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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

¡Hola ahora sí!

Acá les traigo el capítulo diez de esta historia, de nueva cuenta pido disculpas a todas las personas que seguían el fanfic, pero ya están subidos todos los capítulos de nueva cuenta, no es lo mismo obviamente después de haber recibido tanto apoyo de su parte, pero espero que lo sigan haciendo a partir de ahora :3 

¡Disfruten!

Sus ojos estaban fijos en el paisaje del exterior y el viento frío le golpeaba el rostro mientras el taxi se movía por las calles de Seúl a gran velocidad; no estaba pensando en nada en específico pero casi estaba seguro de que aquella noche iba a ser sumamente aburrida. Recargó su brazo sobre la manija de la ventanilla y sobre su palma colocó su cabeza, dejándose llevar  por la tranquilidad que la noche le entregaba. Él prefería estar haciendo otras cosas en lugar  de ir a hacer mal tercio en una cita que él mismo había propuesto, pero como siempre había sido incapaz de negarle nada a JongIn, siempre sabía cómo convencerlo.

                                         

— ¿Estás bien, Sehunnie? —escuchó la voz de su mejor amigo; se giró rápidamente y asintió con la cabeza.

 

—Sí, sólo pensaba un poco.

 

—Gracias… —murmuró el moreno. Sehun frunció el ceño. —, por acompañarme hoy. Sé que debe ser incómodo para ti pero realmente no me sentía seguro de hacerlo solo.

 

— ¿Kim JongIn está nervioso por una cita? — inquirió alzando una ceja, divertido. Obviamente “nervioso” y “Kim JongIn” jamás iban en la misma oración. El muchacho rodó los ojos y  le dio un leve empujón en el hombre.

 

—Supongo que en algún momento me tendría que suceder… ese chico, Kyungsoo, parece un buen candidato, no quiero arruinarlo. No parece de ese tipo de  chicos de “un polvo y adiós”, Sehun.

 

—No, no es ese tipo de chicos, así que debes tratarlo bien. —aseguró el muchacho de cabello arcoíris.

 

 

+

 

 

El resto del viaje fue completo silencio hasta llegar  al bar en donde tendrían la cita. Los muchachos solían ir a ese sitio a divertirse de vez en cuando porque no había entrada restringida y el ambiente era bastante bueno, sobre todo en las noches.

Se bajaron rápidamente después de  pagarle al taxista y se encaminaron hacia la entrada; el universitario vecino de Jongdae trabajaba ahí como barman y siempre que se encontraban les trataba muy bien, aunque no eran amigos ni charlaban demasiado tampoco. Avanzaron entre la multitud de personas hasta llegar a la barra  de bebidas donde estaba el rubio y alto Kris Wu. Al verlos, el muchacho les dedicó un movimiento de cabeza y comenzó a preparar sus bebidas, las de siempre.

 

—Hace mucho tiempo que no venían por aquí —les habló el mayor extendiéndoles sus bebidas sobre la barra. — ¿A qué se debe este honor?

 

—Hyung… no seas así. —replicó JongIn dándole un sorbo a su bebida y cerrando los ojos animando a Sehun a hacer lo mismo. —Tengo una cita gracias a Sehunnie.

                                             

— ¿Una cita? ¿No será el tío ese que lleva rato esperando bebiendo agua con hielo? —cuestionó Kris señalando con la mirada a unos metros un muchachito bajito y delgadito que se mantenía todo encogido en su sitio y parecía nervioso. Sehun soltó una carcajada y asintió empujando a JongIn para que se acercara.

 

 

El moreno tardó en acercarse debido a su repentino nerviosismo. Era hermoso. JongIn siempre había considerado que su definición de “hermoso” se limitaba a Oh SeHun pero nada más ver a Kyungsoo todo eso cambió. Tenía la piel pálida y visiblemente suave; ojos oscuros y enormes que le daban  un toque adorable y unos labios acorazonados que le invitaban a besarlos hasta gastarlos. Se preguntó porque jamás lo había visto en el instituto antes, porque definitivamente él tendría que haberlo conocido muchísimo tiempo antes. Esbozando una sonrisa nerviosa se presentó y deseó que la cita no saliese tan mal como para no querer volver a salir de su casa nunca más.

 

 

+

 

 

Sehun le dio otro trago a  su bebida, sentía el líquido ardiente viajando por su garganta generándole cosquillas; nunca tomaba demasiado porque no era muy tolerante al alcohol de todos modos; al parecer las cosas entre su amigo y su ex iban bastante bien, porque rápidamente los vio desplazarse a la pista de baile rodeándose de más gente que disfrutaba de la música. Estuvo un rato ahí sin decir nada hasta que se giró sobre su asiento y miró a Kris, ellos no eran muy amigos de todos modos pero lo único que podía hacer en ese momento era entablar una conversación con el muchacho de origen chino que seguía siendo una leyenda en su instituto.

 

Quizá debía pedirle un autógrafo o algo así para dárselo a  Gema porque ella estaba obsesionada con el mayor y siempre posteaba fotografías de él en su red social. Aunque eso sería raro, así que mejor se decidió por no hacerlo.

 

—Sírveme otro, hyung.                    

 

Kris negó con una sonrisa.

 

—No, Sehun. Ya has bebido las suficientes  y no quiero que termines ebrio y haciendo el ridículo como la última vez. —le riñó negando con la cabeza una vez más, recordando que unos meses atrás  Sehun había bebido tanto que vomitó en la pista de baile y después se quedó dormido sobre una maceta. El menor soltó un resoplido.

 

—Venga, hyung. Aún estoy sobrio, no va a pasar nada. Lo prometo. Ya tengo dieciocho años.

 

—Aún no eres legal en este país, pequeño. Sólo una más. —murmuró resignado y le sirvió otra vez. Sehun parecía realmente aburrido, mirando de un lado a otro sin saber con que distraerse. En ese momento podría estar molestando al tonto de Luhan, pero no, había decidido ser buen amigo y eso se ganaba por ser tan fácil de convencer. Era tonto, muy tonto en realidad. Miró a su hyung después de un rato de seguir bebiendo asegurando que estaba sobrio aunque su lengua estaba vagamente adormecida y al hablar se le enredaban las palabras.

 

— ¿Cómo está Jongdae, de todos modos?

 

— ¿Kim Jongdae? —                      cuestionó Kris un tanto extrañado. —Él es sólo mi vecino, no estoy pendiente de todo lo que hace, Sehun.

 

— ¿No estabas saliendo con él? ¡Los he visto antes! —exclamó confundido mientras intentaba mantener el equilibrio, estaba perdiendo poco a poco la estabilidad seguramente debido al alcohol.

 

— ¿Salir? —el rubio soltó una risita. —Para nada, Sehun. Lo llevo a la escuela porque su novio me lo pidió; sale con un sunbae de mi universidad, en realidad.

 

Oh. El menor asintió sin ganas de hacer más preguntas y soltó un gemido lastimero cuando Kris le avisó que su turno había terminado y tenía algo importante que hacer. Últimamente todos tenían “algo que hacer” a excepción de él. Esperó a que el nuevo barman llegara y le pidió que le sirviera otra ronda; su vista se había vuelto borrosa  y su cuerpo como de gelatina, así que decidió que era tiempo de detenerse y buscar a JongIn, pedirle que lo llevara a casa de una vez.

 

Se movió con gran dificultad por el lugar que le parecía el doble de gran qué de costumbre; una sonrisita tonta adornaba sus labios mientras trataba de ignorar al montón de personas que se cruzaba en su camino intentando abordarlo, no le sorprendía pero se sentía sofocado y molesto. ¿Dónde cojones estás, JongIn?

Se detuvo a mitad  de la pista de baile intentando recuperar el equilibrio pero repentinamente sintió ganas de vomitar, su garganta le dolía y los parpados le pesaban. Por esa razón no se ponía ebrio cuando salía, aunque como en esa ocasión, había excepciones. Su hyung se enojaría mucho con él cuando se encontraran, de eso estaba seguro. Sintiendo arcadas se fue corriendo hacia los baños y abrió la puerta de golpe inclinándose sobre uno de los lavabos vomitando casi hasta ahogarse; cerró los ojos y abrió la llave del agua para limpiarse la boca y la cara; estaba sudando y deseaba realmente echarse a dormir en un futuro cercano.

 

Escuchó que la puerta del baño se abría de nueva cuenta pero no le prestó atención e intentó recuperarse  lo más rápido posible; por el reflejo del espejo vio a su acompañante, un muchacho que parecía haber bebido también. En el momento en que sus miradas se cruzaron, se sintió un poco incómodo. Sehun conocía esa mirada. Deseo, lujuria, lo que fuese, Sehun la conocía. Pasándose una mano por los cabellos se encaminó hacia la puerta ansioso por salir, pero no fue lo suficientemente rápido para lograrlo porque sintió como unas manos ajenas le sujetaban fuertemente  y lo empujaban hacia atrás; su espalda chocó contra la puerta de uno de los cubículos del baño y se quejó de dolor. El extraño parecía un cazador asechando a su presa y no perdió el tiempo cuando comenzó a pasarle las manos por su cuerpo y besándole el cuello. Sehun se retorció aterrado, intentando apartarlo pero su poca coordinación debido a su ebriedad se lo impedía. El otro hizo girar su cuerpo y su rostro chocó contra la puerta, haciéndose daño, inevitablemente comenzó a llorar sin hacer ruido, quejándose y moviéndose para evitarle llegar más lejos.

 

—Quédate quieto, maldita puta. —gruñó su agresor tomándolo del cabello y jalándole con fuerza haciéndole daño hasta echar su cabeza hacia atrás, apretó los ojos que rápidamente ardieron debido a sus lágrimas. Sintió aquellas manos  metiéndose bajo su ropa, acariciándole rudamente y con ansia. Estaba aturdido. Ni siquiera  sabía cuando había sido la última vez que había estado abajo, no quería experimentarlo otra vez, no quería verse sometido por un completo extraño en un baño público.

 

— ¡D-déjame ir! ¡Su-suéltame! —lloriqueó pero solamente recibió otro jalón de cabellos logrando que el agresor le empujara de cara contra la puerta otra vez. Gritó asustado cuando le bajó los pantalones dejándole expuesto.

 

Repentinamente las imágenes de un niño de nueve años siendo abusado por su hyung le llenaron la cabeza. Una vez más se sentía humillado, ultrajado y dolía, le dolía. Pero no era su estúpido hyung quien lo estaba tocando, él no lo trataría de esa manera ahora. Lo sabía.

Las lágrimas le llenaron la cara  cuando fue penetrado fuertemente sin preparación previa, aquel extraño moviéndose dentro de él con rudeza, haciéndole daño; sentía manos por todos lados, dientes mordiendo y apretando hasta hacerle doler la piel; su cuerpo temblaba intentando apartarse sin poder conseguirlo, escuchando palabras sucias e insultos hacia su persona de quien lo trataba como si fuese un objeto al cual utilizar sin más contemplaciones, que era lo que sucedía en aquel momento. Su cuerpo se sentía pesado, estaba a punto de colapsar, incapaz de soportar más dolor, la intromisión le estaba quebrando por dentro, sólo quería dormirse… dormirse  hasta no poder sentir nada porque pensarlo dolía más.

 

Luhan hyung… ¿Dónde estás? ¿Por qué no vienes por mí? ¿Por qué no vienes a salvarme de este extraño? ¿Por qué no estás aquí, salvándome?  Luhan hyung…

 

 

+

 

 

Los pies de JongIn dolían en extremo, ese día en especial no estaba con mucha energía. Tomó suavemente la mano de  Kyungsoo y lo sacó de la pista de baile; tenía una sonrisa que no creía haber  mostrado jamás. Se sentaron frente a la barra y frunció el ceño al no ver  a su amigo tomando como de costumbre, Kris se había marchado y no encontraba a nadie conocido a la vista.

 

—Así qué… —habló el de labios acorazonados llamando su atención; JongIn sonrío sin poder contenerse, era tan adorable que podía mirarle toda la vida y no le importaría. —, escuché que eres bailarín ¿Es  correcto?

 

El moreno asintió.

 

—Sí, en realidad el baile es mi vida—corroboró asintiendo; volvió la mirada hacia todos lados inútilmente y soltó un suspiro. —, escuché que tú eres cantante y tienes tu fama ¿eh?

 

Kyungsoo se sonrojó. Estúpidamente adorable, por supuesto.

 

—Creo que la gente exagera mucho algunas veces, JongIn. —murmuró un tanto avergonzado. Frunció el ceño al notar que JongIn se perdía mirando alrededor otra vez. —Uhm… ¿Te encuentras bien? Parece que buscas a alguien…

 

—Es Sehun, no lo veo por ninguna parte. Él no es muy resistente al alcohol, me preocupa que algo le haya pasado. —habló nerviosamente.

 

Kyungsoo asintió y le propuso ir a buscarlo entre los dos. No parecía estar en la pista ni haberse ido, así que le cuestionaron al barman si sabían que había pasado con él. Había salido corriendo al baño; así que se apresuró a llegar hasta allá seguido por Kyungsoo. Cuando entró deseo haber llegado mucho antes; se sintió impotente al ver como aquel extraño embestía a su amigo mientras éste lloraba aterrado incapaz deliberarse por sí mismo. Sin pensarlo dos veces, apartó al agresor de un golpe y se abalanzó sobre él golpeándole repetidas veces mientras el de ojos grandes se apresuraba a vestir a Sehun e intentar calmarlo.

Todo pasó tan rápido que se sintió acalambrado de manera repentina y sólo atinó a tomar su móvil y llamar a Baekhyun. No tenía el número de Luhan, después de todo.

 

— ¡Baekhyun! Soy Kai, necesito que pongas a Luhan al teléfono ¿Bien? ¡Es urgente, por favor!

 

 

+

 

 

Luhan no podía dormir. Ya casi era media noche y Sehun no había llegado todavía; la escaza luz de su lámpara de noche iluminaba las páginas de aquel libro que había elegido para leer hasta caer rendido ante el sueño. Aunque unos escandalosos golpes en su puerta lo sobresaltaron haciéndole dar un saltito en su sitio; se puso de pie algo adormilado y al abrirla se sorprendió al ver a Baekhyun en pijama y cayéndose de sueño.

 

— ¿Qué ocurre, Baekhyun? ¿Por qué no estás durmiendo? —preguntó confuso. El pequeño le extendió su móvil y soltó un bostezo.

 

—Es JongIn, quiere hablar contigo. Dice que es urgente. —murmuró adormilado y se encaminó de nueva cuenta hasta su habitación cerrando la puerta y apagando las luces.

 

Luhan regresó al interior de la suya y se sentó sobre la cama encendiendo las  luces; JongIn era el amigo de Sehun ¿Cierto? ¿Por qué le estaba llamando a él? Tragó saliva sintiéndose nervioso, no se esperaba nada bueno de esto. Torpemente se llevó el aparato al oído y suspiró.

 

— ¿Sí? Hablar Luhan… —habló un tanto tímido. Escuchó murmullos del otro lado y después silencio.

 

Necesito que vengas a recoger a Sehun, algo muy malo ha pasado, por favor. —escuchó del otro lado de la línea, y casi pudo jurar que el muchacho estaba llorando.

 

Tragó saliva y se puso de pie buscando sus zapatos dispuesto a salir de ahí lo más rápido posible.

 

— ¿Algo malo? JongIn dime que ha ocurrido con Sehun… ¿Él está bien?

 

Hubo más silencio durante un momento, tiempo que utilizó para vestirse y bajar  por las escaleras esperando poder encontrar un taxi a esas horas de la noche.

 

Sehun… a él, dios Luhan, en el bar… a él lo han violado. —lloriqueó el moreno. Luhan se paralizó en su sitio, parpadeando varias veces. ¿Qué había dicho…? —Creo que entró en shock o algo así, está inconsciente, tienes que venir rápido, por favor…

 

Finalizó la llamada y salió como rayo sin importarle ninguna otra cosa, sintiendo su corazón contraerse de dolor. Su pequeño Sehun, alguien le había herido… ¿Qué podía ocurrir ahora después de esa noche? ¿Cómo serían las cosas al día siguiente? Salió de casa sin importar el viento frío golpeándole las mejillas; estaba más ansioso que de costumbre.

 

Él debió estar ahí, cuidándole. No debió haberle dejado ir, era su culpa que Sehun ahora estuviese en esa situación. Era su jodida culpa por no ser lo suficientemente estricto con ese mocoso de belleza abrazadora.

 

Tardó más de lo esperado en llegar, pero agradeció al ver a JongIn sujetando a Sehun en sus brazos acompañando de un muchachito de  enormes ojos oscuros que nunca antes había visto. Sehun tenía la cara llena de pequeñas  heridas y se veía tan frágil que se odió por ello.

 

 

 

 

Notas finales:

No hice muy explicita la escena de SeHun porque no me gusta escribir violaciones (Venga, de personas que no son los protagonistas, no se si se entienda xD) 

Espero que les haya gustado y me dejen sus comentarios u opiniones :3

Mañana mismo subo el capitulo once, chingus *-*

¡Saludos y mucho amor!<3


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