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L&AW por myvmaru

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CASO 15
EN MOVIMIENTO
 
 
 
 
 
 
Los tres se habían quedado en silencio después de la historia que habían estado recordando, Allen veía los rostros melancólicos de ambos hombres frente a él sintiéndose entumecido por todo el relato, también triste por lo que habían contado de su padre. 
 
 
- lo siento - dice al fin rompiendo el silencio.
- ... - ambos hombres lo miran.
- por hacerles recordar todos esos tristes momentos -
- mj, no te preocupes. - le dice el pelinegro - es algo que debíamos contar, ¿verdad? - mirando al pelirrojo
- así es - levantándose y sentándose junto a su amante, tomando su mano - yo debería disculparme, por no habértelo contado desde el principio -
- mj, lo entiendo y realmente les agradezco que hayan confiado en mí para decírmelo - apretando la mano del pelirrojo suavemente.
- mj - viendo esa escena - bien, es hora de que me vaya. - poniéndose de pie.
- no es necesario que lo hagas, puedes quedarte. - 
- no, ustedes tienen cosas de las cuales hablar y yo, honestamente, me gustaría estar solo un momento -
- te pediré un taxi
- no te preocupes - tocando el brazo suavemente - tengo ganas de caminar un poco -
- ¿estarás bien? -
- sí, soy un chico fuerte - sonriéndole
- mj, de acuerdo, te acompaño a la puerta -
- si. - mirando al albino - gracias por darnos la oportunidad de escucharnos, Allen -
- mj, gracias a ustedes, Ryuutaro-san - ambos sonríen por haberse unido en ese proceso, tanto como para tutearse.
 
 
El Bookman despide al psicólogo con un dulce abrazo y beso en la frente, dándole las gracias y dedicándose una melancólica pero a la vez dulce mirada entre sí. Cierra la puerta y se sienta nuevamente junto a su amante, el cual miraba la nada pensativo.
 
 
- ¿en qué piensas? - pregunta cuando llega a su lado.
- en todo y a la vez en nada -
- mm... - mirando la nada también - ¿no me odias? -
- ¿eh? - mirándolo.
- ¿por ser hermano del hombre que te quito a tu padre? - 
- ... - mirándose ambos fijamente - idiota - golpeándole suavemente la cabeza. - por supuesto que no te odio, tu no tuviste nada que ver. Sería un estúpido si te culpara por ello, después de todo... tu también saliste herido de esto - 
- ... - acercándose y besándole la frente suavemente. - gracias - 
- ¿te digo algo? -
- claro - aún cerca de su rostro.
- creo que me enamoré aún más de ti el día de hoy -
- mj. - sonriendo cálidamente - te amo - besando sus labios suavemente.
- y yo a ti - acariciando sus mejillas - vamos a atraparlo juntos, estaré a tu lado, lo prometo -
- mj, gracias - abrazándolo fuertemente.
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
- ... - Caminando por la fría noche hacia su departamento, pensando en todo lo que habían conversado, volviendo a él sus recuerdos. Unas lágrimas solitarias caían por sus ojos, las limpio suavemente con la manga de su chaqueta. - lo siento - susurrando, recordando un momento de su vida que Lavi no conocía - de verdad, lo siento, Lavi. - comenzando a llorar, aferrando a sí mismo el anillo que había tomado de la cadena que colgaba de su cuello.
 
 
 
 
 
AL OTRO DÍA
 
 
 
 
 
- ... - el pelirrojo se había bañado y miraba por el ventanal de su departamento, fumando un cigarrillo con sus pensamientos perdidos en algún otro lugar. 
- ey. - golpeándole con su hombro suavemente.
- ... - saliendo de sus pensamientos, mirando a su amante que vestía una camisa de él y cargaba dos cafés.
- ten - dándole uno.
- gracias - sonriéndole suavemente.
- ¿sigues dándole vuelta? -
- siempre lo hago - bebiendo un poco de café - es algo ya innato en mí, preocuparme por lo que aún no ha sucedido
- nada cambiará si te lo piensas tanto, debes dejar que las cosas tomen su cauce -
- lo sé, pero me cuesta llevarlo en práctica - 
- lo entiendo - apoyándose suavemente al cuerpo del otro - también solía ser así, pensaba mucho sobre las cosas que quería y no podía tener o lo que quería hacer y no podía hacer -
- ¿y ya no es así? - 
- no - sonriendo - eso cambio en el momento en que te conocí -
- ... - mirándolo.
- mj, eres un hombre fuerte y recilente, al hombre que yo veo frente a mi hoy es el protagonista de mi historia -
- ¡! - sorprendiéndose y sintiéndose entumecido.
- tu... - emocionándose un poco - me trajiste de nuevo a la vida - mirándolo a sus sorprendidos ojos esmeralda. - ya no eres el personaje secundario, Lavi - dejando su café, poniéndose frente a el - para mí... - tomando sus manos - tu si eres un súper héroe.. - 
- ... - sentía un nudo en la garganta por esas palabras.
- así que... - abrazándose a su cuerpo, apoyando su cabeza en el pecho del otro - deja de menospreciarte por las palabras de un hombre que te traiciono y vive tu vida con valentía, siempre siendo mi adorable y desaliñado Lavi - sonriendo suavemente.
- ... - ya no pudo controlarse y aferro el cuerpo del otro en un opresivo y dulce abrazo, sollozando y dejando caer las lágrimas que había tratado controlar.
- mj, está bien, déjalo salir - 
- ngh. - 
 
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
 
- ¡! - su pincel se había corrido cuando estaba terminando algunos detalles de su cuadro, sorprendiéndole, eso no solía ocurrir - mm... - mirando la falla en el retrato que estaba pintando, la puerta de su taller suena.
- adelante - dejando el pincel, limpiando sus manos con una tela blanca.
- ¿estas ocupado? - 
- no. - levantándose - bienvenido a casa, Conde - 
- gracias, hijo - cerrando la puerta tras el - ¿es uno nuevo? -
- sí, pero algo salió mal, tendré que quemarlo - 
- mm, últimamente has pintado mucho, ¿estas frustrado? -
- un poco, son muchos años en abstinencia - tocando el lugar donde estaba la boca del hombre al que pintaba - extraño su calor - un poco hipnotizado.
- deberías sólo traerlo, nunca te he prohibido eso -
- lo sé. - devolviendo su mirada al hombre frente a el - pero prefiero esperar - 
- como gustes - sentándose en el sofá del taller - Kiyoshi está muerto -
- ... - sacando un cigarrillo de su chaqueta.
- ¿fuiste tú? -
- si - 
- ¿hizo algo que te molestara? -
- sí, entró en pánico y no me sirve un peón muerto de miedo, traería problemas a futuro -
- ciertamente. - pensando en eso - la yakuza ya está desesperándose, de todas formas, van varios muertos -
- no es como si hubiera hecho gran trabajo con ellos, ese tipo de cuerpos realmente no son lo mío -
- eres un hombre inteligente y ya sabes lo que quiero decir, sólo ve con más cuidado sobre tus pasos -
- lo haré - diciendo quedadamente
- ¿en dónde está tu mente? Hijo mío -
- lejos... - mirando el humo que emanaba de su cigarrillo - en algún lugar muy profundo - 
- quizás, deberías volver a tus medicinas -
- no, estaré bien en un par de días - cambiando el taburete para hacer un nuevo trabajo 
- ... - mirándolo fijamente - está bien - poniéndose de pie - confiaré en tu criterio, querido - acercándose a la puerta - sólo no preocupes a Road, si estoy aquí es porque ella me lo dijo -
- tendré cuidado, padre -
- perfecto, nos vemos - retirándose.
- ... - mezclando las tintas. - Ryuutaro - susurrando.
 
 
 

...
 
 
 
 
 
- ¿estas mejor? -
- me duele la cabeza - con un paño frío sobre su frente y ojos - habían pasado siglos de que no lloraba -
- mj, ¿pero no te sientes más liviano? -
- un poco, si... - quitándose el paño 
- mj - sonriéndole cuando sus ojos se encontraron - te ves lindo - acariciando su rojo cabello.
- tu eres hermoso - acariciando su mejilla.
- muy masculino - bromeando
- vamos~~ no te burles - 
- mjeje - 
- ¿te das cuenta lo que provocaste? - mirándolo fijamente.
- ¿mm? -
- ahora no seré capaz de vivir sin ti -
- ... - escuchándolo.
- si algún día terminas conmigo, te perseguiré - acercándose su rostro a él desde la nuca - no te dejaré ir nunca. -
- uh. - suspirando por esa mirada salvaje - lo sé -
- no, no tienes ni idea - besándolo profundamente, haciéndolo perder el aliento.
- mn.
 
 
* En ese momento realmente sentí... que nunca podría escapar de las garras de este hombre *
 
 
- bien - empujando al albino a lo largo del sofá. - vamos a hacer algo menos cursi, ¿te parece? -
- mm... suena bien - abrazándose a su cuello.
 
 
Comenzaron a tocarse y besarse, a quitarse las pocas ropas que llevaban, el albino mueve su mano por la cabeza del pelirrojo mientras desordenaba su cabello y lo siente. Una pequeña protuberancia en su cráneo.
 
 
- sí, es ahí - viendo su rostro
- ... - mirándolo.
- en ese lugar se hospeda la bala que detuvo mi vida - 
- Lavi -
- si. - tomando la mano que descansaba en esa zona, acercándola a sus labios, besándola - voy a dejar que esta mano, vuelva a mover mi reloj -
- mj - sonriendo y besándolo nuevamente. - uh... - suspirando entre cada separación que sus labios hacían para volver a acomodarse en la boca del otro.
 
 
* ...pero eso ya no me preocupa. *
 
 
 
 
 
DÍAS DESPUÉS
 
 
 
 
 
 
- buenos días, Allen-san - 
- buenos días - saludando a las chicas mientras entraba a la brigada. 
- ey, buenos días - lo ve su amante que comía un emparedado
- buenos días - saludándolo dulcemente - no deberías estar comiendo a la vista de todos -
- vamos~~ tenía mucha hambre y está muy bueno, ¿quieres probar? -
- no, gracias - 
- que serio -
- tu eres demasiado a la ligera -
 
 
 
* El volvió a ser el mismo Lavi de siempre, ese hombre despreocupado e infantil, pero estaba bien así... *
 
 
- mj. - viéndolo sonreír limpiamente como siempre.
 
 
* ...amo ver esa sonrisa. *
 
 
 
 
- buenos días - el pelinegro se acerca desde el otro lado.
- Ryuutaro-san, buenos días - ambos le saludan
- ¿disfrutaron su fin de semana? -
- por supuesto, lo hicimos en to... ¡! - el albino le había golpeado con su codo en la boca del estómago, dejándolo sin aire.
- basta - sonrojado y molesto.
- mjeje - riendo - ¿tienen mucho trabajo para hoy? -
- sí, bastante. -
- Ryuutaro-san, ¿iras a ver a Uta hoy? - 
- sí, estamos continuando su terapia al igual que la de Sayuri-san -
- ¿puedes darme copias de los informes cuando termines? -
- claro, te las enviaré por fax, pero hay otra cosa por lo que los esperaba -
- ¿sucedió algo? -
- el yakuza, Kiyoshi, el que fuiste a interrogar a la cárcel, ¿lo recuerdas? -
- sí, lo recuerdo, ¿qué sucedió? -
- fue asesinado este fin de semana -
- ¿qué? - poniéndose serios.
- no tengo más detalles, ya que el caso paso al otro grupo de la brigada, si quieres más información deberías consultar con ellos -
- lo haré. Gracias por avisarnos -
- sí, no es nada, bien, debo irme ahora, que tengan un buen día - retirándose.
- ... - pensando en algo.
- Lavi, crees que fue... -
- sí, no tengo dudas. - serio - ese hombre trabajaba para los Noahs - 
- mm, entiendo, vamos a la oficina, no quiero que los demás escuchen -
- claro
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
- Asahi-sensei, bienvenido - saludándolo con una suave sonrisa cuando se lo encontró al abrir la puerta.
- muy buenos días - sonriendo amablemente como de costumbre
- adelante, Uta lo espera - 
- muchas gracias, permiso - entrando a la casa de la familia
- ¿desea una taza de café? - 
- no, no se moleste -
- ¡¡RYUU-ONIICHAN!! - bajando la escalera muy eufórico cuando ve al pelinegro.
- Uta-chan - sonriéndole, lo abraza cuando el menor se arroja a sus brazos en un dulce abrazo - ¿cómo has estado? ¿te has portado bien con mamá y papá? -
- ¡sí, muy bien! - 
- eso es genial - 
- ¿por qué no suben? les llevaré un poco de comida en un rato, ¿te parece? - hablándole a su hijo
- ¡sí, mamá! - tomando la mano del doctor, subiendo la escalera.
 
 
 
 

Ambos llegan a la habitación del menor, el cual le muestra a Ryuutaro sus nuevos juguetes, fascinado y muy contento.
 
 
 
 
- ¿te has sentido bien? Uta-chan - jugando con un conejo de peluche blanco que el menor le había prestado
- sí, muy bien - sonriente
- eso es muy bueno - 
- ¡sip! - jugando 
- dime, el hombre de sombrero... -
- ... - cambiando su expresión por una más triste
- ¿lo has visto otra vez? - preguntando en un tono suave y sutil para no incomodarlo.
- ... - moviendo la cabeza en negativa.
- ¿estas seguro? -
- mm... - afirmando nuevamente
- ¿tampoco has sabido de él? - 
- ... - callando, soltando su juguete.
- dime, no voy a enojarme, lo prometo - sonriéndole
- ... - se pone de pie y toma un cuaderno, sacando de dentro una hoja de papel doblada dándosela al mayor
- ¿para mí? -
- si - 
- ¿tú lo hiciste? - tomándolo en sus manos
- ... - moviendo la cabeza en negativa
- ... - ve de todas formas en su rostro avergonzado y decaído la respuesta a su pregunta. Abre el dibujo. - ¡! - sorprendiéndose
nuevamente al ver su rostro dibujado en el papel. - Uta... - susurrando y mirándolo fijamente - ¿quién te dio este dibujo? -
- ... - bajando más su cabeza.
- necesito que me lo digas -
- mm... - moviendo sus labios - Tikky-oniichan - 
- ... - quedándose en silencio unos minutos, pasmado y entumecido.
- Ryuu-oniichan... - preocupado.
- Uta - tomándole de los brazos - prométeme que si ves a ese hombre no te acercaras a él -
- ... - mirándolo también.
- diga lo que diga o haga lo que haga para llamarte, no iras. Promételo. -
- lo prometo - tímido.
- si él se acerca a ti, correrás... lo más rápido y lejos que puedas, ¿de acuerdo? -
- sí, lo haré -
- bien. - soltándolo y sonriéndole suavemente.
- ¿estás enojado con Uta? -
- no, por supuesto que no - acercándose y abrazándolo protectoramente.
 
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
La puerta suena suave y no se escucha ninguna respuesta del otro lado, el mayor gira la perilla y se asoma suavemente
 
 
- permiso, ¿interrumpo? - mirándola casi maternal.
- Ryuutaro-san - dice la muchacha que lo miraba desde su cama
- ¿puedo pasar? -
- si - acomodándose.
- estoy entrando - entrando y cerrando la puerta tras el - ¿cómo te has sentido? Sayuri-san -
- bien - tímida
- ¿has tenido alguna pesadilla? - 
- sí, pero no son tan continuas - 
- me alegro, eso es un síntoma de mejora, ¿me puedo sentar? -
- claro - 
- ¿aun no has salido de tu cuarto? -
- solo al baño - 
- tu madre me dijo que habían venido unas amigas a visitarte -
- sí, vinieron - sonriendo levemente.
- mj, ¿quieres contarme? -
- ¿eh? pero no es importante... - sonrojándose
- eso no es cierto, si te hace sonreír es muy importante - sonriéndole dulcemente - vamos, cuéntame. -
- ... - su rostro resplandece y comienza a contarle lo que hablaron con sus amigas, lo que sintió en ese momento y lo que
sentía ahora. Toman una media hora en este proceso.
- me alegra mucho que ellas sean un apoyo para ti, tienes unas excelentes amigas, nunca lo olvides. -
- no lo hare - sonriente
- bien. - mirándola - ¿hay algo que quisieras hacer? Sayuri -
- ¿algo que quiera hacer? -
- sí, salir a tomar aire, ir a la playa, comer un helado o un pastel, lo que sea... - 
- ... - pensándolo.
- lo primero que venga a tu cabeza -
- bueno, yo... -
- ¿si? -
- ...quiero volver a la escuela. -
- ... - escuchándola.
- quiero estar con mis amigas, estudiar y quejarme de educación física... recuperar mi vida -
- ¿y qué te detiene? -
- tengo miedo... -
- ¿por qué? nos tienes a nosotros, te apoyaremos y cuidaremos al igual que tus padres, no debes tener miedo -
- ese hombre... - bajando su cabeza - me dijo que nadie podría ayudarme -
- ese hombre es un mentiroso, no debes creer en sus palabras... - acariciando suavemente su mejillas - nadie te hará
daño, ni a ti ni a Uta -
- ¿de verdad? -
- sí, lo prometo - sonriéndole.
- Ryuutaro-san. - conmovida.
 
 
 
 
 

DESPUES
 
 
 
 
 
- la causa de la muerte fue un suicidio -
- ¿suicidio? - 
- así es, eso fue lo que el forense puso en el informe. Lo encontraron en su departamento, colgado en una viga. -
- ... - mirando el informe
- no encontramos huellas ni otra evidencia de que hubiera otra persona cuando se ahorco. Lo que si encontramos fueron altas dosis de droga en su sangre -
- ¿droga? -
- heroína -
- mm... -
- pero era una droga que usaba frecuentemente, por eso no se le dio gran importancia -
- entiendo, ¿qué pasara con el caso? -
- por como lo veo lo cerraran al final de la semana. Los altos mandos no están interesados en investigar más allá el suicidio de un yakuza, para ellos es un delincuente más y por ende que haya muerto es algo que los hace felices -
- mmm... -
- su grupo es otra cosa, por lo que sé están buscando al asesino -
- ¿no creen en el suicidio? -
- por sus movimientos, lo dudo mucho -
- bien, ¿podrías darme copia de todo el caso? -
- no tengo problemas, ¿pero no tienes suficiente con el caso de los Noahs? Bookman-san -
- más de lo que puedo manejar, pero siento que este caso no es solamente menor, puede que me lleve a algo -
- mmm... bien, te tendré los datos al final de la semana -
- te lo agradezco -
 
 
Charlan sobre algunas cosas más y luego el Bookman sale de la oficina del jefe del otro grupo de detectives. 
 
 
- suicidio, ¿eh? - susurrando mientras piensa en el caso que tiene entre manos. - "¿por qué lo mataste? Tikky" - frunciendo el ceño, de repente alguien le golpea la cabeza con algo duro - ¡auch! - 
- deja de hacer eso - 
- Allen... - sobándose la cabeza
- si sigues con el ceño fruncido te vas a arrugar -
- y si tú sigues golpeándome en la cabeza me volveré un idiota -
- eso ya lo eres -
- ¡ALLEN! -
- mjejeje - riendo - vamos por una copa hoy -
- ¿oh? -
- tengo ganas de comer un rico ramen y beber una cerveza, ¿tu no? - mirándolo seductor
- mmm... me suena bien - sonriendo
- eso es... - jalándolo a un rincón oculto de la brigada desde la corbata desordenada. - esa es la sonrisa que me gusta ver - besándolo mientras lo acorrala en una pared.
- ey... - cuando se separan un poco - no estás un poco, ¿cómo lo digo? -
- no digas nada que vaya a arruinar tu suerte, Bookman Lavi - amenazándolo
- mjeje, me callaré -
- bien - sonriéndole y volviendo a besarse.
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
Bajando las largas escaleras de la mansión donde vivía, fumando un cigarrillo y luciendo muy guapo en un traje negro completo, una camisa blanca y una corbata negra a rayas sutiles. Su negro cabello estaba ordenado hacia atrás.
 
 
- ¿vas a salir? - le pregunta la muchacha desde el final de la escalera.
- si - 
- ¿dónde vas? -
- a dar un paseo -
- ¿volverás? -
- ¿a qué va tanta pregunta? - 
- estoy preocupada por ti -
- ¿por? - poniendo su abrigo ya cerca de la puerta de salida.
- porque no estas siendo tú mismo -
- estoy igual que siempre -
- ¡mientes! - 
- Road - hablando fuerte y frio
- ¡! - sorprendida, en los ojos del otro se mostraba un terrorífico enojo.
- no me cuestiones -
- pero de verdad estoy preocupada, ¡cuándo actúas así estas vulnerable y ¿qué si te atrapan!? -
- no lo harán, deja de preocuparte por mí - tomando sus llaves
- ¡soy tu hermana! es obvio que me preocupare por ti -
- ¡yo no tengo una hermana! -
- ¿eh? - herida
- yo solo tengo un hermano - saliendo del lugar.
- ... - frunciendo el ceño - ¡Tikky! -
- déjalo, Road -
- ¿eh? Conde - mirando hacia las escaleras.
- si lo presionas lo harás enfadar - bajando los escalones
- pero... -
- también me he dado cuenta, pero no hay mucho que podamos hacer -
- el de seguro ira a verlo... -
- es evidente que lo hará, ha estado encerrado por varios días, haciendo sus dibujos... ha entrado en desesperación nuevamente -
- ¿y está de acuerdo con ello? Conde -
- sí, de todas formas cuando regresa vuelve a ser el mismo Tikky, con nuevas ideas y mucho más relajado... -
- sí, pero... -
- tranquila - acariciando su negro cabello - es un hombre inteligente, está roto, pero sabe perfectamente lo que puede y no hacer para que su obra funcione -
- ... - pensativa.
 
 
 
 
 

MÁS TARDE
 
 
 
 
 
- ¡Kana-chan! ¡tráeme otra cerveza! -
- ¡si! -
- oye, no bebas tanto -
- ¿eh? ¿por qué no? - sentado frente a él en la mesa privada que habían pedido para ambos.
- porque quiero que funcione luego... -
- mje, puedo tener problemas en la cabeza, pero créeme que ÉL funcionara como es debido, jefe -
- mjejeje... - riendo. 
- hoy tuvimos que trabajar por separado, ¿estuvo todo bien? - 
- sí, tedioso... ser jefe de brigada no era lo que imaginaba -
- mjeje, de seguro que no -
- ¿qué tal tú? ¿encontraste algo sobre el caso? -
- tengo algunas pistas, pero nada en concreto. Cuando tenga algo te lo contaré -
- de acuerdo - bebiendo de su cerveza
- tengo pensado hablar con el forense mañana -
- bien, hazme saber si necesitas una orden -
- lo haré. -
- deberíamos pedir una orden para llevar, ya es tarde para pasar por algo de desayuno para mañana -
- es una buena idea, se lo pediré a Kana - llamando a la muchacha
 
 
Después de ordenar algo de comida para llevar se van hacia el departamento del jefe de brigada.
 
 
- Ey... - tomando en sus brazos al gato que se había acercado a él al segundo que entro por esa puerta - ¿estas más grande? -
- maaao~~ - refregándose por su rostro y cuello.
- tan mimoso... - mirando de reojo al peliblanco que quitaba su abrigo - al igual que tu papi -
- ... - dedicándole una mirada divertida y seductora. - dejaré la comida en el refrigerador mientras ustedes se saludan -
- mje, gracias - quitándose su propia chaqueta mientras agarra al gato como puede para que no se caiga y luego se lo lleva al sofá para jugar un rato con él.
- ¿quieres algo de beber? - quitando su corbata
- no, ya estoy lleno -
- bien, iré a tomar un baño -
- de acuerdo - sonriéndole. - le daré de cenar a este chico -
- mj, ok - caminando hacia el baño.
- bien, vamos a comer algo, pequeño - llevándolo en sus brazos a la cocina, sirviéndole su comida dejándola en el suelo. El minino va directamente a su plato - mj, eso es... - agachándose y acariciándolo mientras come.
 
 
Luego de unos minutos se pone de pie y suelta su corbata, desordenando su cabello un poco. Escucha tararear desde la ducha a su albino, sonriendo cálidamente, caminando hacia el cuarto de baño. Abre lentamente la puerta y ve la silueta de su
amante mientras se duchaba. Se queda de pie en el marco mirando esa silueta, hipnotizado por ese cuerpo y esa voz melódica que salía de la boca del otro, sonríe y comienza a quitarse su propia ropa, cuando ya está listo abre la puerta de la ducha.
 
 
- ¡! - volteándose viendo a su amante entrar. - oye... espera tu turno - sonriendo divertido
- es mi turno - sonriéndole - voltéate, voy a ayudarte - 
- ¿ayudarme a qué? -
- a no dejar ningún espacio de ti sin enjabonar - 
- mj, está bien - acercándose a el pelirrojo besándolo suavemente. - déjame limpio - susurrándole divertido
- mjejeje, entendido, jefe -
 
El albino se voltea, regalándole su espalda y trasero para que comience a hacer lo prometido. El pelirrojo resbala la esponja enjabonada por esa fina espalda con suavidad, mirando con lascivia. Baja la esponja hasta las nalgas del otro acariciando una con ella.
 
- mngg... - su cuerpo tirita suavemente por aquel toque.
 
El mayor muerde levemente el hombro del albino mientras ahora acaricia ambas nalgas, una con su mano y la otra con la esponja. 
 
- ¿Cómo se siente? - 
- muy bien -
- tu cuerpo está tiritando - lamiendo la extensión de su cuello, mientras apega su pelvis a ese trasero, rozando su miembro entre las nalgas del otro.
- mnghh - jadeando. - estas muy duro - apoyándose en la muralla.
- si... - abriendo más ese trasero para sentir con su punta la entrada palpitante del otro. - lo estoy desde ese beso en la brigada -
- mje... - volteando su cabeza para mirarlo con una sonrisa lasciva - ¿tan mal te traigo? -
- demasiado mal - apoderándose de sus labios mientras se apretaba más a su cuerpo, resbalando la esponja por el pecho del
otro, rozando sus pezones, su abdomen, su miembro.
- ahh~~ - arqueando su espalda por las sensaciones.
- me encanta cuando haces eso - mordiendo su espalda.
- ¡ngh! - mordiendo su labio inferior.
- te erizas como un gato cada vez que te toco - 
- Lavi... - diciendo su nombre casi en un ruego ahogado
- ¿no te van a doler las piernas si lo hacemos aquí? -
- no importa, solo hazlo - 
- mje... ¿ahora quién es el que me desea tanto? - mordiendo el lóbulo de su oreja.
- ¡ah! -
- y yo que quería tomarme mi tiempo - dejando caer la esponja al suelo de la bañera, guiando su miembro a la entrada del otro introduciendo solo la punta mientras comienza a masturbar al peliblanco.
- nghh... ¡ahh! - arqueándose más
- oh. - sintiendo como se apretaban alrededor de él, hundiéndose lo más lento que se podía permitir para no lastimar al otro
 
 
Luego de unos minutos tras haber metido por completo su miembro siente que la entrada ya está lo suficientemente acostumbrada a él por lo que comienza a moverse, apretando la cintura del otro mientras resbala sus manos por ese cuerpo que se estremecía por las embestidas certeras a su parte sensible, ese lugar que el pelirrojo sabia donde quedaba y como hacerle para llevarlo al éxtasis. El albino se aferra a la muralla disfrutando también de sobremanera, masturbándose mientras es penetrado, excitándose más, al igual que el otro, al escuchar los ecos de sus voces y sonido obscenos del momento por estar en el baño.
 
- ¡ah! nghh... Lavi, tan bueno... - 
- si... estas delicioso - mordiendo su hombro.
 
 
Aquel mordisco le dio una corriente de placer en su cuerpo, haciéndolo tambalear ya que sus piernas cedieron al cansancio. Lavi alcanza a aferrar ese cuerpo en sus brazos, saliendo de dentro y volteando su cuerpo.

 
- Vamos, sujétate a mí - haciendo que el albino se aferrara a su cuello, tomando sus piernas y levantado su cuerpo, sujetándolo entre su cuerpo y la fría baldosa de la muralla.
- ¡ah! - su cuerpo tembló al sentir el cambio de temperatura al tocar la muralla. - no, espera... - notando que el otro lo estaba bajando hacia su miembro - en esta postura será... ¡¡!! - demasiado tarde, el otro ya se había metido dentro nuevamente 
- ¿esta postura qué? - sonriendo divertido
- bastardo... nghhh... es muy... profundo... - jadeando y tratando de acostumbrarse
- no te enfades... - besándole suavemente los labios - en esta posición solo debes dejármelo a mí - haciendo fuerza en sus brazos comenzando a mover el cuerpo del otro de arriba hacia abajo
- ¡¡ahhh!! - apretando el cuello que rodeaba.
- ¿escuchas cómo suena? - apurando sus movimientos - es tan sexy -
- ¡¡ahh!! nghhh ¡ah! - arañando la espalda de su amante - me... voy a venir... ¡¡ah!!
- hazlo... podemos continuar en la cama - besándolo salvajemente.
- ¡ngh!
 
Y así lo hicieron, el albino se corrió a los segundos después y pronto salieron de la ducha para continuar besándose y dándose placer.
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
- ... - el pelilargo entra a su casa sin saludar, ya que vivía solo no hallaba razón para hacerlo. Quita su abrigo y luego sus zapatos, colgando su bolso en el ropero cerca de la entrada.
 
Cuando revisa los bolsillos del abrigo para tomar su móvil, toca la hoja de papel que Uta le había entregado, abriéndolo y viendo el retrato de sí mismo, deja escapar un suspiro triste mientras su corazón se contraía, piensa en arrugarlo y botarlo, pero termina dejándolo nuevamente en el bolsillo del abrigo, cerrando la puerta del pequeño ropero. Camina hacia el salón de su departamento, cuando llega a él enciende la luz.
 
- ¡! - sus ojos se ampliaron drásticamente al momento de ver lo que habían y quien estaba frente a él, sentado en uno de sus sofás. 
- Bienvenido a casa, Ryuutaro - 
- Tikky...
 
 
Por varios minutos su mente ni cuerpo le respondió, paso por su cabeza que era su imaginación, pero no lo era. Ese hombre estaba ahí, bebiendo una copa de vino y fumando un cigarrillo manteniéndose inmutable, mirándolo fija y seductoramente como
siempre solía hacerlo, robándole el aliento y el alma. Cuando pudo salir de su entumecimiento da un paso atrás, pensando en correr hacia la puerta y huir, pero las palabras del otro lo detienen.
 
 
- no tiene sentido - 
- ... - mirándolo de reojo
- puse un pequeño aparato en la puerta, no se abrirá nuevamente si no usas la clave - dando un sorbo a su vaso de vino. - pero bien, eres un detective, podrías deducirla si quisieras -
- ... - queda paralizado en el lugar donde se encontraba.
- siéntate - 
- no - susurrando.
- vas a cansarte de pie, siéntate - repitiendo esa última palabra en un tono demandante.
- ... - aprieta sus puños y traga saliva, volteándose y yendo a sentarse en un sofá frente al que estaba sentado el moreno. Sabía que no podía hacer algo más. 
- ... - lo mira fijamente por varios minutos. - tu no cambias - sonriendo suavemente - sigues igual de hermoso -
- ... - tragando saliva, su cuerpo da un brinco cuando el moreno se pone de pie, apagando su cigarrillo. Comienza a sollozar.
- ¿por qué lloras? - mirándolo 
- mn... - tratando de controlar las lágrimas que caían por sus mejillas.
- no lo hagas, sabes que no vengo a hacerte daño -
- entonces ¿para qué? - mirándolo con sus ojos llenos de lágrimas.
- tu sabes para qué - ambos se quedan viendo por unos minutos.
- no quiero... - bajando la cabeza, sollozando y temblando suavemente.
- ... - sin quitarle la vista de encima.
- por favor... vete...
 
El moreno se voltea y toma la botella de vino y una copa vacía que descansaba sobre la pequeña mesa de la sala.
 
- este vino es inglés - comienza a decir mientras sirve la copa - es una buena cosecha, dulce, pero a la vez fuerte - dejando
la botella y acercándose al pelilargo, sentándose a su lado, ofreciéndole la copa - como el hijo de Mana -
- ¡! - se sorprende al escuchar eso.
- ten - 
- ... - se vio obligado a tomar la copa, sabía que ese comentario aludía a que si el no accedía algo malo le pasaría al comisario.
- bebe
 
El psicólogo bebe un poco, sin dejar de sollozar y dejar escapar sus lágrimas. Su cuerpo se tensó cuando el otro acaricia su mejilla con la parte trasera de su mano, recorriéndola suavemente.
 
- tu piel sigue muy suave - bajando la mano por su cuello - y hueles muy bien - 
- basta - susurrando
- ¿por qué? -
- no quiero... no de nuevo... - 
- ¿acaso no me extrañas? - 
- no -
- no mientas - tomándolo de la mandíbula con fuerza, haciendo que lo mire. - sé honesto, al menos contigo mismo -
- ... - mirando a esos ojos que lo perdían, lo ahogaban.
- estamos solos - deslizando su dedo pulgar por los labios entre abiertos del mayor - no necesitas mentir - acercando los propios, sin romper aun la distancia mínima que había entre los dos. - no conmigo - 
- nghh... - llorando más audiblemente.
- no llores - limpiando sus lágrimas - las lágrimas son solo para el dormitorio - le susurra cerca de sus labios
- no quiero... hacerle más daño - 
- ... - alejándose y poniéndose de pie - vamos - estirándole su mano.
- ¡! - temblando y bajando su cabeza - Tikky... no... -
- Ryuutaro - el cuerpo del psicólogo se sacude y levanta su mirada a esos profundos ojos dorados - ven conmigo
 
 
 
La mano de ese hombre estaba ahí, cerca de su cuerpo. Ambos se quedan viendo profundamente por varios minutos, la mano del pelilargo tirita sutilmente mientras la aprieta sobre su regazo, sin saber qué hacer, sin saber si detenerse o dejarse llevar por sus sentimientos. La mirada del otro se va tornando más profunda, más obscena, más demandante. Su mano comienza a moverse, sintiéndose entumecido por la culpa de lo que a estaba cediendo, tomando al fin la mano frente a él. El moreno lo pone de pie y lo guía hasta su habitación en donde podía sentir el aroma del perfume de Tikky intoxicándolo, vio una velas encendidas y se sorprende cuando suena la puerta tras el cerrarse.
 
 
 
Tikky se pone frente a frente con él, comenzando a desabotonar la camisa del otro, el cual sigue sollozando mientras es desnudado. Le quita suavemente la corbata, haciéndola sonar mientras cae por el cuello del doctor. La camisa ya había caído lenta al suelo dejando la parte superior totalmente desnuda, mantiene la corbata en una de sus manos, bajándolas hasta el
cinturón del mayor, comenzando a desabrocharlo. En ese momento Ryuutaro detiene sus manos con una de las suyas.
 
 
- no... - 
- ... - mirándolo fijamente
- no más... - mirándolo ahora a los ojos, rogándole - ...te lo suplico -
 
 
El más alto lo mira unos minutos y luego toma sus manos suavemente, uniéndolas y luego amarrándolas con la corbata que había mantenido con él, haciendo un perfecto nudo. Mirándolo por última vez y arrojándolo a la cama boca abajo.
 
 
- ¡! - sorprendido, no le quedo nada más que hundir su rostro en la almohada y continuar sollozando.


 
 
 

El ojidorado le quita lo que quedaba de ropa, dejándolo completamente desnudo sobre la cama, tocando con la palma de su mano toda la extensión de su espalda, haciendo tiritar bajo el al sensei, el cual apretaba la almohada entre sus manos, no quería sentirlo, pero no podía evitarlo... había pasado tanto tiempo de que había sentido eso, ese calor, esa lujuria, ese sentimiento por ese hombre que odiaba, pero que a la vez no podía dejar de amar.
 
 
La mano que antes estaba recorriendo su espalda comienza a bajar hasta sus nalgas, tocándolas y masajeándolas, sacando de su bolsillo un recipiente de lubricante, abriéndolo y volcándolo en ese trasero.
 
 
- mnghh... - apretando más la almohada bajo a él luego de sentir uno de los dedos del otro entrar lentamente en él. Sintiéndose más culpable aun por sentir tanto placer.
- estas apretado - 
- ahh... - jadeando cuando el otro voltea su dedo dentro de él.
- ¿cuánto a pasado ya desde la última vez? - presionando dentro tocando la próstata del otro
- ¡ah! - dando un brinco al sentir esas tormentas de placer viniendo desde ese lugar donde lo tocaron
- ¿unos tres años o más? - introduciendo otro dedo.
- mghhnn... - 
- ... - se agacha a la altura del oído del otro sin dejar de mover sus dedos - sé que te has acostado con otros, pero por hoy lo dejaré pasar -
- umm... - 
- no tienes que contenerte - hundiendo su otra mano bajo el cuerpo del otro para masturbarlo.
- ¡ah! - 
- eso es... - quitándole la almohada - gime -
- mnghh... - apretando sus labios, no quería escucharse a sí mismo disfrutando algo a lo que quería renunciar.
- ... - frunce el ceño al notar que seguía ocultándose. Quita sus dedos rápidamente y desabrocha sus pantalones
- ¡! - asustándose y a la vez sintiéndose expectante, lo deseaba... muy dentro de él sabía que así era.
- levanta - jalando la parte posterior de su cuerpo, levantándolo completamente y poniéndose tras él, introduciéndose dentro en una sola estocada.
- ¡AHH! - su cuerpo se sacudió violetamente. 
- ohh... - disfrutando también de ese apretón en su parte baja - había pasado tanto tiempo... - apretando la cintura del otro al igual que su miembro palpitante - por patético que suene, siento que puedo correrme solo con estar así -
- mnghhh... - 
- Ryuutaro... - agachándose y mordiendo la parte trasera de su cuello - te amo -
- ¡¡!! - en ese momento tuvo un orgasmo seco. Aferrándose a las sabanas, tratando de apartarse.
- no huyas - jalando las caderas para acercarlo.
- ahh... - el activo toma el cuerpo del otro, volteándolo y dejándolo boca arriba, viendo sus ojos sorprendidos, sus mejillas
sonrojadas y sus lágrimas recorriendo sus mejillas.
- tan hermoso... - acariciando sus mejillas, dejando su mano en el mentón de este, viéndose ambos a los ojos. - simplemente la mejor obra de arte que he visto - acariciando con la yema de su dedo los labios entre abiertos del doctor.
 
 
Se acerca a su rostro con el suyo, tomando las manos atadas y moviéndola por sobre su cabeza. Cuando está cerca de sus labios se detiene a contemplarlo.
 
 
 
- ¿recuerdas lo que te dije la última vez que lo hicimos? - 
- ... - lo recordaba, pero hubiera preferido no hacerlo, no estar haciendo esto.
- piensa solo en mi - comenzando a moverse.
- ¡mngh! - 
- entrégame tu cuerpo solo a mi - embistiéndolo lentamente, disfrutando de los gemidos que salían de la boca de su compañero, acercando más sus labios, pero aun sin besarlo de lleno. - vive solo por mí - 
- ... - entreabriendo sus ojos, perdiéndose. - Tikky... - jadeante
- entrégate a mí y no pienses en nada más, Ryuutaro -
 
 
Al escuchar su nombre el mismo une sus labios en un desesperado y cálido beso, ya no podía frenarse a tanto sentimiento. Odiaba a ese hombre, pero a la vez lo amaba más que a nada y ya no podía controlarse más.
 
 
- ¡ah! - siendo penetrado continuamente luego de ese profundo beso, perdiendo completamente la cordura y las ganas de pensar
- oh - mirándolo fijamente mientras se introducía dentro, muy profundo y luego quitándolo por completo para hacer nuevamente
ese acto.
- mnghh... ahh... - sintiendo mucho placer, pero a la vez, sus lágrimas no dejaban de caer.
- ey... - haciendo que lo mire - en esta habitación... -
- ... - mirándolo fijamente 
- ...solo somos tú y yo - 
- ... - entumeciéndose por esas palabras y esa mirada que no veía hace tiempo, llena de amabilidad y amor.
- olvida lo demás - acercándose a sus labios - olvida quien soy - besándolo suavemente - olvida al monstruo que hay en mi y ámame como antes -
- Tikky, yo te... -
- shh~ - desatándole las muñecas - no lo digas - 
- ... - se aferra al cuello del otro y lo besa, salvaje y desesperadamente.
 
 
Sus cuerpos se pegan sin espacio alguno, ni el aire podía rozas sus pieles acaloradas. Cada caricia, beso y gemido eran incontrolables, se deseaban y eso nada de lo que hubiera pasado podría cambiarlo. El pelilargo aferra sus piernas a la pelvis del otro instándole a que continuara con las embestidas a lo que el otro cedió de inmediato, moviéndose de dentro hacia afuera,
aferrándose a sus caderas, lamiendo su cuello y mordiendo sus labios.
 
 
- ahh... más... - jadeante.
- Ryuutaro - su voz sonó quebrada y apasionada.
 
 
 
 

AL OTRO DIA
 
 
 
 
- buenos días - saludan ambos al mismo tiempo a las chicas de recepción
- buenos días, Bookman-san, Walker-san - sonriéndoles
- nuevamente llegan juntos, ¿fueron de copas? - 
- nada de eso, solo nos encontramos para tomar el desayuno - dice el pelirrojo
- ¿es así? - picaronas
- vamos, chicas, me avergonzare~ - 
- mjejeje - riendo
- bueno, debemos ir al trabajo - dice serio como de costumbre
- sí, nos vemos luego chicas, tengan un buen día -
- ustedes también - 
- ah - recordando algo - ¿Ryuutaro-san ya está en la brigada? - 
- no, llamó temprano y aviso que hoy no vendría -
- ¿sucedió algo? - preocupándose
- no, dijo que tenía trabajo de escritorio muy atrasado y estaría haciendo visitas -
- entiendo - aliviado - gracias - guiñándole un ojo y yéndose con el peliblanco.
- ahh~~ tan guapo - ambas suspiran
 
- ¿estará bien Ryuutaro-san? -
- sí, si es solo trabajo será capaz de hacerlo - 
- ok - 
- lo llamaré a la hora del almuerzo -
- lo sobreproteges mucho -
- mj, si... - sonriendo tiernamente.
- mj - acariciando su cabeza suavemente - hazme saber si necesita ayuda -
- lo haré - 
- bien, ahora a trabajar -
- sí, hoy llega el papeleo del forense, ¿no? -
- así es, lo revisaré y te dejaré una copia -
- de acuerdo, trataré de apurar lo del yakuza -
 
 
 
 
...
 
 
 
 
- ¡ahh! ¡ah ah! mnghh... - gimiendo tendido boca abajo en la cama, apretando las sabanas ya desordenadas y sucias de fluidos.
- levántalo más - jalando su trasero para que lo subiera, lo cual hace. 
- nghh... - moviendo su mano para apretar una que sostenía sus caderas - no... no más... nghh - 
- ¿por qué he de parar si lo estas sintiendo tanto? - sin detener sus embestidas.
- ahhh... me duele... -
- mmm... - sin dejar de penetrarlo le da una palmada en las nalgas.
- ¡AH! ¡NO! nghh... - 
- no, ¿qué? -
- no puedo más... no me puedo correr más -
- mj, siempre se puede más, mon amour - besando la nuca y la parte trasera del cuello.
- ah~~ - 
- ¿ves? lo deseas, deja de mentirte a ti mismo - 
- Tikky... - jadeando eróticamente.
- mj, eres precioso - tomando su rostro, volteando su cabeza para besarlo.
- mnghh... - 
- vamos a venirnos una vez más y te dejaré descansar, ¿está bien? - 
- ... - suspirando y dejándose ser nuevamente, aunque sabía que esa promesa seria rota como todas las demás.
 
 
 
 
DESPUÉS
 
 
 
 
- ¿pudiste encontrar algo? - firmando unos papeles en su escritorio.
- no, por más que lo reviso no encuentro nada - leyendo el informe forense
- ¿deberíamos pedir un permiso para analizar el cuerpo nosotros mismos? -
- no, dudo encontrar algo más, está muy detallado y aun así... - leyendo - ¿mm? -
- ¿qué sucede? - llamándole la atención su rostro
- no está -
- ¿qué? -
- en todos los cuerpos encontrados en el caso noah, había un tipo de droga afrodisiaca y a la vez analgésica -
- lo recuerdo, fue encontrado en el caso que estamos investigando -
- sí, pero esa droga no se encuentra en el cadáver de Kiyoshi -
- bueno, todos sus órganos, piel, cabello, etc... estaba en su lugar -
- ajá... - pensando
- ¿estas dudando de tu corazonada? -
- algo así... quizás esto no tiene nada que ver con... -
- detente ahí -
- ¿eh? - mirándolo
- si sientes que estos casos están relacionados esa es la pista que debes seguir, los instintos son primordiales en este tipo de trabajo -
- pero si no es lo que creo, solo estoy gastando tiempo y recursos -
- eso da igual, para eso estoy aquí, para tapar tu ineptitud - sonriéndole irónicamente
- mjejeje - riendo - eso es cierto - 
- confío en tu presentimiento, así que sólo síguelo - 
- mm... eres tan adorable - 
- no coquetees con tu jefe -
- jejeje, es inevitable
- ¿llamaste a Ryuutaro-san? -
- le envié un mensaje, pero no ha contestado, si no lo hace hasta que termine el turno pasaré por su casa -
- de acuerdo - 
- y luego me pasaré a tu casa - sonriendo infantilmente
- si nos ven llegar juntos todos los días sospecharan -
- ¿aún más? -
- ... - mirándolo
- mjeje, creo que ya nos tienen identificados - 
- ¿y de quién es la culpa? -
- es que después de todo ese ejercicio me da mucho sueño como para irme - 
- sí, claro -
- mj, ¿te molesta que lo demás lo sepan? -
- no necesariamente -
- ¿no? -
- de todos modos la mayoría ya sabe mi condición -
- ¿entonces te preocupa por mí? -
- ¿a ti no? -
- no necesariamente - sonriendo
- mj, idiota - 
- me da igual que lo sepan, eso no cambia nada para mí - ambos se miran fijamente - nunca me avergonzaría de tener tan bello amante - 
- mj, deja de coquetear, te lo dije - apretando su nariz
- aauu~~ - entre risas.
- vivamos juntos -
- ¡! - sorprendiéndose por esa repentina proposición.
- mjejeje, te ves sorprendido - riendo por ese rostro
- ¿estás hablando en serio? -
- yo siempre habló en serio - 
- ¿de verdad quieres vivir conmigo? - emocionándose
- ¡no te emociones tanto! - sonrojándose - hay muchos hábitos tuyos que tendrás que cambiar, ¡eres un tipo muy desordenado y eso me enferma! -
- ¡no me importa, cambiaré cualquier habito por despertar todas las mañanas a tu lado! - muy feliz
- ... - sonrojándose más, escondiéndose su rostro bajo su flequillo
- ¿qué pasa? - mirándolo esconderse
- bueno... es la primera vez que alguien se pone tan feliz por algo tan simple es... un sentimiento muy bonito - viéndose de lo más adorable cuando dice aquello
- ¡! - caliente y excitado - tu... ¡ERES TAN MONO! - lanzándose sobre el
- ¡¡¡waaa!!!
 
 
 
 
...
 
 
 
 
- mnn... - despertando costosamente, mira el reloj con los ojos semicerrados y marcaba casi media tarde. Se endereza y se sienta en la cama viendo a su alrededor. - ¿Tikky? - hablando suave y despacio. Luego de unos minutos toma su móvil que estaba sobre el velador y nota que tiene un mensaje, leyéndolo: "¿cómo va ese papeleo atrasado? hazme saber si necesitas ayuda, ¿de acuerdo? te adoroooo~~ Lavi." - ... - sintiéndose un poco entumecido y culpable por ese mensaje. Deja el móvil nuevamente donde esta y se pone de pie - ¿Tikky? - buscándolo por su departamento, cuando llega a la sala se sorprende. En medio de ella había un taburete con una pintura en él y sobre la mesa un florero con tres girasoles y una nota. Se acerca y lee la tarjeta: "Sé que son tus favoritas. Disfrútalas. Con amor, Tikky" - ... - tragando saliva, algo apretaba su garganta dolorosamente. Destapa suavemente el cuadro frente a él y ve lo que está pintado perfectamente, un campo de girasoles a la luz de un sol radiante y el entre ellos, sonriendo, trayéndole recuerdos de una época que nunca regresaría. - ngh - cayendo de rodillas al suelo, tapando su rostro con sus manos y llorando como un niño, uno herido y culpable.
 
 
 

...
 
 
 
 
- ¿? - revisando su móvil
- ¿qué es? - saliendo de la brigada
- Ryuutaro-san, dice que está bien, que no nos preocupemos por el - guardando el aparato en el bolsillo
- entiendo - 
- ¡bien! - estirándose - ¡vamos a comer algo bueno para celebrar! -
- ¿celebrar? -
- así es - feliz
- mmm... estoy dudando de que eso sea una buena idea -
- ¡¿qué?! - 
- después de tu "descaro" del medio día, estoy dudando mucho en como será vivir contigo - 
- pero esa debería ser una buena razón -
- temo por mi cuerpo -
- vamooos~~ solo me sobre excite un poco -
- ¡tu siempre te sobre excitas! -
- mentira~~ - refunfuñando
- mj - sonriendo tiernamente. - te dejaré a ti la búsqueda del apartamento - acariciando su hombro suavemente
- ¡! - sorprendido
- solo elige un lugar cercano a la brigada, ¿está bien? - sonriéndole
- mj, ¡si, jefe! - 
- bien, vamos a comer, muero de hambre
 
 
 
 
MIENTRAS
 
 
 
 
- ... - entrando a la mansión con su ropa desordenada. Subiendo las escaleras hasta su alcoba, abriendo la puerta - ¿? - ve que sobre su cama esta la muchacha de negros cabellos durmiendo sobre las sabanas, deja su chaqueta sobre un sofá y se acerca a la chica, sentándose suavemente en la cama para acariciar sus cabellos.
- nnmm... - despertando
- ... - mirándola
- Tikky, volviste - sonriendo suavemente
- ¿qué haces aquí? pequeña - hablándole dulcemente.
- te esperaba - enderezándose - me alegra que hayas llegado con bien - 
- te dije que estaría bien, no debes preocuparte tanto -
- no puedo evitarlo -
- lo sé - besándole la frente y poniéndose de pie para quitarse la ropa - ve a ducharte ponte algo lindo, te llevaré a tomar un helado, ¿te parece? -
- ¡¡si!! - muy feliz salta de la cama a abrazar al pelinegro - gracias, Tikky -
- es lo menos que puedo hacer - acariciando su cabello - y luego de eso... - mirándola fijamente - voy a regalarte ese
cabello que tanto te gusta - los ojos de ambos se tornaron oscuros y tenebrosos.
- eso me hace aún más feliz -
- lo sé, vamos a divertirnos mucho tú y yo -
- yei~~ - abrazándolo más fuerte.
 
 
 
 
 
 
AL OTRO DÍA
 
 
 
 
 
- ... - bebía un café en el sofá de su sala, viendo fijamente el el cuadro en el centro del lugar, cubierto con la tela blanca. Estaba hipnotizado y solo despertó de su ensimismamiento cuando el timbre de su apartamento sonó. Se pone de pie, dejando su taza de café en la cocina y yendo a abrir la puerta - ¡! -
- ¡muy buenos días! - un sonriente pelirrojo se deja ver frente a el
- Lavi... -
- es hora de desayunar - mostrándole una bolsa - traje pasteles de tu tienda favorita -
- ¿tengo una tienda favorita? - divertido
- ahora la tendrás - 
- mj, adelante - dejándolo pasar. El ojiesmeralda va a la cocina y comienza a hervir el agua y ordenar para desayunar - ¿no te quedaste donde Allen-san anoche? -
- sí, lo hice, pero me echo a penas salió el sol -
- ¿tuvieron una pelea? -
- no, sólo está preocupado de que nos vean siempre llegar juntos a la brigada -
- mmm, es de esperar de él -
- sí, pero eso va a cambiar pronto - sonriendo
- ¿mm? - recibiendo su café
- vamos a vivir juntos - muy feliz
- ¿en serio? - sorprendido
- sip - sentándose a su lado en la mesa del comedor
- esa es una muy buena noticia - sonriéndole dulcemente - de todas formas, ya pasabas más tiempo en su casa que en la tuya -
- así es - 
- mj, te ves muy feliz - acariciando su cabello
- ¡lo estoy! es la primera vez que viviré con mi amante, es un buen sentimiento -
- lo es - 
- ¿tu cómo estás? ¿terminaste tu trabajo? -
- sí, todo está bien - bebiendo café
- me alegra - poniéndose de pie - iré al baño, regreso enseguida -
- claro - se queda en silencio unos minutos, después de un rato se pone de pie - Lavi, ¿estas bien? ¿oh? - se sorprende al ver al pelirrojo en la sala, mirando el cuadro que estaba en ella. Había quitado la tela que lo ocultaba. - ... - tragando saliva, había olvidado completamente ese asunto. 
- ¿quién te dio esto? - mirándolo desde el mismo lugar
- ... - sin saber que decir
- ¿cuándo lo recibiste? - 
- Lavi... -
- ¡contéstame! ¿de dónde sacaste esto? - 
- Tikky lo pinto... - dice aproblemado y culpable
- ¿por qué lo tienes? te lo envió ayer, ¿por eso faltaste al trabajo? -
- no - sentándose en el sofá, bajando su cabeza - lo encontré cuando desempacaba unas cajas... - triste - fue el único que... no pude quemar -
- ... - mirándolo fijamente.
- lo siento, Lavi - comenzando a llorar
- ey - acercándose y sentándose a su lado - no llores, no quise subir la voz, pero me preocupe de que ese sujeto haya contactado contigo para asustarte -
- ... - sollozando
- de verdad no estoy culpándote de nada -
- no pude... simplemente no puedo desprenderme de él, lo siento tanto - llorando más audiblemente
- lo sé, tranquilo - abrazándolo y acariciando su cabello y espalda.
 
 
 
 

DESPUES
 
 
 
 
- ¿te sientes bien? - saliendo del departamento - si quieres puedes quedarte, yo avisaré en la brigada -
- no, estoy bien, no puedo permitirme otro día libre - sonriendo débilmente
- Ryuutaro-san... -
- tengo mucho que hacer hoy e ir a trabajar me ayudara un poco a ver todo más claramente, no te preocupes -
- mmm... -
- en serio, decírtelo me hizo sentir mejor - 
- de verdad no quiero que me ocultes nada, no creo ser tan intransigente -
- no lo eres, sólo... que el tema es sensible para mí -
- lo entiendo - 
- ey - golpeando su brazo con el hombro - estoy bien, de verdad -
- bueno, no puedo decirte que hacer con tu vida y tus recuerdos, pero prométeme que si ese cuadro te hace mal, lo desecharas -
- lo prometo - 
- mj, está bien - abrazándolo desde el hombro.
 
 
 
...
 
 
 
- ¿estas segura de que quieres entrar? -
- sí, mamá - 
- ¿estarás bien? -
- sí, Asahi-sensei dijo que estaría bien si era lo que quería y es lo que más deseo -
- mj, está bien, preciosa... si esto es lo mejor para ti trataré de estar tranquila -
- mj, gracias mamá - dándole un abrazo - cuida mucho de Uta, ¿si? -
- claro que sí, diviértete -
- es una escuela, eso es difícil -
- jejeje, si... -
- nos vemos, mamá - 
- cuídate mucho - 
- ... - entrando a la escuela - uhh... - suspirando algo asustada, mirando hacia su alrededor.
- ¿¡SAYU!? -
- ... - volteándose - chicas - sonriendo
- ¡¡eres tú!! -
- ¡que bien que hayas regresado! - 
- ¡te extrañábamos mucho! -
- y yo a ustedes - el grupo de chicas comienzan a ponerse al día.
 
 
- entiendo - hablando por su móvil - si, le hará muy bien reencontrarse con sus amigas y retomar su día a día - escuchando - no se preocupe, iré pasado mañana por la sesión, pero si ocurre algo no dude en llamar, ¿de acuerdo? - sonriendo - no tiene que darlas, estoy muy contento de que lo esté superando - escuchando nuevamente - está bien, nos vemos en unos días, hasta pronto - colgando el móvil - mj - sonriendo cálidamente al escuchar que la muchacha estaba regresando a su vida. 
 
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
- ¿con quién hablabas mamá? -
- con Asahi-sensei -
- ¡ah! ¿vendrá hoy? - muy contento
- no, cariño, pasado mañana dijo que vendría a verte -
- ¡genial! -
- mj, ¿por qué no vas arriba a jugar mientras preparo la cena? -
- de acuerdo, ¿puedo dibujarle algo a Sayu? -
- por supuesto, a ella le encantara -
- yeeei~~ - subiendo la escalera rápidamente
- mj - sonriendo al notar que todo estaba mejorando con su familia.
 
- dibujo, dibujo - recostándose en su cama, sacando sus utensilios para pintar. De repente la puerta de su cuarto se cierra
- ¿eh? - se sorprende.
- ¿cómo estás? Uta-kun - sonriéndole.
- ... - asuntándose - Tikky-oniisan - 
- hace mucho que no te veía, no has ido a visitarme, ¿estás enojado conmigo? - acercándose
- mm... - sentándose en la cama con la cabeza agachada.
- ¿qué sucede? - 
- Ryuu-niisan dijo que no debía hablar con usted - 
- oh, bueno, eso fue porque él estaba molesto conmigo - sentándose a su lado - pero ya hicimos las pases -
- ¿enojado? -
- sí, lo hice enfadar - riendo infantilmente - pero ayer fui a visitarlo y me disculpe como es debido, así que ya estamos
en buenos términos - 
- ... - bajando su cabeza dudoso y complicado.
- pero si no me crees y no me quieres hablar, volveré a casa - poniendo una cara triste y poniéndose de pie - 
- onii-san - hablándole antes de que se fuera. 
- ¿mm? - 
- ¿de verdad ya son amigos de nuevo con Ryuu-niisan? -
- sip, no te mentiría - 
- entonces está bien - sonriéndole - quédate a jugar conmigo - 
- mj, que bien - acercándose nuevamente - pero tengo una idea mejor... -
- ¿cuál? -
- por qué no vamos a nuestro escondite, tengo muchos regalos para ti - 
- ¿en serio? -emocionado.
- sip, también estará Neah y unos ricos dulces -
- ¡qué bien! - muy feliz - pero no sé si mamá me dejará ir -
- ya le pregunte y me dijo que si -
- ¿de verdad? -
- así es -
- entonces me iré a despedir -
- dijo que iría de compras para la cena, así que vamos y luego la llamas por teléfono, ¿te parece? -
- sip - 
- genial, ¿vamos? - estirándole su mano
- ajám - tomándola.
 
 
 
...
 
 
 
- estos son todos los archivos que tenemos -
- son realmente pocos - mirándolo los archivadores
- si, como sabe la mayoría de los informes relacionados con la yakuza son archivados por el Sotai -
- entiendo, bueno, trabajaré con lo que tengo, muchas gracias - sonriéndole
- no es nada, Lavi-san - encantada.
- ... - iba leyendo los informes 
- eso es bastante poco para un registro de yakuzas - acercándose a el
- sí, pero ya sabes, el Sotai insiste en hacer todo solo -
- tú lo sabrías mejor que nadie -
- jejeje, sip - 
- ¿no sería más fácil para ti consultarle a ese jefe amigo tuyo? -
- evito deberle muchos favores, ese tipo de hombres si cobran las deudas -
- cierto -
- pero tengo contactos en el Sotai, así que leeré esto y veré si pueden ayudarme -
- eso es algo que tú dirías, me gusta que lo tengas todo pensado, me deja más tranquilo -
- mj, ¿te preocupas por mí? -
- me preocupo por mi pellejo, de todos modos te estoy cubriendo con esto -
- ohh... eso es algo que tu dirías - divertido
- ¡¡LAVI!! -
- ¿oh? - ambos miran al pelinegro acercarse angustiado
- Ryuutaro-san, ¿qué sucede? - preocupándose.
- ¡es Uta-kun! -
- ¿¿qué sucede con el?? - angustiándose también
- se lo llevaron -
- ¡¡!! - sorprendidos
 
 
 
 
 
DESPUÉS
 
 
 
 
 
- estaba en la cocina preparando algo de comer y de repente me sentí extraña... - entre llantos, sentada en el sofá de su casa, frente a ella los policías y el psicólogo - ...en ese momento me desmaye en la cocina y sólo reaccioné cuando Sayuri llego a casa -
- ¿dónde está su hija ahora? -
- en su habitación, esto le afecto mucho, justo ahora que estaba comenzando a regresar, Dios mío... - llorando
- subiré a verla - dice el psicólogo
- sí, vaya, por favor - dice el peliblanco – Sakaki-san, ¿luego de que despertó que sucedió? -
- subimos de inmediato a buscar a Uta y no estaba en su habitación, buscamos por toda la casa y nada... - sacando algo de su bolsillo - solo encontramos esto sobre la cama - dándoles un teléfono móvil - lo toma el pelirrojo - no tiene nada dentro, ni un número, lo revisamos y no ha sonado tampoco -
- ... - el ojiesmeralda comienza a revisarlo y de repente comienza a sonar - ¿oh? - todos los presentes se sorprenden. Mira a su amante y este asiente, por lo que el otro pone el aparato en su oído - ¿quién es? -
- es tan bueno escuchar tu voz con claridad después de tanto tiempo -
- ¡! - en ese momento todos los cabellos de su cuerpo se erizan - tu... ¿dónde está el pequeño? - enojado.
- vamos paso a paso... -
- ¡dime donde esta! -
- antes de eso, ¿cómo has estado? ¿tu amante te trata bien? -
- ¡deja de joder! ¡¿DÓNDE LO TIENES?! -
- vamos a jugar un juego tú y yo... -
- ... - frunciendo más el ceño
- tienes una semana para seguir las pistas que te dejaré, durante ese tiempo mantendremos muy bien a nuestro querido Uta-chan -
- maldito, si le haces daño te juro que... -
- dejemos las amenazas para cuando me encuentres, si lo logras yo mismo me entregaré -
- ¡! - sorprendido
- pero si no... - su voz se torna oscura - tendremos que despedirnos de nuestro pequeño amigo -
- ¡¡MALDITO BASTARDO!! ¡SI LE HACES ALGO TE PROMETO QUE VOY A MATARTE! - todos se alertan con ese enfado profundo en el oficial
- sé que le tomaste cariño, créeme que yo también, me gustan los niños no por qué sí te crie a ti -
- ¿qué es lo que quieres? -
- que recuerdes... que vuelvas al lugar donde todo comenzó -
- ¿¡!? - frunciendo más el ceño
- y ahí estará tu primera pista, el juego a comenzado, acércate a mí y lo que yo viví mientras cuidaba de ti
- ... - 
- tienes una semana, buena suerte - colgando
- ¡¡OYE!! - dejando caer el brazo que sostenía el móvil - ¡maldición! -
- ¿qué te dijo? - dice el albino.
- no puedo decir mucho enfrente de la familia, pero debemos movernos rápido, él lo tiene y mientras cumplamos el plazo lo mantendremos a salvo -
- ¡merecemos saber quién tiene a nuestro hijo! - dice el jefe de familia
- uno de los Noahs -
- no puede ser - sorprendido y más afligidos
- deben mantenerse tranquilos, vamos a comenzar de inmediato, no dejaremos que nada malo le suceda -
- cielo santo, ¿por qué está pasando esto? - ambos padres estaban destrozados.
- ... - los dos oficiales se miran y deciden retirándose, dejando a Ryuutaro encargarse de lo demás, no había tiempo que perder.
- ¿qué fue exactamente lo que te dijo? - caminando hacia el auto policial
- que tenemos una semana para encontrarlo o lo matara -
- ... - frunciendo el ceño
- dijo que daría pistas y si lo encontrábamos el mismo se entregaría -
- ¿le crees? - subiéndose en el lado del conductor
- en parte si - subiéndose a su lado. - ¡DEMONIOS! - golpeando el auto.
- ey, tienes que estar tranquilo - tocándole su hombro - ¡necesito que te enfoques, Uta necesita que lo hagas! -
- ... - haciendo crujir sus dientes
- tienes que mantener la mente fría o no podremos ayudarlo - tomándole su rostro haciendo que lo mire - concéntrate - 
- ... - mirándolo
- te necesito completo para esto, ¿de acuerdo? - 
- sí, lo entiendo - tocando sus manos con las suyas sobre sus mejillas - lo siento - 
- está bien... - acariciando su cabello suavemente - estará bien, juntos lo regresaremos con su familia - apoyando su frente con la de el pelirrojo
- sí, lo haremos - besándolo suavemente - ¿qué más te dijo? -
- ... - tragando saliva - que regresará al lugar donde todo comenzó - 
- ¿y sabes dónde es? -
- sí, lo sé - mirando hacia el frente un poco triste y aproblemado
- iré contigo - apretando la mano de su amante cálidamente 
- si - sonriendo suavemente. - bien, vamos a por ello -
- ... - haciendo andar el auto.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CONTINUARA
Notas finales:

Disfrutenlo ;)

 

 

 

 

ATTE

~~MYVmaru~~


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