y se dio cuenta una vez más de cómo se sentía absolutamente solo y vacío por dentro.


 


Nugget era la compañía de Baekhyun durante la mayoría de sus días, pero ni el rechoncho y pegajoso cachorro podía llenar el vacío que Baekhyun sentía. Reemplazar el lugar de Luhan en su negocio de chico de compañía tenía sus ventajas. Las horas dependían de cuándo quería él trabajar y si su servicio era bueno, Baekhyun recibía regalos de sus patrones de la noche. Sin embargo, pasar unas cuantas horas de su noche como compañía de alguien más dejaba a Baekhyun sin compañía para él mismo.


 


Encontrarse con Chanyeol fue completamente casualidad. Correr a través de un párking para evitar ser tocado fue completamente melodramático, pero la sensación de miedo que tuvo era irrazonablemente abrumadora. En ese momento, Baekhyun no sabía por qué, pero pasados unos días después de su huida de su “novio formal”, se dio cuenta de que había estado corriendo en círculos con sus sentimientos.


 


Tal vez pensó que todos sus sentimientos habían desaparecido tras aislarse por un tiempo porque, joder, sí le apetecía. Chanyeol aparecía a veces en su mente, pero la falta de esos “a veces” últimamente le condujeron a creer que estaba pasando página. No obstante, la repentina huida en la fiesta de inauguración fue como un cubo de agua fría sobre su dulce sueño, despertándolo de su falsa sensación de realidad.


 


Huir y esconderse no le había hecho mucho a su corazón al parecer. La mera presencia de Chanyeol lo probó. Tras revolcarse en los pensamientos durante días reviviendo todo lo que el gigante le dijo, Baekhyun llegó a la conclusión de que la razón por la que no podía pasar página era el contrato.


 


Podría huir tanto como quisiera, supuso, pero siempre, siempre tendría los papeles actuando como un último lazo conectándolo con Chanyeol y todo lo que una vez fueron. La pregunta que Chanyeol le hizo aquella noche sonó en su cabeza durante días hasta que un día le hizo frente.


 


¿Por qué no había anulado el contrato antes? Quizá la razón era porque nunca había pasado por su mente, pero esa excusa era demasiado rebuscada. No era como si nunca hubiera pensado en el contrato. Los papeles eran lo único en lo que podía pensar en lo que fue como una eternidad después de descubrir la verdad. E incluso entonces, nunca pensó en la anulación.


 


Desde todos los puntos de vista lógicos, quizá esa era la clave para pasar página. Era el único lazo que Baekhyun no había roto aún, pero tal vez era el más importante para romper de todos.


 


 


*


 


A Baekhyun normalmente no le gustaba arreglarse. El trabajo como chico de compañía lo requería, pero esa ocupación generaba beneficios. Entrar en el edificio de su familia para “romper” legalmente era otro caso, pero Baekhyun no consideró apropiado aparecer ante las puertas de su familia vestido con camiseta y shorts.


 


Llevando el mejor cárdigan que poseía con una camisa de color suave debajo y unos vaqueros que le venían como guante al dedo, Baekhyun se presentó en la entrada del mismo edificio que estaba destinado a poseer un día, sin tener en cuenta que fuere a ser desheredado.


 


Caminando con un pavoneo que indicada que tenía asuntos que zanjar, Baekhyun entró en el gran edificio, asintiendo hacia el portero que saludó al hijo de su jefe con respeto y sorpresa mientras abría las puertas de cristal. El chirriante sonido que sus zapatillas converse hacían en el suelo era un completo contraste al sonido de tacones y zapatos formales que sonaban a su alrededor.


 


Trazando una línea recta al mostrador, Baekhyun no malgastó tiempo en ir. Se aseguró de sonreír a las personas mayores de su alrededor que se tomaron el tiempo de saludarlo mientras pasaba a su lado. No tardó mucho en llegar al mostrador ni tampoco en descubrir dónde estaba Kim Minseok.


 


 


*


 


—¡Toc, toc!


 


Deteniendo su trabajo, el abogado alzó la vista de sus documentos e inmediatamente vio la cara de Baekhyun presionada contra el cristal de su despacho. Por un momento, se sorprendió por lo que veía y se levantó de su silla. Medio año había transcurrido sin muchas palabras sobre el chico que había fuera de su oficina, así que ver a Baekhyun aparecer de repente era algo sorprendente de ver.


 


—Pasa, Baek —llamó Minseok, sabiendo muy bien que tenía que responder y dar permiso. La puerta siempre estaba abierta para que cualquiera pasase, pero Baekhyun tenía el hábito de llamar por alguna razón desconocida. Miró cuidadosamente a Baekhyun fruncir los labios mientras miraba el despacho de manera sospechosa pese a que intentaba ocultarlo caminando pavoneándose.


 


—Me gusta lo que le has hecho a la oficina —señaló Baekhyun cuando por fin dejó de observar y puso su atención sobre el abogado que tenía delante—. Debe ser bueno trabajar exclusivamente para la familia, ¿no?


 


—Tiene sus beneficios. —Minseok se encogió de hombros, sentándose en el momento en que Baekhyun se detuvo frente a su escritorio.


 


—Ah —arrastró Baekhyun, sonriendo de una forma que Minseok consideró traviesa—. El salario es bueno, supongo. La mesa es de caoba, ¿cierto? Eso creo. Es una buena elección, Minseok. Combina con tus nuevas paredes también.


 


Rodando los ojos por la charla sinsentido de Baekhyun, Minseok se apoyó contra su silla y entrelazó sus dedos.


 


—Sí, bueno, cambié mi despacho desde la última vez que estuviste aquí.


 


—Que fue hace alrededor de un año. —Baekhyun sonrió.


 


—¿Cuando firmaste esos papales? —preguntó Minseok, ladeando sarcásticamente su cabeza—. Entonces sí. Fue hace un año.


 


—Exactamente —dijo Baekhyun, frunciendo ligeramente su nariz. Tras coger un asiento cercado al escritorio, se sentó, cruzó las piernas y se apoyó—. Creo que tuvimos un malentendido el año pasado.


 


Alzando una ceja, Minseok tatareó.


 


—¿Sobre qué?


 


Baekhyun sostuvo su sonrisa estoicamente por un momento antes de dar un fuerte respiro y echarse hacia delante, inclinando la cabeza hacia la derecha.


 


—¿Quizás haya firmado accidentalmente un matrimonio? —probó.


 


Incapaz de evitarlo, el abogado bufó a la vez que rodaba los ojos.


 


—Claro que lo hiciste —dijo suavemente.


 


—O —dijo Baekhyun, alzando un dedo—, quizás haya sido ligeramente manipulado por mis padres y mis emociones en ese momento sin estar realmente consciente de lo que estaba firmando.


 


Minseok miró solemnemente a Baekhyun un segundo antes de suspirar y reincorporarse.


 


—¿De qué va esto, Baekhyun? Me estás quitando la hora de comer.


 


—Te quitaré más cosas si no te callas y me ayudas. —Se rio Baekhyun, implicando que de hecho, estaba amenazándolo. Después de que Minseok perdiera su instinto sarcástico, la sonrisa de Baekhyun creció conforme tomaba el control de la situación—. Ahora, me gustaría que recuperaras los papeles y, ah, tal vez invalidarlos.


 


—Baekhyun —dijo rotundamente Minseok.


 


Sin embargo, Baekhyun no iba a permitir al hombre interrumpirlo.


 


—He pensado un poco y he supuesto que no es plausible para un contrato como este no tener lagunas —comenzó, manteniendo una mirada firme—. Porque si en algún momento quisiera no casarme con el Sr. Park, entonces el contrato no serviría a no ser que ambas partas estén dispuestas a asumir las consecuencias de violar mis derechos humanos.


 


—Baekhyun, antes de que firmaras el acuerdo, sabías en qué tipo de contrato te estabas metiendo —discutió Minseok, luciendo ligeramente frustrado ante la agitada actitud de Baekhyun—. Te expliqué todo fuera de la oficina y cuando nos sentamos en la sala de conferencias para debatir los detalles.


 


Perdiendo parte de su sonrisa, Baekhyun se apoyó lentamente contra su asiento.


 


—Bueno, entonces, ¿qué puedo decir aparte de que en ese momento estaba obligado a seguir lo que mis padres querían?


 


—Sé que lo estabas, pero no es tan sencillo —dijo duramente Minseok—. Pensarás que es sencillo, pero Baekhyun, no has estado aquí el tiempo suficiente para saber qué ocurre en cuanto al funcionamiento de la empresa se refiere.


 


—Esto no tiene nada que ver con la empresa —estalló Baekhyun, comenzando a perder lentamente su paciencia—. Tiene que ver conmigo y el hecho de que estoy legalmente prometido a alguien con quien no me quiero casar...


 


—¡Pero tú lo sabías! —repitió más fuerte Minseok—. Sabías que ibas a casarte con alguien que no escogiste, así que no entiendo por qué me estás viniendo con esto ahora.


 


Apretando la mandíbula, Baekhyun descruzó las piernas y se levantó.


 


—En ese entonces, tenía la estúpida fantasía de cómo sería casarme con alguien que no conociera. Por suerte, ahora me doy cuenta que es diferente. El matrimonio supone un compromiso íntimo entre dos personas que se conocen, no una negociación con endebles esperanzas y sueños al lado.


 


Dejando caer sus hombros, Minseok suspiró.


 


—Baekhyun, el contrato es más complicado de lo que piensas.


 


—Tú eres el abogado —dijo Baekhyun, con voz más calmada—. Haz algo. Me da igual lo que tengas que hacer, pero anula el compromiso. Es lo único que quiero...


 


Apretando los labios, Minseok se alzó de su escritorio y se inclinó sobre el teléfono. Baekhyun miró mientras le pedía a su secretaria que trajera el documento, en el cual supuso que estarían los papeles que tenía en mente. Después de que la llamada terminara, Minseok alzó el dedo del teléfono y apoyó ambas manos sobre el escritorio, mirando a Baekhyun.


 


—La familia Park hizo un seguro para su parte cuando el contrato fue redactado —informó Minseok, apretando aún más los labios—. Básicamente, si el contrato se rompe por nuestra parte bajo cualquier circunstancia, seguirían consiguiendo una parte de la compañía. No es mucho, pero significante aun así.


 


Baekhyun se mantuvo quieto por un momento, repasando la nueva información en su cabeza antes de dejar caer la sonrisa de su cara. Frunciendo con fuerza el ceño, sus ojos miraron fijamente al abogado. Los aparta cuando la secretaria de Minseok entra en la sala para entregarle la carpeta y sale acto después.


 


Mientras el hombre tras el escritorio sacaba los papeles que estaban unidos mediante clips y grapas, Baekhyun dejó escapar un suave sonido de agitación, pasando una mano por su pelo y balanceándose hacia delante y detrás intentando calmar los nuevos pensamientos que estaban comenzando a arder en su interior.


 


—Así que, en realidad, tanto si me casara con él como si no, el gilipollas seguiría sacando beneficio de ello...—masculló Baekhyun.


 


—Sí, pero supuestamente beneficiaría a todos si vosotros dos...


 


—Minseok —interrumpió repentinamente Baekhyun—, esta anulación es demasiado complicada.


 


—Sí, lo es —concordó Minseok, esperando que ese fuera el momento en que Baekhyun cambiara de opinión—. Si miramos todas las cartas sobre la mesa, creo que lo mejor para la compañía sería que no...


 


—Tiene que haber algún tipo de laguna, ¿no? —preguntó Baekhyun, esperanzado e inclinando la cabeza. Antes de que Minseok pudiera responder, Baekhyun se alzó sobre sus talones y comenzó a caminar en círculos alrededor del despacho—. ¡Todo tiene lagunas! Incluso el universo tiene lagunas, las cuales yo llamo agujeros negros. Nadie sabe qué pasa ahí, pero teóricamente lleva a otra dimensión.


 


—Baekhyun.


 


—Encuentra el agujero negro de mi contrato —dijo rotundamente Baekhyun—. Encuentra la cuarta dimensión, la salida a este pequeño acuerdo. Preferiblemente, me gustaría que encontraras algo que mantuviera intacta la empresa sin tener que darle nada a los Park.


 


—¡No puedo!


 


Baekhyun frunció el ceño.


 


—¡Pero eres el abogado!


 


—Soy un abogado, ¡no un mago! —dijo Minseok, frustrado ante la incompetencia de Baekhyun entendiendo la situación—. He revisado incontables veces los papeles y la parte del contrato en la recibirían algo de una forma u otra está clara como el agua. No se puede cambiar. Anular la parte del matrimonio está bien, podemos hacerlo. Sin embargo, no hay mucho que pueda hacer en cuanto a la empresa. Fue predispuesto como un seguro, como dije.


 


Con las leyes fijas y sus opciones limitadas, Baekhyun se mordió los labios.


 


—No hay nada que pueda hacer para apartarme sin herir los negocios de mi familia, ¿no?


 


Justo cuando iba a sacudir su cabeza, Minseok se detuvo cuando un pensamiento llegó a su mente. Podría ser una posible respuesta a su problema, pero entregaría todo el poder a la otra parte, si no fuera ya suya por completo.


 


Rápidamente, pasó las páginas hasta una sección que describía el seguro firmado hace un año.


 


—Espera.


 


Baekhyun se detuvo, ojos abrillantándose.


 


—He oído algo —dijo rápidamente—, y sonaba como esperanza.


 


Minseok apretó los labios por un momento, escrutando los ojos antes de alternar ojeadas entre el papel y la esperanzada cara de Baekhyun.


 


—Tengo una idea, pero no sé si te gustará. Depende de cuánto conozcas personalmente al Sr. Park y cómo de dispuesto estés a...


 


—Me pondría de rodillas y le lamería el culo...


 


—¡No quiero oír eso! —interrumpió Minseok, agitando una mano—. Sé que estás dispuesto a hacer cualquier cosa, pero esto implica que hables con ciertas personas.


 


Baekhyun no respondió inmediatamente. Lo pensó, balanceando su cabeza de un lado a otro mientras organizaba sus pensamientos. Sus ojos observaron el techo por un momento antes de devolverle la atención al abogado.


 


—Puedo hablar con gente —respondió finalmente—. Soy bueno en ello. ¿Debería arreglarme? El tradicional esmoquin blanco y negro es sexualmente atrayente, ¿verdad? ¿Debería lucir como si fuera a obtener lo que quiero independientemente de si estoy de pie o de rodillas o debería llevar algo blanco que me hiciera lucir como un alma pobre y desafortunada?


 


—Baek —dijo seriamente Minseok—, ¿con quién crees que vas a tener que hablar?


 


Baekhyun se encogió de hombros descuidadamente.


 


—El abogado de los Park —respondió—. Dependiendo de cómo luzca el hombre, decidiré entonces cuánta carisma he de poner para conseguir cierto margen de contrato...


 


Sacudiendo la cabeza, Minseok le señaló a Baekhyun que dejara de hablar.


 


—Baekhyun, no vas a hablar con el abogado de la familia Park.


 


Confundido, Baekhyun se acercó a donde estaba Minseok, cruzando lentamente los brazos.


 


—¿Entonces quién?


 


Suspirando, Minseok dejó los papeles sobre la mesa y decidió que estaba cansado de estar de pie. Tirando de su asiento, se sentó de nuevo, sin importarle cómo Baekhyun prácticamente se tiró sobre él y su escritorio.


 


—Tienes que hablar con Park Chanyeol. Si estuviéramos hablando solamente del matrimonio, no tendrías que hablar con él, pero ya que estamos buscando ahora separar la compañía de su seguro, tendrás que hablar directamente con él sobre ello ya que es el CEO de la corporación Park.


 


Por un segundo, Baekhyun se quedó congelado. Entonces toda su expresión facial decayó.


 


—¿¡Por qué no pueden mis padres encargarse de esto por mí!? —gruñó, volviendo a su asiento y dejándose caer sobre él—. No soy ni el CEO ni nada de esta empresa. Solo soy el crío que lo heredará, no soy nada dentro de ella. Mis padres deberían encargarse por mí...


 


—Dudo mucho que eso vaya a ayudar —dijo Minseok—. Esto es entre él y tú...


 


—Es entre las empresas...


 


—Es entre él y tú —repitió Minseok—. Muy pocas personas saben dónde habéis estado todo este tiempo, pero yo soy uno de ellos así que lo que sea que esté pasando entre vosotros dos, es cosa vuestra. Tienes veintidós años, al igual que él. Si quieres romper el compromiso ahora que es más personal, tendría que ser discutido entre vosotros dos a nivel personal. Sin embargo, en cuanto a la compañía, tienes que hablarle de eso a nivel formal.


 


Baekhyun frunció el ceño a la vez que se encorvaba.


 


—No quiero verlo...


 


—Si quieres anular...


 


—Puedo anular sin verlo —dijo Baekhyun.


 


—No puedes anular sin herir los intereses de esta empresa —razonó Minseok—. Deja a un lado tu lado infantil por un momento y hazlo por el beneficio del interés de tu familia.


 


—¡Pero él es frustrante!


 


—Eso no es razón suficiente...


 


—No va a cambiarlo —gimoteó Baekhyun, echando la cabeza hacia atrás—. Mantendrá lo que vaya a obtener de esto...


 


—Ni siquiera lo has intentado —razonó Minseok—. ¿Cómo lo sabes? Tal vez sea bueno.


 


—Park Chanyeol ni siquiera sabe lo que significa ser bueno...—masculló el chico—. Es un hdp.


 


—Bueno, si has vivido con él durante más de medio año, entonces supongo que no es tan malo como estás intentando hacerle parecer.


 


—Es un milagro que pueda caminar con la cantidad de sexo que ese gilipollas me hizo practicar con él —soltó Baekhyun, reincorporándose repentinamente emocionado—. Ay, vivir en esa prisión era horrible, Minseok. Tú no lo entiendes, ni siquiera me dejaba abrir la ventana de mi habitación. Una vez me amenazó con ponerle barrotes. A veces me decía que quería que nadara en el océano en la oscuridad para que si me ahogara, nadie estuviera cerca para verlo.


 


Rodando los ojos, Minseok sacudió la cabeza.


 


—Para con las acusaciones estúpidas, Baekhyun —dijo. Antes de que Baekhyun pudiera espetar, Minseok lo interrumpió—: Si quieres deshacerte de este contrato, te ayudaré legalmente, pero tú necesitas hacer tu parte. Habla con él.


 


Pateando sus piernas, Baekhyun volvió a encorvarse.


 


—No quiero hablar con él.


 


—Entonces no puedo hacer mucho por la empresa. —Minseok se encogió de hombros—. Espero que estés preparado para cargar con la culpa de romper el control y propiedad de tu familia sobre este establecimiento porque te niegues a ser civil con tu ex-prometido y pedirle que cambie las condiciones...


 


—¡Deja de intentar hacerme sentir culpable!


 


—No lo estoy haciendo.


 


—Sí, sí lo estás haciendo, ¡coño! —dijo Baekhyun, saltando de su asiento repentinamente—. ¡Me estás intentando hacer sentir mal aunque no pare de decirte que no quiero verle!


 


—¿De verdad es tan duro hablar con él?


 


Moviendo frenéticamente sus manos antes de dejarlas caer a sus costados, Baekhyun asintió.


 


—¡Sí! ¡Deberías dejar una ventana abierta si decido que no puedo soportarlo más!


 


Chasqueando la lengua, Minseok miró a Baekhyun.


 


—Estás haciendo de esto más un divorcio amargo que una simple anulación.


 


—Me estoy divorciando de este hombre emocional y legalmente —dijo Baekhyun en voz baja.


 


Metiendo de vuelta los papeles en la carpeta, Minseok dijo:


 


—¿Y qué si es tu alma gemela? No puedes divorciarte espiritualmente de su alma gemela.


 


Ante eso, Baekhyun no respondió nada. Tomando su silencio como signo de cooperación y victoria, Minseok sonrió y extendió la carpeta a Baekhyun, quien se tomó su tiempo para cogerla.


 


—Si quieres divorciarte de él a todos los niveles, entonces ve a hablar con él. Comenzaré el papeleo de la anulación y te lo daré una vez que acabe. Tu trabajo es quedar con el Sr. Park y hacerle firmar los papeles de la anulación y alterar el contrato original para que la empresa no tenga que sufrir daños por esta decisión tuya.


 


Acercando la carpeta a su pecho, Baekhyun arrugó las cejas y apretó los labios.


 


—¿Qué pasa si no lo cambia? —preguntó con voz calmada.


 


Minseok no respondió inmediatamente.


 


—Entonces tendremos que proseguir con las condiciones. —Luego esbozó una sonrisa—. Estaría bien que lo cambiara, pero nuestra principal prioridad aquí es tu anulación, así que haz que firme el acuerdo una vez que termine el papeleo, ¿de acuerdo?


 


Llegando a términos sobre lo que tenía que hacer, Baekhyun asintió.


 


—De acuerdo. —Girando su cabeza hacia la puerta, tatareó—-. Bueno, debería irme. Tengo una cita con alguien.


 


—¿Cita?


 


—Tengo un trabajo —respondió Baekhyun, sonriendo ampliamente.


 


Sabiendo que era mejor no preguntar, Minseok simplemente asintió.


 


—Bueno, no pilles nada —señaló ligeramente.


 


Pillando la intención del abogado, Baekhyun se rio, ladeando la cabeza.


 


—Es una línea de trabajo interesante, pero no soy un prostituto si eso es lo que estás pensando.


 


—No estaba pensando en nada.


 


—Y yo no estaba pensando en cuánto no me gusta hacer esto —sonrió Baekhyun, poniendo el documento bajo su brazo y miró a Minseok—. Bye bye, abogado. Me voy, tengo que parar en una tienda y comprar algo de comida de camino a casa.


 


—¿Necesitas que llame a un chófer?


 


Sacudiendo la cabeza, Baekhyun dejó el asiento y comenzó a caminar hacia la puerta.


 


—Voy a coger el metro así que no te preocupes. Dejaré esta carpeta a tu secretaria fuera —anunció cuando cogió el pomo—. ¡Espero tu llamada en unos días!


 


—¡No tengo tu número!


 


En mitad de cerrar la puerta, Baekhyun se detuvo. No había pensado en eso. Volviendo la vista atrás, lo pensó durante unos segundos antes de volver al escritorio de Minseok y extender su mano derecha.


 


El abogado no sabía qué estaba ocurriendo, especialmente cuando Baekhyun comenzó a pegar su mano en sitios donde no le correspondía. En shock, Minseok intentó apartarse y preguntar qué coño estaba haciendo.


 


Resultó que lo que Baekhyun quería era el móvil del abogado. Cuando le preguntó por qué lo necesitaba, Baekhyun explicó que no tenía uno y que lo necesitaría para hacer llamadas de negocios.


 


Sin embargo, solo Baekhyun sabía que era una mentira. Suho le dio un teléfono cuando dijo que necesitaría uno, pero ese estaba reservado a negocios y a Baekhyun no le apetecía que su vida personal apareciera en la pantalla de un apartado que representaba algo completamente separado de ello.


 


Pero Minseok no sabía eso y no podía en ninguna circunstancia negarse al hijo de su jefe. No era que Baekhyun estuviera abusando de su poder como futuro CEO de la compañía para coger su móvil porque Minseok sabía que su relación era más que simplemente jefe técnico y abogado.


 


Sin molestarse en discutir con el chico, Minseok se rindió por su aparato. Después de que Baekhyun abandonara su oficina satisfecho, el abogado tuvo que pedirle a su secretaria que llamara a cada uno de sus clientes para decirles que redirigieran sus futuras llamadas a su móvil de repuesto.


 


 


*


 


—Toc, toc.


 


Despejándose de los pensamientos de su cabeza, Chanyeol alzó la vista, sin molestarse en arreglar su informal posición en la silla. Vio la cabeza de Kris asomando dentro de su despacho antes de que su socio decidiera entrar completamente en la sala.


 


—Es un buen día y han pasado semanas —señaló Kris, agitando un pequeño tocho de papeles en su mano—. Quita ese ceño fruncido de tu cara por un minuto y sonríe, ¿eh? Aquí está la agenda de reuniones para las siguientes dos semanas así que anímate porque tienes prospectivos clientes y compañeros que ver.


 


Mientras Kris dejaba caer los papeles sobre su escritorio, Chanyeol se mantuvo en silencio, mirándolos caer y aterrizar. Volvió dentro de su cabeza y Kris lo miró perdiéndose en sus pensamientos de nuevo. Metiendo las manos en sus bolsillos delanteros, Kris dejó caer sus hombros y pateó levemente el oscuro escritorio de su jefe.


 


—Necesitas salir de eso...


 


—¿Qué coño podría haber estado haciendo ahí aquella noche? —soltó Chanyeol, sin importarle que no viniera a cuento—. ¿Por qué estaba él allí, Kris?


 


—No soy Baekhyun así que no lo sé —respondió indiferente Kris—. Puede hacer lo que quiera.


 


Cogiendo la agenda sin pensarlo, Chanyeol dejó accidentalmente que su agarre doblara el papel.


 


—Sé que puede hacer lo que quiera, ¡pero no deja de evitarme como si fuera una puta plaga! —estalló—. No puedo soportarlo. Desaparece antes de que pueda arreglar o explicar nada. Entiendo que haya mentido, pero él mintió sobre quién era también y ¡nada de esto hubiera ocurrido si él no me hubiera hecho creer que había entendido todo lo que le dije aquella noche al dejar que lo tuviera y luego desaparecer a la mañana siguiente!


 


Kris apartó la vista, aunque asintió mientras medio escuchaba a Chanyeol.


 


—Dale tiempo.


 


—Ya han pasado casi tres meses —dijo Chanyeol, molesto—. ¿¡Cuánto tengo que esperarle hasta que deje de esconderse!? Ya ni voy a casa porque estar aquí me da más oportunidades de encontrármelo.


 


—Te lo has encontrado una vez, lo harás otra vez.


 


De repente, una mirada oscura apareció en la cara de Chanyeol.


 


—Cierto. Tal vez la próxima vez lo vea con el mismo tipo con el que estaba en la inauguración...


 


Suspirando, Kris decidió que iba a pasar un rato antes de que Chanyeol lo dejara irse sin terminar sus quejas.


 


—Si quiere tener un novio, entonces puede...


 


—No, no puede —negó rotundamente Chanyeol—. No puede tener un novio porque entonces, ¿qué seríamos nosotros?


 


Mirando a su alrededor, Kris se encogió de hombros.


 


—¿Exs?


 


—No rompimos —se quejó el gigante tras la mesa—. Huir y evitarme no es lo mismo que romper formalmente. Te lo juro, este chico nunca ha estado en una relación formal antes, lo que probablemente explica por qué cree que eludirme equivale a romper.


 


Kris notó cómo de frustrado se había vuelto Chanyeol y decidió que había permitido suficiente charla por el día. La simple tarea de entregarle una agenda impresa había acabado en algo que parecía más una sesión de terapia. Alzándose, Kris arregló su traje antes de continuar con su pelo.


 


—El amor encontrará un camino —dijo Kris, sin creer realmente en sus palabras, pero no tenía nada mejor que ofrecer.


 


—¿Y si no lo hace? —murmuró Chanyeol—. ¿Qué hago entonces?


 


—Pasar página.


 


Bufando, Chanyeol sacudió con fuerza la cabeza, rechazando la idea sencillamente como imposible.


 


—No puedo hacer eso —dijo, distorsionando sus propias palabras mientras frotaba sus manos contra su cara, pasándolas con vejación—. ¿Cómo coño se supone que voy a pasar página cuando tengo montones y montones de estúpidas, estupidísimas, estupidisísimas novelas de romance organizadas limpiamente en una de las habitaciones? ¿O cómo no puedo salir a mi propia playa sin tropezarme con un estúpido juguete para perros?


 


Callándose por un segundo, Chanyeol chirrió los dientes a la vez que miraba hacia otro lado.


 


—Hay un armario lleno de cárdigans, Kris, ¿y qué se supone que tengo que hacer con eso? No me caben porque son demasiado pequeños para mí. Luego hay un estúpido trozo de papel en mi cajón de los calcetines con diez razones por las que debería instalar una barra de striptease en la casa. No puedo pasar página con todas esas estúpidas cosas por todos lados...


 


—Entonces deshazte de ellas.


 


—No.


 


Alzando las manos, Kris se rindió.


 


—Entonces empieza de nuevo —resopló antes de irse inmediatamente de la sala, sin querer ser arrastrado a dar otra vuelta en la montaña rusa conversacional.


 


Fue cuando Kris había cerrado la puerta tras de sí cuando el último trozo de su consejo se sumergió en la cabeza de Chanyeol y este murmuró cómo ese había sido el único buen consejo que su socio le había dado nunca en cuanto a su situación con su prometido se refería.


 


 


*


 


Esperar a que Minseok le notificara que los papeles estaban listos era como esperar la notificación del fin de un divorcio, excepto que Baekhyun no se sentía como un ansioso divorciado. Era algo así como una sensación mixta. De hecho, era un poco rancio. Quizás bajo todo eso había un rayo de ansiedad por liberarse de una obligación, pero a la vez, había un sentimiento de luto que incluso Baekhyun tuvo que admitir que era feliz.


 


Mientras miraba planamente un programa de televisión una tarde con Nugget a sus pies, royendo una recompensa que era tanto saludable como buena para la respiración del cachorro, Baekhyun hizo una lista de verificación mental. De hecho, siempre hacía listas de verificación para evaluar la relación en la que estaba. Siempre lo dejaba desilusionado.


 


¿Seguía enamorado de Chanyeol? Baekhyun quería decir no, pero la respuesta era sí. La existencia de Nugget era un recordatorio diario de ese amor considerando que Chanyeol prácticamente le dio al perro como un regalo. Y pese a que tres meses habían pasado, Baekhyun no podía liberarse emocionalmente, cosa que lo frustraba. En todas las otras relaciones en las que había estado fue sencillo pasar página. Sin embargo, Park Chanyeol era un caso diferente y Baekhyun estaba completamente estancado.


 


La segunda pregunta que llegó a su mente era si estaba haciendo lo correcto. Ante esto, Baekhyun respondió dudosamente que sí. Había una pizca de duda, pero al final, supuso que una relación construida sobre mentiras y obligación no era una relación.


 


En tercer lugar, se preguntó si Chanyeol tenía de verdad la culpa de todo o si lo había juzgado demasiado fuerte. Ser cabezota era algo difícil con lo que tratar, pero Baekhyun se forzó a subsidiar esa parte suya para poder admitir que tal vez Chanyeol no era el único que se había equivocado.


 


De hecho, él mintió al gigante sobre quién era técnicamente. No explicar nunca completamente su identidad y su situación familiar se consideraba mentir. Y tal vez había dramatizado y acusado a Chanyeol de cosas que ni siquiera eran ciertas, pero Baekhyun no era tan rápido como para admitir eso. Había un miedo a ser utilizado que vivía dentro de él y admitió que tal vez el pensamiento de Chanyeol utilizándolo lo había asustado tanto que lo único que quería hacer era huir y prevenir eso.


 


La noche en que Chanyeol confesó todo, Baekhyun había estado demasiado sensible, y esto era otra cosa que estaba dispuesto a admitir. Cualquier cosa real que Chanyeol pudiera haber dicho fue completamente tapada por la imagen negativa con la que Baekhyun lo pintó automáticamente.


 


Baekhyun intentó quitarse el pensamiento de ser quien se había equivocado de la mente y pasar a la siguiente pregunta de su lista, pero descubrió que cuanto más avanzaba en ella, más y más se molestaba ante los errores de Chanyeol y suyos que continuaban apareciendo. Entonces, finalmente, cuando llegó a preguntarse si era o no feliz, los labios de Baekhyun temblaron cuando sacudió la cabeza para afirmarlo.


 


La respuesta era definitivamente no. No era feliz. Estar solo y aislado de todo aquel que había querido o le había importado no era felicidad para él. Baekhyun echaba de menos el olor de la comida de Kyungsoo y la forma en la que Kai discutía con el cocinero cada vez que tenía que defenderse de la ira de Kyungsoo. Sehun, quien no hacía nada más que cortar la hierba cada equis tiempo y plantar flores en el jardín delantero, también era echado de menos. Nugget, quien era incapaz de hablar, tal vez haya echado de menos correr por una casa enorme al contrario que el apartamento donde estaba prácticamente confinado la mayoría del tiempo.


 


Baekhyun echaba de menos tumbarse en la cama y ser regañado para cerrar la ventana un día caluroso de verano en el que el aire acondicionado estaba funcionando. También echaba de menos su antiguo trabajo. No es que no le gustara ser un chico de compañía, pero requería mucho trabajo solo para dar placer a las personas. Su trabajo en casa de Chanyeol requería trabajo, pero era diferente porque estaba rodeado de amigos y una agenda poco apretada.


 


Por último, de todas las cosas que echaba de menos, Baekhyun a regañadientes admitió que echaba de menos al memo, aunque no podría realmente llamar a Chanyeol un memo porque sabía que el gigante era de todo menos eso. Tanto si Baekhyun creyera aún como si no que los sentimientos de Chanyeol hacia él eran completamente falsos, sentía nostalgia de cuando todo era perfecto.


 


Cuanto más persistía Baekhyun en todas las cosas que echaba de menos y cómo de infeliz era, más quería volver atrás. Entonces, una parte de él deseaba un universo paralelo donde todo era igual excepto que nunca hubo un contrato.


 


Deseaba haber conocido a Chanyeol, pero sin la existencia del contrato. Incluso le gustaría un mundo en el que ambos acabaran donde han acabado pero siguiendo un proceso natural.


 


Al final de la lista de verificación, Baekhyun llego a la conclusión de que no le gustaba dónde estaba. Quería volver a casa, volver con Chanyeol, Kyungsoo, Kai y Sehun.


 


Ser franco y fuerte era algo normal, pero por primera vez en la vida adulta de Baekhyun, se escondió en su caparazón y dejó que su lado cabezota, el lado que no quería dejar de esconderse y disculparse, ganara.


 


Sin embargo, cuando sacó el móvil de su bolsillo, Baekhyun no pudo evitar hacer lo que hizo. Incluso Nugget, quien se detuvo a mirarlo, se preguntó qué estaba haciendo su papá tan franca y emocionalmente terrible que estaba ligeramente temblando.


 


Abriendo su móvil prestado, Baekhyun pulsó en escribir un nuevo mensaje, tecleando los números que había memorizado. Se mordió los labios para evitar echarse atrás, diciéndose que si iba a ser una pequeña furcia cabezota que se aislaba, debería tener al menos algo de coraje para enviar un texto de siete palabras.


 


Tras finalizar, los ojos de Baekhyun rápidamente repasaron las palabras y entonces apartó la vista para enviar el mensaje que decía “Te echo de menos y lo siento”.


 


 


*


 


Justo antes de entrar en una reunión, Chanyeol se aseguró de dejar todas sus cosas personales en la puerta. Sabía que Kris tenía razón y que necesitaba centrarse en el trabajo si iba a estar presente. Baekhyun necesitaba ser apartado de su mente y él necesitaba centrarse en las menos que atractivas gráficas y tablas que le presentaron al final de la muy larga mesa de reuniones.


 


Apartar todos los pensamientos sobre su prometido fue bien durante los primeros veinte minutos de la reunión hasta que el móvil de Chanyeol vibró, causando que el portavoz callara y toda la atención cayera sobre el CEO, quien estaba tan sorprendido por el sonido como ellos. Alzando un dedo, Chanyeol detuvo la reunión y sacó el teléfono de su bolsillo. Cuando vio que era tan solo un mensaje de texto, indicó que continuaran la reunión.


 


Mientras la reunión continuaba, Chanyeol pasó sus ojos por el mensaje con la intención de simplemente echarle un vistazo. Sin embargo, no esperó que su corazón se detuviera y todo el mundo a su alrededor se volviera repentinamente irrelevante.


 


Te echo de menos y lo siento...”


 


El mensaje venía del abogado que trabajaba para los Byun, pero Chanyeol no encontraba ninguna razón por la que él le enviaría un mensaje de ese contenido. Nada tenía sentido en la mente de Chanyeol hasta que una persona que no podía desaparecer de su mente apareció, encajando en la sospecha de Chanyeol.


 


Apresurado, respondió con una simple pregunta.


 


¿Baek?”


 


Chanyeol esperó una respuesta, revisando el móvil constantemente, pero nunca recibió una.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).