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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

Si hay nuevos lectores que se encuenten este fic, espero que disfruten :) 

Seguiré subiendo los capítulos :3 

La mañana llegó más rápido de lo que esperaban. Todos parecían realmente contentos ese día; los padres de los chicos se encargaron de recolectar cosas para su excursión al museo interactivo, Baekhyun se había quedado desparramado sobre el sofá mirando la televisión, había un drama muy divertido que lo tenía muy atento aunque no entendía mucho de lo que sucedía.

Sehun, se encontraba sobre la mesa con las manos sobre ésta y el mentón recargado sobre éstas; soltando suspiros de vez en cuando. Estaba un poco mareado de ver a los demás ir y venir de  un lado a otro. Aunque agradecía que Luhan no hubiese bajado todavía. El mayor estaba encerrado en la habitación desde hacía rato y no daba señales de querer bajar.

—Sehun, cariño —le llamó su madre metiendo en una mochila su suéter de Baekhyun, seguramente por sí se ponía fresco por la tarde. El niño alzó la mirada con expresión abatida, observando a su madre con ojos cansados. —, ¿Por qué no vas a buscar a Luhan? No se  ha decidido por bajar  y la comida está casi lista. Me preocupa.

— ¿Por qué yo? —se quejó sin querer sonar muy sospechoso, pero ciertamente se encontraba incómodo. Se había despertado varias veces durante la noche porque Luhan no dejaba de manosearlo sin su consentimiento. Apenas y había dormido nada; se sentía muy fatigado. —Que lo haga Baekhyun, él ha estado recostado sin hacer nada durante bastante tiempo.

Su madre hizo un mohín y alzó su mano haciendo un ademán señalando las escaleras. De mala gana se puso de pie y subió por éstas lo más lento que le fue posible. Luhan debía estar hablando por su teléfono móvil porque se escuchaba como si alguien más le estuviese respondiendo a su perorata pero él no lograba distinguir ninguna palabra. Armándose de valor y aspirando profundo, tomó la perilla con su mano y la giró para abrir la puerta. Luhan estaba sentado sobre su cama con las piernas cruzadas y su  codo encima de una sosteniendo su cabeza; miraba por la ventana pero al escucharle, volvió la cabeza hacia él esbozando una pequeña sonrisa. Mencionó algo en un idioma diferente (Sehun supuso que en chino) y terminó la llamada. Palmeó un espacio junto a él sobre la cama y casi echando humo, Sehun se acercó para colocarse a su lado.

— ¿Qué ocurre, Sehunnie? —preguntó con una sonrisa; una de sus manos había comenzado a dejar  lentas caricias sobre su nuca, haciéndole removerse incómodo.

¿Qué acaso no es extraño que dos hombres hagan esto? Se preguntaba el pequeño una y otra vez. Nunca había visto a dos personas del mismo sexo haciendo eso que Luhan hacía con él. Le resultaba extraño.

—L-la comida casi está lista. M-mamá dice q-que bajes ya. —murmuró de manera un tanto entrecortada. El mayor enterró la cabeza contra su pecho dejando besos sobre la piel suave del más pequeño y antes de separarse soltó una risita.

—Vale. Tendremos toda la tarde para nosotros después de todo, vamos. — mencionó dando una palmada. Le ayudó a ponerse de pie y antes de salir de la habitación le besó en los labios casi haciéndole daño. Sehun no sabía si ese era su modo de actuar o sólo lo hacía para causarle daño a él.

 

 

Baekhyun se quejó mucho, él no deseaba irse sin su hermano. Se plantó frente a la puerta con los brazos cruzados alrededor de su pecho. Luhan había centrado su atención en su móvil de nuevo mencionando a un tal Yixing una y otra vez, ignorando a todos los demás.

— ¡Yo quiero que hyung venga conmigo! —se quejó el menor, jalando del brazo de Sehun, quien lo abrazó fuertemente y le dejó un beso en la mejilla. Sehun adoraba a su hermano, era probablemente la persona a quien verdaderamente quería más que a nadie. — ¿Sehunnie?

—Él ya ha dicho que quiere quedarse. Tenemos que irnos, Baekhyun. Verás a tu hermano cuando regresemos. —prácticamente obligó a su hijo menor a soltar a su hermano y acomodarle la ropa. —Cuida bien de él, Luhan. Los veremos más tarde.

Salieron rápidamente entre risas  y exclamaciones, excepto el pequeño castaño que no paraba de mirar a su hermano por la ventana del automóvil a medida que se alejaban. El pequeño le hacía una seña de “amor y paz” con una sonrisa hasta que se perdieron de vista al cruzar la calle.

Sehun se dio la vuelta y se dejó caer sobre el sofá donde Baekhyun había estado antes; el drama ya había terminado y estaban dando los créditos así que no estaba prestando mucha atención a eso de todos modos.

—No me gusta que siempre estés detrás de tu hermano.

Se giró hacia la mesa donde Luhan aún se encontraba, éste le miraba fijamente y había dejado finalmente su móvil sobre la mesa sin prestarle atención.

—Es mi hermanito pequeño, tengo que cuidarlo. Me gusta que esté conmigo. Además no es tu asunto de todos modos. —masculló un tanto enfurruñado. Luhan no era nadie para decirle eso.

—No estés siempre con él. Es tu hermano, no tu novio. —gruñó el mayor poniéndose  de pie; caminó hacia él y le tomó de la muñeca fuertemente haciéndolo levantarse también. Le condujo hasta las escaleras y le dijo que podían jugar si quería pero que lo esperara mientras hacía una llamada.

No muy seguro, Sehun avanzó hasta su habitación y se puso a jugar con el balón de futbol mientras esperaba. Él realmente  deseaba que Luhan se marchara pronto, no se creía capaz de soportar todo el verano con esa víbora venenosa que fingía ser una buena persona ante todo el mundo. Después de un buen rato, la puerta se abrió y el mayor entró esbozando una sonrisa. Sin decir nada se recostó sobre su cama boca arriba y cerró los ojos.

—Sehunnie— susurró. Éste apenas escuchó, se movió hasta quedar junto a la cama.

— ¿Vamos a jugar ahora, hyung? Creo que he mejorado en futbol. —mencionó en un intento de persuadirlo de lo que sabía que realmente quería. Nada perdía con intentar.

El mayor abrió los ojos y con una seña le indicó que se subiera sobre él, sobre sus piernas. Nerviosamente, el niño obedeció. Sus piernas se acomodaron a los costados del cuerpo ajeno; y las manos de Luhan se posaron sobre su cintura, jalándolo hacia delante para inclinarse.

—Primero juguemos a mi juego ¿Sí? —aún a pesar de su tono, no sonaba como una petición si no a una orden.

Le sujetó las caderas con más fuerza obligándolo a inclinarse hasta juntar sus labios en un beso; Luhan lo movía sobre su regazo simulando penetraciones en el acto mientras su lengua exploraba la boca  del otro, haciéndole jadear. No sabía si Sehun disfrutaba o se quejaba, pero tampoco era  como si le preocupara. Su prioridad era su propio placer, por supuesto.

Le sacó la camisa azul con rayas que vestía y apretó sus pequeños pezones rosados; Sehun echó la cabeza hacia atrás cerrando los ojos, para entonces Luhan se había incorporado y ambos estaban sentados sobre la cama, el mayor se encargaba de besarle el cuello hasta bajara sus clavículas mordiendo ligeramente. Los labios del menor estaban fuertemente apretados, no quería ser consciente de lo que sea que estuviese pasando. Luhan, sin embargo, no decía nada. Se mantenía en silencio, jadeando sobre su oído agitadamente. Una vez que estuvo desnudo, Luhan le recostó sobre la cama separándole las piernas sin demora; sólo quería hundirse en ese pequeño agujero otra vez. Se besaron durante un rato más, los labios del mayor paseaban por su cuerpo dejando rastros de saliva por ahí y por allá, y de vez en cuando mordiendo, dejando marcas que se notaban mucho sobre el piel. Ya tenía el cuerpo lleno de marcas moradas por culpa del chino, y agradecía que su madre no se hubiese dado cuenta todavía o no sabría que decir al respecto.

El mayor se enterró sin siquiera advertirle, de un solo golpe, fuerte y certero, haciéndole jadear en sorpresa. Se encogió con dolor, mordiéndose los labios. Luhan empujaba dentro de su cuerpo, gimiendo; acariciándole. El toque del otro en su cuerpo le provocaba cosquillas, como si su cuerpo estuviese reaccionando ante el contacto y éste provocara dentro de él. Sehun no quería disfrutar de eso, era algo malo. Pero su cuerpo no parecía hacerle caso.

—H-hyung…

— ¿Ya lo estás disfrutando también, Sehunnie? Te lo dije. — habló con una sonrisa juguetona antes de inclinarse  sobre él y atrapar  su boca, besándole con más ganas. Las piernas de Sehun estaba abiertas y flexionadas hacia delante, por lo que le daba una posición muy incómoda, más Luhan no le hizo caso cuando le pidió que parara porque la espalda había comenzado a dolerle. La cama estaba crujiendo debajo de ellos, Sehun se asustó temiendo que fuese a romperse y su madre le regañara. Cuando Luhan llegó a su orgasmo, se echó sobre él, besándole los hombros y el cuello antes de quedarse dormido. Sin embargo, Sehun no pudo dormir y esperó a que su madre regresara.

 

+

 

Las primeras semanas fueron un verdadero fastidio. Luhan sólo estaba de buen humor y dispuesto a jugar con ellos cuando se acostaba con Sehun. Juego por juego, eso decía él. Baekhyun se mostraba alegre ante ese  cambio, encantado de que su hyung de China finalmente se decidiera a pasar el tiempo con ellos; ignorando la verdadera razón. Sehun se mostraba cada vez más cohibido, distante. Baekhyun comenzaba a extrañarse ante la actitud de su hermano; ya no le cuidaba tanto como antes, ahora prefería pasar el tiempo con Luhan.

¿Luhan es mejor hermano que yo? Se preguntaba el niño mientras se hacía bolita en su cama llorando, realmente herido.

Baekhyun era un niño muy inteligente, pese a lo que muchos  pudiesen creer de él. Baekhyun odiaba que no le prestaran atención. No soportaba que otra persona fuese más importante para Sehun. Baekhyun amaba a Sehun. Le molestaba que Luhan quiere tuviese  su atención.

—Hyung—habló, con cara de pocos amigos, algo que era gracioso en un niño de siete años. Luhan se giró hacia él al escucharle y frunció el ceño. —, deja en paz a Sehunnie. Sehunnie es mío.

—No es culpa mía que me prefiera a mí, Baekhyun. —le dijo con una sonrisa maliciosa. El niño apretó sus manitas tratando de no llorar.

Nadie podía quitarle a Sehun.

— ¡No es cierto! — chilló herido. Ninguno se había dado cuenta de que Sehun había entrado a la cocina y se les había quedado observando con ojos curiosos. —Y-yo también puedo hacer eso que hace contigo… s-sí hyung quiere, yo puedo hacer eso que hacen en la habitación.

Sehun se congeló. ¿Baekhyun sabía que él y Luhan…?

El mayor parecía estar teniendo la misma reacción, tenía los ojos abiertos como platos. Baekhyun no quería que su hermano lo cambiara, y estaba dispuesto a acostarse con él con tal de recuperarlo. O eso fue lo que Luhan entendió.

— ¿T-tú lo sabes? —Luhan tartamudeó por primera vez desde que había llegado a esa casa. —N-no puedes decirle a nadie…

—A Sehunnie no le gusta, él llora mucho. Lo he escuchado ¿Yo también voy a llorar cuando él lo haga para mí?

— ¡Baekhyun no digas esas cosas! —gritó Sehun. Y finalmente los otros dos repararon en su presencia. El niño se adentró en la cocina y se quedó de pie junto a su hermanito, quien le miraba con ojos llorosos. Seguramente  creía que había hecho algo malo. —Yo jamás te haría una cosa como esa. Tú eres importante para mí. Ve a jugar a tu habitación ¿Sí? Iré en un momento a jugar contigo.

Luhan se detuvo a pensar un momento en si esos dos podrían ser capaces de jugar de aquella forma.

—Tienes que convencerlo de que no diga nada, Sehun. Porque te juro que como se enteren mis padres…

—No dirá nada— le interrumpió el menor, con el semblante serio. —, pero no hables con él de esas cosas.

Sin decir nada más, se fue de ahí directo a la habitación de su hermano. Tenía que haber una manera para que Baekhyun olvidara esas cosas, era muy pequeño como para estar enterado de que era eso que ellos hacían en la habitación. Sehun se sentía un pésimo hermano por permitir que las cosas llegasen demasiado lejos.

 

+

 

Los siguientes dos meses llegaron a ser más tranquilos de lo que todos esperaban. Baekhyun no mencionaba nada de lo que había sucedido aquel día y parecía no recordarlo. Parecía. Sehun seguía soportando a Luhan en su cama casi todas las noches, los besos a escondidas y los manoseos por debajo de la mesa o cuando nadie estaba mirando. Sehun estaba cada vez más irreconocible. Sólo reaccionaba ante las peticiones de Luhan. Su madre estaba preocupada.

Ese día de principios de otoño, el único feliz era Baekhyun. La familia de Luhan regresaba a China finalmente. Su madre se sentía devastada porque estaría sola otra vez; Sehun parecía ido, no estaba integrándose a la despedida. Baekhyun sonreía ampliamente. Eso significaba no más Luhan. Sehun sería sólo para él, su hermano sería el mismo ahora que no había nadie más en sus vidas. O eso creía él. Sehun observó como el automóvil se alejaba; lejos de su vida, lejos de Luhan y volvería a herirlo jamás. Lástima que el destino no tenía eso preparado para el pequeño Sehun.

 

 


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