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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

¡Hola, chingus! 

Lamento haber tardado mucho en actualizar, no fue mi intención, pero el lunes comencé clases y como verán se me complicó tener un tiempo para escribir, pero aquí estoy.

A un capítulo de que esto termine, es bastante corto, lo sé, porque el final si es bastante largo, así que no quise cambiarle nada. 

¡Disfruten! 

Siete días después, Luhan no podía quitar los ojos de su reloj. Había estado toda la semana pensando en cómo iba a actuar en cuanto el menor regresara de Inglaterra, pero para variar, estaba en blanco, incapaz de pensar en algo que no fuese echarse en sus brazos y llorar como un bebé. Se mordió el labio tan fuerte que rápidamente pudo sentir el sabor metálico de la sangre en su lengua; se paró para tomar un vaso de agua al momento en que Baekhyun bajaba las escaleras con otro cambio de ropa. Era sábado, estaban a punto de dar las tres de la tarde y Sehun llegaría en cualquier momento.

 

Una semana atrás había estado muy asustado, había llorado mucho y sobre todo se había negado rotundamente a enviar el permiso para que Sehun les visitara, él no iba a hacer de todos modos, con todo el dolor de su alma, no traería al menor de vuelta… pero las peticiones de Baekhyun terminaron por hacerle ceder. El muchacho parecía ya  haber perdonado a su hermano por el hecho de que decidía visitarlos. Justamente el veinticuatro de diciembre, donde se supone que la familia debe estar unida.

 

Eso significa que ahora son mi familia.

 

—Yixing vendrá con Suho en unas horas. —exclamó Baekhyun mientras se dejaba caer en el sofá. — ¡Ellos se van auto invitado, hyung! 

 

Luhan soltó una vaga carcajada. Se había acostumbrado a la presencia de la parejita feliz desde que Sehun se había marchado, de cierto modo le ayudaba a sobre llevar el asunto. Se sentó junto al menor en el sofá y se dedicaron a ver el Weekly Idol de esa semana, parecía bastante entretenido así que la noción del tiempo se perdió mientras el programa avanzaba  mostrando a sus invitados de esa semana.  Por un momento Luhan pudo despejar su mente, sentado ahí dedicándose a mirar el televisor como si fuese lo más interesante de ese día; estaba ansioso y miraba de vez en cuando el reloj asegurándose de que fuese la hora correcta.

 

 

+

 

Cerca de media hora después el timbre sonó sobresaltándolos a ambos. Baekhyun salió disparado hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, mientras él seguía reposando sobre el sofá sintiendo las manos sudadas y el corazón latiendo con enorme fuerza.

 

Quizá no estaba listo para el reencuentro, después de todo.

 

Escuchó la voz de Baekhyun haciendo exclamaciones en la puerta y pasos en el recibidor, unas risas compartidas y de pronto fue como si todo se hubiese detenido. No supo en qué momento se puso de pie, pero se mantenía totalmente rígido y sintiendo náuseas repentinamente. Sehun estaba ahí, frente a él, con el cabello teñido en color castaño claro y esa piel pálida sin imperfecciones; con esa altura imponente de siempre y esos labios tan rojos como la última vez que los había visto. Tenía ganas de llorar, gritar y reír, todo al mismo tiempo. Un remolino de sensaciones que le atravesaban el pecho en milésimas de segundo; Baekhyun hablaba sobre algo que él no alcanzaba a escuchar, estaba muy ocupado en la lucha de miradas que se dedicaba con Sehun, su pequeño Sehun.

 

— ¿Te vas a quedar parado sólo mirándome, Luhan? —su voz le saco del trance mientras parpadeaba repetidas veces intentando enfocarse, sonrojándose en el proceso.

 

—L-lo siento, Sehun… —murmuró avergonzado y comenzó a hacer reverencia tras reverencia como un loco, causando la risa de los otros dos. —Bienvenido a casa.

 

—Sí… gracias, Luhan, supongo—indicó con una media sonrisa, reposando su maleta en el suelo y estirándose un poco. — ¿Tienen algo de comer? El viaje en avión fue muy largo y sólo alcancé a desayunar muy temprano, muero de hambre.

 

—Tenemos un poco pero es para la fiesta de esta noche… —habló el menor de los tres.

 

— ¿Una fiesta? —inquirió el ahora castaño caminando hacia el refrigerador. Luhan tuvo un deja vú ante dicha escena, Sehun tenía la costumbre de hacer eso siempre… era como si jamás se hubiese marchado.

 

— ¡Por navidad, Hunnie! —respondió su hermano menor con una sonrisa amplia, caminando detrás de él como si no pudiese creer todavía que estaba ahí. Aunque Luhan tampoco lo creía de todos modos. —Vendrán algunos amigos… ¡Oh, Jongdae también!

 

—Genial, hace tiempo que no lo veo—mencionó Sehun con una sonrisa. ¿Desde cuándo sonríe tan abiertamente? —, me daré una ducha. Vuelvo en un momento… —avisó haciendo camino hacia las escaleras pero tan pronto llegó a éstas se detuvo y se giró hacia los otros dos. —De verdad los he extrañado.

 

Sehun subió rápidamente las escaleras, tarareando una canción desconocida en inglés mientras los otros dos se quedaban mirándole con el ceño fruncido, un poco sorprendidos ante su actitud.

¿Ese de verdad era Sehun?

 

 

+

 

 

El mayor estaba un poco contrariado por la actitud de Sehun, había llegado a casa dos horas atrás y no había salido a ningún lado, se había sentado a comer en silencio y después se ofreció a ir al vídeo club a rentar una película para mirar los tres, con Luhan incluido. Por supuesto que a Luhan no le molestaba, pero le extrañaba ese nuevo Sehun terriblemente amable hasta con los animales, pues había visto un gatito pasar por la ventana y había jugado un rato con él. Incluso parecía otra persona completamente distinta.

 

No supo en qué momento se hizo de noche y Yixing apareció en su sala seguido de un JunMyeon con bastante energía, sorpresivamente. No pasó mucho tiempo para que Chanyeol, Minseok y Jongdae se unieran, y después de un rato, Tao y Kris hicieran acto de aparición también. La sala estaba repleta de personas ya que no era especialmente grande pero todos tenían esas sonrisas divertidas en su rostro que demostraban que la estaban pasando bien. Habían encendido el televisor y miraban un especial de navidad mientras comían todo aquello que los ‘anfitriones’ se habían encargado de cocinar. Luhan se sentía sofocado, había estado actuando lo más natural posible pero lo cierto es que no se sentía nada bien. Creyó que sería un buen día, la primera navidad sin sus padres, pero con buenos amigos… sin embargo estaba angustiado. Dando un hondo suspiro, salió por la puerta trasera hacia el jardín percatándose de que nadie notase que había huido del bullicio y las risas del interior.

 

Se sentó en el escalón principal de la escalerita de afuera y miró a su alrededor con cansancio. Se suponía que tenía que ser un buen día, ¿Por qué no se estaba divirtiendo entonces?

 

—Debe ser debido a Sehun… —murmuró pensativo para sí mismo pasando ambas manos por el rostro.

 

— ¿Qué es debido a  mí? —la potente voz a sus espaldas casi le dio un susto de muerte, se sobresaltó sintiendo el corazón a punto de salirse  de su pecho y miró al menor con reproche cuando se sentó a su lado. Era doloroso… le recordaba a la última vez que lo vio antes de que decidiera marcharse a Inglaterra.

 

— ¡Tonto! Casi me muero del susto, no debiste aparecer así. —exclamó tomándose la confianza de darle suaves golpecitos en el hombro a modo de reclamo. Sin embargo, Sehun solamente soltó una carcajada.

 

— ¡Lo lamento! Recién venía saliendo cuando te escuché— se defendió—, ¿Por qué no estás adentro con los demás? Se están divirtiendo bastante por lo que vi…

 

—Necesitaba tomar un poco de aire, no estoy en mis mejores días. Eso es todo. —indicó Luhan.

 

— ¿Es por mí? —cuestionó Sehun con el ceño fruncido. — ¿Porqué estoy aquí? Tú dijiste que podía venir…   

 

—No podía negártelo, es tu casa ¿no es así?

 

—Mientras estuve lejos de aquí, tuve mucho tiempo para pensar algunas cosas. —musitó en voz baja, Luhan supo que le costaba hablar de ello con alguien más, con él. —Cosas sobre mí mismo, antes… no me gustaba la persona que era. Fui muy malo en el pasado y ahora que lo pienso… no habría querido que las personas me trataran del modo en que yo las traté. Lo que quiero decir es que… lamento haber sido malo contigo cuando llegaste a casa. La venganza no es solución a nada, aunque en ese momento dejé que el rencor actuara por mí; me aproveché de tus sentimientos hacia mí y te herí… me siento avergonzado de lo que he causado. No lo merecías, Luhan, porque sé que has cambiado. Sólo… sólo podía pensar en mí a los nueve años y el dolor que sentía, me dejé llevar por el dolor del pasado; no estuvo bien.

 

—Yo no puedo justificarme, Sehun. Tenía dieciséis años, sabía lo que estaba haciendo… sólo fui muy tonto para asumir consecuencias, fui cobarde—Luhan tomó las manos del menor entre las suyas suavemente, buscando su mirada. —, te herí cuando eras joven, tenías derecho a odiarme, a guardarme rencor, probablemente jamás podré pedir tu perdón del todo, no lo merezco. Ambos hemos cambiado, no somos las mismas personas… yo lo sé, lo entiendo, temía que no regresaras. Sólo me basta con saber que seguirás volviendo a casa, aunque no sea yo la razón de tu regreso. No puedo cambiar mis sentimientos, lo intenté… pero sin éxito. Te amo igual que antes, yo…

 

Sehun puso dos de sus dedos sobre sus labios para impedirle que continuara hablando y cerró los ojos mientras largaba un suspiro; lucía cansado por el viaje, desanimado por la charla que removía el pasado, pero a su vez  parecía tranquilo, como si tuviese más paz de la que hubiese querido.

 

—Ahora sé que no sirve de nada recordar el pasado, ya fue, no podemos cambiarlo. El presente es lo único que importa, que estamos aquí ahora… han pasado muchos años, Luhan. Hemos madurado, aceptamos nuestros errores ¿No significa  eso que podemos hablar? ¿Qué podemos…?

 

Luhan le cortó la oración abalanzándose sobre él para unir sus labios, sujetando con fuerza su rostro, haciéndole reposar la espalda sobre el piso frío de la escalerita; cerró los mientras se aferraba al menor aguantándose las ganas de llorar. Estaba ahí ahora, era lo importante. Por un momento Sehun no se movió y se quedó rígido debajo de él, Luhan temió que lo fuese a empujar o a rechazar “amablemente” pero después de unos segundos el menor pareció darse cuenta de la situación y llevó sus manos hacia la cintura ajena para sujetarlo encima de su cuerpo.

 

Se besaron durante largo rato mientras el ruido del televisor y las risas de los demás muchachos les cubrían los oídos. Se pusieron de pie finalmente y Luhan le jaló de la mano para llevarlo dentro, pues comenzaba a sentirse un poco de frío.

 

—Luhan… —el mayor giró el rostro para observarle pero sin detener su caminata hacia las escaleras de la casa. —Te amo, hyung.

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué sucederá aquí después? e___e  

Recuerden que el final se viene largo, así que algunas cositas van a suceder todavía, ni crean que aquí ya se acabó el problema JSADKDA 

Trataré de subir mañana domingo, chingus*-* 

¡Saludos y mucho amor!<3


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