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Inocente Pecado [HunHan] por Laura Carreon

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Notas del capitulo:

Capítulo siete, chingus, subido :)

Cuando los labios del menor chocaron contra los de Luhan, sintió una descarga eléctrica recorrerle el cuerpo. Sehun lo tenía debajo de su cuerpo sobre el sofá y estaba entre sus piernas tratando de acomodarse; Sehun intentaba mostrarse lo más duro posible pero incluso sus manos temblaron cuando comenzó a acariciar  el cuerpo del contrario; el rubio cerró los ojos fuertemente y abrió la boca tomando enormes cantidades de aire, porque Sehun no parecía estar conforme con sus propias acciones. Entonces finalmente, una de las manos del multicolor se  colaron dentro de su ropa y dejaron rudas caricias que dolían un poco antes de meterse bajo su ropa interior y frotar con fuerza su polla. Joder que eso dolía; Luhan tampoco recordaba haberle hecho daño de ese modo. Pero… ¿Quién era él para quejarse si de todas maneras Sehun era un niño en aquel tiempo? Su cuerpo estaba temblando poseído mínimamente por el placer que alcanzaba a percibir a pesar de todo, quería enfocarse en eso porque no había sido tocado por nadie en mucho tiempo y el hecho de que fuese Sehun lo hacía valer.

Los labios del menor se  pasearon por su piel, mordiendo sin cuidado y acariciando rudamente, dejando marcas rojas sobre su piel que probablemente después causarían hematomas. La noche caía lentamente sobre ellos y Luhan creyó que debía morir en ese instante porque no debería permitirse el disfrutar de aquello cuando los movimientos del otro eran torpes e indecisos.

Luhan lo sabía. Sehun no era igual que él.

Después de un momento, Sehun se separó casi dando un salto y se hizo hacia atrás acomodándose el cabello; dejando a Luhan gimiendo entrecortadamente sobre el sofá y el rostro teñido en confusión.

— ¿Sehun? —preguntó Luhan inseguro mientras rápidamente se acomodaba la ropa.

—No puedo hacer eso—masculló sin mirarle—, yo no soy como tú, Luhan.

El mayor se puso de pie intentando mantener el equilibrio y le cogió de la muñeca antes de que el otro pudiese avanzar lo suficiente para quedar fuera de su alcance.  Sehun emitió un gruñido intentando zafarse pero sólo consiguió que Luhan apretara más fuerte en torno a su piel, haciéndole doler un poco.

 —No puedes estar diciendo eso todo el tiempo, Sehun. ¿Crees que eres el único que ha sufrido los últimos ocho años? —cuestionó una vez que notó que el muchacho no se dignaría a mirarle de una cuenta. — ¿A caso crees que me siento orgulloso de mis actos? ¡Yo también he sufrido! Si lo que quieres es hacerme sufrir, entonces hazlo. Haz lo mismo que yo hice hace años y estaremos a mano… pero deja de hablarme de ese modo.

El menor soltó una carcajada llena de amargura; si en algún momento creyó que él mismo podía hacerle pagar del mismo modo, ahora sabía que estaba equivocado. No valía la pena revolotear por ahí y por allá recordándole que era un violador  porque el único que sufría era él. En el pasado se sintió muy impotente al recordar al muchacho de origen chino y pensar en lo estúpido que había sido cuando niño; pero ahora… ahora estaban en iguales condiciones. ¿A caso pagarle con la misma moneda no era ser igual que él?

Sehun estaba seguro de que no quería ser como Luhan. Había luchado mucho, tratando de seguir su vida y cuidar a Baekhyun a causa de la ausencia de su madre. El mayor no podía venir y derrumbar todo, no era correcto.

—Eso no sería un castigo para ti, Luhan. Apuesto a que lo deseas más que a nada… ¿Y sabes qué?  Eso es exactamente lo que no voy a hacer; no voy a tocarte jamás. No quiero ensuciarme y terminar violando niños por ahí.

Quiso jactarse de sus propias palabras hacia el rubio pero no tuvo tiempo; sintió una punzada dolorosa en la mejilla y rápidamente comprendió que  el mayor lo había abofeteado. Abrió la boca para gritarle, pero no supo que decir y en su lugar simplemente  se sobó el rostro y corriendo se encerró en su habitación dando un portazo.

Luhan le imitó casi al instante, dirigiéndose a su habitación. Quizá había sobrepasado la línea, pero aquellas palabras habían sido demasiado crueles, se había pasado de listo hablando de algo que no conocía. Sehun no era más que una ignorante víctima de su propia estupidez y Luhan lo sabía.

 

+

 

Los siguientes días fueron un calvario; la casa estaba en silencio la mayor parte del tiempo porque ninguno de los muchachos le dirigía la palabra, se la pasaban juntos después de clases y salían demasiado temprano sin comer el desayuno. Luhan se sentía fatigado debido a la universidad; los proyectos habían pasado a segundo plano desde su llegada a  Seúl y estaba seguro de que sus calificaciones lo demostrarían.

Cierto viernes por la tarde cuando su periodo de  talleres había terminado, llamó a Yixing para tomarse algo en casa; su amigo había accedido a  pasarse ahí un rato porque debía reunirse  con Suho más tarde, pero eso le era suficiente. Le  contó todo lo que había sucedido con Sehun y el sentimiento de vacío que se había instalado en su pecho desde entonces.

—Has hecho bien, Lu. Él te falto al respeto y tú eres su hyung de todos modos. —le dijo el castaño. —De todos modos, si las cosas están así de mal… puedes quedarte en mi departamento, no me molesta.

Luhan negó rápidamente.

—No puedo aceptar eso, no quiero ser una molestia. Creo que de algún modo necesito comenzar a actuar como un adulto y si a Sehun no le agrada, tendrá que aguantarse. No se ha dignado ni a mirarme desde aquella noche cuando le di una bofetada

—Sólo es un mocoso sin modales, tiene que aprender a respetar s sus mayores, Luhan. Ya no seas tan blando con él… en fin, ¿Tienes libre mañana? Podemos organizar alguna salida por si te apetece.

—No puedo. MinSeok, un compañero de la universidad, vendrá para trabajar en un proyecto. Creo que me irá muy mal en este semestre.

Yixing asintió, su amigo la estaba pasando muy mal pero ya se encargaría su amigo de subirle el ánimo y quizá hasta presentarle a alguien; seguramente le hacía bastante falta volver a tener citas  y conocer otras personas. El tema de Sehun ya se había vuelto recurrente para ellos y Yixing tenía mucha curiosidad  de ver al chico. En medio de sus pensamientos escuchó como la puerta de la casa se abría y un destello de murmullos se hacía presente. Miró a Luhan y éste se encogió de hombros asomando la cabeza desde la mesa donde ellos se encontraban instalados.

Rápidamente reconoció a Sehun que veía riendo con otro muchacho. No había visto reír a Sehun… desde hacía muchísimo tiempo. El otro  muchacho era moreno y recordaba vagamente  haberlo visto en la fiesta de cumpleaños del menor, pero no sabía quién era a decir verdad. Los dos menores repentinamente cayeron en cuenta de que no estaban solos y se detuvieron al pie de la escalera; Sehun le soltó la mano a su amigo casi de inmediato.

— ¿Dónde estabas? —cuestionó con voz seria aunque su cara de niño no le daba un aspecto tan aterrador de todos modos.

—Ese no es tu asunto. Estaré con JongIn en mi habitación, más te vale no molestarnos, hyung.

Los dos muchachos subieron corriendo entre bromas y risas, algo que pocas veces se podía presenciar excepto cuando Sehun estaba con su hermano menor, pues parecía que se entendían perfectamente. Yixing se quedó callado y se terminó su bebida alzando la cabeza para contemplar el techo, pues en menos de un rato ya se escuchaban sonidos extraños en el segundo piso. Los dos sabían que estaban haciendo aquellos dos adolescentes en la habitación.

—Vaya… realmente pueden llegar a ser muy ruidosos. —comentó el chico de hoyuelos nerviosamente mirando fijamente hacia un punto muerto detrás de Luhan. Éste por su parte estaba ido,  le causaba mucha confusión esa bizarra situación… no quería que Sehun se acostara con otras personas y mucho menos cuando él estaba ahí. Y sí, se lo diría y acabaría con todo eso cuanto antes.

 

+

 

Sehun salió de ducharse y se apresuró a vestirse  con lo primero que encontró en su armario. JongIn se  había vuelto a recostar en su cama mirando al techo con el ceño fruncido.

— ¿Qué te pasa? —preguntó el multicolor mientras se arreglaba el cabello.

— ¿De  verdad esto fue la despedida? ¿La última vez? —preguntó el moreno incorporándose  en la cama para mirarle.

—No hagas de esto una exageración, sabías que en algún momento se terminaría. —indicó Sehun. —Somos los mejores amigos, eso no va a cambiar. Y si te preocupa eso, puedo presentarte a alguien.

— ¿Uno con los tantos que has follado? No me jodas, Sehunnie.

El menor torció la boca y después se sentó a su lado sobre la cama buscando en su teléfono móvil rápidamente, después le mostro la pantalla.

—Do Kyungsoo, ¿Le conoces? Va a nuestra escuela sólo que en otra clase. —preguntó.

—No, no le conozco. ¿Cuándo saliste con este tío? Jamás me lo dijiste, Sehun.

El menor se encogió de hombros y anotó el número del muchacho  en el móvil de su mejor amigo dedicándole una sonrisa ladina.

—Salimos un par de veces pero no funcionó y lo dejamos, es estupendo para ti. Es atractivo, sabe cocinar, es un excelente cantante y es bueno en la cama, si te animas puedes llamarlo, escuché que está soltero. Va en la clase de Chanyeol, creo que son amigos o algo así.

Kai asintió guardando su móvil en el bolsillo trasero de su pantalón, ya se encargaría luego de ver quién era ese tal Kyungsoo, quizá le preguntaría a Chanyeol para saber qué clase  de tipo era antes de animarse a intentar algo. Sabía que tarde o temprano debía renunciar a Sehun, ahora era tiempo de buscar otras personas, buscar alguna manera de olvidarse del multicolor en brazos de alguien que pudiese darle todo lo que Oh Sehun jamás sería capaz de darle a nadie. Amor.

 

+

 

El tal JongIn se había marchado hacia un buen rato, él le había visto cuando bajó las escaleras y con un tímido movimiento de mano, se despidió. Él se había quedado terminado unas tareas cuando Yixing tuvo que marcharse para reunirse con su novio. Había estado pensando en las cosas que ahora podía hacer… actuar como un verdadero adulto y no dejarse amedrentar por ese mocoso.

Si bien era cierto que se había enamorado, suponía que lo mejor era enterrar esos sentimientos en lo más profundo de su ser y tratar a Sehun como si fuese su hermano menor, porque verlo como un hijo era algo bizarro y prácticamente imposible.

Escuchó que tocaban el timbre y se puso de pie, aunque antes de hacer cualquier otro movimiento, vio como la pequeña y delgada figura de Baekhyun aparecía bajando las escaleras a paso veloz y abría la puerta con una sonrisa.

— ¿Quién es, Baekhyun? —cuestionó en voz alta dejando a un lado sus tareas.

Escuchó una risita y la voz aguda de alguien más; rápidamente dos personitas estaban dentro de la casa y había cerrado la puerta ya. El chico junto a Baekhyun era increíblemente alto, medía como un metro y ochenta y muchos, tenía unas enormes orejas que saltaban a la vista debido a que traía una gorra, aunque su sonrisa resaltaba sobre todas las cosas, era un poco aterradora de todos modos.

—Este es Park Chanyeol, y este es nuestro tutor legal, Xiao Luhan. Yeol es compañero de Sehunnie en el instituto y me da clases extras de inglés, subiremos  a estudiar ¿Está bien? —habló Baekhyun con una sonrisa tan grande que Luhan temió que de un momento a otro todos los dientes se le salieran de la boca.

 

—Ah… sí, claro. ¿Quieren algo de tomar o de comer?

 

El chico –aparentemente-  llamado Chanyeol, negó y le dedicó una sonrisa mientras esperaba que Baekhyun avanzara primero hacia las escaleras. Los dos parecían bastante felices, y resultaba algo sospechoso. En el trayecto escuchó cómo se cruzaban con Sehun porque éste había saludado a su compañero de clases. Lo cierto era que él no conocía a los amigos de Sehun porque no había traído a nadie desde su llegada, con excepción de JongIn, desde luego.

 

El menor pasó por su lado sin siquiera mirarle y abrió  el refrigerador; sacó una jarra llena de agua  de fresa y se sirvió en un vaso tomándose el contenido en tiempo record. Aspirando profundamente, Luhan se puso de pie aprovechando que el multicolor estaba de espaldas y no lo vería. Caminó unos pasos para quedar más cerca y le tocó el hombro suavemente logrando que se girara, frunciendo el ceño cerró el refrigerador y se cruzó de brazos con cara de pocos amigos.

 

— ¿Qué quieres, Luhan? —graznó de mala gana.

 

—Hyung—aclaró con firmeza. Sehun frunció el ceño, confuso una vez más. —, tienes que decirme hyung. Soy mayor que tú, soy tu tutor legal. No voy a permitir una sola falta de respeto de tu parte, ni una sola vez. A partir de ahora vamos a convivir como personas civilizadas. Las reglas las pongo yo, tú sigues  siendo menor de edad, Sehun. No más juego, madura de una vez y actúa como un hombre, no un niño.

 

Sehun le dedicó una sonrisa socarrona y de un solo movimiento cambió sus posiciones, dejando a Luhan con la espalda contra el refrigerador, entre éste y su cuerpo. Le sujetó las manos por las muñecas  con fuerza y se inclinó para aspirar en su cuello causándole escalofríos al mayor. No debía estar pasando eso… actúa como un adulto, Luhan, detenlo. Cerró los ojos  apretando los labios cuando sintió como la boca del otro se posaba sobre la piel de su cuello recorriendo lentamente, logrando que su cuerpo temblara y su espalda se arqueara un poco en busca de más cercanía.

Su cuerpo se relajó una vez más ante los toques de Sehun, y éste alzó la cabeza acercando sus rostros poco a poco, entonces se separó y le soltó. Deja vú, pensó Luhan con frustración, odiaba que le hiciera eso una vez más.

 

— ¿Y tú eres el que pone aquí las reglas, hyung? —se burló, pero no pudo seguir con su discurso porque sonó el móvil del mayor, así que rápidamente lo tomó y miró la pantalla, era un mensaje. Luhan se lo arrebató y se fue por las escaleras con una sonrisita, ignorándole completamente. Sehun gruñó.

¿Quién coño era MinSeok? 

 

 

 


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